2 | Luna de Nieve
Jungkook salió como cada día a entrenar con los vigías, hoy era día de rondas exteriores, ellos salían a recorrer los alrededores de la aldea para comprobar que el entorno era seguro y en el proceso, ahuyentar cualquier peligro cercano en caso de que hiciera falta, cosa que nunca ocurría porque el poblado contaba con una empalizada alta, sólida y con guardia permanente, además, ellos no tenían enemigos, después de que el Enigma pusiera a salvo al universo lycan, la manada TanGban eran entre todos los clanes, los lobos más respetados.
Cada luna menguante, un representante de cada manada llegaba al pueblo con ofrendas para el bebé Enigma. En absoluto silencio tal como llegaban, se retiraban tras dejar en las puertas del pueblo, centenares de regalos que iban desde simples adornos a suculentas comidas, desde animales para sacrificio a polvos sagrados para ceremonias.
Todo era válido y todo era recibido con respeto.
Los vigías eran los encargados de trasladar los obsequios al recinto de almacenamiento de la manada donde se realizaba una pequeña ceremonia de alabanza y agradecimiento por tanta abundancia y cariño recibido.
Para la jornada, Jimin vestía de blanco al Enigma y recorría con el niño en brazos, palmo a palmo todo el lugar para que Gguk eligiera entre las centenas de ofrendas, cuál quería llevar a casa, el resto era repartido con el clan.
Aunque los padres ya se hubieran acostumbrado a las acciones inteligentes del bebé, para los lobos era algo insólito, mágico ver cómo con un dedito minúsculo, el cachorro señalaba algo, luego miraba a su padre Jimin esperando consentimiento de aceptación y la próxima mirada era para papá Jungkook quién acercaría el objeto escogido al bebé que lo esperaba con sus brazos extendidos abriendo y cerrando sus manitos, no para recibir el regalo sino para trepar hasta el cuello del alfa y embriagarse con el aroma de su papá, porque de verdad que no había en el mundo nada más delicioso para estos dos que ese simple acto de amor y pertenencia.
Tanto Jimin como Jungkook hubieran preferido que esta manifestación del pueblo hacia su hijo no ocurriera, porque ellos deseaban una vida simple para su cachorro y de solo pensar que él recibiría esos regalos cada veintinueve días, de por vida, los hizo sentir abrumados.
Jungkook habló con su padre para explicar cómo se estaban sintiendo ellos ante esta situación pero Namjoon le explicó hasta el cansancio que eso estaba fuera de su alcance, que los clanes se sentían en deuda con el Enigma y su forma de honrarlo era esta y ninguna otra.
—¡Pero no deseamos que esto siga, papá! Queremos una vida simple y normal para nuestro cachorro —increpó, Jungkook al líder.
—Pero me excede, Jungkook ¿Cómo tengo que explicártelo, con piedras y palitos, como cuando eras niño?
—No te burles de mí, Nam. Yo entiendo que es difícil, pero no es imposible.
—No me estoy burlando, pero no haré nada que desestabilice las relaciones con las manadas, Jungkook, espero que lo comprendas.
—Y yo espero que ustedes también comprendan cuando nos vayamos de TanGban en busca de un hogar normal para nuestro bebé.
—¿Pero, que dices? No me amenaces, hijo… —La voz del líder había cambiado de dominante a dócil en cuestión de segundos.
—No es una amenaza, Trueno —comentó Jimin que acababa de escuchar lo que padre e hijo hablaban. Entre ellos no habían tocado nunca el tema de abandonar la manada por esta situación, pero sintió la imperiosa necesidad de apoyar a su Alfa en lo que le estaba planteando a su padre.
—Nuestro niño no crecerá en esta locura y perdón que me refiera tan despectivamente a esta manifestación de la gente que por más que sea con cariño y por gratitud, no es sano para nadie, y por supuesto que no le hará bien a nuestro cachorro.
Jungkook lo atrajo hacia sí e internamente a través del lazo, le agradeció el apoyo.
—Yo sé lo que es ser considerado “distinto”, Nam, y no queremos eso para Jeongguk.
—Pero me amenazan con irse, aislarse, y también sé que tú viviste aislado Jimin ¿a eso someterán al cachorro? ¿A estar sin su manada?
Jimin comprendió que no había verdad más verdadera que la que le estaba planteando Namjoon y se sintió triste ante el recuerdo desolador de sus eternas soledades.
—No, eso nunca, pero esto tampoco queremos —junto sus dos manos— Te lo imploro Nam, convoca a un concilio de líderes, permítenos que expongamos nuestro sentir.
Trueno se acercó a Jimin y sin pensarlo dos veces, lo abrazó. Fue un abrazo sincero, lleno cariño. Jimin devolvió el apretón apoyando su cabeza contra el pecho de Nam y cerrando sus ojitos. Aunque Jimin siendo más pequeño en comparación, su abrazo tenía una fuerza emocional que igualaba la física del líder.
Nam giró y atrajo a su hijo y con sus brazos fuertes, los levantó a ambos, ligeramente del suelo.
Los tres sintieron la conexión profunda que solo la verdadera familia puede ofrecer.
Ese abrazo selló un momento perfecto de equilibrio y armonía para los difíciles tiempos que se avecinaban.
Y así, bajo una luna de nieve, ese abrazo se convirtió en un símbolo de su inquebrantable relación, que les recordaría para siempre que, sin importar las diferencias, ellos estarían el uno para el otro.
Al día siguiente un emisario y tres lobos vigías partieron a un extenso recorrido por tierras lycan e híbridas para hacer llegar a cada líder de cada manada, la convocatoria de Trueno a un concilio de líderes para tratar un tema por demás importante: el bienestar de su nieto, el Enigma rojo.
El título del capítulo hace referencia al mes de febrero: Luna de Nieve.
La luna llena lleva este nombre por el tiempo frío y la nieve propios de febrero en la zona más norte del continente americano. También se la llama luna de tormenta y luna del hambre.
Espero que les esté gustando el rumbo que está tomando la historia... Se vienen cosas difíciles pero como siempre recalco, el drama en mis fic es un mal necesario...
Las Saranghaeo 💜💜💜
Lola.
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