17 | Superluna del Esturión


Habían decidido que ese sería el día en que irían a buscar quién, a partir de ahora, sería su “distribuidor” oficial de productos que no se encuentran en sus tierras heladas,
esa persona sería quién les proveyera de cacao, café y alguna que otra planta aromática para que Jungkook cultivara en su invernadero personal.
Habían hecho averiguaciones sobre dónde buscar y la dueña de la posada donde se albergaban les comentó que cada domingo, en el pueblo, se montaba la feria más grande de la zona. Allí llegaban productores y vendedores de otras manadas y encontraría cualquier cosa que estuvieran buscando, así fue que ese domingo, Jimin y Jungkook partieron directo al mercado.

Almendra y Trigal se quedaron al cuidado de los cachorros…

Esperen, ¿Quiénes?…
Almendra y Trigal, sí, ellos fueron invitados a viajar con la familia para ayudarlos, precisamente, en casos como este.
Por supuesto que el blanquito dijo que sí en cuanto ellos se lo propusieron, él amaba las aventuras y conocer el mar cálido era una de ellas.

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La feria montada a cielo abierto era el lugar más extraño que los híbridos hubieran visto en su vida.
Ese enorme mercado de comestibles y productos artesanales era un espacio lleno de energía, allí se reunían trabajadores, fabricantes y artesanos para ofrecer sus mejores creaciones.
Lo más llamativo para ellos, eran los colores, tan vibrantes, tan intensos, podían jurar que había tonos que sus ojos veían por primera vez y no era de extrañarse, de donde ellos vienen los verdes son escasos, ni hablar de anaranjados o de rojos y esas mesas llenas de productos frescos, les corroboró que allí había frutas y verduras que no sabían que existían…
Verdes frescos de las hierbas y verduras, rojos intensos de las frutas, amarillos brillantes en flores nunca antes vistas…
Los aromas a tierra, a hierbas, a especias eran un deleite para sus sentidos.

—Necesito probar eso, Jungkook —Jimin señaló la canasta llena de una fruta desconocida para ellos. Era de un rojo encendido con sus pequeñas semillas oscuras dispersas por toda su superficie. Jimin acercó su nariz al fruto y percibió un aroma dulce y floral
La vendedora le ofreció probarla.

—Toma una, pruébala.
Él la llevó a su boca y sus sentidos se inundaron del sabor fucsia y refrescante de la frutilla.

—¡Oh! ¡Por las lunas! Qué delicia. ¿Cómo se llama este manjar?

—Fresa. ¿Tú también quieres probar?
Acercó la canasta a las manos de Jungkook quien no dudó en tomar, no una, sino dos fresas y saborearla con ojos cerrados.

—¿Ustedes no son de aquí, verdad? ¿De dónde vienen?

—Somos de las Tierras Frías. De la manada TanGban, más precisamente.

—¿TanGban? ¿El clan de Trueno?

—¡Sí! ¿Lo conoces?

—Personalmente no lo conozco, pero todas las manadas de la zona saben quién es él y el valiente Alfa, el padre del Enigma, ellos nos salvaron de los Wang.
Ellos sonrieron e hicieron un sí con la cabeza.

—Si ustedes son TanGban, deben conocer al Enigma y a sus padres.

Ninguno contestó, no sabían quién era esta mujer y no se sentían tan en confianza como para admitir que el Enigma estaba a pasos de allí. No cometerían el error de revelar que su pequeño hijito estaba muy cerca, así que contestaron con una mentirita blanca y continuaron hablando de las frutas.
Se enfocaron en el trueque para poder llevarse frutas, ellos ofrecieron cueros curtidos y pieles y ella frutas a granel.

En medio de la conversación salió el tema del chocolate y del cacao y ella los envió a hacer trato con el señor Citlal, un lobo anciano que poseía la plantación de café y cacao más importante de la región.
Citlal y su Omega vivían una vida plácida y tranquila, habían criado una manada enorme llena de hijos, nietos y bisnietos, de hecho, uno de los hijos, Amaru, era quién administraba la plantación y el otro, Raymi, se encargaba de hacer negocios. Con ellos debieron tratar los híbridos, dos lobos Alfas, guapísimos y bronceados.

—Buenos días, bienvenidos a nuestra finca. Adelante, ustedes nos dirán que se les ofrece…

Jimin expresó que querían cacao, manteca de cacao y café, pero también propuso la idea de que ellos fueran los nuevos repartidores en sus tierras.
Ellos no aceptaron inmediatamente pero más tarde la idea les pareció interesante, sabiendo que abarcarían todos los poblados del norte generando alianzas y trueques con cientos de manadas.
Hicieron un trato de palabras y los híbridos se sintieron dichosos de saber que cada cambio de estación recibirían los manjares de este paraíso.

Regresaron a la posada felices y llenos de ambrosías, se sentaron con sus cachorros, con Trigal y con Almendra a saborear frutas maduras, tortillas recién horneadas y también tostaron semillas que mezclaron con leche.
El calor era insoportable, ellos no estaban acostumbrados a vivir bajo ese clima ardiente así que Jungkook cargó una canasta llena de delicias, agua y propuso ir a la playa.
Se ubicaron bajo la generosa sombra una palmera y extendieron una gran manta de seda sobre la arena blanca. Jimin llevó de la mano a Sakâri hasta el agua porque ella quería meterse al mar y cuando Sakâri quería algo, Jimin se lo cumplía.

Ese sector era una ensenada tranquila y las olas eran muy mansas así que la cachorra se dió el lujo de chapotear contenta en el agua transparente. A lo lejos podían ver un grupo de personas que se divertían a lo grande, lo más llamativo era la poca ropa que llevaban y el color tostado de sus pieles expuestas.
Jimin se observó a sí mismo, llevaba ropa de pies a cabeza, ligera, sí, pero ropa al fin. Debajo de ella su cuerpo blanco refulgía bajo el sol pero nada como lo hacían Trigal y Almendra, sus pieles albinas, con poca  ropa lucían casi transparentes, encandilaba verlos, Jimin rió por eso. Su queridísima pareja de amigos estaban sentaditos a la sombra como dos viejitos asustados por el sol.

Dejó de observar a los lobos blancos y busco con la mirada a Jungkook que hacía jugar al Enigma que armaba casita con la arena. Estaba tan concentrado mirando a su familia que no prestó atención cuando aquel grupo lejano ahora estaba muy cerca de él.

—Hola Jimin —la voz lo sacó de sus pensamientos. Giró y vio a Amaru, el hijo mayor de Citlal parado frente a él, tapándole el sol.

—Hola —contestó cubriéndose los ojos para poder enfocar al hombre a contraluz.

—¿No tienes calor con tanta ropa?
El joven apenas llevaba un pantalón corto, parecido a un taparrabo que dejaba sus piernas al descubierto. Ninguna otra prenda. Su torso desnudo de un precioso bronceado denotaba una piel curtida por el sol.

—No tengo calor, el agua está hermosa y además si me expusiera el sol sería un problema.

—¿Un problema?

—No quiero sufrir quemaduras. Ninguno de nosotros —señaló a su clan— estamos acostumbrados, ya sabes, vivimos en la nieve.

—Entiendo, sí, se los ve muy pálidos.

El joven lo miraba de arriba a abajo, parecía  embobado.

—Desde lejos supe que eras tú, tu cabello rojo parece vibrar, nunca vi a nadie con ese color, es tan hermoso…

Estiró la mano hacia su cabeza como para tocarlo, Jimin por instinto se hizo hacia atrás, contó uno, dos y no llegó a imaginar el tres para sentir a Jungkook detrás de él tomándolo de la cintura.

El Alfa no dijo ni una palabra pero su sola presencia era poderosa y el aroma a patchouli enojado los circundó a los tres...







Sobre el nombre del capítulo

Superluna del Esturión

Se denomina superluna a la coincidencia de la luna llena o luna nueva con el mayor acercamiento de esta a la Tierra (el perigeo). En dichos casos se la suele apreciar algo más grande y más brillante de lo normal.

En 2024, se podrán ver cuatro superlunas: el 19 de agosto, esta de agosto es llamada del Esturión.


¡Hola! Nuestro hermoso kookmin consiguió distribuidor de cacao!
¡Jimin está feliz!

Pero... 🤐🤫
No puedo adelantar nada ...

Las i purple U, muchoooo 💜

Caracololita 🧉🐌
















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