16 | Lunas Azules
—¡Papá, dile a Sakâri que no quiero flores en la cabeza!
Jeongguk se quejó y acusó a su hermana con Jungkook cuando por tercera vez él se quitó la corona de flores que la niña le había colocado con dedicación y dulzura sobre la cabellera rojiza.
—Sakâri, tu hermano ya te dijo que no hagas eso.
—Papá, lo estoy peinando hermoso para que vayamos de paseo y los colibríes lo amen.
Jungkook no pudo evitar sonreír ante las ocurrencias de su hija.
¿De dónde sacaba ella esas ideas? ¿Qué los colibríes lo amen?
Jimin se asomó al escuchar la frase y rió de antemano porque sabía que Jeonggukie diría lo que dijo:
—Los colibríes ya me aman, Sakâri, no necesito coronas —contestó el Enigma sin dejar de modelar un monstruo de colores con masa de sal que su pá Jimin le hacía a montones. El incansable niño no podía quedarse quieto y el Omega descubrió que con un poco de sal, harina, agua y pigmento de plantas hacía una pasta moldeable con la que el pequeño se entretenía por horas.
Jungkook aún no se acostumbraba a las respuestas sagaces de su niño y Sakâri tampoco, pero ella no le daba importancia así que continuó enredando florecitas en las trenzas rojas del cachorro quién cedió, una vez más, a los caprichos de su hermana y se dejó peinar.
Ggukie miró a su papá Alfa y le guiñó un ojo en complicidad. Jungkook ya no caía de traste cuando su angelito hacía ese gesto tan hermoso y tan propio.
El llanto a dúo de las gemelas llegó justo en el preciso momento en el que la armonía había llegado entre los dos hermanos mayores.
—¡Yo voy! —gritó Sakâri quién olvidó su rol de peinadora para correr a ser la “madre” de sus hermanitas.
Jimin la esperaba con ternura y colocaba entre sus brazos a Dal-hee para que Sakâri llevara a la cachorra a su sillita y le diera el puré de manzana, cantando tal y como lo había hecho Jimin con ella y con el Enigma cuando eran pequeños.
Ella esperaba a que Jimin llegara con Dal-yeon para darle de comer a las dos y así jugar a ser la mamá de sus hermanas.
Jimin le permitía todo, jamás le ponía límites, dejaba que Sakâri jugara con las niñas y que también lo hiciera con Jeongguk, ella como primogénita se sentía “grande” y le encantaba ayudar a su papá en la crianza de sus hermanitos, pero claro, ella no tenía ojos más que para Jimin, imitaba sus gestos, sus risas, sus modismos al moverse, al hablar, literalmente, le copiaba en todo. Ella era una pequeña Jimin y Jungkook se moría de amor al verla. Los dos estaban locos con el brotecito, la amaban sin tregua y dejaban que la nena hiciera todo lo que se le ocurriera. Excepto cuando quiso cortar el cabello de su papá Jungkook y eso no admitió ningún tipo de debate, Jimin dijo un "no" tan imperativo que hasta el Alfa sintió resquemor.
Luego de darles de comer a las gemelas, corrió a darle un baño de espuma a Cayena y él se escondió tras la sombra de Jeonggukkie creyendo que ella no lo encontraría, pero supuso mal, ella no solo lo metió al agua sino que después le ató trenzas en la cola del zorro para que hicieran juego con las trenzas de su hermanito.
Y así ataviados con hermosas flores blancas, Sakâri llevó de paseo al Enigma rojo y al sonriente a enamorar colibríes.
Los híbridos desbordaban de orgullo viendo crecer a su manada, sus cuatro crías sanas y bellísimas hacían que sus días fueran perfectos.
Las gemelas, que ya casi llegaba los dos años, habían nacido en un otoño sereno con una luna azul coronando la noche, eso les dio pie para llamarlas como la diosa. La primera niña en asomar su naricita a la vida, la llamaron Dal-hee que significa luna hermosa y la segunda fue Dal-yeon, luna brillante, ellas eran dignas portadoras de esos nombres felices.
Sakâri ya era toda una señorita de casi siete y el Enigma aunque tan solo tuviera cuatro era un niño inteligente, muy maduro y astuto.
Ellos ya lo sabían, desde el primer día que Jeonggukie llegó al mundo, sabían que el niño consagrado sería especial. Él, al igual que su papá Jimin, podía fascinar a los animalitos, jugaba con ellos y se conectaba con la naturaleza sin necesidad de haber recibido entrenamiento, a diferencia de su padre quién había recibido preparación desde muy niño para potenciar sus capacidades.
Jungkook y Jimin, le dedicaban su vida entera a su camada, eran padres ejemplares y amorosos. Tenían un equilibrio perfecto para educarlos desde la confianza, la paciencia y el respeto, brindándoles apoyo emocional para hacer de su hogar un nido seguro y amoroso.
Ellos necesitaban fomentar la confianza y la autoestima en Sakâri y las niñas porque Ggukie realmente no necesitaba estímulo en ese aspecto, el niño en más de una oportunidad había demostrado un nivel de madurez y autonomía que desbordaba todo razonamiento. Pero lo sabían, sabían que tenían un niño sagrado, una criatura llena de dones y poderes, su única preocupación era estar a la altura para criar al pequeño mago. Pero como el universo nunca se equivoca y todo en esta vida es perfecto, ellos también lo eran, Jungkook y Jimin eran los perfectos padres para el Enigma.
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Esa hermosa tarde en la que Sakâri llevó a su hermanito a conquistar pajaritos, sus padres, tomados de la mano, caminaron detrás de ella y del niño. Sobre sus brazos libres, cada uno cargaba una de las lunitas.
Llegaron a un muy frondoso bosque de ribera donde abundaba una vegetación de un verde radiante, los colores allí presentes, eran colores que los híbridos podían juran que nunca habían visto en la zona de los hielos.
Iban descalzos y gozando del calor del sol sobre sus rostros y la arena suave bajo sus pies.
Esperen… ¿descalzos, sol, verdes, arena suave?
Sí... ¡Sí!
Ellos finalmente habían concretado su tan deseado viaje a donde la arena besa el mar. Un mar turquesa y una arena como talco les dio la bienvenida una soleada tarde de verano.
Fue decisivo, meses atrás, un día de tormenta en la que la nieve no les permitía salir de su casa, Jimin comenzó a planear en su cabeza el tan deseado viaje que habían postergado porque los cachorros eran demasiado pequeños. Hasta ese momento y durante mucho, mucho tiempo, habían sobrevivido sin tener chocolate, ya que las reservas, en su antigua casa en Colinas de Siku, habían llegado a su fin. Años sin saborear el dulce manjar, Jimin no podía soportar más, no, y en plena tormenta helada, él supo que necesitaba de un chocolate caliente que le reconfortara el alma y le recompusiera el cuerpo.
Pondría fin a ese “sufrimiento” organizando hasta el más mínimo detalle de la tan deseada y nunca realizada travesía.
La disyuntiva era… ¿Con cachorros o sin ellos? Tan ensimismado en sus pensamientos estaba que no oyó llegar a Jungkook sino hasta que este abrazó su cintura por detrás y besó su cuello.
—¿Qué está pensando esa mente roja que no me responde los saludos?
Jimin ni siquiera giró, el solo dijo…
—Chocolatito…
Y Jungkook lo atrajo más a su cuerpo y sus enormes manos recorrieron su pecho hasta detenerse en la garganta de su hombre, con suavidad hizo que Jimin girara su rostro para poder mirarlo a los ojos antes de besar sus labios de durazno maduro.
—Ya es hora de buscar cacao, ¿verdad mi amor?
—Sí, kookie, lo necesito.
—¿En eso pensabas?
—En eso y en viajar. Nos prometimos ir a ver las playas blancas y el mar cálido.
—Eres la persona más detallista que conozco, Jimin, planifica hasta el mínimo detalle y en cuanto podamos salir, nos vamos.
—¿Los seis?
—Por supuesto, tú y mi manada. Aquí no se queda nadie…
Jimin medialunó sus ojos y lo besó. Se aseguró que los cuatro niños durmieran y de la mano, llevó a su alfa a demostrarle entre sus sábanas lo feliz que lo hacía la idea del viaje y claro está, el chocolate.
Sobre el titulo del capítulo:
Lunas Azules
Las lunas azules no son realmente azules, el término «luna azul» suele utilizarse para describir una segunda luna llena que aparece en un mismo mes del calendario, algo que ocurre cada dos años y medio.
Hola amigas bellas. Aquí va una pequeña mirada a la vida de los híbridos y de su hermosa manada de cuatro cachorritos.
¡Por fin hicieron el viaje!
Se vienen algunos momentos de la vida conyugal.
¡Espero que les guste!
Miren más imágenes que la IA me creó del Enigma rojo
Me mata de amor...
PD: estoy indecisa con los nombres de las gemelas. Aviso porque capaz que los cambie... No sé
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