27 de julio de 1987:

Durante años he visto mis sueños hechos realidad, mis enemigos no se atreven a enfrentarme, mi patrimonio se incrementó y no había señales de nuevos No-Vampiros entre mi estirpe. Pero la buena racha terminó hoy. La esposa de mi nieto Marcus trajo al mundo a un vástago NV. ¡Creí haber descifrado cómo evitar la propagación de este mal! Es la primera vez que pasa en la línea de descendencia de Killian; la esposa fue elegida porque proviene de una familia sin este padecimiento, ¡no entiendo cómo pudo suceder!

Pero ni Marcus ni otro miembro de mi familia llegará a conocer a la criatura. Mi buen amigo Belfort, siempre fiel, asistió al parto y procuró hacer las pruebas de pureza de sangre antes de tener que presentarlo a las familias. Ya he hecho arreglos para que, durante el día, Belfort aplique su fórmula de Oblivion a todos para que ni siquiera recuerden el embarazo. Será difícil explicarle a Lilah su vientre de postparto, pero recuperará su forma muy pronto y dejará de hacer preguntas.

Además, ya sé quienes cuidarán del bebé. Por casualidad conozco un matrimonio en el vecindario de Isadora, que perdió un hijo recientemente, al que llamaban Sebastian, solo es cuestión de que Belfort use sus encantos para convencerlos de que su niño nunca murió.

Mi viejo corazón no se resistió en nombrar Phineas al pequeño, ¡hay que ver los parecidos que tiene con mis hijos varones, cuando eran tiernos y no importaba que fueran inútiles! Soy consciente de que no debo encariñarme con los NV ni convivir con ellos, pero ¿cómo evitar que en mi corazón se encienda una llama viva de amor cuando soy yo quien debe entregarlo en persona para que todo salga de acuerdo al plan?

11 de abril de 1991:

Por muchos años logré evitar que mi nieto Benjamin se reprodujera, pero se me acabaron las escusas. Luego de que Julius y Dorotea nacieran sanos y de sangre pura, bajé la guardia creyendo que tal vez su padre no fuera portador del gen que hizo a su madre una NV. Fue así como esperaba ansioso el nacimiento de su tercera hija: Emma.

Pero la llegada de Phineas, hace poco menos de cuatro años, me enseñó que debo estar preparado para no dejar nada librado al azar. El doctor Belfort atendió el parto, como siempre, (aunque he notado que su precisión no es la de antes) y trajo consigo todas las herramientas para comprobar si Emma era pura sangre, cosa que resultó negativa. Por fortuna, desde hace semanas encontré una familia dispuesta a adoptar un bebé, que solo está esperando mi confirmación. Los nuevos padres estaban tan entusiasmados que ya tienen el nombre que le pondrán: Sarah. Me parece horrendo, pero si no me equivoco, la cuidarán tan bien como las demás familias que escogí para reubicar a mis otros descendientes.

Tiene cierto parecido con mi Lara, ¡maldita niña, debo deshacerme de ella lo antes posible!

4 de mayo de 2010:

Nuestros enemigos se han multiplicado en los últimos años, la gente está cada vez más consciente de nuestra existencia, las grandes corporaciones nos están ganando terreno en los negocios, y una nueva generación de cazadores se está organizando para acabar con nosotros. Somos la última familia de vampiros que queda en pie en Londres, el resto se han reinstalado en locaciones alejadas de las grandes urbes o en países menos desarrollados, para seguir manteniendo un perfil bajo. Solo unos cuantos convertidos sin familia ni clan permanecen en la ciudad haciendo desmanes y llamando la atención de indeseados sobre los vampiros. Estos inútiles son la causa de que un grupo de cazadores esté tras nuestro rastro. Me temo que ya ni siquiera el reino es seguro para nosotros, deberemos seguir el ejemplo de nuestros amigos y mudarnos a un lugar más tranquilo, donde nuestra naturaleza no interfiera con el estilo de vida al que estamos acostumbrados.

20 de noviembre de 2018:

(...)

Además, también está la molestia de los humanos organizándose para cazarnos. Cazan a cualquier vampiro, sin importar que sean pacíficos y no se metan en problemas, como mi familia. Ya hace un tiempo que conozco de su existencia, pero no me preocupaban, porque ¿qué eran unos cuantos humanos armados? Por siglos nos han perseguido con distintos nombres y siempre salimos victoriosos.

Pero estos son diferentes. He logrado infiltrar sirvientes humanos entre las filas del grupo que nos ha estado persiguiendo y sus informes son alarmantes. No son humanos cualesquiera, son inmortales, con habilidades muy parecidas a las nuestras. Son NV y ya han probado la sangre de los vampiros. Mucho me temo que su sed y violencia irán en aumento. Incluso sus aptitudes de rastreo se agudizaron en las pruebas in vivo que hicimos con Belfort hijo. Eso los hace aún más peligrosos. Por primera vez en mi vida me siento amenazado.

Los informes arrojan que esta es la misma organización que arruinó nuestros negocios en Inglaterra, y que nos han seguido hasta aquí. Pero lo peor de todo es que su líder corresponde con la descripción de Isadora, mi (al mismo tiempo) nieta y bisnieta, producto de una relación incestuosa y abominable, a la que le perdí el rastro tiempo atrás. Pero no voy a esperar a confirmar ninguna teoría, si amenazan las vidas y seguridad de mi familia no tendré piedad de ellos.

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Con dolor y pesar, porque habría querido que mi camino y el de los NV no volvieran a cruzarse, voy a encargarme de este asunto personalmente de una vez y para siempre. Las consecuencias de haberle perdonado la vida a los NV fueron peores que si los hubiera matado desde el principio. Me encargaré de Lara y Azul primero, las que tengo más cerca por el momento; pero eliminaré a todos. Le pondré fin a la mutación genética de mi estirpe y los aberrantes No-Vampiros morirán en la ignominia, desaparecerán del tiempo, el espacio y de la Historia. No quedarán pruebas de su existencia, ni siquiera alguna persona que los recuerde. Se acabaron los brebajes experimentales y los borrados de memoria, es hora de poner manos a la obra.

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