Engranes de Guerra ch 6
CAPÍTULO SEIS: ¿DECISIONES PARA BIEN O PARA MAL?
La explosión que ocurrió afuera de nuestro camión fue tan fuerte que le hizo volar varios metros por el aire causando que todos adentro giráramos sin control alguno, y que los pocos soldados de respaldo que nos acompañaban saliesen disparados, hasta caer en el río sobre el que antes estaba ese viejo puente.
-¡Todos afuera ya!- apuró Liam porque comenzó a entrar el agua por una grieta en la carcasa del camión que estaba patas arriba -¡Zach, deja esa maldita cosa y muévete!- empujó al más chico de nuestro equipo que se negaba a soltar el One-Shot.
-¡Pero lo necesitamos para deshacernos de esos malditos buitres!- negándose se arrimó ligeramente para dispararle a uno de los Reavers, y debido a la potencia del tiro, impulsó hacia abajo nuestro vehículo hundiéndonos con mayor rapidez.
-¡¿Ya ves lo que estás haciendo?! ¡MUÉVETE, MALDITA SEA!- lo tomó de un hombro y obligó a soltar esa arma que ahora actuaba como un ancla y también ayudó a Stella a salir.
Cuando yo salí del camión ya estábamos a unos dos metros bajo el agua y al ir a tomar aire vimos no muy lejos de nosotros a los soldados que trataban de mantenerse a flote solo para morir baleados por los monstruos voladores que seguían dando vueltas en los alrededores.
-¡Debemos llegar rápido a la orilla!- el más grande de nosotros se zambulló para no ser detectado y empezó a nadar hacia la costa, pero antes de seguirlo, noté algo muy importante.
-¿Y Lincoln? ¡¿Dónde está Lincoln?!- no pude evitar desesperarme y vi de un lado a otro pese al riesgo de recibir un disparo hasta que entendí lo que pasaba -me lleva la...- sin más opción aspiré profundamente y me hundí nadando en dirección al camión que cada vez se sumergía más y más.
Ingresé a la cabina por la puerta del pasajero viendo a mi mejor amigo en este mundo en declive que poco tiene para valga la pena ser salvado estando todavía sujetado a su asiento por el cinturón de seguridad, así que sin demora lo tomé junto con su Lancer motosierra para que pudiéramos salir a la superficie.
-¡Despierta, Lincoln, despierta!- empecé a darle unas palmaditas en la cara, pero no reaccionaba, ni siquiera cuando unas balas pasaron peligrosamente cerca de nosotros -demonios...
Resignado, me sumergí y empecé a nadar llevándolo en mi espalda viendo como las balas que aún perdiendo significativamente velocidad al dar contra el agua seguían siendo lo suficientemente letales para matarnos.
Por algún extraño milagro pudimos llegar a la orilla en dónde estaban solamente Liam, Zack y Stella; supongo que los otros soldados murieron ahogados o baleados.
Muchos tormentos se ahorraron esos desafortunados valientes.
-¡CLYDE, LINCOLN!- acercándosenos, Liam me ayudó a cargar a Lincoln -¡Debemos ocultarnos hasta que esos malditos se vayan!
Nos dirigimos a unos arbustos permaneciendo quietos y en silencio viendo como los Reavers revoloteaban asegurándose de que no quedaban ninguno de nosotros con vida en el agua, y al creer que nos asesinaron a todos, se retiraron a lo que pude soltar un pesado suspiro.
-Estuvo cerca...- me quité el parche para frotarme el rostro y después vi a Lincoln que sigue inconsciente -Lincoln, despierta. ¿Lincoln?- volví a darle unas palmadas en el rostro, pero me preocupé porque comenzó a negar con la cabeza frunciendo el ceño murmurando algunas cosas.
-No... Ronnie... no... tú no... por favor no...- traspiraba agitando las manos como si tratara de agarrar algo, mejor dicho, a alguien -¡NOOOO!- casi me caigo al suelo cuando abrió los ojos de golpe parándose de un salto viendo de un lado a otro -¡RONNIE! ¡¿EN DÓNDE ESTÁS, EN DÓNDE ESTÁS?!- comenzó a gritar a todo pulmón viendo de un lado a otro hasta que le tapé la boca.
-¡Cállate, Lincoln! Estamos en la orilla de un río y tus gritos podrían atraer a esos malditos monstruos- lentamente se calmó al recordar la situación crítica en la que estamos y retiré mi mano para que pudiera gemir libremente y sobarse la cara con ambas manos.
-¿Estás bien, Link?- poniéndole una mano en el hombro, Liam lo veía con la misma preocupación que lo hacía Zach, mientras que Stella se mantuvo al margen como si no supiera que decir al respecto.
Y eso que ella no lo ha visto en sus peores momentos. Que suerte que aún tiene ese casco puesto, porque de lo contrario y debido a lo que Lincoln había gritado, al verle la cara su precaria salud se habría terminado de destruir.
-Sí... estaré bien- como me gustaría tener las palabras adecuadas para intentar reconfortarlo, pero no se me ocurría nada -¿En dónde están los demás? ¿Pudimos alcanzar al maricón de Chandler y los componentes de las BML?- no sabía si fue por la explosión o la caída o la pesadilla que tuvo, pero claramente estaba de lo más desorientado.
-Por desgracia no, Sargento Loud. No sabemos en dónde está ahora el Teniente Chandler y sus acompañantes y no tenemos un medio de transporte para seguirlos y evitar que los Locust los alcancen- respondió nuestra acompañante todavía conservando la distancia.
-Como si las cosas no pudieran irse aún más a la mierda... ¿Qué nos queda todavía? ¿Aún tienes el Martillo del Alba?- ella le dijo que sí, pero no sabía si aún iba a funcionar después de haber estado expuesta a tanta agua -peor es nada. ¿Y ustedes, muchachos?- les dijimos que aún tenemos nuestras armas estándares.
-Ahora debemos hallar la forma de localizar a ese pelmazo y ayudarlo antes de que esas larvas inmundas le pongan las manos encima a las Bombas.
-Bueno, Sargento Loud, las Bombas de Masa Ligera tienen cada una un dispositivo de rastreo que nos permite localizarlas en caso de que algún enemigo se apodere de ellas. Solo debemos seguir la señal que emiten- ella sacó un rastreador que para nuestra fortuna aún funciona y mostraba como los puntos pertenecientes a las 8 Bombas parpadeaban alejándose más y más de nuestra posición actual.
Que la CGO tome esa clase de precauciones es toda una rareza.
-Entonces debemos movernos y alcanzarlos antes de que sea demasiado tarde- dijo Liam.
-Correcto. Andando, chicos- cuando avanzó unos pasos, Lincoln se detuvo y giró para ver a la Guardia Ónix que nos acompañaba -por cierto... bienvenida al Escuadrón Serpiente, soldada- pudo dedicarle una leve sonrisa, que seguramente la dejo confundida, y retomó su marcha.
Al menos la amargura de la pesadilla que tuvo esta vez no le duró demasiado, para variar.
(...)
Estuvimos andando a pie por alrededor de media hora. El radar nos indicó que las BML se habían detenido a unos 10 kilómetros de nuestra actual posición, por lo que tuvimos que acelerar el paso esperando que esos ineptos presuntuosos puedan resistir hasta que lleguemos.
Podríamos llegar un poco más rápido si acelerábamos el paso, pero como debíamos movernos con cautela por las calles para no caer en más emboscadas de los Locust, avanzábamos demasiado lento para nuestro gusto casi a paso de tortuga.
-Todo despejado, avancemos- habló Zach luego de examinar la zona con su Sniper y seguimos moviéndonos estando Lincoln y yo al frente, como siempre, él y Stella cuidando los flancos y Liam cubriendo la retaguardia.
-Cuartel general, aquí el Escuadrón Serpiente. Necesitamos que nos notifiquen si el Teniente Chandler ha contactado con ustedes y si las Bombas de Masa Ligera están bien, cambio- habló Lincoln por su comunicador pero la única respuesta que recibimos fue pura estática.
-¿Por qué no responden? No es como si estuviésemos tan lejos de las Barricadas del Norte como para no establecer contacto con ellos- quiso saber Zach de lo más angustiado porque después de tantos intentos no lográbamos nada.
-Seguramente están enfocando todo su esfuerzo en establecer contacto con Chandler y los que custodian las Bombas que nos dan por muertos o han prescindido de nosotros porque ya no los acompañamos- podrá sonar muy duro lo que dije, pero no sería algo que la CGO no haya hecho ya antes.
-¿Prescindido de nosotros? Pero si la CGO necesita de cada soldado disponible para pelear contra los Locust. No nos dejarían abandonados a nuestra suerte así de fácil, ¿Verdad?- contra puso la nueva integrante de nuestro grupo.
En serio es tan verde como una lechuga. Si tan solo supiera lo que los altos mandos son capaces de hacer...
-Creo que ya encontré lo que nos impide establecer contacto con la base. Miren allá- Liam nos pidió que viésemos a dónde apuntaba con su escopeta Gnasher.
Al afilar la mirada del único ojo que me quedaba vi a lo lejos a unos monstruos voladores, pero no eran Reavers, sino otro tipo de engendros que pueden ser tan estorbosos como ellos.
-Ah... Nemacyst. Eso lo explica todo- gruñó Lincoln frunciendo el entrecejo.
Los Nemacyst son criaturas relativamente pequeñas que se parecen un poco a las medusas y pueden levitar en el aire dejando tras de sí un rastro de tinta parecida al gas que les permite a los Reavers mantenerse a flote siendo prácticamente minas aéreas porque todo aquel vehículo volador que tenga contacto con ellas las hará estallar como bombas.
Son lentos al volar y muy frágiles por lo que solo se requieren de uno o dos tiros para acabar con alguno de ellos, pero si estalla estando cerca de un soldado es como si le explotase una granada en la cara y cuando varios de ellos están juntos pueden interferir en las comunicaciones o cualquier tipo de señal de radio con esa tinta que expulsan y que oscurece el cielo.
-Con razón. Bueno, acabemos con ellos de una buena vez- Zach les apuntó con el Markza que encontró en el museo, pero Liam lo detuvo.
-Si hay Nemacyst flotando por aquí, significa que también habrán Locust cerca. Si disparas les darás nuestra posición- agachó la cabeza como niño regañado porque no pensó bien antes de tomar esa decisión.
¿En serio nunca aprende?
-Debemos deshacernos rápido de esas cosas, estoy perdiendo la señal de las Bombas de Masa Ligera- Stella tocó unos botones de su rastreador tratando de mantener el contacto con las BML.
-Primero hallemos y matemos a los Sembradores para que no produzcan más Nemacyst y luego acabemos con estos. No se les olvide que el tiempo avanza- les recordé.
Vi como a lo lejos detrás de unos edificios, surgían más de esas minas voladoras como si fueran misiles disparados a muy baja velocidad. Supongo que en esa dirección estaban los Sembradores custodiados por muchos Locust, así que debíamos movernos con cuidado y no volvernos algunos de los tantos soldados Gears que han sido desechados como herramientas obsoletas.
Por lo que avanzamos entre las demás estructuras hasta que el inconfundible e insoportable hedor que generan los Sembradores empezó a hacerse más fuerte indicando que ya estábamos cerca de ellos, a lo que Lincoln ordenó que nos dividiéramos en dos grupos siendo él, Liam y yo los que seguiríamos caminando a nivel del suelo y Zach junto con Stella se desplazaban por el techo de las estructuras y así mantenernos informados de cualquier cosa.
-Ahí están esos putos...- murmuró Lincoln cuando nos escondimos tras un viejo camión volcado y vimos a tres de esos Sembradores que desde una plaza expulsaban más de esos Nemacyst.
Esas bestias son enormes, un poco menos grandes que los Corpsers y si estos se parecen a arañas, ellos se parecen más a las hormigas. Pueden cavar túneles subterráneos también, pero muy diferente a los otros colosos, mantienen su cabeza enterrada en el suelo dejando expuesta su parte trasera que se abre como si fueran las mandíbulas de un cocodrilo y de la que salen los Nemacyst, por lo qué en términos un poco vulgares, ellos literalmente "cagan" a esos adefesios.
-Zach, tenemos a tres Sembradores frente a nosotros. ¿Qué ven ustedes desde su posición?- quiso saber Liam cuando vimos que cerca de esas cosas habían algunos cuantos Locust que no hacían nada y parecían estar de lo más relajados.
Ahora sí actúan como las bestias estúpidas que Lincoln tanto afirma que son.
-"Desde dónde estamos veo unos cuantos francotiradores y algunas torretas Troika. Si intentáramos usar el Martillo del Alba se darían cuenta de nuestra posición y nos matarían"- nos informó.
-Bien, creo que es obvio lo que tenemos que hacer ahora, ¿Cierto?- ironizó Lincoln a lo que Liam y yo asentimos -escuchen, nosotros causaremos una distracción y una vez que todos esos perros sarnosos estén enfocados en matarnos, usaran el Martillo del Alba para freírlos, ¿Entendido?
-"Entendido, Sargento Loud"- habló ahora la ex-compañera del inepto y presumido de Chandler.
-Ahora chicos, asaremos a esos pendejos a la una... a las dos...- arrimándose sacando un par de granadas -¡Y A LAS TRES!- sin dudarlo y pese a los riegos de recibir un tiro en la cabeza, expuso la parte superior de su cuerpo para arrojarlas y cayeran cerca de unos Drones que dormían volándolos en mil pedazos.
Hora de despertar.
-¡HUMANOS!- nos señaló uno de esos fenómenos para que los demás abrieran fuego.
Desatándose de nuevo el Infierno, disparamos a ciegas solo sacando nuestras armas para no ser nosotros los que terminemos con un agujero en la frente. Lincoln se quedó en su lugar gritando tantas groserías como las balas que disparaba retando a los Locust a acercársenos, Liam fue al extremo izquierdo de nuestra cobertura y con su pistola de gran calibre hizo caer a los Drones que se nos aproximaban al darles en las piernas.
Yo me dirigí al flanco derecho y primero me asomé viendo como algunos de esos Locust en las torretas caían muertos por disparos en sus cabezas llenas de fuertes deseos de despedazarnos, siendo obviamente causados por Zach, pero tuve que retraerme al ver como uno de los francotiradores me apuntó a mí casi dándome.
-¡CUIDADO CON LOS NEMACYST!- avisó Lincoln porque los monstruos voladores que expulsaron los Sembradores ahora venían en dirección nuestra todavía actuando como lentos misiles.
-¡No permitan que se nos acerquen!- sabiendo perfectamente lo que nos pasaría si llegaban a tener contacto con nosotros, me arriesgué despegándome de la cobertura para dispararles.
-¡¿Ya pueden usar el Martillo del Alba?!- cuestionó Liam también disparándole a esas minas voladoras generando varias explosiones de tinta que se desparramaba cayendo sobre algunos Locust que no parecían importares mucho ser cubiertos por tal asquerosidad.
-"¡Denme un momento! Por culpa de los Nemacyst me estoy tardando demasiado en apuntarles correctamente"- podía apreciarse en la voz de Stella una gran frustración que tal vez le lleve a hacer un mal movimiento que nos cueste la vida a todos.
-¡No pierdas la calma y concéntrate!- que gran ironía es que Lincoln le hiciera esa petición, más bien, rozaba el borde del descaro e hipocresía.
-"Creo que ya lo tengo... ¡Todos cúbranse!"- avisó cuando se formó un punto brillante cerca de los Sembradores, a lo que todos nos alejamos lo más rápido que pudimos para ocultarnos tras un enorme agujero en el piso que seguramente habrá sido causado por algún fuerte explosivo.
-¡WOOAANNGG!- y justo a tiempo para evitar el poderoso estallido que volvió a iluminar todo lo que nos rodeaba con la intensidad de mil soles dispersando en todas direcciones escombros que podrían haberse convertido en letales metrallas si no nos hubiéramos escondido en ese hueco.
Pasaron unos cuantos segundos hasta que decidimos salir de nuestro escondite viendo el mismo escenario devastador que se creó cuando acabamos con esos Corpsers en la autopista siendo lo único que quedaba un colosal cráter humeante que cerca suyo estaban los restos carbonizados de los Sembradores y los Locust.
-Jamás me cansaré de esto- dijo Lincoln teniendo una de esas nada confiables sonrisas que solo esboza cuando ve que los Locust han muerto de una manera de lo más atroz y dolorosa.
-Zach, Stella, ¿Cómo están ustedes?- les preguntó Liam cuando caminamos entre los restos de esos monstruos para asegurarnos de que todos estén muertos recibiendo una respuesta afirmativa -bien, ahora solo debemos acabar con los Nemacyst que quedan y así restablecer el contacto con las comunicaciones. Recen para que esos idiotas hayan sabido cómo proteger esas armas de destrucción masiva y que estas no hayan caído en manos enemigas.
Igual que Lincoln, debía admitir que la idea de que esos adefesios se apoderen de las BML era algo que estremecía hasta el último rincón de mi cuerpo al pensar en las miles de atrocidades que podrían causar. Lo único "bueno" de eso sería que acabarían de una vez por todas con esta guerra sin fin y ya no quedaría humano vivo que deba seguir pasando por los tormentos que todos vivimos día a día.
-Centro de mando, aquí el Escuadrón Serpiente, ¿Nos reciben?- pese a que acabamos ya con todos los Nemacyst que rondaban en el cielo seguíamos sin poder comunicarnos -maldita sea...- mi amigo pateó una pequeña roca.
-No todo está perdido. Según el rastreador, las Bombas de Masa Ligera siguen en su lugar- habló la única mujer en nuestro equipo volviendo a presionar los botones de ese dispositivo.
-Entonces pongámonos en marcha de nuevo. No sabemos por cuánto más esos pendejotes vayan a resistir sin nosotros para salvarles el culo- en otra época seguramente cualquiera de nosotros habría soltado una pequeña risa por ese comentario de Zach, pero en la situación tan crítica en la que estamos no habría espacio para esa clase expresiones.
-"... ¿Hola?... ¿Hay alguien ahí?"- guardamos silencio cuando oímos esto por los comunicadores -"sea quien sea, ¡NECESITAMOS AYUDA URGENTEMENTE! Somos sobrevivientes refugiados en un centro comercial situado en la zona norte de la ciudad. Estamos bajo el asedio de los Locust y no sabemos por cuánto más vayamos a resistir, quien sea que oiga esto, ¡AYÚDENNOS, POR FAVOR!"
Todo se quedó en el más inquietante de los silencios mientras nos veíamos mutuamente porque no sabíamos que decir debido a lo inesperado que eso fue aún cuando hemos lidiado con algo así en más de una ocasión en el pasado con resultados no muy favorables.
-¿Dónde está la zona norte de esta ciudad? ¿Está lejos de la posición actual de las BML?- quiso saber Lincoln esperando que eso quedara cerca.
-Espere... según el radar, el Teniente Chandler se encuentra en el sureste de este lugar. Por lo que si acatáramos ese pedido de ayuda...- decía Stella.
-Nos desviaríamos demasiado del objetivo principal y desperdiciaríamos tiempo valioso- terminé de hablar por ella teniendo un muy mal sabor de boca.
-Entonces no nos queda más opción que hacernos de oídos sordos y negarnos a socorrer a esas pobres personas, ¿Es lo que tratas de insinuar, Clyde?- a Liam no le gustó para nada lo que dije.
-A mí tampoco me gusta esta situación, Liam, pero no podemos permitir que esas putas maten a Chandler y demás inútiles y se queden con las Bombas. Así que sigamos moviéndonos, soldados- ordenó resignado Lincoln nada feliz por eso, pero recordando que es lo primordial.
-Sí, además, puede tratarse de otra trampa como pasó en el pueblo de Barban. ¿Acaso esos pendejos creen que somos tan idiotas para caer dos veces en el mismo truco?- espetó Zach.
-"Quién nos escuche por favor vengan a ayudarnos, ¡NECESITAMOS DE CUALQUIER TIPO DE AYUDA, POR FAVOR!"- pero nos detuvimos en seco cuando oímos la inconfundible voz de una niña que reflejaba el más absoluto de los horrores.
Un segundo, esa voz... ¿Acaso se trata de...?
-¿Mabel? ¡¿Eres tú?!- intentó comunicarse el más grande del grupo al reconocer a uno de los mellizos que nos ayudó a superar todos esos obstáculos junto con su amargado tío abuelo y ese perro que solo tiene un ojo como yo.
-¡¿Son ustedes?! Somos el Escuadrón Serpiente al que ayudaron a llegar a las Barricadas del Norte, dígannos si son ustedes- trató de hablarles Lincoln pero ya no oímos nada más -¡RESPONDAN, MALDITA SEA!- por más que se enojó no consiguió más información.
-No son sobrevivientes cualquiera, tenemos... no, ¡Es nuestra obligación ayudarles antes de que sea demasiado tarde!- impulsado por esa humanidad tan inusual, Liam casi nos empujó para que fuéramos a socorrer a esos chicos.
No quiero ni pensar en el caos que se está generando en la cabeza de Lincoln en dónde su sentido del deber choca con la parte de sí que le tomó aprecio a esos jóvenes que le recuerdan tantas cosas y que hicieron tanto por nosotros aun cuando no era su obligación.
-Esto debe tratarse de una jodida broma...- bajo la mirada como si buscase algo con qué desquitar el enorme coraje y presión al que estaba siendo sometido ahora.
Quise tomarle un hombro, pero él se aproximó a una pared quemada debido al estallido del Martillo y que daba la impresión de colapsar en cualquier momento para reventarla de un solo puñetazo soltando un grito gutural peor que el que exclamaría un Locust cualquiera.
-Entonces vayamos, chicos. No podemos dejar que ellos y otros inocentes mueran por culpa de esas putas imbéciles- gemí resignado sabiendo que diría eso.
-Pero Sargento Loud, la prioridad ahora son las Bombas de Masa Ligera. No podemos desviarnos para auxiliar a unos sobrevivientes cualquiera.
Hubiese apoyado lo que Stella dijo porque no podemos anteponer el bienestar de unos pocos por encima del de toda la humanidad cuyo destino depende de esos artefactos, pero en vista de lo que ellos hicieron por nosotros y de lo volátil que ahora mismo está Lincoln... espero que no reaccione de la peor manera.
-Pues gracias a esos "sobrevivientes cualquiera" fue que pudimos llegar vivos a las Barricadas del Norte, porque sin su ayuda nosotros nos habríamos sumado ya a la larga lista de todos aquellos soldados que murieron antes de poder cumplir con su deber- por cómo le habló y se le acercó hizo que retrocediese bastante asustada.
-Y no lo estoy pidiendo, lo estoy ordenando, soldada. ¿Tienes alguna queja al respecto?- no se atrevió a decir nada más; aun con su casco puesto se podía palpitar el gran temor que le tenía -así me gusta, ¡Así que andando!- comenzó a correr en dirección al norte.
-No te lo tomes personal. Él es así cuando estamos metidos en situaciones mierderas como esta. Te acostumbraras con el tiempo- Zach le palmeó la espalda un par de veces y todos fuimos tras nuestro líder que está en su fase en dónde deja que lo personal nuble la lógica.
Veamos si volvemos a evitar que el tiro nos salga por la culata.
(...)
Nos tomó otra media hora poder llegar hasta el sitio en donde supuestamente esos sobrevivientes estaban siendo atacados, pero en verdad, no fue tan difícil de localizar debido a la enorme humareda que se estaba formando acompañada con el sonido de disparos y explosiones.
-¿Llegamos tarde?- quiso saber Liam angustiado cuando nos situamos en el techo de una gasolinera abandonada desde dónde podíamos ver ese centro comercial una vez que los rugidos de guerra fueron acallados dando paso a ese silencio y calma que no presagia nada bueno.
-Puedo ver a muchos Locust entrando y saliendo de ese lugar cargando cuerpos de personas y apilándolos afuera para que los Bloodmounts se los coman- nos dijo Zach perturbado al mirar a través de su rifle.
-No...- gruñó Lincoln tensando los dientes y temblando por la ira e impotencia.
Rápidamente lo tuve que tomar del hombro diciéndole con la mirada que se contuviese y no hiciera algún movimiento estúpido que lo ponga a él y al resto en peligro mortal. Eso tampoco me causa gracia, pero ni modo lo hecho, hecho está y solo nos queda retomar nuestro principal objetivo y no dejar que nuestros deseos personales de venganza nos metan en una batalla que se puede evitar.
-Esperen... veo como meten en carrozas a personas vivas. No sabía que los Locust tomaban prisioneros- habló ahora Stella que se había quitado el casco para usar unos binoculares.
-¿Cómo dices?- algo brusco, Lincoln se los quitó para poder ver -no puede ser, ¡Ahí están Dipper, Mabel, Bill y el viejo Stan! Siguen con vida...- sonrió ladinamente.
Le pedí que me pasara los binoculares y efectivamente ahí dentro de esas jaula-carrozas estaban los chicos que nos ayudaron, que obviamente estaban aterrados junto con su para nada amistoso abuelo que parecía gritar muchas groserías y su leal perro que ladraba furioso.
No parecían estar heridos de gravedad, que es más de lo que se puede decir de varias de las otras personas que podrían colapsar en cualquier momento por sus heridas y cuyos gemidos de agonía parecían causarle mucha gracia a los Locust que carcajeaban gozándolo a lo grande.
Por lógica Lincoln ideará algún plan arriesgado para rescatarlos y evitar que sufran el peor de los destinos, pero luego vi que unos Maulers usaban grandes cadenas y grilletes para obligar a unas cuantas Berserkers a salir del centro comercial dirigiéndolas cada una a su propia carroza que al igual que las ocupadas por esas pobres personas eran impulsadas por Bloodmounts que ya habían saciado su apetito luego de comerse a los muertos.
-¿Así es como esos idiotas sacan a pasear a sus chicas? Con razón estas siempre están con un humor de mil diablos- trató de bromear Zach para aligerar la tensión, cosa que no logró -oigan... ¿Qué ese no es el mismo líder Locust con el que nos topamos en el poblado de Falls cuando hicimos que ese Brumak atacase a su batallón?
-¿Qué dijiste, Zach?- enseguida Liam le quitó su Sniper para poder bien y su expresión alegre por ver a esos niños bien se invirtió por completo -él de nuevo... sabía muy bien que tarde o temprano nuestros caminos iban a volver a cruzarse- cerró con fuerza las manos alrededor del arma como si estuviese luchando contra el impulso de jalar el gatillo y dispararle a ese Locust con cola de lagartija justo en la cabeza.
-¿Liam?- Zach lo veía muy preocupado porque son poquísimas las veces las que lo vemos con un semblante como ese que va más acorde con la actitud volátil de nuestro líder.
-¿Cómo vamos a salvar a esas personas?- preguntó Stella antes de ponerse su casco.
-Obvio que no podemos usar el Martillo del Alba, así que escúchenme bien- Lincoln pidió que le pusiéramos toda atención -Zach, ¿Puedes darle a las carrozas desde aquí?- extrañado por esa petición, el pelirrojo más chico de nuestra formación le dijo que sí.
-Perfecto. Lo que haremos es que Clyde, Liam y yo de nuevo seremos los que nos arriesguemos al ir hasta dónde están las carrozas que tienen a esos niños y demás personas, y cuando de la señal, Zach le dispararás a los cerrojos de las jaulas de las Berserkers para que estas al salir comiencen a matar a los demás Locust y en la confusión podremos huir con los prisioneros, y de ser posible, Stella los volverás a freír con el Martillo para que no nos persigan.
Nunca deja de sorprender lo brillante que puede llegar a ser a la hora de improvisar algún plan.
-Entonces hagámoslo ya- Liam ahora habló con una impaciencia también muy rara de su parte.
Espero que sí valga la pena exponernos así y no sea un noble, pero inútil esfuerzo.
Por lo qué volviendo a desplazarnos con la cautela de un gato atrapado en una perrera, nos posicionamos a unos veinte metros de distancia de donde estaban las jaula-carrozas pudiendo apreciar mejor el estado de esas pobres personas y a esos Locust junto con lo que decían.
-¿Ser todos los humanos con vida que quedan?- preguntó ese Locust más grande que el promedio y que hacían parecer pequeños a los otros excepto a los Maulers y Berserkers.
-Sí, Gork, señor. No quedar más homínidos vivos- respondió un Granadero. Es un tipo de Dron más fuerte y resistente que el promedio que por lo general usan escopetas y granadas no llevando ningún tipo de protección en el torso poseedores de una risa de lo más aterradora.
-Es el mismo desgraciado de esa vez, no cabe la menor duda- susurró Liam, aunque esto lo dijo más para sí mismo que para mí o para Lincoln.
-Entonces llevarse a esos patea suelos inmundos y el resto iremos con Jermad a adueñarnos de esas potentes bombas para el General- dio sus indicaciones y los otros esperpentos asintieron.
Un segundo... ¿Dijo que se apoderarían de unas potentes bombas para dárselas al "General"?
¿Acaso se estará refiriendo a...? ¡OH NO!
-También van a ir tras el maricotas de Chandler y las BML, ¡Tenemos que detenerlos ya!- Lincoln iba a asomarse para dispararle, pero lo tomé del brazo obligándole a mantenerse oculto.
-¿Quieres acaso que nos maten y a esas pobres personas? ¡Apégate a tu plan y no hagas alguna de tus estupideces!
Parece que esta iba a ser una de esas situaciones en las que yo debía tomar el mando y evitar que no mataran a todos. ¿Cuántas veces más voy a tener que ser la "voz del razonamiento"? Porque no soy precisamente el más indicado para un cargo como ese.
-Primero rescatemos a esos niños y a los demás, luego podremos encargarnos de esos monstruos malditos- aunque Liam también poseía ese desmedido odio en su mirada, por lo menos sabía cómo mantener la compostura.
Tomó una roca y la arrojó lejos para que el ruido al dar contra el piso llamara la atención de esos monstruos y así pudiéramos seguir moviéndonos con cautela hasta las tres carrozas llenas de prisioneros al borde del colapso mental y físico que suplicaban por ayuda.
-¡Ven acá, maldito!- Lincoln tomó por la espalda a uno de los choferes de las carrozas tapándole la boca para enseguida clavarle un cuchillo en la parte superior de su cabeza matándolo.
Yo hice le mismo a otro, pero cortándole la garganta, y Liam solo se limitó a torcerle el cuello al que quedaba luego de inmovilizarlo con una llave.
-¿Soldados Gears?- nos preguntó uno de los sobrevivientes, que al vernos, dejaron de pedir ayuda.
-¡SON USTEDES!- exclamó muy feliz Mabel agarrando los barrotes de la carroza en la que está.
-Ésta sí que no me la creo...- comentó el vegete gruñón que tenía vendado el brazo derecho.
-Nosotros también estamos felices de volver a verlos. Ahora escúchennos. Los vamos a sacar de aquí, pero necesitamos que sigan actuando con naturalidad para que los Locust no se nos acerquen- les pidió Liam para que continuasen gritando histéricos, cosa que no les resultaba difícil.
-Zach, ya estamos con los sobrevivientes. Cuando te diga ya, le dispararás a los cerrojos de la jaula de una de las Berserkers para que esta cause un alboroto y luego harás lo mismo con las otras, ¿Entendido?- indicó Lincoln cuando ya se le pasó la ira al ver que esos niños están bien.
-Ahora desata el Infierno para esas larvas asquerosas en tres... dos... uno, ¡YA!
Se escuchamos disparos de su rifle y fijamos nuestra atención en las carrozas en dónde se hallaban esas aberraciones, que estaban en el lado opuesto a dónde nos encontrábamos, viendo como la puerta rejilla de una de ellas cayó pesadamente para el horror de los Locust que estaban cerca.
-¡IIAARGG!- enseguida, su energúmena ocupante salió corriendo soltando el tan característico rugido que toda Berserker posee dirigiéndose a uno de los Maulers reventándole la cabeza de un puñetazo y tomar a un desafortunado Dron con sus manotas y alzarlo por encima suyo partiéndolo a la mitad justo por la cintura y que todo su contenido le cayese encima.
-¡DETENERLA COMO SEA!- ese líder Locust no se dejó asustar como los demás y la señaló para comenzar a dispararle con esa enorme escopeta de cañón triple a lo que todos siguieron su ejemplo no logrando hacerle el más mínimo rasguño.
Como nos pasó a nosotros en ese museo, ellos debían hacer maromas para evitar ser machacados por ese tren sin control cuando iban en dirección suya a toda velocidad, al menos, los que tenían la suficiente habilidad para esquivarla porque los que no lo lograban... hasta a mí me da pena ver cómo eran despedazados por las que se suponen deben ser sus conyugues.
Dos Maulers juntaron sus escudos formando una pared en un intento de detener a la Berserker pero de nada les sirvió porque esta con la fuerza de un ariete los reventó y agarró de las cabezas aplastándoselas aun con sus cascos puestos al cerrar sus puños.
Al sentir como unos Drones les disparaban por la espalda, levantó sus pesados cadáveres para tirárselos aplastándolos como si una tonelada de cemento les cayese encima y volvió a correr pasando por encima de unos Granaderos que intentaron abatirla con escopetazos, ni siquiera se inmutó cuando la granada de uno de estos estalló a sus pies, y tomó un árbol caído para mandar a volar a otros de un solo movimiento.
El líder Locust... si oí bien creo que se llama Gork, le volvió a disparar para que enfocara su atención en él y se le acercara a toda marcha. Lejos de intentar a echarse a un lado, se le acercó corriendo con un increíble valor, o falta de sentido común, sacando de unos bolsillos tres granadas pagándoselas en el costado izquierdo una vez que estuvo en frente de ella agachándose evitando un manotazo de su parte alejándose sin dejar de correr solo deteniéndose cuando se produjo una fuerte explosión que creó una intensa nube de humo.
Todos los Locust miraron expectantes el lugar del estallido esperando que con eso haya sido suficiente para matarla, pero saliendo de la humareda volviendo a rugir como la bestia endiablada que es, la Berserker reveló que estaba prácticamente ilesa y dispuesta a seguir asesinándolos.
-Ese hijo de puta... es mucho más hábil de lo que recuerdo- comentó Liam afilando la mirada.
-¡¿Ya no se creen tan rudos, verdad malditos imbéciles?!- para el viejo Stan, igual que Lincoln y otros supervivientes, ese era el mejor espectáculo del mundo y lo gozaban a lo grande.
Los mellizos en vez de estar felices o aliviados de que ahora los Locust no estén enfocados en ellos, miraban todo eso con el peor de los horrores al seguramente imaginarse lo que tal monstruosidad podría hacerles a ellos o a cualquier otra persona.
-Creo que ya va siendo hora de irnos, Lincoln- recomendé porque en cualquier instante esa abominación podría enfocarse en nosotros o podríamos resultar heridos por los disparos.
-No, no, no, espera, espera Clyde, espera. Esto es algo que no se ve a menudo. No todos los días podemos ver como los Locust caen víctimas de sus propias mañas- resoplé porque él olvidó por completo la misión y deja nuevamente que su desmedido odio y rencor lo posean.
Sí, sin dudas voy a tener que tomar la batuta nuevamente.
Todos los sobrevivientes soltaron un grito de terror cuando el cadáver de otro Mauler voló por los aires y chocó contra el costado de una de las carrozas casi volcándola.
¡Era un milagro que nadie haya muerto por eso!
-Lincoln, si nos quedamos más tiempo aquí admirando como los Locust son masacrados todas estas pobres personas van a morir, ¡¿Eso es lo que quieres?!- no me quedó de otra que sujetarlo de la parte delantera de su armadura y obligarlo a verme.
Lentamente esa mirada sádica se suavizó y luego vio a los supervivientes ahora poniendo una expresión de gran preocupación que suele poner cuando se da cuenta de que está metiendo profundamente la pata y cuando su lado más "lucido y cuerdo" toma en control de su cuerpo.
-Diablos...- traspiró como si hubiese corrido una maratón -debemos largarnos de esta mierda. Liam tú dirigirás la carroza del frente, Clyde la del medio y yo la última. Zach, ¿Todavía nos recibes?
Ya era hora de que recuperase el juicio.
-"Claro que sí. Me pregunto cuánto más esos maricas resistirán las rabietas de esa puta"
-Perfecto. Deja libre a las otras doncellas para que puedan bailar también con sus príncipes encantadores, nosotros nos vamos.
Liam tomó el látigo de uno de los jinetes que matamos y se subió a la carroza de adelante soltando un "¡JIAH!" cuando le dio un latigazo a los Bloodmounts que empezaron a moverse como si fuesen caballos. Yo hice lo mismo al ver como la puerta de otra de las Berserkers también fue abierta permitiéndole salir y despedazar a su gusto a los Locust en compañía de la primera; parece que entre ellas si se toleran al no intentar matarse mutuamente solo enfocándose en matar a los otros.
-¡LOS HUMANOS ESCAPARSE!- avisó un Dron señalándonos justo antes de que fuese aplastado por los enormes puños de la segunda Berserker.
-¡NO DEJARLES IR!- nos apuntó su líder, pero al ver como las dos Berserkers se dirigieron a él, tuvo que saltar hacia adelante evitándolas por poco y ellas literalmente chocaron cabeza contra cabeza cayendo sentadas al piso muy desorientadas (Por más ridículo que esto parezca)
-¡Zach, libera a la tercera Berserker y así nos aseguraremos de que no nos persigan!- le ordené intentando controlar lo mejor posible a los animales que impulsaban mi carroza -¡Y tú, Stella, intenta destruirlos con el Martillo del Alba!- casi me caigo cuando esta cosa dio un brinco por culpa de un bache.
-"Negativo, desde esta distancia no les puedo apuntar y tampoco tengo la señal de algún satélite que esté disponible para atacarlos"
-Entonces sigamos moviéndonos, ¡AVANCEN MÁS RÁPIDO, PERRAS!- Lincoln ya me había alcanzado y le dio varios latigazos a los Bloodmounts otra vez de mal humor, solo que ahora, furioso consigo mismo porque dejo que su ira expusiera en peligro mortal a inocentes... de nuevo.
-Gracias... ¡MUCHAS GRACIAS POR SALVARNOS! Son unos enviados del Cielo- dijo una mujer que estaba en mi carroza y de una en una todas esas personas comenzaron a agradecernos.
-Ya era hora de que sirvieran para algo bueno, para variar- ironizó ese viejo de Stanley, pero siendo capaz de sonreír de manera genuina.
Sí, sí, sí. Todo es bien bonito y por ahora parece que las cosas van a mejorar, ¿Cierto?
Como desearía que fuese así de fácil, pero otra de las tantas cosas que la vida me ha enseñado, es que cuando algo parece marchar por buen camino de repente y cuando menos lo esperemos ocurrirá algo que nos quite esa efímera alegría y esperanza del momento (En especial ahora que sabemos que ese dichoso "General" está tras las BML)
Solo espero que cuando la cruda realidad de este Infierno a lo que llamamos vida los vuelva a golpear, no esté yo ahí presente para ver, otra vez, como los sueños e ilusiones de quiénes ayudamos sean cortadas de tajo... y terminen volverse despojos de lo que alguna vez fueron al igual que yo.
Capítulo seis completado en Fan Fiction el 07/06/2020.
Publicado en Wattpad el 25/08/2020.
Qué situación tan difícil para estos soldados, tener que anteponer sus deseos personales por encima del deber, ¿Será que Lincoln tomó la decisión correcta al ayudar a los mellizos de GF y a los otros sobrevivientes? ¿Qué hubiesen hecho en su lugar?
Y cada vez parecen haber más tensiones en el grupo, en especial porque Stella no estaba muy de acuerdo en dejar al inútil de Chandler a su suerte, ¿Podrá acostumbrarse a estar bajo el mando de un loco bipolar como Lincoln o sí verá su lado más feo?
Pero entonces... ¿Quién es ese tal Gork que Liam tanto detesta y a que General se estaba refiriendo Clyde? Pues como ya lo saben, todo esto y más se revelará con el tiempo al igual que más giros inesperados para nuestros desdichados protagonistas ;)
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