Engranes de Guerra ch 4
CAPÍTULO CUATRO: LO QUE UNO VALE
¡Pero que jodido asco! Ahora resulta que debíamos movernos por las alcantarillas como si fuésemos unas putas ratas siguiendo a estos mugrosos sobrevivientes que no sabemos si nos conducen a una trampa para... no sé, ¿Volarnos las cabezas y quedarse con nuestras armas apenas bajemos la guardia, desollarnos vivos y comernos, usarnos como carne de cañón o señuelo para distraer a los Locust y así puedan huir como cobardes?
¡¿Cómo Liam y los demás podían confiar así tan ciegamente en ellos?! ¿Solo por ese pulgoso?
Debía hacer el esfuerzo sobrenatural para no vomitar las tripas por el insoportable olor y por las miles de porquerías que chorreaban de las paredes, encima de nosotros, lo que veía en el piso y las cosas que eran arrastradas por las aguas residuales que mejor ni menciono. De haber sabido que estaría en esta situación habría traído un casco con filtro aun si con eso corría el riesgo de perder algo de visión y no estar al tanto de todo lo que me rodease.
Luego de taparme la nariz con una mano y agitar la otra para apartar a unas malditas moscas vi como Liam hablaba amigablemente con esos dos mocosos, que al igual que su "amistoso" abuelo usaban esas máscaras de gas para no tragarse toda esta mierda, contándoles historias tanto de acciones como soldado Gear como de su vida como granjero haciéndoles reír y que el pulgoso ladrara de lo más animado como si solo estuviera dando un paseo por el parque, ¿Qué no se supone que los perros tienen un sentido del olfato mucho más fuertes que el nuestro?
Nuestro para nada prudente líder de precaria salud mental y normalmente poseedor de un genio de mil diablos también reía de forma honesta con ellos metiéndose en la charla contando sus propias anécdotas de soldado y las de índole personal; ¿Dónde hay una cámara cuando se la necesita para atestiguar un acontecimiento único como este?
El vegete que iba al frente solo gruñía no estando para nada interesado en lo que hablasen ansioso por deshacerse de nosotros y no vernos nunca más, Clyde tampoco prestaba un carajo de atención estando a solo un par de pasos distancia atrás mío con su ya tan característico silencio y semblante estoico frío como una tumba.
Y yo pues... no es como si tuviese ganas de dialogar con unos niñitos a pesar de que nos salvaron de terminar hechos puré por culpa de los Boomers, no solo porque estábamos en esta inmunda letrina gigante o porque se traten de sobrevivientes que me caen como una patada en los huevos, sino más bien por lo ocurrido en el campo de batalla y mi patético desempeño.
Cuando ese puto Brumak apareció y nos escondimos en ese edificio mis amigos pudieron controlarse de forma admirable y no dejar que el miedo les hiciese mojarse los pantalones, mientras que yo, estuve a un pelo de cagarme encima no sabiendo controlar el terror que me dio ver a semejante monstruosidad acompañada por ese batallón de Locust temblando como gelatina.
Lo mismo pasó cuando nos enfrentamos a esos Bloodmounts porque cuando se nos acercaron para comernos no pude evitar gritar como una niñita teniendo que suplicar por ayuda a Liam que evitó que uno de esos engendros me clavase el diente mientras que él solo y sin ayuda mató a dos de ellos y con sus propias manos les partió la madre a sus jinetes.
¡POR MIL DIABLOS! Se supone que soy un soldado Gear entrenado para saber lidiar con ese tipo de situaciones y no dejar el miedo me hiciese actuar tan cobardemente y en cambio no puedo evitar que ese sentimiento me posea e impida que demuestre de lo que en verdad soy capaz de hacer teniendo que estar dependiendo de los que en realidad tienen temples de acero estando prácticamente escondiéndome a sus espaldas para que solucionen el problema limitándome a cubrirlos desde la distancia lejos del campo de batalla como un mero soporte o refuerzo.
Solté un pesado gemido preguntándome: ¿Por qué ellos y muchos otros soldados sí son capaces de dar lo mejor de sí mismos al momento de pelear contra los Locust y no dejar que sus temores internos les estorben como a mí? ¿Qué me hace falta para ser como ellos? ¿Solo por mi relativa falta de estatura por la que muchos me tratan como un pelele y pusilánime?
O porque... ¿Por qué no guardo en mi interior los mismos deseos de hacer carnitas a esos monstruos debido a que a diferencia de mis amigos y demás soldados nunca sufrí una pérdida personal de alto calibre comparable a la de ellos?
Mis tres camaradas tienen muy buenos motivos por los cuáles detestar con toda su alma a los Locust debido a todo lo que estos les quitaron, sin embargo, a mí me falta ese "impulso" para detestarlos al mismo nivel porque muy a diferencia de ellos no sufrí una pérdida personal de la misma magnitud, al menos, no ha manos de esos fenómenos.
Mamá y papá murieron un año antes de que iniciara esta guerra debido a un "accidente" en auto por lo que tuve que vivir con mi abuela un tiempo antes de volverme un soldado. Yo jamás me creí ese cuento y sé perfectamente que sus muertes fueron obra de la CGO debido a que ellos, al ser fervientes creyentes de varias teorías conspirativas, estaban indagando muy profundo en ciertos asuntos que el gobierno no quería que salieran a la vista del público por lo cual tuvieron que callarlos para que no hablasen de más.
Es de ellos de los que heredé mi desconfianza de lo que me rodease nunca tragándome las "verdades oficiales" que siempre nos intentan meter a la fuerza en la cabeza para volvernos zombis sin conciencia propia que hagan su voluntad sin cuestionamiento alguno, y sí, sé muy bien que es bastante contradictorio que yo me haya vuelto un soldado Gear trabajando para el mismo sistema que me los arrebató pero es porque justamente esta es la forma de conseguir lo que ellos casi logran haciendo alusión al refrán:
"Mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos aún más cerca"
Porque mientras esté entre las filas de la CGO tendré la posibilidad de indagar en sus asuntos y descubrir sus secretos más sucios que con suerte podrán corroborar alguna de mis teorías sobre los Locust y demás temas misteriosos haciendo al fin justicia y que su sistema opresor caiga una vez que este conflicto acabe... si es que la humanidad no es erradicada, claro está.
Así qué retomando el asunto principal, es por eso que carezco de la voluntad y coraje al momento de luchar contra esos putos reptiles, porque ellos no asesinaron a mis padres y mi abuela a pesar de su avanzada edad sigue viva, razón por la que no tengo los mismos instintos asesinos y el desmedido rencor que muchos soldados poseen y le dan la fuerza de pelear.
Pero ya verán, algún día de estos les enseñaré tanto a mis compañeros de equipo como a todos aquellos imbéciles que siempre se burlaron de mí y que me subestimaron lo que valgo y puedo lograr si me lo propusiera y dejo de comportarme como un gatito asustado... siendo estas las mismas palabras que me he dicho a mí mismo millones de veces en el pasado.
Resoplé ya no importándome si aspiro la mierda que flota en el aire para sacar un reloj de bolsillo para saber cuánto tiempo hemos estados aquí y que le pertenecía a Rusty... a mí mejor amigo en esta bola de tierra y agua en decadencia a la que llamamos mundo por la que él dio su vida hace unos meses con la firme creencia de que se podía salvar.
Cada vez que me sentía un completo inútil y mis ánimos caían hasta lo más bajo como las tetas de una vieja amargada, él siempre estuvo ahí para mí diciendo o haciendo algo para animarme (Como esas veces en las que casi me moría de la risa cuando las chicas que trataba de ligarse le daban la espalda) y yo a la vez también lo apoyaba cada vez que alguna lo rechazaba asegurándole que encontraría la indicada después de todas las veces que le han apuñalado el corazón.
Ya éramos amigos desde antes de que fuésemos soldados y nuestra amistad se reforzó cuando nos enlistamos y mientras fuimos cadetes él me ayudaba a lidiar con los pendejos que les gustaba burlarse de mí por ser uno de los más pequeños y débiles físicamente tratándome como si fuese una insignificante hormiga, también siendo el único en saber mis motivos reales por las que soy un soldado Gear e incluso me alentó cuando decidí especializarme en usar el rifle de francotirador a pesar de que estuve entre los nominados a ser: "el Gear con mayores posibilidades en recibir un disparo en la cabeza" siendo solo superado por un tal Antony Carmine.
Cuando se sentía afligido y lloraba en silencio en las noches por Rocky, su hermano menor que murió a manos de los Locust siendo a su vez su motivación por la que con gran valor les hacía frente sin vacilar, yo no estaba lejos para consolarlo e intentar animarlo. Es lo que harían un amigo de verdad.
Pero ahora que ya no está más con nosotros, pues... se me arrebató de tajo los pocos cojones que tenía porque aún con su muerte todavía sigo sin poseer la motivación que tienen mis otros amigos para ser un genuino guerrero, aún por más que trate de compensar su ausencia fortaleciéndome como se lo dije a Lincoln hoy en el gimnasio no pudiendo evitar sentirme un mero remedo de soldado que trata de demostrar ser más de lo que en verdad es tampoco viéndome motivado por los consejos que Liam me trata de dar y que al mismo tiempo nos han vuelto más cercanos, pero es que él simplemente no entiende mi situación y como llego a sentirme.
-¿En verdad pudieron acabar con un batallón de Locust ustedes solos y sin ayuda de nadie a pesar de haber caído en una trampa?- nos preguntó el niño cuando Lincoln contó lo que hicimos en el pueblo de Barban.
-Por supuesto, chico, no es la primera vez que nos vemos envueltos en una situación así. Nada que la experiencia no nos haya preparado a lidiar- le contestó el más grande de nosotros que al sonreír ampliamente dejaba al descubierto algunos dientes chuecos.
Varias veces me he preguntado como puede hacer ese gesto de forma genuina sin ser un loco bipolar como Lincoln a pesar de ser uno de los que más ha perdido por culpa de los Locust intentando en miles de ocasiones de animarnos a nosotros para no volvernos unos completos apáticos sin sentimientos como Clyde y varios otros que han perdido la esperanza.
-Siempre y cuando contemos con el apoyo mutuo de nuestros amigos para superar el problema en turno sabiendo operar como una unidad, ¿Verdad, muchachos?- nos preguntó Lincoln también sonriendo genuinamente girando la cabeza para vernos a Clyde y a mí.
-Claro que sí- para no arruinar el momento dejé a un lado mis pesares y sonreí ligeramente en contraste con nuestro tuerto amigo que solo soltó un débil "Hum" como respuesta teniendo nula expresión en su cara limitándose a parpadear.
No necesito ser adivino para saber que si nos hizo esa pregunta fue específicamente para animarlo a él al tratarse de su mejor amigo y que no siga siendo el témpano de hielo amargado que ha sido durante un año entero. Sé muy bien que ante una dolorosa pérdida cada persona tiene su propia forma de sobrellevarla a modo de duelo, pero ciertamente ya me está resultando de lo más perturbador e inquietante esa enorme carencia de emociones, ¿Cuántos años requerirá para superar lo que le atormenta? ¿Seguirá así hasta que le hagan un agujero en la cabeza?
-Más bien porque han sabido pulir sus habilidades de asesinos para masacrar a un enorme número de individuos sin ningún tipo de piedad o miramiento solo por seguir órdenes de sus superiores que carecen del valor de hacer el trabajo sucio con sus propias manos y que cumplen al pie de la letra por ser sus perros falderos- contradijo de repente ese viejo amargado todavía estando al frente sin siquiera dignarse a vernos logrando invertir las expresiones de admiración de los niños y del perro que bajo la cola y orejas ya desanimado.
Yo di un paso al frente estando a punto de refutar molesto por tales palabras, ¡¿Cómo se atrevía a juzgarnos de esa manera?! Pero Liam enseguida me puso una mano en el hombro diciéndome con la mirada que mantuviera silencio y no le echara sal a la herida.
Luego de unos segundos me di cuenta de que si ese vegete nos detesta y no nos tiene ni una pizca de confianza es porque seguramente otros soldados Gears lo habrá lastimado a él y a sus nietos de alguna forma.
Ah mierda... supongo que no le puedo reclamar de ninguna forma, después de todo, ya sé por experiencia propia lo que son capaces de hacer esos malparidos que son capaces de perjudicar a los inocentes sin arrepentimiento alguno solo por "seguir órdenes" en especial aquellos que son considerados de élite y creen que pueden hacer lo que quieran cuando quieran sin restricción alguna siendo quiénes en verdad se ganan mi verdadero y genuino odio.
-No piense así de nosotros, señor. Créame cuando le digo que somos muchos los Gears a los que tampoco nos agrada las órdenes dadas por el Alto Mando de la CGO y en más de una ocasión las hemos cuestionado negándonos a cumplirlas- quiso cortar la tensión Lincoln que es todo un experto en llevarle la contraria a los mandones como al pelón amargado de Hoffman y otros más.
-¡JA! Pues esos "muchos" parecen ser tan escasos que están en peligro de extinción- refutó el viejo luego de soltar una risa irónica. Sus nietos no dijeron nada y desviaron la mirada, pero el perro se le acercó y frotó su cara contra una pierna para supongo animarlo.
Estuve tentado a preguntarles cuál es la historia tras ellos y si su pequeño grupo de sobrevivientes antes estaba conformado por más personas, pero para no cagar más la situación, decidí mantener la boca cerrada por ahora y no meternos en problemas.
(...)
Creo que caminamos por alrededor de 2 horas por las alcantarillas hasta que la niña se arrimó por la tapa de una cloaca al levantarla para ver lentamente de un lado a otro asegurándose de que no hubiese Moros en la costa y nos indicó que podíamos salir al no haber peligro alguno.
-Nunca antes extrañé tanto el olor del aire fresco- dije al respirar profundamente el aire limpio que no huele a tanta mierda y sacudirme la suciedad que cayó sobre mi armadura.
-¿Qué tan cerca estamos de las Barricadas del Norte?- preguntó sin demora Clyde mirando lentamente de un lado a otro analizando el panorama con el único ojo que le queda.
-A tiro de piedra, solo debemos pasar por el museo a las afueras del poblado y luego ir por otra red de cañerías hasta la ciudad en la que está esa base- nos contestó el niño al quitarse la máscara de gas y acariciar al saco de pulgas que había sido cargado por Liam cuando subió.
-Espero que lleguemos antes de que se haga de noche...- habló Lincoln viendo fijamente el Sol en el horizonte.
Yo de nuevo saqué el reloj de Rusty descubriendo que ya eran más de las 1400 horas, o sea las dos de la tarde. Increíble que el tiempo volara tan rápido mientras caminábamos entre la mierda.
-Entonces aceleremos el paso- Clyde fue el primero en ponerse en marcha directo al punto.
-Y a todo esto... ¿A dónde irán ustedes? ¿Ya tienen establecido dónde se quedaran ahora?- quería saber Liam seguramente al recordar el estilo de vida nómada que ellos nos dijeron tener.
-Pues pensábamos en un campamento de otros supervivientes llamado Beach Star que está cerca de esa base de la CGO. Es pequeño comparado con otros campamentos, pero siempre recurrimos ahí cuando se nos acaban los suministros y nos quedamos un tiempo antes de ir a nuestro siguiente hogar temporal, claro, si es que los que lo habitan están de humor para compartir lo poco que posean- respondió de nuevo el niño y se acomodó su gorra.
-Sobrevivientes ayudando a otros sobrevivientes, ¿Quién lo diría?- ironicé en voz baja al recordar como integrantes de esos grupos de lacras se pelean con uñas y dientes por las sobras en lugar de compartirlas de forma equitativa entre sí como se supone deben hacer los miembros de una comunidad más o menos organizada.
-Y mientras más rápido nos deshagamos de ustedes más rápido podremos reabastecernos, así que muévanse, inmundos perros de la CGO- nos exigió la momia ambulante. Si no fuese un viejo decrepito, ya le hubiera partido la...
-¡ACABAR CON ELLOS!- casi me caí al suelo del susto al oír este grito y cuando miré hacia arriba me topé con la desagradable sorpresa de que se nos acercaba una bandada de:
-¡REAVERS!- gritó Liam a todo pulmón señalando a uno de los tantos monstruos que nos han atormentado en las pesadillas de todos los que estamos involucrados en este infierno sin fin.
¡¿Esto se trata de una jodida broma?! Pudimos burlarnos de ese puto Brumak, evitar que los Bloodmounts nos devoraran y huir de ese grupo de imbéciles Boomers, ¡¿Solo para ahora tener que lidiar con estos engendros voladores?!
Los Reavers son las contrapartes que los Locust tienen de nuestros helicópteros al usarlos como vehículos voladores pero que solo pueden llevar a dos pasajeros a la vez poseyendo una torreta y un lanzamisiles siendo muy rápidos y hábiles al momento de moverse por el aire y lo más curioso es que no tienen alas para volar, sino que sus cuerpos tienen 4 fuertes y largos tentáculos y expulsan una especie de gas oscuro que les permite mantenerse a flote.
-¡Por mil demonios! ¡ACABEN CON ELLOS!- Lincoln fue el primero en reaccionar y comenzó a dispararles, pero esos cinco malditos buitres estaban tan arriba que eludieron sin problema sus balas para abrir fuego mandándonos misiles parecidos a los de los Boomers haciendo un insoportable rugido agudo que es tan característico de ellos al acercársenos.
-¡ABAJO!- Liam tomó a esos niños y los tiró pecho tierra evitando esas granadas voladoras que crearon un cráter cerca de nosotros al impactar contra el suelo.
-¡Tenemos que ir a resguardarnos a algún lado!- dijo Clyde disparando su Retro Lancer logrando el mismo resultado de Lincoln.
-¡El museo no está muy lejos de aquí! ¡MUÉVANSE!- cuando sus nietos se levantaron, el vejestorio fue el primero en emprender la retirada, ¿Por qué no me sorprende eso de un sobreviviente?
-¡ESPEREN! ¡Creo que puedo darle al conductor a uno de ellos!- pero esta vez no iba a actuar como un jodido cobarde y le apunté al aparente líder de esa bandada de Reavers, en el mejor de los casos si mataba a su conductor le haría caer en picada y que los otros se descontrolaran y así...
-¡Zach, no seas imbécil y vámonos!- pero mi disparo fue desviado por Liam cuando me tomó del hombro jalándome. Iba a quejarme pero tuve que morderme la lengua por otra explosión cerca de nuestra posición. ¡¿En qué diablos estaba pensando?!
Por lo que teniendo que tragarme el orgullo y un nudo que se me formó en la garganta emprendí la retirada junto con los demás corriendo como almas que son perseguidas por el diablo. Igual a como pasó cuando escapamos de los Boomers podía sentir como los explosivos que nos lanzaban literalmente nos rosaban el trasero fallando por muy poco causando estallidos a nuestro alrededor como si estuviéramos en un campo minado y estando también acompañados de balas que no nos daban por escasos milímetros escuchando también el sonido que causan al cortar el aire.
Uno de esos misiles dio contra un poste telefónico haciendo que cayese como árbol talado en frente de nosotros. Lincoln, Clyde y el perro al ser los que iban al frente pasaron por debajo suyo antes de tocar el piso, el vegete demostró ser más que un saco de huesos al brincar al frente evitando por poco ser aplastado mientras que Liam, los niños y yo tuvimos que saltar por encima quedándonos ligeramente rezagados.
Otro de los misiles estalló a un auto viejo que voló por el aire aterrizando justamente delante de mí casi aplastándome y no me dio tiempo de frenar por lo que choqué de cara contra él quedando ahora como el más atrasado del grupo y tuve que esforzarme más para alcanzar al resto mientras me sobaba el rostro refunfuñando hasta que sentí como una lluvia de balas literalmente me rozó las orejas y vi como en el suelo se formaron unas líneas de agujeros.
Por si fuera poco, la parte superior de un edificio estalló en miles de pedazos que nos cayeron encima como una lluvia de piedras y de puro milagro ninguna realmente grande nos golpeó las cabezas dejándonos viendo estrellitas quedando a la completa merced de esas perras voladoras.
¡¿HASTA CUÁNDO MÁS VAMOS A PODER RESISTIR?!
-¡AAHHAA!- el niño cayó de bruces al piso porque su muslo derecho fue rozado por una de las cientos de balas que intentaban volvernos coladera -¡MI PIERNA!- lloraba sobándose la herida.
-¡ARRIBA!- pero antes de que su hermana y para nada amistoso tío abuelo pudieran decir algo, Liam de un solo movimiento lo tomó y subió a su hombro derecho como si fuese un costal de papas sin dejar de correr -¡Solo un poco más, ya casi hemos llegado!- vi que el museo no estaba muy lejos para nuestra buena suer...
-¡SHIIIAAH!- tuvimos que detenernos en seco porque uno de los Reavers aterrizó justamente en frente de nosotros parándose en sus cuatro apéndices bloqueándonos la ruta.
-¡OH NO!- la niñita empezó a llorar de la impotencia siendo abrazada por el gruñón mientras que el perro comenzó a ladrar con todas sus fuerzas en un intento de asustarlo.
-¡No tenemos tiempo para estupideces! ¡PRÉSTAME ESTO, LIAM!- rápidamente y apelando a su muy escaso sentido común que siempre sale a relucir en situaciones de este calibre, Lincoln tomó la escopeta recortada del más grande de nosotros y sin vacilar se acercó hacia el Reaver.
Ignoró nuestros gritos para que se detuviera y aunque los misiles del buitre gigante casi le dieron en más de una ocasión no mermó su andar hasta estar justamente delante suyo y dar un brinco al frente eludiendo también una estocada por parte de uno de sus cuatro apéndices posicionándose justamente debajo de una zona rojiza en su abdomen que es la que crea el gas que le permite mantenerse a flote y volar.
-¡TRÁGATE ESTO!- desenfundado la escopeta recortada le disparó a ese lugar haciendo que estallase desde adentro y trozos de su cuerpo se dispersaran en todas direcciones junto con sus ocupantes y que él se manchase con toda esa mierda.
-¡Camino despejado, sigamos!- apresuró Clyde y continuamos corriendo por nuestras vidas.
-¡Un poco más, un poco más!- una sonrisa de esperanza y entusiasmo adornó mi cara cuando estábamos a escasos metros de distancia de la entrada del viejo y deteriorado museo.
Pero como si se tratase de otra broma de muy mal gusto, los Reavers le dispararon al techo arriba de la entrada para hacerle colapsar y que nos aplastase como una enorme bota pisando pulgas.
-¡SALTEN, TODOS!- aun cargando al niño, Liam fue el primero en realizar esa acción.
Yo no me quedé atrás y fui el segundo, el vegete empujo a la niña para que fuera la tercera y él el cuarto, luego el perro, después Clyde y finalmente Lincoln que soltó un sonoro rugido evitando por poco los escombros que cayeron bloqueando la entrada levantando una intensa nube de polvo.
-Cof... cof... ¿Están todos bien?- quiso saber al ponerse de pie y sobarse la cabeza.
-Dentro de la medida lo posible...- contesto Clyde sacudiéndose la suciedad que lo cubrió.
-Creo que sí...- yo me quedé sentado en el piso también frotándome la cabeza y me quité mis gafas parecidas a googles de aviador para asegurarme de que no se hayan dañado y las limpié.
-¿Estás bien, Dipper?- preguntó la nena a su hermano cuando Liam lo dejó con cuidado en el piso.
-Ah... ah... creo que sí- él se llevó ambas manos a esa herida no pudiendo contener sus lágrimas.
Serán sobrevivientes, uno de los tipos de personas que más detesto y que peor me caen, pero me es imposible no sentir lástima al ver a ese joven sufriendo así haciendo que reflexionara sobre lo que Liam nos dijo antes de llegar al poblado de Falls sobre las vidas tan sufridas que ellos tienen y que cada día es una lucha constante y sin tregua por sobrevivir.
¿Así será mi estilo de vida cuando ganemos esta guerra y me retire de la CGO una vez que deje al descubierto todos los secretos y misterios que esta guarda?
-Toma, niño- Lincoln le pasó un trapo que estaba mojado con agua para que lo pusiera alrededor de la herida -no es mucho, pero evitará que sigas perdiendo sangre.
-Muchas... muchas gracias, señor- la débil sonrisa que le dedicó logró, al parecer, que por unos momentos perdiese el aliento para luego sonreír de esa forma tan inusual y le palmeara la cabeza diciendo en voz baja: "de nada"
-No digo esto para arruinar el momento, Lincoln, pero debemos seguir moviéndonos. No sabemos cuánto tiempo le tomará a los Reavers derrumbar el resto del lugar para matarnos- intervino Clyde valiéndole un reverendo carajo cagar la escena que seguramente sería beneficiosa para la salud mental de Lincoln, pero luego me di cuenta de algo, más bien, de la ausencia de algo.
-Muchachos, ¿Oyen eso?- les pedí que guardasen silencio -¿Lo escuchan? Dejaron de disparar, ¿Por qué dejaron de abrir fuego?- era bastante raro que dejasen de asediarnos cuando en cierto sentido nos tenían acorralados.
-O se hartaron y se fueron, o...- iba a decir Liam que dejo de hablar abriendo mucho los ojos.
-En este museo hay algo tan horrible que no se quieren acercar o hay algún tipo de trampa preparada- siendo el bipolar neurótico que es, nuestro líder cambió enseguida de semblante y vio despacio de un lado a otro el interior del museo intentando hallar algo que esté fuera de lugar.
-Sabía que no debimos ayudar a unos malditos Gears que lo único que saben hacer es causar y atraer problemas- masculló el viejo amargado para escupir al piso.
-Sigamos moviéndonos y estén atentos a todo lo que nos rodea. Un paso en falso nos podría costar la vida- luego de devolverle la escopeta recortada a Liam, Lincoln empuñó su Lancer y comenzó a caminar con cautela.
Hicimos una formación circular en donde él con Clyde iban al frente, el vegete a la derecha, Liam a la izquierda, yo cuidando la retaguardia y los niños en el centro porque Mabel ayudaba a Dipper a caminar mientras que el saco de pulgas estaba alejado de nosotros olfateando el suelo como si estuviese buscando alguna posible trampa oculta.
Pese al temor presente de que fuésemos atacados de algún modo, no pude evitar fijarme en las cosas que nos rodeaban ahora mismo, más en específico, en las reliquias y demás objetos antiguos que están en sus puestos de exhibición y que sin nadie que cuidase el museo se ven aún más viejos gracias al polvo y telarañas que los envolvían.
Suspiro nostálgico. Desde niño siempre me encantaron los artefactos antiguos y cada vez que tenía la oportunidad de recolectar uno o evitar que otro fuese tirado a la basura o destruido no la desaprovechaba porque este tipo de cosas pueden contar miles de anécdotas y tener múltiples usos y significados además de que son parte importante de la historia de la humanidad, de lo que alguna vez fuimos antes de la guerra contra los Locust y un recordatorio perpetuo tanto de nuestros más grandes logros como de nuestros momentos más oscuros y nefastos que muy pocos les dan el verdadero valor que poseen.
Y ahora que tengo a mi alcance varias de esas reliquias no puedo atreverme tan siquiera a tocar alguna de ellas, ¿Qué situación más irónica que está se me puede presentar? Solo falta que mínimo los Locust hayan ocultado bombas en ellas igual a como pasó con la emboscada en la que cayeron mis compañeros en el pueblo de Barban.
Pero luego vi algo de mi completo interés y que me hizo romper la formación, eso era una vieja armadura de soldado URI de color verde oliva muy diferente a las nuestras teniendo en frente una de sus armas características, un rifle de francotirador GZ18 Markza de diez rondas.
Hacía años que no veo uno como esos y lo analicé de arriba abajo. Tal vez la potencia de cada tiro sea inferior al de mi Sniper pero la compensa por su muy superior cadencia de fuego así que si con el primer disparo no te vuela la cabeza, tal vez los otros tengan más suerte.
Ahora veo la armadura URI que llamó mi atención. La palabra "URI" es una abreviación de las palabras Unión de Repúblicas Independientes, que en verdad eran los principales enemigos de la Coalición de Gobiernos Organizados durante las Guerras del Péndulo, conflicto anterior a la lucha contra los Locust, que duró más de 70 años y si se le llamó así fue porque en algunas ocasiones la CGO tenía la ventaja y en otras era la URI e irónicamente tuvieron que unir fuerzas para pelear contra esos monstruos cuando estos aparecieron de la nada no mucho tiempo después de que llegaran a un "tratado de paz" creyendo ilusamente que ya no habría más derramamiento de sangre luego de décadas enteras de lucha sin tregua... creo que sería buen historiador, ¿No?
Noto también unas municiones cerca de dónde tomé el Markza, si fuese Liam diría alguna tontería como: "fue el destino el que puso a mi alcance un arma que les perteneció a nuestros anteriores enemigos para que la pueda usar a nuestro favor y acabar contra nuestros actuales adversarios"
Por lo que no desaprovechando la oportunidad también tomé el cinturón de balas, y quién sabe, tal vez al igual que él le pueda dar mejor uso que su anterior dueño.
Detuvimos nuestro andar cuando el perro dejó de oler el suelo y se puso en posición de ataque gruñendo exponiendo sus dientes como si de pronto un ser invisible se hubiese parado adelante suyo amenazando con agredirlo en cualquier instante.
-¿Bill?- la niña quiso acercársele pero el viejo la tomó del hombro haciendo que tanto ella como Dipper se escudaran atrás de sí. Será un gruñón detestable, pero había que admitir que en serio se preocupa mucho por sus nietos anteponiéndolos por encima de su propia seguridad.
-Hay algo ahí adelante- afirmó Clyde ahora apuntando con su Hammerburst.
-Sí, pero, ¿Qué será?- hice lo mismo con mi Sniper no pudiendo evitar asustarme al ponerme a pensar en las miles de cosas que podrían atacarnos ahora mismo.
Noté que los vitrales de los objetos en exposición vibraban un poco y pude sentir unas sacudidas bajo mis pies como tenues temblores que aumentaban a cada segundo parecidos a los que generó ese Brumak, solo que mucho menos potentes, pero seguíamos sin oír algún ruido que nos indicara que nos aguarda.
Obvio que no puede tratarse de un monstruo como ese porque no cabría en el museo y mucho menos un batallón de Locust o Boomers porque estos tienen la agilidad y sigilo de un toro dentro de una tienda de vidrio. Así que haciendo un conteo de las aberraciones con las que nos podríamos topar ahora, y descartando las más improbables, una de esas opciones sería...
Ay mamá...
Todos enmudecimos cuando detrás de una pared y tumbando una vieja armadura antecesora de nuestras actuales apareció en escena y sin emitir sonido alguno otro de esos monstruos de pesadilla que es casi como un demonio saliendo de entre las tinieblas para despedazar nuestros cuerpos y quedarse con nuestras almas para alimentarse de estas:
Berserker.
Los niños abrieron las bocas a punto de gritar pero su abuelo enseguida se las tapó con las manos, Liam se acercó al pulgoso y lo sujetó cerrándole el hocico para que no ladrara susurrándole algo, Lincoln fue el que rugió como perro rabioso pero no hizo movimiento alguno igual que Clyde que como solo sabe hacer se limitó a fruncir el entrecejo igual a como pasó ante ese Brumak.
Yo tampoco dije nada, pero fue porque por segundos me quedé paralizado hasta que al volver en mí me fue imposible regular mis temblores y retrocedí unos pasos otra vez esforzándome por controlar la vejiga sintiendo como el miedo se metía por cada uno de mis poros recorriendo mis nervios como un enjambre de hormigas poniéndome la piel de gallina.
En vez de abrir fuego, lo que hicimos fue inmediatamente escondernos detrás de los mostradores y artefactos históricos haciendo el menor ruido posible y orando internamente para que esa cosa no nos haya descubierto. Gracias al cielo que no se ha percatado de nuestra presencia, porque de haberlo hecho, ya nos estaría machacando a punta de golpes y esto es en sentido literal.
Los Berserkers... corrección, LAS Berserkers son muy altas, de al menos 3 metros de estatura, su piel blindada es tan dura que armas convencionales como las que tenemos ahora no le harían ni cosquillas, tan fuertes son que de un solo puñetazo podrían reventar una pared, son bastante rápidas a la hora de correr y pese a ser bien pesadas sus pasos son muy insonoros por lo que uno se demora en darse cuenta si están cerca o no justo como nos acaba de pasar.
Si me refiero a esas aberraciones de forma femenina es porque en realidad son las hembras de los Locust (o sea sus mujeres) siendo incluso más estúpidas que estos al ser puro instinto y nada más teniendo solo aire en la cabeza y matando a todo lo que esté a su alcance incluyendo a los propios Locust no diferenciando entre ellos y los seres humanos por lo que siempre andan solas.
En otras circunstancias con mucho gusto haría alguna broma sobre como ellos pueden llevar a cabo "el baile de la fertilidad" sin que los Drones terminen paralíticos de la cintura para abajo, pero ahora debía usar el poco autocontrol que me queda para no hacer sonido alguno porque las Berserkers tienen una pésima vista pero un buen oído y olfato, por lo que si sabemos cómo movernos en silencio podremos dejarla atrás sin correr riesgos.
Vi que Lincoln nos hacía unas señas con las manos indicándonos que la rodeáramos por los lados. Asentimos y con la mayor cautela posible nos movíamos pasando de escondite a escondite sin despegar los ojos de la Berserker que caminaba sin rumbo fijo solo deteniéndose para alzar su para nada agraciada cara y olfatear el aire; que puta tan estúpida.
Extrañamente giró su cabeza en dirección a dónde estaban ocultos el vegete y sus nietos. ¿Acaso será posible que...? ¡NO PUEDE SER! Si ellos no han hecho sonido alguno a pesar de que los niños lloraban de terror puro aferrándose a su abuelo.
Pero si ellos han estado viviendo en la alcantarilla en donde caímos, eso significa que el olor a mierda se les ha impregnado tan fuerte que ni con mil aromatizantes podrían disimularlo, así que entonces... ¡POR MIL DEMONIOS!
-¡ROOARRGGARG!- soltando uno de esos monstruosos rugidos que me quitará el sueño por varias noches y que partió varios cristales, corrió en dirección a ellos con la fuerza de un tren fuera de control haciendo temblar todo con cada pisada que daba.
-¡A UN LADO!- al ser el que estaba más cerca de ellos, Liam tomó a los niños jalándolos a la izquierda mientras que el viejo saltó a la derecha eludiendo por los pelos a esa bola de demolición que al colisionar contra el esqueleto montado de una gran criatura prehistórica lo desbarató como si una roca hubiese chocado contra un castillo de naipes.
-¡ME LLEVA LA GRAN PUTA, DISPÁRENLE A ESA PERRA!- tirando por la borda el sigilo, Lincoln comenzó a abrir fuego contra la "mujer Locust" y sin más opción todos seguimos su ejemplo.
El sonido de los disparos dentro de una estructura como este museo resonaban como un infernal eco que se veía agravado no solo por los gruñidos creados por la Berserker, que agitaba sus manotas como lo haría una persona tratando de apartar a unos mosquitos, sino también por el ruido causado por nuestras balas al chocar contra su dura piel embutiéndose contra esta como balines al colisionar con una pared de metal, ¡Era un milagro que no rebotaran y se nos devolvieran!
Usando su escopeta Gnasher y acercándosele con gran valor Liam le disparó muchas veces en la parte superior de su cuerpo, pero tiros que convertirían en carne molida a Locust normales no eran capaces de hacerle el más mínimo rasguño a la Berserker que al sentirlo cerca alzó sus enormes puños poseedores de gruesos grilletes para aplastarlo.
Mi amigo brincó rodando a la derecha evitando ese golpe doble que creó un fuerte temblor para ahora sostener la escopeta recortada y dispararle dos veces a quemarropa, pero ni así pudo herirla y se tuvo que agachar para evitar un manotazo que casi le arrancó la cabeza.
Aprovechando esa distracción, Lincoln se le acercó por la espalda, se le subió encima agarrando con la mano izquierda una cadena pegada a un collar que ella tiene alrededor el cuello y con la derecha sujetaba su Lancer descargando todas las balas que aún le quedaban gritando como un lunático, y debido a que la Berserker es muy corpulenta, no podía girar muy bien sus brazos hacia atrás para quitárselo de encima por lo que se agitaba desesperadamente. Sin dudas su locura desmedida es lo que le da el valor para hacer acciones que nadie en sus cinco sentidos se atrevería tan siquiera a pensar.
Tuvo que soltarla cuando ella se dirigió a una pared derrumbándola y que una pequeña parte del segundo piso del museo le cayera encima, pero eso tampoco servía para lastimarla o contenerla porque nos volvió a dedicar otro rugido con la potencia del trueno más ensordecedor al ponerse de pie y dispersando en todas direcciones los escombros que le cayeron encima. ¡JODIDA PUTA!
-¡¿Poseen granadas de fuego o algo que sirva para quemar a ese monstruo?!- preguntó Clyde a nuestros "guías de turismo" antes de saltar a la izquierda evadiendo por un pelo el manotazo de la Berserker que reventó una gruesa columna.
Solo armas como bombas de fuego o lanzallamas son efectivas contra las Berserkers porque debilitan su dura piel a tal punto que pueden ser heridas por métodos convencionales (Aunque personalmente recurriría al disparo del cañón de un tanque de guerra para volarle la cabeza de un solo tiro y no tener que hacer maromas como estas)
-¡No tenemos nada que nos sirva contra esa cosa!- respondió el viejo disparando su escopeta hasta que tuvo que recargarla manteniéndose oculto atrás de un sarcófago de piedra no atreviéndose a pelear directamente contra la Berserker al igual que sus nietos mientras que su mascota tuerta sí tenía los huevos para acercársele y ladrarle como si tuviese rabia.
Sería un hipócrita si ahora mismo les reclamase por estar escondidos cuando yo mismo tampoco me atrevo a aproximarme a ese monstruo. ¡¿Acaso de nuevo iba a mantenerme oculto mientras mis amigos son los que arriesgan el culo estando en el frente de batalla?!
Debía hallar la forma de ayudarlos a resolver este problema, ¡¿PERO CÓMO?! Si con mi Sniper o con el Markza lograra darle por casualidad a los ojos del monstruo no lograría alguna diferencia porque solo requiere del oído y olfato para atacar, ¡Debía pensar en otra cosa!
Me percaté de que encima de nosotros había un modelo de avión que se usó en los primeros años de las Guerras del Péndulo y que la bestia cegatona pasaba abajo suyo muchas veces. Me pregunto sí...
-¡Muchachos, hagan que la Berserker quede justamente debajo de ese aeroplano!- apunté con la Markza las uniones que lo sujetaban al techo, Liam me preguntó por qué -¡SOLO HÁGANLO!- no había tiempo que perder y comencé a disparar porque afortunadamente las viejas balas de ese rifle aun funcionan.
Debido a los desgastados que estaban, las uniones cedían fácilmente por lo que en cualquier momento el avió caería y aplastaría a esa ramera de culo duro, lo que me genera un agridulce sabor en la boca porque debo sacrificar parte de nuestra historia para acabar con uno de los tantos fenómenos que nos quieren hacer carnitas.
-¡Chicos, todos, háganse a un lado!- les avisé al ver que el aeroplano estaba por caerse del techo.
-¡Eche baja!- exclamó Lincoln saltando hacia adelante justo cuando el vehículo se desplomó cayendo de lleno sobre la Berserker que había hecho el ademan de ir tras Clyde.
Todo quedó en silencio por unos segundos y una gran nube de polvo se había levantado para que al dispersarse revelasen al avión todo abollado, con las alas ya separadas del fuselaje y debajo suyo hay muchas grietas.
-¡Acabé con esa zorra!- sonreí eufórico sintiéndome el máximo campeón del mundo porque no cualquiera puede decir que venció sin armas potentes a una Berserker. Me muero por restregarle esto a todos los pendejos que le encantan burlarse de mí.
-Bien hecho, Zach. No fue el método más ortodoxo para acabar con un monstruo como ese, pero lo conseguiste- que Lincoln me palmeara el hombro orgulloso de mí incremento mi sonrisa.
-Aunque fue en verdad bastante imprudente. Casi nos matas al haber hecho caer ese avión. Debes pensar antes de actuar y tratar de demostrar algo, Zach. ¿Cuántas veces más te lo debo decir?- muy a diferencia de nuestro líder, Liam no estaba para nada feliz y me regañó como si fuese un niñito malcriado que accidentalmente rompió un florero al jugar con una pelota.
Agaché la cabeza ahora poniéndome a pensar en que hubiese pasado si el avión habría caído también encima de alguno de ellos matándolos por accidente. ¡¿En verdad mis ansias de demostrar lo que valgo casi me hizo cometer un error fatal?!
-¿Ya a-acabó todo?- quiso saber la niña saliendo de su escondite junto con su hermano y fósil ambulante que tiene como tío.
-Al parecer sí- dijo Clyde parado ante la nariz del avión viéndolo desinteresado. En otra época él también habría compartido mí mismo entusiasmo por artefactos antiguos atesorándolos como se lo merecían, pero ahora ni estos logran cambiar un poco su expresión estoica y fría.
-Ahora que terminamos aquí, larguémonos del museo. Pero primero asegurémonos de que los Reavers u otros Locust o alguna clase de trampa no nos esté esperando afuera en caso de...
Guardó silencio porque el avión empezó a temblar de forma violenta y con un terror mezclado con asombro vimos como la Berserker, usando su desmedida fuerza bruta, fue capaz de levantarlo por encima de su cabeza rugiendo y temblando del esfuerzo que hacía.
-¡ES IMPOSIBLE!- exclamé no pudiendo evitar retroceder varios pasos. Siempre supe que esas putas poseen una fuerza extrema y todo eso, ¡PERO ESTO ERA DEMASIADO PARA SER REAL!
-¡CUIDADO!- Liam nos empujó a mí y a Lincoln al piso porque la Berserker lanzó el aeroplano en dirección nuestra haciendo que volase por primera vez en mucho tiempo casi dándonos y que chocase contra una gran estatua que representaba la victoria de la CGO sobre la URI al final de las Guerras del Péndulo.
-Buena idea, pero pésimo resultado, Zach- pude oír este comentario irónico de Clyde que a diferencia mía al retroceder lo hizo con toda calma y sin despegar su ojo sobre la bestia.
-¡TENEMOS QUE SALIR DE AQUÍ!- gritó la niña de nuevo ocultándose. Casi podía jurar que ellos habían aprovechado la conmoción para huir y dejarnos a nuestra suerte.
-¡Primero debemos encontrar la forma de acabar con esta perra para que no nos persiga y siga jodiéndonos!- como se le estaban acabando las municiones de su Lancer, Lincoln empuñó una pistola de cañón corto. Sus tiros serán mucho menos potentes que la Boltok de Liam, pero tienen más cadencia de fuego y le disparó varias veces en la cara antes de echarse a un lado.
-Esperen...- todavía manteniendo esa calma antinatural, noté como Clyde parecía analizar la situación y ver que más podríamos usar para vencer a la perra cegatona -en realidad aún podemos aplicar tu táctica, Zach, solo que con algunos cambios. Hagamos que la Berserker rompa los cuatro pilares que sostienen esta parte del edificio para que así le caiga encima, si tenemos suerte la sepultaran por completo matándola de una buena vez.
-¡Bien pensado, Clyde! Stan, niños y Bill, sigan manteniendo la distancia. Chicos, ¡Andando!- no tomándose la molestia de pensar mejor en esa jugarreta que en realidad podría ser más peligrosa que la mía, Lincoln le volvió a disparar la Lacust mientras se dirigía a uno de esos pilares.
Revelando que la caída del avión no la hirió demasiado, ella se le acercó corriendo a toda marcha chocando contra ese soporte tan fuerte que generó un violento temblor. Lincoln apenas tuvo tiempo de alejarse antes de que el pilar le cayese encima y sea él el que muriese aplastado.
Hecho eso, Liam le disparó para que fuera hasta dónde se encontraba consiguiendo el mismo resultado y noté como el techo lentamente colapsaba estando cada vez más cerca de caernos encima, por lo que poco faltaba para que llegase el momento de la verdad.
Clyde fue el siguiente así que solo quedaba yo, que muy renuente, le disparé con mi pistola metralleta a la zorra gigante y así viniese a dónde me encontraba.
Sentí que todo se movía en cámara lenta después del rugido demoniaco que ella me dedicó antes de venir en mi dirección, los gritos de mis amigos se hicieron profundos y guturales, el corazón se me subió a la garganta y no podía reaccionar porque toda la sangre se me bajó a los pies.
¡Reacciona, Zach! ¡REACCIONA! Recuerda tu entrenamiento como soldado Gear y no dejes que el miedo te domine, ¡Ya no eres un niñito y actúa como un hombre! No olvides cuál es tu objetivo real, ¡No puedes morir sin antes terminar el trabajo de tus padres! También hazlo por Rusty y su sueño por darle un mejor mañana a este mundo por el que dio la vida.
Así que cerré los ojos, siéndome imposible contener mis lágrimas de terror, y grité antes de saltar para adelante sintiendo como uno de los puños de esa golfa me rozó el cabello seguido de un fuerte impacto a mis espaldas.
-¡FUNCIONÓ, LARGUÉMONOS!- lo primero que vi luego del grito de Lincoln fue como esa columna cayó justamente encima de la Berserker y después una gran sección del techo sepultándola.
Toda esa parte del museo comenzó a desmoronarse y tuvimos que huir lo más rápido posible teniendo que evitar los trozos que caían del techo que casi nos aplastaron generando más de esos malditos sismos como si el propio mundo estuviese colapsando de forma catastrófica.
-¡¿Dónde está la maldita salida?!- exigí saber al evitar a duras penas que una estatua de mármol me apachurrara.
-¡¿Sabes por dónde podemos salir, Bill?!- preguntó la nena al pulgoso como si este tuviese alguna habilidad especial de descubrir rutas de escape para situaciones de riesgo mortal.
No sé si el saco de pulgas posee algún tipo de Don inusual como si se tratase de alguna criatura inter-dimensional no perteneciente a este mundo, pero parecía saber muy bien a dónde ir porque no mostró rastro de duda alguna, ¿O será por qué al estar tuerto no sabía bien a dónde iba?
Asombrosamente si supo guiarnos a una salida porque pudimos ver los rayos del Sol del exterior al cual accedimos justo antes de que otra gran parte del museo se desplomara a nuestras espaldas alzando otra de esas sofocantes nubes de polvo que nos recubrió.
-Ya se nos está haciendo costumbre esto, ¿No?- bromeó Liam sacudiéndose la suciedad.
-Pero al fin nos deshicimos de esa puta energúmena a la que no le llegó el periodo... ¿Cómo estás, chico? ¿Bien?- primero sonriendo con enorme sadismo y luego mostrando genuina preocupación, Lincoln se acercó al niño que ahora había sido cargado por su abuelo.
-Él y nosotros habríamos estado mucho mejor si no nos hubiéramos tomado la molestia de ayudarlos a ustedes en su misión para empezar- en otras circunstancias le reclamaría a ese vegete, pero en vista de que puse a mis amigos en peligro mortal, tuve que morderme la lengua porque sería un acto descarado de mi parte.
-Cálmate por favor, abuelo. Recuerda que si Bill les tomó confianza no fue solo por ser buenas personas, sino porque también están haciendo algo por el beneficio de toda la humanidad, incluyendo a sobrevivientes como nosotros- afirmó esa niña acariciando la cabeza del perro.
En serio estoy comenzando a preguntarme si se trata en verdad de un perro y no de algún tipo de ente más allá de la limitada comprensión del ser humano y cómo ha ayudado a esos niños y al vejestorio antes diciéndoles a dónde ir y que cosas hacer y qué no.
-¿Podemos continuar? No se les olvide que los Reavers aún pueden estar cerca- como el cagón que es valiéndole un bledo arruinar los momentos, Clyde exigió que nos moviéramos.
Pero antes de seguir le dediqué una mirada de gran pesar al museo para suspirar. No solo destruimos parte de la historia de la humanidad al dañar de forma irreparable artefactos y elementos antiguos que nunca más serán apreciados por ojos espectadores, sino que solo volví a mostrar mi inutilidad y falta de valor al haber hecho prácticamente nada para resolver el problema de turno arriesgando a mis amigos al intentar probar lo contrario como un fracasado total.
¿Cuántas oportunidades más se me darán para en verdad demostrar mi valía y no quede como el tipo que solo sabe gritar y esconderse ante situaciones críticas?
(...)
Al meternos nuevamente a las alcantarillas, continuamos nuestro camino paseando entre la mierda. Por más que me detestara admitirlo, reconozco que al haber andado por las redes de alcantarillas no solo era un método más rápido de llegar a las Barricadas del Norte que andar por la superficie, sino más seguro porque nos ahorraríamos batallas innecesarias que solo nos retrasan como las que tuvimos en Barban y en Falls llegando mucho antes de lo previsto (Solo falta que mínimo nos manden a una zona de descontaminación para que no apestemos el lugar)
-Sí, puedo ver la base desde aquí- afirmé cuando de nuevo salimos a la superficie y usé la mira de mi Sniper para mirar a la lejanía.
-Perfecto, lo logramos. Todo gracias a ustedes, no lo hubiésemos logrado sin su ayuda- agradeció Liam a los sobrevivientes
-Ni lo mencionen. Solo asegúrense de llevar a cabo su dichosa misión para librar al mundo de esos otros desgraciados para que todo esto haya valido la pena y no haya sido una pérdida de nuestro valioso tiempo- balbuceé algunas ofensas dirigidas hacia el vegete.
-¿Seguros que no quieren venir con nosotros? Ahí recibirán alimento, los cuidados necesarios para atender sus heridas y un hospedaje fijo no teniendo que seguir corriendo el riesgo de toparse con Locust más adelante- les ofreció Lincoln viendo como Dipper seguía adolorido por su herida.
-No, gracias. Ya nos hemos sabido arreglárnoslas por nuestra cuenta miles de veces antes y lo lograremos otras miles de veces más. Prefiero seguir siendo un hombre libre sin rendirle cuentas a nadie aun corriendo esa clase de riesgo que vivir bajo las normas de un jodido sistema de gobierno como el de la CGO- no me sorprendió para nada que el amargado se negara.
-Sí así lo quieren... otra vez gracias. Mucha suerte en sus vidas y en las decisiones que tomen a partir de ahora, espero algún día volverlos a ver- se despidió Liam y el perro sarnoso apoyó sus patas delanteras en su pierna para que él se agachase y así lamerle la cara -también te voy a extrañar mucho, amiguito- le palmeó la cabeza.
-Adiós, que también les vaya muy bien- la niña al despedirse se metió de nuevo a la cloaca seguido del vegete que cargó al perro y del niño que agitó una mano antes de tomar la pesada tapa de metal y cerrarla.
-Los voy a echar de menos...- gimió Lincoln sonriendo levemente -bien... sigamos, chicos- se puso en marcha seguido de Clyde y de Liam que también tenía ese gesto.
Los seguí no pudiendo evitar desear que ellos cuatro vayan a estar bien en lo que sea que el mañana les tenga guardado. Si todos los supervivientes que andan regados por ahí fueran la mitad de lo que son ellos recordando el significado de la palabra "humanidad" tal vez ya habríamos acabado con la guerra desde hace años al apoyarnos en lo que necesitemos sin poner tantos problemas como lo han hecho muchos de su tipo en el pasado.
Ahora solo me queda esperar los siguientes desafíos que me esperará una vez que comencemos nuestra misión de custodiar los componentes delas Bombas de Masa Ligera y si daré el ancho o me quedaré corto nuevamente corroborando las afirmaciones de los que siempre me subestiman.
Capítulo cuatro completado en Fan Fiction el 22/02/2020.
Publicado en Wattpad el 24/07/2020.
Y como era de esperarse, este nuevo capítulo estaría enfocado desde la perspectiva de Zach. Sé que me demoré un poco en hacerlo, pero es que en estos tiempos recientes he estado muy ocupado en otros asuntos y más aún porque es época de Carnavales en mi ciudad y pues... ya saben, a rumbear y mover el esqueleto ;D
Espero que les gustase su punto de vista, complejos internos, como piensa y cuáles son sus motivaciones porque tomé un poco de los elementos que se han visto en la serie Canon (Como que sus padres creen en muchas conspiraciones XD) también dándole una actitud algo OC igual a como pasa con los otros personajes debido a sus experiencias por culpa de la guerra.
Como hice antes, también mostré un poco más de lo que los Locust tienen en su repertorio para usar contra la humanidad, como su "fuerza aérea" y a sus encantadoras "doncellas" XD y como un grupo de soldados debe lidiar con estas últimas teniendo que bailarles sabroso para que no los hagan puré. De paso también quise mostrar algo de la historia de este mundo AU y los conflictos que los humanos tuvieron antes de pelear contra los Locust, porque obvio, los humanos somos unos expertos en matarnos mutuamente en estúpidos conflictos a gran escala que generan ríos de sangre y montañas de cadáveres... por desgracia.
Así que entonces... ¿Cuál de los 4 protagonistas les cae mejor? ¿Con cuál se identifican más? ¿Quién considera el más profundo o complejo?
¿Lincoln que a pesar de ser un soldado valiente que se preocupa por los demás y es bien listo es también alguien con graves problemas metales y se deja dominar fácilmente por la ira y rencor que le guarda a los Locust siendo un completo sádico al momento de luchar contra ellos?
¿Clyde que pese a ser mucho más paciente, analítico y calculador es muy frío e inexpresivo careciendo casi de cualquier sentimiento como un autómata y que sufre en silencio?
¿Liam por su amor por los animales, su amabilidad, templanza, fuerza y creencia en el destino y que todo lo que pasa es por una razón y no son mejor sucesos al azar sin conexión alguna?
¿O Zach que a pesar de su entusiasmo se siente minúsculo e insignificante y por eso siempre trata de mostrar su valía y lo que puede hacer esperando la más mínima oportunidad de revelar un secreto sucio de la COG y terminar el trabajo de sus padres?
Estos primeros capítulos fueron más bien una introducción de los personajes, cómo piensan y actúan en un "día a día como cualquier otro" porque naturalmente más adelante lidiarán con cosas que los cambiarán para bien o para mal.
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