Engranes de Guerra ch 18
CAPÍTULO DIECIOCHO: CUENTA REGRESIVA, PARTE 2
Un nuevo día en el Refugio. Lincoln y sus amigos ignoraban que Lynn, Carl y otros sobrevivientes planeaban deshacerse de ellos o hacerles quedar tan mal que el resto de las mujeres ahí presentes los aborrecerían al punto de eliminarlos de una vez por todas.
Así que llevaron a cabo uno de los planes que a Mandy se le ocurrieron.
-Arquea un poco las piernas, así la fuerza del retroceso del arma no te impulsara tanto hacia atrás- ahora mismo, el ex-sargento le daba unas clases a Robert sobre como disparar de modo correcto el Lancer Motosierra dentro de una sala de entrenamiento ubicada en La Fortaleza; todo con tal de crear un vínculo de tío y sobrino.
El hijo de Lori, muy renuente, hizo lo pedido asombrándose al ver su puntería mejoró con tan solo poner las piernas en esa posición haciéndole sonreír satisfecho. Carl no estaba lejos y frunció el ceño furioso porque aparentemente lograba enseñarle cosas mucho más útiles a su sobrino que las que ha podido inculcarle en todo este tiempo.
Vio nuevamente con disimulo a Lynn asintiendo para hacer su movimiento.
-Huy sí, es tan fácil darle a un objetivo inmóvil. ¿Por qué no tratas de atinarle a uno que se mueve de un lado a otro como un cobarde que huye por su vida?- retó aparentando tono burlón.
-Lynn...- advirtió Lori que no estaba lejos para vigilar a su hijo.
-Espera, Lori. Así que me estás retando, ¿Eh? Pues muy bien, excelente. Con mucho gusto te demuestro que tengo mucha mejor puntería que tú, Lynn- para Lincoln era una oportunidad de oro para cobrarle a la castaña todos los malos tratos que ha recibido de su parte.
-Eso quiero verlo. Adelante, demuestra lo que has aprendido de los otros pendejos a los que les has besado los pies- ella sonrió con una prepotencia con la que ocultaba una gran malicia.
Hicieron que el blanco estático con forma de Locust al que Robert le disparaba se moviese de un lado a otro y Lincoln usó su mismo Lancer para dispararle con admirable precisión al acertar cada bala contra el pecho y cabeza no fallando ni una sola vez.
Dejó asombrado tanto a su sobrino como a las demás supervivientes que también practicaban su puntería, pero Lynn y Carl pusieron expresiones de descontento como si algo que esperaban con ansias no saliera como quisieron.
-Ahora demuestra que eres mejor que yo- sin tacto alguno, le pasó el arma y se cruzó de brazos.
-Con mucho gusto, pobre diablo miserable- su orgullo no le permitiría quedarse quieta sin hacer nada y se alistó para practicar tiro al blanco.
Al principio también demostró tener una puntería excepcional, pero sin previo aviso...
-¡BOM!- el rifle de asalto que sujetó le estalló literalmente en la cara.
-¡LYNN!- Lincoln y Lori enseguida fueron a socorrerla, mientras que Robert retrocedió aterrado y Carl lo apartó para que no viese como quedó su tía más agresiva y altanera.
-Auch, carajo... esto sí que duele- pudo pararse por sí misma, revelando la grotesca herida humeante que tenía su rostro en carne viva, hasta que lentamente se regeneró del todo.
-¡ERES UN JODIDO IDIOTA!- estuvo a punto de pegarle a Lincoln, si no fuese porque Lori la sostuvo -¡¿Cómo mierda se te ocurre darme un cartucho de municiones sin verificar que fuesen seguros?! ¡¿NO TE DAS CUENTAS DE QUE ALGUIEN PUDO HABER MUERTO?!- quiso hacerle quedar como un total irresponsable peligrosamente negligente.
-¡YA BASTA, LYNN!- solo fue callada por un fuerte golpe en el estómago que Lori le dio -esto no fue culpa de Lincoln, ni de nadie más. Es algo que le pudo haber pasado a cualquiera, ¡Así que deja de tratarlo como si te hubiera querido lastimar a propósito!- le preocupó bastante que a Robert le hubiera pasado eso.
-¡GRRR! ¡Lo que sea!- casi echando fuego de la boca, se retiró dejando a un confundido Lincoln que tomó los trozos del Lancer preguntándose que salió mal percatándose de que pudo haber sido al que le hubiera explotado en el rostro seguramente matándolo.
-"Increíble la suerte que ese cobarde posee"- pensó Carl viéndolo con furia asesina.
Eso era porque la idea original es que el Lancer fallara en sus manos y no en las de Lynn, quién al ver que nada le pasó, decidió arriesgarse para que él quedase como un idiota y un peligro para los demás al no saber lo que hace.
(...)
-Ya van tres ovejitas a las que afeité, ahora viene la cuarta ovejita para afeitar...- cantaba CJ de lo más alegre trasquilando a uno de esos animales lanudos junto con Liam, Lana y los hijos de Leni.
-¡AJÁ, TE GANÉ!- celebró Linky al finalizar su parte, para el disgusto de Linka que se cruzó de brazos haciendo un puchero.
-No cantes victoria tan rápido, sobrinito. Aún quedan muchas ovejas que afeitar, así que sigan poniendo manos a la obra- les apuró Lana luego de afeitar la oveja que tenía en manos.
Mucha risa le daba al más grande de los amigos de Lincoln ver a esos niños divirtiéndose al ejercer esa labor. Otra de las tantas cosas que solía hacer con su hermana cuando vivían en su granja y que de nuevo puede realizar con toda libertad, cuando quiera y sin ningún tipo de restricción, sumado a que puede hacerlo junto con la mujer que sin esperarlo se ganó su corazón.
Si tuviera que elegir entre quedarse en esta sociedad ejerciendo lo que tanto le gusta o volver a Jacinto junto con Beth y los mellizos a quienes acogió como sus hermanos menores junto con el tuerto perro Bill, ¿Qué opción escogería?
-Oye tú, dientes de burro chimuelo- fue traído a la realidad por la apática y nada armoniosa voz de Mandy cuando entró al granero -ve a ayudar al otro pendejo de Bart a manejar a los bueyes, y rápido que no tenemos todo el día- no diciendo nada más, se retiró.
-Ve y no te demores mucho, Liam. No vaya ser que cuando vuelvas ya hayamos dejado calvas a todas estas ovejas- bromeó la hermana de Lola haciéndole reír y a los demás.
Desde el incidente con las sobrinas de CJ y los retoño de Leni, todas las personas que hacían una labor en el exterior debían usar cascos o tapabocas con filtros para no ser infectados por la Imulsión, teniendo también cuidado de que sus animales y cultivos no sean perjudicados al tener contacto con esa sustancia.
-Amárralos bien y procura que ninguno de tus primos se te escape, ojete- ordenó el odioso de Bart
-Como digas- no dejando que esas ofensas lo molestasen, Liam se dispuso a amarrarle a un par de bueyes un yugo para puedan arriar la tierra.
No se percató que el tipo de piel amarilla tenía una pistola con silenciador con la que le apuntó a uno de los bueyes para dispararle un balín. No lo lastimaría de gravedad, pero si lo enfurecería de sobremanera.
-¡MUUHH!- y vaya que lo puso iracundo, tanto así, que aun teniendo el yugo puesto pudo elevar por completo la parte delantera de su cuerpo agitando sus patas casi golpeando a Liam.
-¡¿PERO QUÉ...?!- quiso mantenerlo bajo control sujetando las cuerdas.
-Veamos si puedes con ambos- sin dudarlo, Bart le disparó al otro Buey.
Las dos bestias enfurecidas comenzaron a correr sin control arrastrando consigo al mayor de los camaradas de Lincoln como si de un mero saco se tratase, ante la mirada sorprendida de las mujeres que están cerca, excepto Mandy que sonreía con disimulo.
-"¡Tengo que hacer algo para detener a estos animales!"- no dejando que la desesperación lo consumiera, Liam se logró posicionar sobre el lomo de uno de los rumiantes y le rodeó el cuello con el brazo izquierdo.
-Espero que esto sirva- con la mano derecha comenzó a rascarle detrás de una oreja.
Asombrosamente, esa acción logró hacer que la bestia poco a poco se calmase a tal punto que se quedó totalmente quieta dejando toda esa ira, así que rápidamente hizo lo mismo con el otro buey para que se le pasara el mal genio y actuase mansamente.
-¡¿Qué pasó?!- preguntó Wendy acercándosele junto con otras mujeres.
-¡¿Estás bien, Liam?!- Lana pudo oír todo el alboroto y fue a ver qué ocurría.
-Descuiden, no me pasó nada grave. Es solo que estos bueyes sin previo aviso se enfurecieron- explicó sobándose el brazo con el que rodeó el cuello del primer buey que tranquilizó, a lo que la rubia de gorra roja le preguntó cómo logró apaciguar su ira.
-Usé un truco que siempre usaba contra los bueyes de mi granja cuando se enojaban. Por suerte aún sé cómo aplicarlo- pudo fanfarronear acariciando la cara de uno de los animales.
-Vaya, deberías enseñarme cómo hacerlo. Por lo general, cuando eso pasa, requerimos de varias personas para poder contenerlos- la "gemela" de Lola lo vio con gran admiración.
-Si fueses tan buen granjero como tanto presumes, esto nunca hubiera pasado. ¡¿Qué tal si uno de esos putos cachones hubiera lastimado a alguien?! ¿Piensas que con tan solo rascarle la oreja se solucionaría mágicamente el problema?- igual de ofuscado que Lynn, Bart quería echarle un balde de agua sucia para que quedase mal ante los ojos de los demás.
-¡Usted se calla!- exigió la pelinegra de boina rosa -aquí nada paso, así que por favor vuelvan a sus actividades. Recuerden que mientras más tiempo estemos afuera, más nos arriesgamos a enfermarnos por la Imulsión, por lo que tenemos que acabar nuestros quehaceres cuanto antes.
Nadie discutió eso y regresaron a lo suyo, excepto Mandy y Bart que compartieron la misma de frustración porque nuevamente uno de los Gears esquivo la bala.
(...)
Ese era el modus operandi de los involucrados, disimulando en mayor o en menor medida, trataban de perjudicar a Lincoln y a su equipo como pudieran y con cuidado de no levantar sospechas al causar uno de esos bien fingidos accidentes, pero luego de varios infructíferos intentos, marcaron lo que sin dudas serían el fin... para ellos y demás habitantes del Refugio.
-Ay... ay... ay- Zach se sobaba unas quemaduras en su espalda y Stella le ponía pomadas. Eran superficiales y no llegaban a los extremos de las que Lola posee, pero le dolían mucho.
-Sigo sin comprender porque una de las calderas estalló. Siempre las revisamos para asegurarnos de que sean operables y seguras- como ocurrió con el cañón del tanque, Lisa quedó confundida por esa falla mortal.
-Ya, que ese marica deje de llorar. Ni Lola chilla tanto y eso que está mucho peor- a Lynn le daba un enorme placer ver como él, o cualquier otro Gear, sufre de alguna forma.
-¿Cómo tus otras hermanas en las noches que despiertan a los demás con sus llantos?- esa gran satisfacción se esfumó cuando Stella, visiblemente muy molesta, le dijo esto.
-¡¿Qué acabas de decir?!- dio unos pasos amenazantes tronándose los nudillos, y a diferencia de como hubiera reaccionado en el pasado, la Guardia Ónix no se dejó intimidar.
-Ni se te ocurra, Lynn- pero ni Lincoln ni ninguno de sus amigos permitiría que lastimase a la única mujer en su grupo y esta vez no se contendría de responderle como se lo merece.
-¡¿Cuándo será el puto día en que dejes de ser tan estúpida, Lynn?- nuevamente, Lori tuvo que interferir para que el problema no aumentara.
-Si no son capaces de tolerar nuestro estilo de vida y todo por lo que tenemos que pasar, entonces desaparezcan y dejen de ser una molestia. Aquí no hay espacio para los débiles.
-Curiosas palabras de alguien que a pesar de los años sigue sin superar las heridas que tanto Locust como humanos le han dejado en su cuerpo y alma como un claro reflejo de lo realmente débil y patética que es por dentro y que trata de compensarlo y encubrirlo desquitándose de diversos modos a los demás- usualmente Liam no caería en sus insultos y provocaciones, pero como fue capaz de burlarse de Zach aun cuando casi muere, no se mordería la lengua esta vez.
-¡¿CÓMO DICES?!- perdiendo fácilmente los estribos, la castaña se le tiró encima para pegarle, pero él le sujetó las muñecas deteniéndola a duras penas para apartarla de una patada en el abdomen -¡DÉJENME, DÉJENME PARA QUE LO MATE!- Lori, Luna y Luan tuvieron que sujetarla.
-¡CÁLMATE, POR UNA MIERDA!- bastó de un fuerte puñetazo al rostro por parte de la blonda para que recuperase el juicio -¡Ahora escúchame bien!- la tomó del mentón obligándola verla a los ojos.
-Ya estoy cansándome de tu pésima actitud, Lynn. Literalmente mi paciencia contigo cuelga de un hilo, y cuando éste se rompa, créeme que desearas haber muerto en los experimentos a los que el bastardo de Dexter te sometió antes de enfrentarte a mi furia y tú sabes muy bien de lo que soy capaz de hacer cuando pierdo todo ápice de cordura, ¿O acaso debo recordártelo?
No dijo nada y bajó despacio la mirada que detonaba no una ira desmedida, sino un enorme miedo y se tragó un nudo que se le formó en la garganta para asentir despacio.
Los amigos de Lincoln (En especial Clyde) se preguntaron qué tan terrible podría llegar a ser Lori en caso de perder la compostura. ¿Se comportaría del mismo irracional que el peliblanco cada vez que este perdía cualquier rastro de salud mental o tal vez peor?
-Ya vayan todos a descansar. Mañana será otro largo día- Luna quiso finalizar el asunto antes de que alguien dijera o hiciera algo que volviera a encender los ánimos.
Todos se retiraban, pero Stella le dedicó una última mirada de odio a Lynn que era molestada por Luan como si de una niña chiquita regañada se tratase. Algo dentro de sí le decía que debe ponerle toda su atención, porque ante el más mínimo descuido, podría perjudicarla a ella y a sus amigos.
Más tarde, Lynn y sus cómplices volvieron a tener una reunión secreta para debatir la actual situación y qué hacer con aquellos que consideran un gravísimo problema.
-Ninguna de tus "brillantes ideas" dio resultado, Mandy. ¡Tenemos que pensar en algo que sea efectivo enseguida sin que ellos tengan oportunidad de salvarse!
-No te precipites, Loud. Aún tenemos la opción de que sufran otro "accidente" en medio de alguna lucha contra los Locust, pero si quieres acelerar el proceso, puedes intentar aprovechar el caos de la batalla para ponerle una bala en el cerebro a alguno de ellos sin que nadie te descubra; solo sería cuestión de paciencia y de aprovechar el momento oportuno.
-Mis hermanas no son imbéciles y Lori ya me tiene en la mira. Si por mi parte alguno de esos idiotas muere o queda herido, enseguida sabrán que lo hice adrede.
-Entonces déjale esa labor a alguien más. Yo con mucho gusto podría dispararles por "accidente" a esos pendejos o que los Locust se enfoquen en asesinarlos- ofreció Bebe -claro, aunque necesitare un poco de ayuda suya para aparentar las apariencias.
-Cuenta con todo mi apoyo, preciosa- Bart quiso rodearle los hombros con el brazo derecho, pero ella lo apartó de un fuerte codazo en el estómago.
-Deja tus estupideces para otra ocasión. Recuerda que si estamos aquí es para deshacernos de esos malnacidos, no para que hagas tus típicas tonterías sin gracia- lo regañó Mandy.
Tan enfocados estaban todos en idear diversos modos de deshacerse del Escuadrón Serpiente, que no notaron como uno de ellos se acercó lo suficiente para oírlos a la perfección.
-"Ya veo... ¡Ahora lo entiendo todo! Cada uno de esos malditos accidentes que casi nos matan a mí, a Zach y a los demás ¡FUERON CAUSADOS ADREDE!"- era Stella que se arrimó ligeramente para verlos con los ojos entrecerrados.
-"Debo avisarle de esto a los otros antes de que nos maten"- con agilidad felina se retiró.
Pero justo cuando se dispuso a contarles la verdad, se detuvo a pensarlo mejor. Si se los dijera ahora mismo lo más seguro es que armarían un alboroto que en el peor de los casos se produjera un enfrentamiento que les costara la vida a los que se han vuelto sus amigos.
También debía ser astuta y esperar el mejor momento para actuar, pero también debía hacer algo rápido porque solos no podrían contra la furia de toda una comunidad que tiene años de experiencia matando a Locust y Gears por igual.
(...)
Casualmente, al día siguiente se descubrió que otro batallón volvía a merodear por los alrededores del Refugio, y nuevamente el Escuadrón Serpiente debería ayudar a las Mujeres Loud y demás guerreras a exterminarlos.
-Ya saben, no se demoren mucho y tengan cuidado- como de costumbre, CJ se encargaba de entregarles las armas que llevaba en su carreta.
-Como sea, ¡Préstame esto, zopenco!- y también siendo propio de ella, Lynn le quitó con brusquedad el Lancer que le ofrecía.
Stella notó que Mandy hablaba con Bart y Bebe compartiendo una risa cómplice para luego a tomar sus propias armas. Sabía bien que pueden aprovechar esta ocasión para herirlos de gravedad, así que debería estar atenta a cualquier movimiento que hicieran.
-¿Ya terminaste de revisar las armas, Clyde?- Lincoln le había pedido que se asegurase de que sus herramientas de muerte estén totalmente operables y no se dañasen de modo atroz.
-Sí, todo está bien- le entregó su Lancer, a Liam su escopeta Gnasher, a Zach su Sniper y él llevaría su Lancer Retro, las mismas armas que ha modificado para un mejor desempeño.
-Entonces andando- ordenó Lori y todo el convoy de las sobrevivientes se pusieron en marcha.
Llegaron a las cercanías de un bosque helado en dónde los Locust intentaban montar una base. Al no contar con el planeador, Luna no podría atacarlos sorpresivamente desde el aire, así debían de cambiar de estrategia para acabarlos.
-Fiii... fuuu... fuiiiuuu- se comunicaban entre sí haciendo chiflidos parecidos al canto de aves para tomar posiciones estratégicas alrededor de los monstruos.
-Curioso modo de comunicarse sin recurrir a las radios de onda corta, ¿Cómo lograron dominar tan avanzada táctica?- quiso saber Clyde.
-Es una larga historia que con mucho gusto les contaré más adelante, ahora concéntrense en erradicar a esos adefesios- terminando de organizar a las demás guerreras, les pidió que se preparasen para luchar.
Al principio todo pareció ser como cualquier otro ataque a un batallón de Locust promedio al que vencerían antes de que llegase el anochecer.
Si no fuera por quién dirigía a ese grupo de bestias barbáricas.
-¡No retroceder, acaben con todos esos homínidos!- Jermad les ordenaba seguir peleando y le disparaba a todo humano que estuviera en la mira de su rifle con culata en forma de cuchilla.
-No puede ser... ¡ES ÉL!- Lincoln no pudo contener la ira que le causó ver al verdugo de su madre y quiso atacarlo directamente, si no fuese porque sus hermanas y amigos lo contuvieron.
Parece que aún tiene mucho que aprender en lo que se refiere a autocontrol.
-¡¿QUÉ MIERDA CREES QUE ESTÁS HACIENDO, LINCOLN?!- la mamá de Robert lo agarró del cuello.
-¡¿QUÉ NO LO RECUERDAN?! ¡ÉL FUE EL QUE MATÓ A MAMÁ HACE CATORCE AÑOS!- muy impresionadas quedaron sus congéneres por la voz y mirada que ahora poseía.
-Oigan... ¡ES VERDAD! ¡Ese es el mismo hijo de perra de esa ocasión!- Lynn también lo reconoció.
Si había otro ser al que odiase de un modo personal equiparable a Lincoln, ese era sin lugar a dudas la mano derecha del ahora difunto General RAAM.
Así que al exterminar a los demás Locust (Y de que Stella con mucha dificultad evitara que sufriesen un daño a manos de los cómplices de Mandy) era hora de ajustar cuentas.
-¡TÚ, HIJO DE PUTA MISERABLE!- cuando Jermad quedó inmovilizado con cadenas, Lincoln prosiguió a molerle la cara a golpes aun teniendo puesto ese casco de un solo gran visor circular.
-No tienes idea de lo mucho que he esperado por esto. No habré podido matar a tu maldito jefe cuando se me dio la oportunidad, ¡Pero ahora nada ni nadie evitará que te haga sufrir hasta que desees la muerte!- encendió la motosierra de su Lancer dispuesto a hacerlo carnitas.
-Por primera y única vez estamos de acuerdo en algo, inútil- prendiendo también su motosierra, Lynn se relamió los labios para deleitarse con el dulce sabor de la venganza, aún si tiene que compartirlo con otro de los individuos que más detesta.
-Iah... Iah... ja... ja... ja...- desconcertados quedaron cuando Jermad río lentamente no mostrando algún rastro de miedo -tontos, estúpidos e ignorantes homínidos... tan seguros están que nos han vencido... que no saben que despertaron una fuerza que nos dará la victoria sobre ustedes... una que nos permitirá destruir cada una de sus preciadas ciudades ¡USTEDES MISMOS CAUSARON SU FIN!- ahora soltó una macabra carcajada.
-¿De qué mierda estás hablando?- exigió saber el Gear albino que luchó contra su líder caído.
-¿Qué importa eso? ¡MATÉMOSLO YA!- la hermana que posee el nombre de su difunto padre estuvo a punto de rebanarlo.
-¡NO, ESPEREN!- pero Clyde la sujetó de un brazo -¡No podemos matarlo!
-¿No? ¡¿Por qué mierda no, pedazo de pendejo?! ¡SÍ ÉL FUE UNO DE LOS RESPONSABLES DE QUE NUESTRAS VIDAS SE HAYAN VUELTO UN INFIERNO! ¡¿O es que acaso te volviste de repente un amante de los Locust o qué?!- violentamente se soltó y amenazó con cortarlo.
-No digo que no lo maten, al menos, no ahora- sus amigos y las Mujeres Loud lo vieron extrañados -si él, al parecer, fue uno de los más allegados a RAAM y lo ayudó en todos su movimientos y ataques contra la humanidad, significa que sabe todo acerca de las estrategias que los demás Locust han hecho o piensan hacer.
-Y si dijo que ahora poseen una fuerza capaz de hundir ciudades, debemos interrogarlo para que nos diga de qué se trata, si es la responsable por todos esos violentos temblores y así saber cómo contrarrestarla antes de que haga un daño irreversible. Por lo que debemos...
-No... ¡NI SE TE OCURRA DECIRLO! ¡De ningún modo llevaremos a este fenómeno con nosotros!- Luna adivinó lo que iba a sugerir.
-¡SÍ! ¡Matémoslo de una buena vez!- Luan preparó su lanzallamas para carbonizarlo.
-¡Escúchenme, por favor!- pero el soldado de un solo ojo se puso en medio de ellas y de Jermad -comprendo bien el enorme odio que le guardan, pero esta es una oportunidad única que tenemos para saber qué planes tienen los Locust a largo plazo, porque podría tener información clave con la que le daremos un giro total a esta guerra, y en el mejor de los casos, descubriremos algo con lo que podamos vencerlos de una vez por todas y así ellos nunca más intentarán invadir su hogar.
Ante su explicación, las hermanas de Lincoln se vieron mutuamente. Aunque no les interesa ayudar en lo más mínimo a la CGO, la posibilidad de erradicar por fin a los otros monstruos que le han hecho imposible sus vidas era algo que no podían dejar pasar.
-Y si lo que quieren es hacerle sufrir como se lo merece... dudo que coopere por voluntad propia, así que podrán hacerle todo lo que deseen con tal de que nos diga lo que sabe- agregó como un último incentivo.
-Ahora sí nos estamos entendiendo, cretino. ¡Suban a este maricotas al tanque!- ordenó Lynn al darle una fuerte patada a Jermad en el abdomen.
-Muy bien pensado, Clyde, muy bien pensado- felicitó Lincoln palmeándole la espalda.
-Espero que tengas razón y si logremos sacar algo bueno de esto- Liam no estaba seguro del todo.
Stella vio como subieron a base de golpes a Jermad al Tanque Tauro de las Loud y luego posó su vista en Bart y Bebe que volvieron a compartir risas cómplices. Esta también sería una enorme oportunidad para darle un giro de 360 grados a su situación actual y no la desaprovecharía.
(...)
Todas las habitantes del Refugio entraron en estado de alerta cuando vieron al secuaz de RAAM siendo empujado por las guerreras para que ingresara a la Fortaleza, tanto así, que le apuntaron con todas sus armas en caso de que hiciesen un movimiento comprometedor.
-¿Traen a un Locust con vida? Pensaba que ya no querían que los usara para mis experimentos por lo peligrosos que podrían llegar a ser- cuestionó Lisa viendo como le obligaron a entrar de una patada a la espalda.
-Este desgraciado no es para uno de tus locos experimentos o investigaciones, Lisa. Es por algo mucho más importante, pero si quieres, podrás hacerle lo que desees una vez que consigamos lo que queramos- explicó Luna siendo una de las que obligaban al Locust a moverse.
-Aunque no es como si fuera a quedar mucho de él una vez que terminemos- añadió Lynn ansiosa.
-¿Ese es uno de esos monstruos del que tantas historias nos han contado?- quiso saber Linka abrazándose de una de las piernas de Leni junto con Linky estando los tres igual de asustados.
-Robert, llévate a tus primos a tu cuarto y no permitas que ellos u otro de los menores de edad salga hasta que nosotras lo digamos, ¡YA!- Lori no tuvo que repetir su orden y su vástago la acató sin protestar al ver también con mucho miedo a Jermad.
-Espero que tengan una buena explicación para esto- exigió Mandy molesta no por la presencia del Locust, sino porque los Gears pudieron regresar con vida.
Una vez que llevaron al prisionero a uno de las salas más apartadas de la Fortaleza inmovilizándolo con más cadenas a una pesada silla de metal pegada al frío piso, era hora de interrogarlo.
-Bien, bien, bien- el ex-sargento Loud caminó lentamente en círculos a su alrededor -admito que jamás pensé que tendría al asesino de mi madre a mi completa merced de este modo a pesar de ser una de las cosas que más he anhelado por 14 años, ¡¿Quién lo diría?! Parece que los sueños se hacen realidad cuando uno menos lo espera- detuvo su andar parándose delante suyo.
Jermad no articuló palabra alguna y permaneció en silencio, y aunque su casco solo le cubría la parte superior su cabeza, su boca no reflejaba algún sentimiento de miedo o preocupación teniendo un total semblante estoico.
-Dime una cosa: ¿Aún la recuerdas? ¿Aún recuerdas a esa mujer que fue capaz de correr por entre las llamas del Infierno para salvar a la menor de sus hijas? ¿Recuerdas como apenas sostuvo en sus brazos a esa indefensa bebé la abatiste a tiros? ¿O es que acaso has matado a tantas madres que luchaban para salvar a sus hijos que no te acuerdas bien de ella?- lo agarró del cuello obligándolo a ver fijamente.
-Todos los patéticos humanos son iguales para mí- soltó sin reparo o emoción alguna.
Lo que bastó para acabar otra vez con la cordura del albino y que sus ojos se volvieran faroles tan rojos como la sangre que mitigaron un poco la oscuridad del lugar.
-¡HIJO DE PUTA MALDITO!- empezó a golpearlo en la cara ahora con tanta fuerza que logró abollar su casco y desquebrajarle su visor circular salpicando sangre en todas direcciones junto con algunos de sus dientes irregulares no importándole lastimarse los puños.
-¿Solo se limitará molerlo a golpes? ¡OH, POR FAVOR! Sé algo más original, Lincoln- hizo mofa Lynn cruzándose de brazos deleitándose con el espectáculo que ofrecía.
-Ya basta, Lincoln- intervino Liam luego de que hiciese por varios minutos esa acción y le tomó la muñeca derecha intimidándose por la mirada demoniaca que le dedicó -mi amigo... si sigues agrediéndolo así, podrías partirle la quijada o dañarlo de tal modo que no podrá articular palabra alguna y no olvides que necesitamos que nos diga todo lo que sabe.
Recuperando algo de juicio, Lincoln bajó los puños y respiro paulatinamente para calmarse.
-Está bien... está bien... ¡El que sigue!- desistió dándole un último puñetazo a Jermad y se alejó sobándose las manos gruñendo muchas groserías.
-Con mucho gusto, ¡Hazte a un lado, marica!- tomó la tutela Lynn acercándosele junto con Luan y Lola -espero que te hayan gustado los cariñitos que mi estúpido hermano te hizo, porque la verdadera diversión ¡ESTÁ POR COMENZAR!
-¡SHIK!- sin tapujo alguno le clavó en la mano izquierda un cuchillo, tan fuerte, que le atravesó la palma sacándole un fuerte grito que no pudo contener.
-Oh, ¿Acaso te dolió? ¡DESCUIDA! Ahora mismo yo te ayudo a que ignores ese rasguñito- con un solo movimiento, Luan le amputó un dedo de la mano derecha con otro cuchillo haciéndole gritar más fuerte -¡Listo, problema resuelto! Con la pérdida de ese dedito dejarás de pensar en el dolor de tu manita herida, ¡De nada!- palmeó su frente riendo como si hubiese hecho una noble acción.
-Sigo yo...- canturreó Lola -siempre me pregunté cómo pueden haber tantos de ustedes si son tan feos que ni una mosca se les acercaría, ¿Qué clase de gustos tienen las Berserkers?- sus hermanas rieron por tal broma -pero no te pongas triste, cuando termine contigo, serás todo un imán para las chicas.
Sacó un recipiente que contenía un extraño líquido que al vertérselo encima comenzó a corroer su casco a tal punto que se fusionó con su piel de reptil, creándole graves quemaduras y dejándole deforme su perfil derecho sacándole ahora agudos alaridos de agonía.
-¡Y listo! Ahora te ves un poco más simpático de lo que eras hace unos momentos- disfrutaba a lo grande poder hacerle a uno de los Locust lo mismo que le pasó a ella.
-Seré claro contigo, pobre diablo miserable. Tú jamás podrás salir vivo de aquí y ten por seguro que tu muerte no será nada placentera, pero si cooperas, puede que aceleremos el proceso y te ahorremos interminables horas de agonía... así qué por favor, no cooperes- Lynn le susurro esto último para que solamente Lola y Luan lo escuchasen.
-Ah... ah... inmundas Patea Suelos- él siguió mostrando un enorme valor y le escupió sangre.
-Me alegra que nos estamos entendiendo- lejos de molestarse, una sonrisa se dibujó en su cara manchada de líquido carmesí.
Y como lo prometió, las siguientes horas fueron una total pesadilla para Jermad al tener que soportar cada una de las torturas que las Mujeres Loud y Lincoln le aplicaban negándose a darles información de algún tipo. Parecía estar dispuesto a lidiar con toda la furia del mundo con tal de no comprometer a los suyos.
-Debo reconocerlo, es todo un hueso difícil de roer- dijo divertida Lynn lavándose las manos.
-Hay que admirar el gran valor que ese esperpento posee. Dudo que cualquier otro Locust resista lo que le han hecho hasta ahora- reconoció Liam manteniendo los brazos no habiendo dicho nada mientras ella y los demás se regocijaban con lo que hacían durante el interrogatorio.
-Y no logramos que nos dijera algo- Clyde también se limitó a ser un espectador no expresando nada ante los alaridos agónicos del prisionero, en contraste con Zach y Stella que no pudieron evitar incomodarse de sobremanera por lo que presenciaron (En especial porque podrían aplicarles los mismos tratos a ellos más adelante)
-Ya casi es amanecer- informó Luna luego de bostezar.
-Sin dudas el tiempo sí que vuela cuando uno se divierte- bromeó Luan solo haciendo reír a Lola, Lynn y Lincoln.
-¿Qué haremos con él entonces?- habló Lucy, que había permanecido tan callada desde que la tortura comenzó, que se olvidaron de su presencia.
-Tenemos el resto del día, ¿No? Será cuestión de tiempo antes de que decida aflojar la lengua e implore misericordia, en especial cuando usemos métodos algo más persuasivos.
-Dudo que más castigo físico de resultado. Si siguen así, lo volverán loco y solo dirá puros delirios que no nos servirán para nada- Lincoln y las hermanas que compartían su sadismo vieron con fastidio a Clyde.
-Ummm... creo que puedo desarrollar un suero que le obligue a decir la verdad y responda cada pregunta que le hagamos sin posibilidad de negarse. Solo necesito algo de tiempo- propuso Lisa.
-¡BAH! Pero que aguafiestas eres, cerebrito- recibió un fuerte empujón por parte de Lynn cuando se retiró de la ahora sala de torturas.
Decidiendo paralizar de momento el interrogatorio, todos se fueron cerrando con candados y cadenas las puertas dejando completamente solo a un muy maltratado Jermad que respiraba agitadamente teniendo diversos tipos de heridas en casi todo su cuerpo y rodeado por un charco rojo que se formó con su sangre.
E increíblemente, a pesar de su deplorable condición, pudo reír ligeramente.
-Humanos estúpidos... le entregaron a la Horda el último ingrediente para ganar la guerra contra ustedes y contra los Luminosos...- su sonrisa de medio lado se combinó con la grave quemadura de ácido que ahora adorna su cara.
(...)
El resto del día pasaba con aparente normalidad, todos hacían sus actividades de siempre, con el cuidado de no enfermarse por culpa de los vapores de Imulsión porque su clínica ya está al tope y no pueden darse el lujo de tener más infectados.
-Cuidado con esos depósitos. Si sufren una rajadura, tendremos que fundirlos y volver a hacerlos- Lana guiaba a unas obreras para que sacasen de un enorme horno metalúrgico unos grandes contenedores y los colocaran en el suelo.
-Bien, ahora preparen esas carcasas para la fundición- curiosamente, lo siguiente que iban a echar en esa fundidora eran viejas corazas de Bombas de Masa Ligera casi iguales a las que el Escuadrón Serpiente tuvo que escoltar en esa misión que les causó tantas subidas y bajadas.
-Así que tienen lo necesario para crear armas de destrucción masiva. Nunca... ¿Han querido construir sus propias Bombas de Masa Ligera?- preguntó Liam recordando su misión en este lugar y lo que es capaces de hacer tal armamento.
-¿Eh? Oh no, no, no. No podríamos aunque quisiéramos, porque no contamos con el resto de los componentes necesarios para crear explosivos de tal capacidad, por eso reciclamos estas carcasas abandonadas e incompletas para crear cosas mucho más útiles.
-Usar herramientas de muerte para crear cosas con las que puedan mejorarse la calidad de vida de las personas... eso es usar la cabeza y el corazón- satisfecho por tales acciones, les echó una mano.
Por su lado, Stella tenía una charla con CJ.
-¿Aquí es dónde guardan todas sus armas cuando no las usan?- preguntó luego de ayudarle a mover unas cosas en un almacén dentro de la Fortaleza, pero lejos de dónde está Jermad.
-¡SÍ! Antes todas las podían tener consigo a todo momento, pero debido a una travesura hecha por los niños, se decidió que toda arma sea guardada aquí cuando no esté siendo usada para evitar más accidentes y solo los vigías las usan a cada momento- dijo como si fuera cualquier cosa y cerró con llave y candado las puertas para irse canturreando una alegre canción.
No viendo la sonrisa ladina que ella esbozó al pensar: "Ya sé que hacer"
Clyde y Zach también ayudaban de algún modo, solo que, haciendo algo más animado (Por así decirlo)
-¡OH NO, NO, NO! ¡¿En verdad creen que me voy a rebajar a eso?!- alegaba el pelirrojo amante de las teorías de conspiración por lo que Luan acaba de pedirle.
-¡Por favor! ¡HAZLO POR LOS NIÑOS ENFERMOS! Ninguna cura es mejor que la risa y si hay algo mejor que un payaso multiusos para alegrarles la vida, ¡SON DOS!
-Esto sin dudas sería lo más bajo que he caído desde que llegué aquí- vio con repudio el disfraz colorido de bufón que ella le entregó.
-¿Más bajo de lo que ya eres? ¡IMPOSIBLE!- no tenía tapujos para burlarse a costa suya, divirtiéndose con su exasperación -además, como las canciones súper cursis de la marida de Luna ya no surten efecto, debo esforzarme el doble para alzarles a todos los ánimos y no les haga querer cortarse las venas o algo parecido; no todos tienen que seguir su ejemplo para saber sobrellevar los problemas de la vida.
-¡OYE, PERO QUÉ PEDAZO DE...!- enfurecida a no más poder, Sam se le tiró encima para reventarla a golpes gritándole miles de insultos.
Luna intentó detenerla diciéndole que ya sabe cómo es ella y que no se la tome enserio, mientras la bromista de mal gusto reía sin importarle el daño que recibía.
Haciendo una mueca, Clyde resopló y puso de su parte para detener a la iracunda rubia de mechón azul. Tal vez una parte de él quisiera reír atronadoramente, pero en vista de que también tiene muchas dificultades para lidiar con los enormes problemas que la vida la impuso y que no ha podido superar, no tiene cara para desaprobar semejante actitud y menos cuando en más de una ocasión ha dicho que no vale la pena seguir viviendo.
Contar con la presencia de la primera mujer que realmente amó sigue siendo insuficiente para que recuperase algo de su antiguo Yo, ¿Qué se necesitaría para que superase al fin lo que la trágica muerte de Carol dejó en él?
Lincoln, mientras tanto, ahora intentaba pasar tiempo de caridad con los hijos de Leni.
-Los siento muy ligeros, ¿Seguros que están comiendo bien?- tenía los brazos extendidos a los lados en dónde colgaban los pequeños Linky y Linka que se balanceaban riendo de lo más alegres.
Era imposible que cualquiera creyese que ellos antes se habían enfermado gravemente.
-¿Es cierto que usted siempre debía aguantar las travesuras de nuestras Tías cuando eran niñas, Tío Lincoln?- quiso saber el niño cuando lo cargó sobre sus hombros.
-Claro que sí. Si supiesen las maromas que yo debía hacer para calmar las aguas cada vez que ellas se comportaban como unas locas- miró a las dos mayores de sus hermanas que rieron cómplices porque era justamente la verdad.
-¿Y cuál de nuestra Tías le causaba más dolores de cabeza? ¿La Tía Lily de las que tanto nos han contado? Porque mamá una vez nos contó una historia sobre usted teniendo que buscar las llaves de la casa en el basurero porque ella las escondió en uno de sus pañales sucios.
El inocente comentario por parte de Linka acabó de tajo con la alegría de los mayores. A Lincoln casi se le cayó Linky por una dolorosa punzada en el corazón al recordar cómo murió la más chica de sus hermanas en frente suyo sin haber hecho nada para evitarlo, Lori cerró los ojos expulsando un gemido ronco y Leni se llevó las manos al pecho con una incontenible expresión de pesar.
-No... no, no. Ninguna me sacaba más de quicio que otra, todas de igual manera llevaban mi cordura más allá de mis límites... excepto tal vez su Tía Luan cuando llegaba el Día de los Inocentes- no queriendo arruinar la felicidad de los pequeños, Lincoln les sonrió forzadamente haciéndoles reír con este comentario.
Ninguno se percató que Lynn los miraba desde la lejanía sintiendo como le hervía la sangre de la ira porque cada vez sus preciados sobrinos se llevaban mejor con su único hermano varón.
-Pronto serás tú el que esté sentado en esa silla recibiendo el justo castigo que te merece, jodido pendejo- segundos después de verlo fijamente sin parpadear, fue a juntarse con los otros conspiradores para discutir cuál sería su nuevo movimiento.
Todos ignorando que ese sería el último día en el que podrían realizar sus actividades rutinarias.
Una vez que la noche volvió a cubrir el cielo, era hora de que Luan iniciara su Show contando con la ayuda de su muy desdichado y nada entusiasmado asistente.
-¡¿Por qué de entre todos tuve que ser yo al que escogieran para esta estupidez?- volvió a quejarse Zach, teniendo puesto el traje de bufón, sentado sobre un monociclo cargando a la dientona que está parada sobre sus hombros haciendo malabares con unas herramientas.
-Porque tienes la talla justa para este número- demostrando una increíble elasticidad, Luan inclinó totalmente la espalda hacia atrás sin detener su acción pasando por debajo de un palo de limbo.
-¡AY, ME LLEVA...!- infortunadamente, el pelirrojo no pudo aguantar por más tiempo y perdió el equilibrio cayendo de boca al piso.
Pero Luan dio un salto con voltereta pasando por encima del palo y cayendo de pie justo en el monociclo en el que él estuvo sentado extendiendo los brazos atrapando cada una de las herramientas con las que había hecho malabares.
-¡TADAN!- y como ha pasado antes, finalizó haciendo esa exclamación para que el público la llenase de muchos aplausos y halagos.
-¡GRACIAS, MUCHAS GRACIAS MI QUERIDO PÚBLICO RECONOCEDOR!- mandó muchos besitos al aire -también denle un fuerte aplauso a mi nuevo asistente, porque sin su ayuda, nada de esto hubiera sido posible- con un solo jalón levantó a Zach que se sobaba la quijada.
-Tú sí que sabes entretener, Zach- Liam se río de dando unos cuantos aplausos.
-Lori...- murmuró Lynn en el oído de la mayor de los Loud -ya hemos desperdiciado mucho tiempo en estas estupideces, ¿No es hora de que sigamos interrogando a ese pobre diablo imbécil?
-Está bien. Luego del siguiente número y cuando todas se vayan a dormir, continuaremos con el interrogatorio. Lisa, ¿Pudiste crear ese suero de la verdad?
-Afirmativo, Primera Unidad Fraternal. No es lo más refinado que he hecho debido al poco tiempo que poseo, pero creo que será efectivo en un Locust porque al mentir sentirá como ácido corrosivo es vertido en su cerebro- afirmó la genio -aunque, más tarde tengo que informarles sobre los resultados de las investigaciones que he hecho sobre los vapores de Imulsión.
-Me parece perfecto- Lincoln ignoró eso último sonriendo ansioso en poder seguir torturando libremente a Jermad, hasta que notó algo -oigan... ¿Dónde está Stella?
Nadie se percató de que en los conductos de ventilación salía un extraño gas verde.
-Snif... Snif... oigan... ¿No huelen algo?- preguntó Clyde al olfatear el aire.
-¿Cómo dices?- Liam respiró hondamente -este olor... ¡ES DE GRANADAS DE TINTA!
-¿Qué dices?- también olfateando, Lori abrió los ojos de par en par -¡OH MIERDA, TODOS SALGAN RÁPIDO, RÁPIDO, RÁPIDO!
Los que antes eran risas y gritos de júbilo se transformaron en exclamaciones de desesperación y terror cuando todos los que estaban en el salón de espectáculos corrieron por los pasillos que también fueron envueltos por ese gas venenoso que les nublaba su visión.
-¡TODOS SALGAN, YA!- por suerte, las mayores de las Mujeres Loud supieron como guiarlos hacia el exterior de la Fortaleza para que pudieran respirar aire fresco -¡¿Están todos bien?!
-Parce que sí... ¿Pero qué paso? ¿Acaso uno de tus experimentos se salió de control, Lisa?
-Negativo, Tercera Unidad Fraternal. Ninguno de mis experimentos actuales tiene que ver con gases tóxicos- se defendió la científica limpiándose las gafas.
-Un segundo... ¡JERMAD! ¡Él sigue todavía ahí adentro! ¡NO PODEMOS DEJAR QUE MUERA!- furioso porque el asesino de su madre muriera no por manos suyas, Lincoln quiso entrar pero fue detenido, como de costumbre, por sus camaradas.
-¡¿Eres estúpido o qué?!- lo recriminó Lori -solo nos queda esperar a que el veneno se disipe para poder ingresar y descubrir que causó todo esto.
En su choza, aislada de todos e ignorando por completo lo que acaba de pasar, Lucy meditaba sentada en el piso y con las piernas cruzadas frente a una mesa pequeña que tiene unas velas y una calavera en una posición como si la viese a ella.
No hacía movimiento alguno aparte de respirar, hasta que una tenue brisa que salió de la nada agitó su cabello negro como la noche y casi apaga las velas.
-Suspiro... llegó la hora- tomó una capucha negra con capa y algunas armas al incorporarse y salir.
-¡BRUAM!- a lo lejos se pudo oír un estallido y los que antes estuvieron adentro de la Fortaleza pudieron ver perfectamente como una de las torres de vigilancia de las murallas fue derribada.
-¡NOS ATACAN!- gritó Luan con voz gutural.
-¡SON HELICÓPTEROS DE LA CGO!- avisó Luna al usar unos binoculares.
-¡ES IMPOSIBLE! ¡¿Cómo nos encontraron?!- un enorme miedo se apodero de Mandy y los demás no se demoraron en entrar nuevamente en pánico.
-¡TODAS, A LAS ARMAS!- ordenó Lynn y por reflejo quiso ingresar de nuevo a la Fortaleza.
-¡Espera, aún hay gas venenoso ahí adentro!- Clyde la sujetó de un hombro.
Luego de una pequeña disputa sobre qué hacer, Lynn, CJ y varias guerreras ingresaron a la Fortaleza para ir por sus armas teniendo alrededor de sus caras unos trapos que ofrecían una tenue protección contra el asfixiante gas de las Granadas de Tinta.
-¡ÁBRETE, ÁBRETE, ÁBRETE!- trataban de abrir las cadenas y candados de la bodega que contenían las armas, pero no lo lograba por más que intentaba -¡HAN SIDO TRABADAS!- intentó tumbar a base de golpes las puertas.
-¡¿QUÉ DIABLOS VAMOS A HACER AHORA?!- masculló Bebe tosiendo desesperadamente porque no iban a aguantar por más tiempo el veneno que rondaba en el aire.
Las demás se dirigían a la clínica junto con las no combatientes y los menores de edad para refugiarse. La Fortaleza fue el lugar en dónde creyeron que resistirían cualquier asedio por parte de los Locust o de la CGO, por eso nunca pensaron en crear otra base desde la cual aguantarían todo lo que estos pudieran usar en su contra estando ahora totalmente indefensos.
-¡MUÉVANSE MÁS RÁPIDO!- Lori ayudaba a Leni y a sus hijos a correr y después a otra sobreviviente que cayó tosiendo desesperadamente.
Por si todo eso no fuese ya suficiente, aún debían lidiar con los vapores de Imulsión del terreno.
-¡¿A DÓNDE CREES QUE VAS, LANA?!- Lola vio cómo su hermana más cercana cambió de rumbo y se dirigió al establo cerca de los cultivos.
-¡USTEDES SIGAN, YO DEBO CUIDAR A LOS ANIMALES!- no dudó en ir a ese lugar acompañada de sus peculiares mascotas, incluyendo al Desgraciado Risueño.
-¡VOY CONTIGO!- motivado tanto por el amor que le tiene a ella como por el aprecio que posee por esas inocentes criaturas que le recuerdan a las que perdió, Liam la siguió.
Pero detuvieron su andar cuando una fuerte luz los enfocó teniendo que cubrirse los ojos.
-"¡TODOS USTEDES ARRIBA LAS MANOS Y NO SE MUEVAN!"- les ordenaron desde un helicóptero King Raven.
Alrededor de los demás se crearon más luces dejándolos temporalmente ciegos y desorientados sin saber a dónde ir no pudiendo evitar que los helicópteros aterrizaran a su alrededor.
-¡ALCEN LAS MANOS Y NO INTENTEN NADA!- exigieron los Gears que bajaron de esos transportes siendo todos ellos Guardias Ónixes que no dudaron en apuntales con sus armas.
-Esto no puede estar pasando... ¡DEBE TRATARSE DE UNA PESADILLA!- mirando de un lado a otro, Lori se puso en frente de Leni y sus sobrinos de modo protector intentando pensar.
Todos esos años luchando tanto contra Locust y Gears no sirvieron de nada ahora.
Por lo que sin tener alguna forma de defenderse, no les quedó más opción que rendirse obligados a ponerse de rodillas cerca de la Fortaleza y mantener las manos en la nuca siendo rodeados por un enorme número de soldados.
-Mami...- Linky y Linka abrazaban llorando a Leni temblando de puro miedo.
-¿Cómo estos hijos de puta nos encontraron?- gracias a su habilidad de reponerse de sus heridas, Lynn podría intentar atacarlos, pero debía contenerse por el bien de los demás.
-¿Qué hacemos, Lincoln?- preguntó en voz baja Clyde, a lo que él se limitaba a rugir como perro furioso al ver a los alguna vez sirvió y que tanto daño le hicieron a su familia.
-¡LARRY! Tanto tiempo si verte, viejo amigo- enmudecieron cuando apareció el Teniente Chandler.
-¿Chandler? ¡¿QUÉ MIERDA HACES AQUÍ?!- quiso acercársele el peliblanco recibiendo un golpe en el abdomen por parte de un soldado.
-¿Cómo encontraron este lugar?- a duras penas Liam contenía el impulso de despedazarlo.
-Fue gracias a mí- volvieron a quedarse sin palabras cuando Stella se acercó al inútil y cobarde teniente llevando puesta una máscara anti-gas -les mande un mensaje diciéndoles nuestra ubicación y que aprovechasen que todos estaban distraídos para no encontrar resistencia alguna al ya no poder acceder a su armamento- dejó al descubierto su cara que tenía una clara expresión de descontento por lo que hizo.
-Tú... ¡TÚ, MALDITA HIJA DE PERRA, TODO ESTO ES TU CULPA!- Lynn estuvo por saltársele encima como un lobo furioso para asesinarla, pero un culatazo en su nuca y un puntapié en su cara y estómago por parte de unos grandes Gears la detuvieron.
-Stella... ¿Por qué? ¡¿POR QUÉ NOS HISISTE ESTO?!- que gran dolor debe ser para Lincoln ver a la mujer que tanto se parece a su novia muerta les clavase tremenda apuñalada por la espalda.
-¡¿Cómo pudiste traicionarnos así?!- pero el dolor que sentía Zach era mil veces peor.
-No... no es que haya querido traicionarlos, lo hice por nuestro bien, para salvar nuestras vidas- ninguno comprendió sus palabras -lo hice porque escuché una charla que la desgraciada de tu hermana Lynn tenía con otros sobrevivientes en la que debatían diversas formas de matarnos a nosotros causándonos "accidentes" ¡ES POR SU CULPA QUE CASI MORIMOS EN TODAS ESAS OCASIONES!- no desaprovechó la oportunidad de darle una fuerte pada en la cara a Lynn.
-Lynn... ¿Eso es verdad?- ahora todas las miradas se posaron en ella, que agacho la cabeza no teniendo el valor de ver el rostro de sus hermanas.
-¿Cómo pudiste? ¡¿CÓMO PUDISTE INTENTAR MATAR NUESTRO HERMANO?!- antes de que algún Gear pudiera interferir, Lori se le tiró encima para matarla a golpes.
-Ups, nos descubrieron- valiéndole poco la grave situación en la que están, Bart río.
-¡¿TÚ TAMBIÉN, MALPARIDO?!- igual de iracundo que la rubia, Zach lo derribó para agredirlo.
-Lo que tanto rencor e ira son capaces de generar- Liam frunció el ceño gruñendo como bestia.
-Sí que es raro encontrar supervivientes que nos entretengan a lo grande- Chandler se regocijaba con el espectáculo que hacían -Stella, ¿Dónde se encuentra el líder Locust del que nos hablaste?
-Por aquí- para no seguir viendo las expresiones de ira y reproche de sus ex-camaradas, la morocha los guío a donde Jermad está cautivo y que no se vio afectado por el gas venenoso.
-Es cierto... aquí está uno de los líderes de esos hijos de perra- sonrió enormemente al tener en su poder a uno de los responsables de tantas muertes humanas -estoy seguro qué con esto, Prescott me ascenderá a Coronel y así nunca tendré que aguantar la mierda de Hoffman- pensaba en su beneficio personal y en nada más.
-¡SÚBANLO!- con la misma bastedad que las sobrevivientes, obligaron a Jermad a moverse.
-¿Qué haremos con los sobrevivientes?- quiso saber uno de sus soldados.
-¿Sobrevivientes? ¿Cuáles sobrevivientes? Lo único que sé es que vinimos a rescatar a un grupo de Gears inútiles a manos de unos supervivientes hostiles que no nos dejaron muchas... opciones- el Escuadrón Serpiente y varias de las mujeres se tensaron antes estas últimas palabras.
-¡CÓMO SE TE OCURRA LASTIMAR A ALGUNO DE ESTOS SOBREVIVIENTES, TE JURO QUE TE VOY A...!- trató de abalanzársele Lincoln, que fue sometido de la misma manera que Lynn.
-Espere un momento, Teniente Chandler- intervino Stella -la mayoría de estos supervivientes son buenas personas que no han intentado lastimarnos. No es necesario que los perjudiquen- el enorme peso de la consciencia la impulsó a ayudarlos como fuera.
-¿Pedí tu opinión acaso?- respondió con bastedad -aunque pensándolo bien, con la captura de este Locust puede que convenza a Prescott de abrir un nuevo sector secreto encargado de hacer experimentos con personas para crear nuevos métodos para eliminar a esos putos engendros y necesitaremos de todo voluntario posible, ¿No lo creen?- este comentario corroboraba que él, o que al menos, los Ónixes de altos rangos sabían de los experimentos a los que las Loud y demás supervivientes fueron sometidos
En Shock quedaron todas las mujeres que experimentaron en carne propia el lado más nefasto de la CGO. ¿Acaso volverían a ser arrastradas a los niveles más bajos del Infierno?
-No... no... ¡NO! ¡JAMÁS VOLVERÉ A PASAR POR ESO!- perdiendo cualquier ápice de compostura, Mandy se levantó y sacó de una de sus prótesis y filoso trozo de metal con el que quiso apuñalar al despiadado teniente.
Pero cuando estuvo a tan solo un par de metros de distancia, fue baleada por los demás Ónixes que le hicieron retorcerse antes de caer muerta manteniendo los ojos abiertos dedicándole a su gente una última mirada.
-¡MALNACIDOS!- el recuerdo de su madre volvió a golpear la delirante mente de Lincoln que tuvo que ser sujetado de nuevo por sus amigos y hermanas para que no hiciese algo que le costara ese mismo final; Leni tapó los ojos de sus hijos para que no vieran tal atrocidad.
-Son los Gears prisioneros menos felices de ser rescatados que alguna vez he visto, ¡DESHÁGANSE DE ELLOS Y LLÉVENSE AL RESTO!- ordenó Chandler lleno de un enorme gozo tal y como si hubiese hecho la hazaña heroica más grandiosa del mundo.
-¡QUÍTENME SUS INMUNDAS MANOS DE ENCIMA, IDIOTAS!- trató de lucha Lynn ganándose una gran cantidad de golpes.
-¡HIJOS DE PUTA IMBÉCILES, NO TOQUEN A MI HIJO!- Lori quiso defender a su retoño recibiendo un golpe al rostro.
-¡MALDITOS IDIOTAS!- por primera vez en mucho tiempo, Clyde pudo expresar una enorme ira al ver como agredieron así al antiguo amor de su vida.
-¡NO, DEJEN A LUAN EN PAZ, MALDITOS HIJOS DE PERRA, NO LA TOQUEN!- Luan gritaba como poseía hablando en tercera persona, como si otra personalidad estuviera ahora en su mente.
-¡TE VOY A MATAR, TE VOY A MATAR, TE VOY A MATAR CON MIS PROPIAS MANOS!- aún por más que lo intentaba, Lincoln no podía acercársele a Chandler que le sonreía con superioridad.
-¡STELLA!- la llamó Zach tampoco logrando mucho, a lo que ella volteó la cara intentando pensar en algo para salvarlos de ese castigo que no se merecían.
¿En realidad este sería el final del Escuadrón Serpiente y de las habitantes del Refugio? ¿No podría ocurrir algo que los salve como les pasó antes cuando debían escoltar las BML?
-¡Muévete, inmundo animal!- un Ónix le dio a Jermad una fuerte patada en el abdomen.
El muy maltratado Locust cayó al suelo tosiendo desesperadamente, pero no solo expulsó sangre, sino también un objeto que causó un sonido metálico.
-Esperen un momento- solicitó Stella y tomó esa cosa que emitía un raro pitido -no puede ser... si este es el dispositivo de rastreo que tenían las Bombas de Masa Ligera y que usamos para despistarlos en esa ocasión. ¿Por qué lo tienes?
Jermad no dijo nada en un inicio y únicamente sonrió sardónicamente.
-Han cavado su propia tumba, Patea Suelos asquerosos.
Antes de que ella o alguien más le pudiera preguntar a qué se refería, un misil voló en mil pedazos el helicóptero en dónde iban a subirlo creando una enorme nube de humo y fuego.
-¡REAVERS!- gritó Luna señalando el cielo nocturno.
Los Locust también habían llegado al Refugio, porque al parecer, modificaron el dispositivo de rastreo de las BML y Jermad lo usó para que así supieran su ubicación y fueran hasta su posición no para su rescate, sino para apoderarse de la fábrica metalúrgica.
Volviendo a demostrar lo astutos que esos engendros pueden llegar a ser.
-¡ESTAMOS PERDIDOS!- Carl cayó sentado al suelo porque este parecía el final verdadero de sus largas y sufridas vidas no teniendo aparentemente forma de salvarse.
Capítulo dieciocho completado el 22/11/2021.
Esto fue todo por el día de hoy. Como lo he hecho antes, tuve que acelerar y cortar diferentes cosas para no alargar más el cuento, por eso no detallé mucho los "accidentes" que Lynn y el resto de resentidos le hicieron a Lincoln y sus amigos o la tortura a la que sometieron a Jermad.
Lo que es una pena porque me habría gustado mostrar más sangre y violencia exagerada... pero en fin, supongo que para eso estará el siguiente capítulo que seguramente será el penúltimo o antepenúltimo del fic en dónde se llevará a cabo la batalla decisiva que definirá el destino tanto de Lincoln, sus amigos y hermanas, como el del resto de la humanidad y de los Locust (suena música de suspenso :O)
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