Engranes de Guerra ch 15
CAPÍTULO QUINCE: GUERRA FINALIZADA... ¿O NO?
En el hospital, Zach ya había recibido la atención que su extremidad herida necesitaba mientras era acompañado por Dipper, Mabel y el perro Bill que a su vez fueron atendidos por Beth.
-Listo. En solo un par de semanas estarás como nuevo- le dijo la doctora que enyesó su brazo y estuvo a punto de darle las gracias, pero alguien habló primero.
-"Doctora Lourdes, se requiere su inmediata presencia en el quirófano, Doctora Lourdes Arias se requiere en el quirófano de inmediato"- la llamaron por unos parlantes, por lo que resopló de lo más frustrada.
-Los deberes nunca acaban...- sin más opciones, se dirigió a dónde tanto la necesitaban haciendo reír a la hermana de Liam y al pelirrojo de gafas que susurró: "lo mismo digo"
-Jamás había visto un hospital así de limpio y que huela tan bien...- dijo el niño a su melliza.
-Mejor dicho... jamás habíamos visto un lugar tan libre de mugre- la niña miraba todo lo que los rodeaba como si las paredes estuviesen hechas de oro -me pregunto sí... así eran las cosas en los tiempos del tío cuando era joven- no pudo evitar soltar unas lágrimas al agachar la cabeza.
-Ah... no pongan esas caras, niños- al ver como sus ánimos se desplomaron, Zach le palmeó la cabeza a la castaña -al menos están en un lugar seguro y lejos del martirio de la guerra y de las inmundas garras de los Locust tal como él lo quiso. Este es un nuevo capítulo en sus vidas- su sonrisa reconfortante bastó para alzarle un poco los ánimos y que ellos también le sonrieran.
-Ya suenas como mi hermano, Zach- Beth río un poco -espero que Liam regrese rápido para así ver como los acomodamos. No creo que nuestro apartamento sea lo suficientemente grande para dos... digo, para tres nuevos inquilinos- se corrigió al recordar al canino que se paró en sus patas traseras para poder lamerle la cara tal y como solía hacer con el otro ex-granjero.
-Sí... yo también espero que ese cabeza de roca y los demás puedan volver pronto- pidió Zach sobándose el yeso en su brazo lesionado y miró por una ventana como se hacía de atardecer.
(...)
Montados en sus motocicletas, los Escuadrones Serpiente y South continuaron andando en terreno desconocido intentando hallar un lugar en dónde poder refugiarse de los Locust que aún podrían estarlos persiguiendo.
Divisaron una cueva parcialmente oculta entre dos grandes rocas a la que ingresaron y a buena hora porque se hizo de noche y nuevamente los Krill se paseaban a sus anchas por el nocturno cielo de Sera atentos a cualquier víctima desprevenida a la que puedan despedazar sin piedad.
-Gracias por su ayuda, Sargento Marsh- dijo Clyde a Stan porque con este pudieron hacerle una rápida e improvisada trasfusión de sangre a Lincoln salvándole por poco la vida al también curarle lo mejor que pudieron la herida que Jermad le generó.
-De nada- el pelinegro de pompón rojo habló con aspereza y se juntó con sus amigos que lamentaban la muerte de Kenny.
-Jodido muerto de hambre... ¡¿Cómo se le ocurrió dejarse matar así por el maricón de RAAM?!- expresó Cartman que no lograba contener sus lágrimas por más que se esforzaba.
-Kenny... tú... ¡MALDITO IMBÉCIL!- Kyle era mucho más abierto al expresar su gran pesar.
Para Lincoln, Clyde y Liam eso era un completo Déjà Vu. Una sensación de pérdida y dolor que solo se la desearían a sus peores enemigos (O sea a los causantes de eso y mucho más)
-Gracias al cielo que las motos llevaban bengalas consigo o ya habríamos sido devorados por los Krill- Stella se había mantenido alejada de la desmoralizante escena porque preparó una fogata que iluminó el interior de la caverna -¿Y ahora qué hacemos?
-Quedarnos aquí, rezar y esperar, es lo único que podemos hacer ahora- le dijo el más grande integrante de su equipo luego de palmearle la espalda a Kyle.
-¿Quedarse aquí a esperar es lo único que haremos? ¡NI DE BROMA! Yo digo que nos subamos a las motos, les peguemos unas bengalas y vayamos tras ese malparido para sacarle la mierda como se lo merece- propuso el culón poseído por el deseo de matar al verdugo de su amigo.
-Aunque también me encantaría matar con mis propias manos a ese hijo de perra y cobrarle todo lo que ha hecho... no hay mucho que yo o cualquiera de nosotros pueda hacer en este mismo instante- habló Lincoln con mucha dificultad postrado en unas ramitas a modo de cama incorporándose levemente sujetándose la herida en su costado.
-No sabemos qué tan lejos ha avanzado el tren y tampoco sabemos en dónde nos encontramos ahora... con los malditos Krill dando vueltas por ahí seguro nos volveríamos su cena... así que no... no hay nada que podamos hacer ahora.
Era increíble la sensatez y sentido común que ha recuperado y que le hacen pensar mejor las cosas antes de arrojarse directamente a los problemas sin tomar en cuenta los riesgos.
-Sí... y como lo dijo el otro, rezar. Rezar para que esas bestias del Infierno no sepan cómo usar las Bombas de Masa Ligera ahora que las tienen a su disposición- agregó el Sargento Marsh luego de tomar del licor que tenía en una petaca.
Terminando por desquebrajar el poco espíritu que les quedaba a sus amigos y demás Gears. Ellos eran la última línea de defensa entre la salvación y aniquilación total de la raza humana y fallaron miserablemente, ¿Qué o quién podría ahora evitar que el General RAAM usara esos explosivos a favor de los Locust y darle un completo giro a la guerra?
Pero cualquier sentimiento de desesperanza, angustia u otro parecido fueron interrumpidos cuando sin previo aviso el terreno comenzó a temblar con violencia. Al principio pensaron que se debió a Agujeros E que se iban a formar, pero notaron que el sismo tenía tanta potencia que sacudió por completo tanto el interior de la cueva, como el terreno afuera de esta al punto que incluso varias de las colinas cercanas comenzaron a desquebrajarse.
-¡¿Qué mierda está pasando ahora?!- exigió saber el culo gordo casi siendo aplastado por una gran piedra que cayó del techo.
-¡Miren eso de allá!- Stella señaló como a lo lejos, una enorme descarga de energía fue expulsada de en medio de dos grandes montañas, casi como si de un volcán en erupción se tratase.
-¡Los Krill están huyendo!- avisó ahora Clyde al ver como las pirañas voladoras ahora volaban sin control, presas del pánico, y muchas de ellas fueron desintegradas por otra expulsión de energía.
-¡Vamos a morir si nos quedamos aquí! ¡DEBEMOS IRNOS!- sin demora alguna, Liam tomó a Lincoln y lo subió consigo en una de las motos.
Así que nuevamente teniendo que correr por sus vidas, los dos equipos de Gears de Élite abandonaron la caverna justo antes de que esta se desplomase.
Con horror veían como de una en una, las enormes formaciones rocosas se desmoronaban y en el terreno se creaban enormes grietas que podrían tragárselos sin dejar rastro alguno y de las que también salían más erupciones que amenazaban con calcinarlos igual que a las criaturas voladoras que ni se atrevían a acercárseles.
-¡ESTO ES UNA LOCURA TOTAL!- gritó Eric porque de una fisura que se formó a espaldas de ellos salió un enorme arco de energía casi desintegrándolos por completo.
-¡Es como si alguien hubiese colocado una enorme bomba en el centro del planeta!- dijo Stan.
-¿Una bomba en el centro de Sera? ¿Sería posible qué...?- esa comparación hizo que Clyde pensase en cuál podría ser la respuesta más lógica a la situación tan delirante en la que ahora mismo estaban metidos.
Cualquier teoría factible quedaba en segundo plano porque lo importante en ese momento era sobrevivir y hacer lo que fuese necesario para volver a burlar a la Muerte que tanto se ha empeñado en reclamar sus almas.
¿Qué milagro podría ocurrir ahora que los salvara de otra situación sin aparente salvación?
-"... ¿Hola? ¿Hay algún Gear por esta zona? Aquí el Centro de Mando de la CGO. Repito: ¿Hay algún Gear merodeando por estas tierras?"- oyeron la inconfundible voz de una mujer a través de sus comunicadores.
-No puede ser... ¿Teniente Anya Stround? ¡¿Es usted?!- Stanley pudo reconocer la voz de la rubia que antes había estado junto a Hoffman al momento de recibir las órdenes de este -somos el Escuadrón South y Serpiente recorriendo en motos este terreno baldío que está siendo destruido, ¡¿Puede decirnos que diablos está pasando?!- como ya no hay más Krill en el cielo, nada podría interrumpir las comunicaciones.
-"¿Escuadrón South y Serpiente? ¡NO PUEDO CREERLO! Cuando perdimos contacto con el tren que transportaba las BML creímos que todos sus ocupantes habían sido asesinados. ¿Cómo se encuentran?"
-¡Hundidos en la mierda! Perdimos a uno de los nuestros junto a todos los soldados que nos acompañaron a cuidar el tren y parece que este puto mundo nos quiere comer, ¡¿Qué ocurre?!- exigió saber el panzón de Cartman.
-"No lo van a creer, pero el Sargento Fénix junto con el apoyo del Equipo Delta pudo vencer al General RAAM y activar las Bombas de Masa Ligera que siguieron los planos de los túneles subterráneos de los Locust acabando por fin con sus madrigueras. Ese es el origen de todos esos sismos"- todos los Gears quedaron atónitos ante su explicación.
-¿Vencieron a RAAM? ¡ES IMPOSIBLE!- Lincoln no dio crédito a lo que oyó. ¿Por fin el responsable de la muerte de toda su familia recibió su justo castigo?
-Entonces... ¿Hemos ganado al fin la guerra?- las penurias que Kyle y sus amigos sienten por la muerte de Kenny se vieron opacadas momentáneamente ante por el dulce sabor de la victoria.
-"Eso parece ser. Pero ahora mismo deben ir a estas coordenadas para que un helicóptero dirigido por el propio Coronel Hoffman los recoja y lleve a un lugar seguro"- siguió hablándoles Anya.
-Espero que el pelonchas... no se enoje demasiado al ver tuvimos que correr con el rabo entre las patas... y no nos dedique uno de sus insufrible sermones- la noticia del deceso del General Locust bastó para darle a Lincoln las suficientes fuerzas para bromear un poco.
Con los ánimos renovados, ambos grupos se dirigieron a dónde la rubia les indicó que fueran todavía teniendo cuidado de que la destrucción del terreno aledaño no les pusiera fin a sus vidas.
-¡Puedo ver el helicóptero desde aquí! Haz la señal, Stella- ordenó Clyde al divisar a lo lejos el King Raven que supuestamente lleva a bordo a uno de los principales comandantes de la CGO siendo acompañado por otro helicóptero de respaldo.
La Guardia Ónix sacó una pistola de bengalas que al disparar creó una nube de humo roja que pudo ser vista por ambos helicópteros que se dirigieron a dónde ellos estaban.
-¡Suban rápido, rápido!- uno de los helicópteros aterrizó frente a ellos y fue abordado por los miembros del Equipo South.
Stella y Clyde pudieron bajarse de la moto y subirse al helicóptero en dónde estaba Hoffman, pero justo cuando Liam iba a hacer lo mismo cargando a Lincoln, el terreno se desquebrajó de tal modo que no solo creó una enorme fisura que los distanció de la máquina voladora, sino que el trozo de tierra en el que se hallaban se empezara a hundir.
-¡Niños, suban por esa pendiente para recogerlos en la cima!- el Coronel, mostrando que a pesar de todo si valora a sus soldados, les señaló una colina no muy alta y que termina en un risco.
-¡Sujétate bien, Lincoln!- no perdiendo el tiempo, Liam puso en marcha su moto.
En serio parecía que el planeta se los quería comer vivos porque a medida que se dirigieron a ese monte grandes rocas se alzaban a su alrededor casi golpeándolos y teniendo que pasar por encima por más de una zanja hasta que comenzaron a subir acercándose más y más a la cima.
-¡Vamos, vamos, vamos!- el ex-granjero llevó hasta los límites su transporte porque la colina comenzó a dividirse en dos y ellos podrían caer justamente por la enorme grieta de en medio.
-¡SALENTEN YA!- les gritó Hoffman una vez que el King Raven se situó al lado del risco.
-¡No te separes de mí, Link!- sabiendo que no habría espacio para el error, Liam hizo lo único que podía hacer.
Y eso fue que apenas llegaron a la cima, saltó de la moto que siguió de largo cayendo al vacío y mantuvo los brazos extendidos hacia arriba soltando un profundo grito mientras que Lincoln se aferró a él con todas sus fuerzas expresando un rugido gutural manteniendo los ojos cerrados.
-¡TE TENGO!- Hoffman junto con la ayuda de otro pasajero del helicóptero lograron tomarlo de las manos y con mucho esfuerzo les hicieron abordar.
-¿Se encuentran bien, chicos?- les preguntó la otra persona que ayudó subirse mientras que el helicóptero tomó distancia alejándose del devastado terreno y juntándose con el otro.
-Ah... ah... sí... creo que lo estamos- el albino gruñía sobándose su herida.
-Parece que llegamos justo a tiempo para salvarles el pellejo, Lincoln- abrió los ojos al reconocer la voz de Dom que le sonreía amistosamente.
Iba a decirle algo, hasta que vio al individuo que le ayudó a montarse en el helicóptero y su expresión se volvió de enorme sorpresa porque se trataba de:
-Marcus... ¿Marcus Fénix?- cualquier soldado Gear reconocería en dónde fuera al legendario héroe de guerra que durante el conflicto entre la CGO y la URI logró hazañas que lo catapultaron a ser una leyenda viviente que dará mucho de qué hablar en años venideros.
-El mismo, chico- le dijo algo áspero el aludido.
-No puedo creerlo... en verdad es él- Stella lo miró perpleja, casi como si de una deidad se tratase.
-A Zach le daría un infarto de la emoción- comentó Liam a lo que Clyde asintió teniendo lo más cercano a una expresión de asombro en su estoica cara.
Dominic reía porque aunque ellos ya son soldados curtidos que han librado muchas peleas, se asombran por su presencia como si aún fuesen jóvenes reclutas.
-Por lo que veo la tuvieron muy difícil al momento de defender el tren que transportaba las Bombas de Masa Ligera, ¿O me equivoco, Sargento Loud?- habló Hoffman esperando una buena explicación de su parte.
-Ni que lo diga, Coronel. Teniendo que enfrentarnos a horda tras horda de esos malnacidos desde que el tren partió de la estación y sin tregua alguna lidiando tanto con RAAM, sus soldados de élite y a una puta Berserker, hoy parece que sudamos más sangre que ayer- Lincoln esperaba que con esto bastase para que él no les diera una fuerte reprimenda.
-En verdad tienen huevos al haber tenido que enfrentarse a todas perras. No cualquiera logra durar tanto y salir vivo- intervino Dom para que así Hoffman no creyera que se rindieron fácilmente sin dar lo mejor de sí y por fortuna parece que le quitó el mal genio.
-Pero... ¿En verdad pudieron vencer a RAAM?- esto era lo que más le interesaba al peliblanco.
-Sí, nada del otro mundo- impresionaba mucho la simpleza con la que Marcus dijo esto.
-Claro, todo es fácil cuando cuentas con la ayuda del Tren, nene- comentó otro de los pasajeros del helicóptero que manejaba una Torreta UV haciendo que de nuevo ellos se sorprendiesen.
-¡¿Cole el Tren?!- exclamó la morocha no pudiendo creer que tuviesen a otra leyenda junto a ellos.
-¿Quién más, nena?- afirmó el que alguna vez fue una estrella deportiva apreciada por todos.
-Olvidé mi libreta de autógrafos- carcajeó levemente Liam.
-¿Es cierto que las Bombas de Masa Ligera pudieron destruir las madrigueras de los Locust?- aunque también sorprendido por la presencia de ese otro Gear de renombre, Clyde recordó lo que la Teniente Stround les informó antes.
-Así es. Hasta dónde sabemos, hemos destruido por fin el hogar de esas larvas inmundas. Parece que todo ha terminado, soldados- la afirmación del Coronel logró que todos se viesen entre sí compartiendo una misma sonrisa de entusiasmo.
-"Entonces... todo acabó al fin"- pese a esa noticia, Lincoln no pudo esbozar ese gesto y se limitó a suspirar viendo el ya no oscurecido cielo porque lentamente el Sol surgió en la lejanía.
Siendo el inicio de un nuevo amanecer para todos.
(...)
La noticia del deceso de RAAM y de la aparente destrucción total del hogar de los Locust recorrieron hasta el último rincón de Sera haciendo que los ciudadanos leales a la COG y sobrevivientes dispersados en distintas zonas estuvieran de lo más eufóricos creyendo que después de 14 años de lucha continua, al fin podrán respirar libres.
Lo que ameritaba una celebración a lo grande.
-¿Estas son todas tus fuerzas, gordito?- se burló Cole de Cartman al librar una Competencia de Pulso rodeados de soldados que hacían porras.
-Jodido negro...- el panzón se puso rojo del esfuerzo, pero por más que lo intentó, no pudo ganarle y su brazo derecho finalmente cedió -¡MIERDA!
-Demuestra lo que tienes, Liam- a su vez, el más grande del Escuadrón Serpiente competía contra Tai, y a diferencia de los anteriores, su lucha era muchísimo más pareja y ambos temblaban por el esfuerzo de someter al otro.
-¡Tú puedes, Liam, vamos!- Zach le daba ánimos, pero al agitar sus brazos, enseguida soltó un gemido de dolor para sobarse el que tiene enyesado haciendo reír a Stella.
El Equipo Zeta y los demás que los ayudaron pudieron sobrevivir a sus respectivos altercados contra los Locust y regresaron a Jacinto uniéndose a la diversión.
-Ríndete y suplica por tu vida, homínido patea suelos...- imitando lo mejor posible el tono de voz de un Dron, el Sargento Alarcón lidiaba con Clayton.
-Ni en tus sueños, puta larva...
El hermano de Diana, que pese a todo no se quitaba el casco, le siguió el juego hasta que la mesa en dónde tenían apoyados sus brazos se rompió por la fuerza ejercida y ambos accidentalmente chocaron cabeza contra cabeza siendo Luis el que obviamente se vio más perjudicado y exclamó: "¡AUCH, MALDITA SEA!" Y se sobó la frente haciendo reír a los demás.
-¡¿Quién sigue?! A ver... ¿Qué tal ustedes, pendejotes? ¿Unas Venciditas?- Leo después de ganarle a otro soldado retó a Stan, Kyle y Cartman que se frotaba el brazo para enseguida tensarse y pensar en una excusa, todo con tal de no lidiar con él.
-Nada mejor que esto para celebrar como jodimos a esos malnacidos, ¿Verdad, Copo de Nieve?- dijo Barrick a Lincoln que pudo asistir a la fiesta una vez que le atendieron su herida.
-Sí... nada mejor que esto- sonrió de medio lado y le dio un sorbo a su jarra de cerveza.
Extrañamente su expresión no era de mucha alegría y suspiró para alejarse de los demás y ver al Astro Rey meditando sobre la situación actual.
Sí, le daba gran placer y regocijo saber que el hogar de los Locust fue destruido y ellos no tendrían forma de restaurarlo perdiendo todo lo que más les importaban tal y como le pasó a él, pero a la vez sentía un enorme vacío en su interior, más bien, un sentimiento de impotencia y frustración porque no le pudo dar muerte con sus propias manos a RAAM, el responsable del deceso de todos sus seres queridos y vengarlos como tanto ha deseado.
Se le dieron tantas oportunidades para cerrar esa herida y no las supo aprovechar teniendo que vivir con ese mal sabor de boca por lo que le resta de vida. Al menos se hubiera conformado en estar en primera fila para verlo a los ojos justo en el momento en que fue vencido por Marcus y Dom expulsando su aliento de vida.
-¿Pasa algo, Lincoln?- siendo el único en darse cuenta de ese semblante, Clyde se le acercó.
-Nada, Clyde, nada. Solo... pensando en que será de nuestras vidas ahora que acabamos con esos hijos de puta- no quiso indagar más en eso y tomó de su jarra -tú... sigues pensando en ella, ¿Verdad?- su amigo no dijo nada limitándose a desviar la mirada.
-Descuida. Ella demostró ser bastante fuerte y seguramente ya está a salvo con su gente en el campamento de sobrevivientes al que fueron. Ahora que la guerra terminó, puede que la vuelvas a ver muy pronto de nuevo.
-No hagas suposiciones que no se puedan corroborar- aunque le gustaría ver de nuevo a Star, el tuerto no quería darse falsas esperanzas y mucho menos si ella ya parece estar muy apegada a Marco.
-Su atención todos, por favor- todos los Gears dejaron de festejar cuando tomó la palabra el hombre de mayor rango en toda la CGO: el Presidente Prescott.
-A todos ustedes los felicito. Gracias a todo su esfuerzo y sacrificio este triunfo fue posible. La clave de la victoria en cualquier clase de conflicto es que los guerreros que luchen en este sepan operar en conjunto como los engranajes de un reloj; hacen justicia a su título de soldados Gears.
-Pero tampoco hay que olvidar a esos otros valientes hombres y mujeres que dieron su vida para que esto fuese posible. Así que les pido un minuto de silencio y pensemos en aquellos amigos, hermanos, padres y madres, esposos y esposas que hoy no nos pueden acompañar- solicitó.
-Sí, se nota que es todo un orador de primera clase que sabe cómo ganarse al público- bromeó Luis Carlos haciendo que Fer le diese un codazo en el estómago y agachase la cabeza para unirse al minuto de silencio que pidió el Presidente.
-Ahora pueden continuar divirtiéndose. El Coronel Hoffman y yo tenemos ciertos asuntos que tratar en privado- se retiró con el mencionado para no arruinar el "bello ambiente" formado entre los soldados que sí han estado en primera fila en la lucha contra los Locust.
-Como desearía... que Kenny pudiera estar aquí ahora con nosotros- dijo Kyle a sus amigos viendo con gran tristeza el contenido de su vaso antes de tomarlo.
-¿Hablaban de mí?- pero enseguida lo escupió cuando apareció nada más y nada menos que el rubio de prendas naranjas ileso y en una sola pieza.
-¡¿KENNY?!- ninguno podía creer que él estuviera totalmente sano -¡¿Cómo es posible que estés aquí?! Si ayer tú... eh... ¿Qué no fuiste asesinado por el maldito de RAAM?- extrañamente, ninguno de ellos o alguno de los miembros del Escuadrón Serpiente recordaba bien ese momento.
-Siguen sin recordar mis muertes...- murmuró con pesar -no, chicos, lo que pasa es que me quedé en el tren para darle a ustedes tiempo hasta que ese malnacido me tomó y arrojó del tren y caí en una laguna. Es por eso que estoy aquí vivito y coleando- terminada su explicación, recibió un fuerte puñetazo en el rostro por parte de Cartman -¡Oye, pero qué te pasa, mojón gordo!
-¡La próxima vez que nos asustes así yo mismo te arranco la cabeza, jodida rata de basurero!- por más que lo insultase, era palpable la felicidad que le daba verlo con vida.
-Sí, sin duda es un cuarteto de lo más pintoresco del que se puede sacar mil historias y anécdotas de lo más disparatadas- bromeó Alarcón haciendo que otra vez los demás riesen.
(...)
Un mes había pasado desde que las Bombas de Masa Ligera aparentemente destruyeron todos los túneles subterráneos de los Locust, pero eso no significó que la guerra en verdad terminó porque aún quedaban algunos remanentes de estos que todavía hacían de las suyas pero ya no con la misma intensidad de antes no representando ni la mitad de la amenaza que eran, incluso menos, porque con la destrucción del subsuelo fueron devastados también los nidos de los Krill así que las noches volvieron a ser seguras para toda forma de vida.
-¡Atrápalo, Bill!- Dipper jugaba con su hermana y con el labrador en un parque y lanzó un disco Frisbee que el Can cachó con su hocico.
Se divertían como nunca antes lo han hecho y su estancia en Jacinto les ha servido para quitarse casi todos los estragos que la guerra les ha generado pudiendo respirar libres y ser realmente ellos mismos sin vivir con el temor constante de morir en cualquier momento.
-No se alejen demasiado, niños- les llamó Liam, usando un overol de granjero y camisa de cuadros rojos y negros siendo acompañado de Beth y sus amigos que también usaban ropas casuales.
-¡AY!- pero la chica al perseguir al perro tropezó y cayó de bruces al piso lastimándose la nariz.
-Estos niños...- la enfermera suspiró riendo y fue a revisarla.
Tanto ella como Liam se acostumbraron rápidamente a tener a los mellizos bajo su cargo y los tratan como si de sus hermanitos se tratasen, recordando los viejos tiempos cuando ellos eran unos jovencitos y solían jugar cuando los deberes de la granja no los llamaban.
-Ah...- a la mente de Lincoln también llegaban esos recuerdos junto a sus hermanas -entonces... ¿Listos para la misión que tendremos el lunes?- preguntó a sus camaradas.
-¿Tenemos la opción de elegir?- refutó Clyde luego de ver como una rubia y su pareja caminaban tomados de las manos felices de la vida, como la que él y Carol pudieron haber tenido.
-¿Qué no se suponía que al fin habíamos terminado con esas lacras de una vez por todas?- alegaba Zach.
-Es que al parecer los Locust no han desistido de su plan de tener a disposición suya explosivos con el poder destructivo de las BML y últimamente han intentado apoderarse de fábricas metalúrgicas capaces de crear armas como esas. Por eso es que debemos detenerlos a toda costa- explicó Stella
-Ajá, eso no sería un problema si tan siquiera supiéramos la ubicación exacta de la fábrica que se supone debemos resguardar y dejar inservible para que esos malditos no la usen, pero en cambio nos envían a dar pasos de ciego para hallarla en dónde sea que esté- continuó quejándose el más pequeño del equipo.
-Ya sea que aún queden muchos de ellos o estén casi extintos, los Locust siguen representando un peligro que no puede ser subestimado. Es por eso que debemos cerrarles todas las alternativas para que no le den un giro radical a la guerra- como de costumbre, Liam se tomó la molestia de explicarle con mejor detalle el por qué deben hacer lo que hacen.
Llegado el lunes, era hora de partir no sin antes despedirse de sus seres queridos (Para la enorme vergüenza de Clyde) y abordar otro King Raven que los dejaría en el terreno cercano a esa dichosa fábrica metalúrgica llevando consigo también un Tanque Centauro.
-Entonces, Stella, ¿Has podido averiguar algo que ellos no quieren que se sepa?- preguntó Zach a Stella usando el mismo tono precavido que siempre usa cuando cree que solo sus amigos de confianza lo están oyendo.
-¿Qué esperas que te diga, Zach? Seré Guardia Ónix y todo eso, pero no es como si me dijeran las cosas que nadie más debe saber si es que las hay- no fue la respuesta que él esperaba.
-Créenos, la CGO seguramente tiene por ahí guardados mil y un cosas que no quieren que el ojo público las vea. No es prudente confiar ciegamente así en un gobierno que ha tomado decisiones de lo más cuestionables- le recomendó Liam.
-Exactamente. Pero, aunque lograses encontrar algo súper incriminatorio, Zach, ¿Qué harás al respecto? ¿Con quién te vas a quejar? ¿Aún crees que puede haber alguien por ahí que tome cartas sobre el asunto? Ya nos dijiste que quieres terminar la labor de tus padres y todo eso, es comprensible, pero date cuenta que ahora que parece que el final de las putas está cerca y que la CGO no será tan flexible cuando la guerra acabe, continuar con eso será una tarea infructífera y peligrosa que te traerá un millón de problemas y te llevará a nada. Debes pensar más a futuro y no solo en tu meta actual- aconsejó ahora Lincoln sujetando el peluche de conejo que cuelga de su cuello al también pensar un poco en el mañana.
-Eso mismo iba a decirte- aportó Clyde no mostrando un real interés en el asunto.
-Sí, ya había pensado sobre esos detalles durante de la misión con las BML...- Zach agachó la cabeza algo desanimado -pero en caso de que no logré hacer que la CGO pague por sus crímenes, al menos podré contarle lo que descubra a las siguientes generaciones para que aprendan de estos y no los repitan. No suena mal cuando lo digo de este modo, ¿O sí?
Tal vez haya aprendido un par de cosas durante esa misión, pero aún conservaba cierto toque terco y medio infantil que hizo que Lincoln y Clyde gimieran ofuscados, Liam rodase los ojos y Stella riese un poco porque no se rinde en su objetivo ni da su brazo a torcer.
-Si quieres ser historiador, puedes serlo, nadie te detiene. Solo procura que las valiosas lecciones de historia que impartas no te hagan pasar inesperadamente a esta y no del modo que deseas- limitó a decir Lincoln ya no queriendo seguir hablando del tema y vio el terreno gélido por el que ahora sobrevolaban.
-¿Seguro que esa abandonada fábrica metalúrgica que fue de vital importancia en las Guerras del Péndulo se encuentra por estas tierras?- preguntó al piloto del helicóptero.
-Hasta dónde se sabe, sí. Varios registros y mapas se han perdido desde el inicio de la lucha contra los Locust, pero si en verdad por aquí hay una fábrica que tiene lo necesario para crear armas de destrucción masiva, no hay que permitir que ellos se apoderen de ella ni correr riesgo alguno.
-Es un milagro que la CGO tome esas medidas de seguridad. Si encontramos dichosa fábrica, ¿Cómo haremos para dejarla inoperable?- quiso saber el menos animado del grupo.
-Ustedes nos mandan una señal con el radar que el Centauro tiene adentro. A diferencia de cualquier otro comunicador, este es lo suficientemente potente para que puedan comunicarse directamente con el Centro de Mando sin importar lo hostil que pueda ser el clima o lo que los Locust intenten hacer para interferir la señal en caso de que ellos estén cerca y podrán llamarnos para que vayamos a su posición con los explosivos necesarios para destruirla si no se le puede sacar provecho alguno.
-Siendo un ataque sorpresa por parte de esos imbéciles antes de hallar la fábrica lo más probable que ocurra- afirmó el Sargento Loud sin despegar los ojos del frío panorama.
-Bien, esto es lo más cercano que puedo dejarlos. Mucha suerte, Escuadrón Serpiente- amañó con soltar el carro de guerra para que ellos pudieran seguir pos su cuenta.
Pero tal y como lo supuso Lincoln, un ataque Locust no se demoró en manifestarse y el disparo de un Boomer dio contra la cola del helicóptero haciendo que este cayese girando erráticamente.
-¡¿Se los dije o no se los dije?!
-¡TODOS SUJÉTENSE!- maniobrando lo mejor que pudo, el piloto hizo que el helicóptero cayese en una enorme acumulación de nieve que amortiguó su caída.
-¡AFUERA TODOS!- fuero lo primero que Lincoln dijo apenas salió comenzando a dispararle a muchos Locust que se les aproximaban.
-¡Si ellos están aquí es porque también buscan la fábrica! Debemos subirnos al tanque y acabarlos cuantos antes- dijo Clyde haciendo lo mismo que él.
-¡NO PODEMOS! ¡El Centauro cayó de costado y ellos no van a esperar a que lo enderecemos!- dijo Liam disparando su pistola Boltok.
-¡Centro de Mando, aquí Halcón F-18, fuimos derribamos por los Locust cerca de las Tierras del Norte, requerimos de...!- el piloto intentó pedir ayuda pero recibió un balazo en la cabeza.
-¡Carajo, carajo, carajo!- repetía Zach disparando su Sniper con cada palabra que decía.
-¡DEBEMOS HUIR!- gritó Stella también abriendo fuego contra quién podía.
-¡Ya saben que hacer! Granadas de humo para distraer, ¡YA, YA, YA!
Aplicando la misma táctica, crearon una cortina de humo para que los Locust no pudieran ver sus movimientos y así escapar intentando formular algún plan de perderlos entre tanta nieve sin que los persigan a la vez que deben erradicarlos para que no hallen esa fábrica.
Sin embargo, unos Agujeros de la Emergencia se crearon delante de ellos y no les quedó de otra que dispararle a todo Locust que intentara salir de ellos y no les estorbase.
No contando con una sorpresa desagradable.
-¡IIIAAARRR, UUUAAARRRGGG!- de uno de esos huecos salió un infernal canto que tuvo el poder de hacer que los Locust heridos levitasen un momento en el aire mientras brillaban de color claro hasta que todas sus lesiones fueron curadas lo suficiente para que volvieran a luchar.
-Ese rugido... ¡¿KANTUS?! Ha pasado como una eternidad desde que no vemos a uno de ellos.
El responsable de eso se trataba de una casta de Locust muy diferente a cualquier otra. Para empezar, es bastante más alto y esbelto que Drones promedio, sus piernas parecen patas de pollo musculosas, sus bocas tienen doble hilera de dientes y lengua bífidas, sus prendas son algo ornamentadas, usan una pistola metralleta Gorgon como arma principal y por último llevan puestos un casco alto con forma de pote.
-¡DESTRUIRLOS!- su voz era distorsionada y casi no se le podía entender bien, pero no tuvo que repetir esa orden para que los Locust que curó atacasen a los Gears.
-¡ACABEN CON ESE MARICA PRIMERO!- Lincoln quiso atinarle, pero el Kantus dio un hábil salto a la derecha, escudándose detrás de los Drones que están delante suyo, y al enderezarse arrojó unas granadas que emanaban un raro humo verde.
-¡GRANADAS DE TINTA! ¡No las respiren o morirán envenenados!- Clyde fue el primero en reaccionar y se llevó el antebrazo derecho a la cara justo antes de que esas armas cayesen a sus pies generando una cortina de gas de coloración verdosa.
-¡¿Cómo vamos huir de aquí?!- Stella vio que los demás Locust se les acercaban.
-¡TODOS AL TANQUE! Con suerte podremos pedir ayuda mediante su radio y resistiremos mucho mejor lo que estos monstruos nos lancen, ¡ANDANDO!- quiso guiar Liam.
-¡UUUAAARRRG OORRRAAAHHH!- pero el Kantus al emitir otro canto demoniaco hizo que de los Agujeros E ahora salieran muchos Tickers que parecieron ser guiados por él para que fueran tras ellos.
-¡MIERDA, CUIDADO!- apenas teniendo tiempo de detenerse, Lincoln le dio una patada a una de esas minas ambulantes alejándola de sí.
Pero la explosión tuvo la suficiente fuerza para mandarlo a volar varios metros en el aire, soltase su Lancer y cayese justamente a los pies del Kantus.
-¡LINCOLN!- intentó ir a salvarlo Clyde, pero Liam lo sujetó y obligo a retroceder para no terminar despedazados por los otros Tickers que casi estallaron en sus caras.
Desorientado, el Sargento Loud se sobó la cabeza tratando de incorporarse hasta que notó al Kantus en frente suyo, así que por instinto sacó su pistola de cañón corto.
-¡UUURRRAAA GRAAAHHH!- pero este otro potente rugido de su parte bastó para que soltase su arma y se volviera a desplomar llevándose las manos a los oídos retorciéndose en agonía como si le hubieran vertido ácido corrosivo en el cerebro.
-¡MUERE, HUMANO PATÉTICO!- alzó su pie derecho para aplastarle la cabeza.
-¡NO, LINCOLN!- volvió a gritar Clyde, pero ahora unos Desgraciados intentaron atacarlo y a sus otros compañeros no teniendo forma alguna de socorrerlo.
¿Así iba a terminar todo? ¿Morir aplastado como un insecto por la pata de esos demonios? ¿Cómo le pasó a la más pequeña de sus hermanas? Sería un final indigno para alguien que ha sufrido como ningún otro y que jamás pudo encontrar la Paz siendo por siempre un alma errante en búsqueda de venganza contra aquellos que hicieron de su vida el peor de los infiernos.
Otra vez, la vida y el destino tenían otros planes para él.
-¡BAUM!- el poderoso e inconfundible disparo de un pesado rifle One-Shot dio contra el Kantus literalmente volviéndolo puré y que sus trozos cayesen encima del peliblanco.
-¡¿Pero qué rayos...?!- ni Zach ni ningún otro Gear supo que decir ante ese y los otros poderosos disparos que también hicieron añicos a muchos Locust.
-¡MIREN ESO DE ALLÁ!- la Guardia Ónix señaló algo en el cielo.
A la lejanía se aproximó un tipo de planeador sin motor que descendió hasta estar a una altura de entre 20 y 30 metros sobre el campo de batalla.
-¡FUERA BOMBAS!- su piloto soltó una hilera de explosivos que cayeron en el campo de batalla matando a por lo menos la mitad de todos los Locust y cerrando los Agujeros E.
-¡CARAJO!- Lincoln apenas se pudo reponer lo suficiente para correr y evitar volverse añicos.
De entre una colina de nieve surgió un raro vehículo de color blanco y gris parecido al Tanque Tauro de Alarcón, pero cuyas armas no se parecen en nada a las de cualquier otro carro de guerra que ellos hayan visto antes.
Porque tenía como arma principal una rara fusión de dos cañones qué en vez de disparar un misil sólido, expulsaban un tipo de red metálica que al extenderse abarcaban 10 metros de diámetro que al dar contra los Locust los partían en cubos de carne.
Encima poseía lo que parecía ser una ballesta que disparaba sucesivamente de flechas explosivas, en el costado derecho tiene un cañón que lanza muchas granadas venosas iguales a las del Kantus que no solo intoxicaban a los Locust, sino que nublaban su visión no sabiendo por dónde atacar.
-¿Tienen frío? ¡DESCUIDEN! ¡Ahora mismo les hago entrar en calor, ¡JAJAJAJAJA! ¿Entienden?- uno de los ocupantes del tanque manejó un lanzallamas adosado al costado izquierdo que expulsó una larga llamarada.
No solo quemó a los Locust, sino que debido a la nube venenosa que los envolvió se encendió y los estalló como si un depósito de combustible les hubiera caído encima y alguien le arrojase un cerillo prendido.
-¡¿Quiénes son esas personas?!- quiso saber Stella que se escondió detrás del tanque volcado junto con Lincoln y los demás miembros del Escuadrón Serpiente.
-No tengo la más remota idea, pero me encanta su forma de matar a los Locust- el asombro del líder solo era opacado por el deleite que le daba ver morir de ese modo tan brutal a los monstruos de sus pesadillas.
-¡HAAARRIIIARRR!- su regocijo fue interrumpido por el Corpser que había creado los Agujeros E del que surgió el Kantus y extendió sus patas para aplastar a ese peculiar tanque de guerra.
-Demasiado lento- pero la persona que antes disparó el One-Shot, lo volvió a usar para crearle un enorme agujero en la cabeza al coloso que cayó de espaldas generando un último temblor.
-Todo despejado, chicas- la conductora del tanque se estacionó delante del equipo de Gears que expectantes aguardaron a que sus ocupantes bajaran resultando ser solo tres mujeres a las que se les unió la que iba en el planeador cuándo aterrizó.
Todas usaban armas y armaduras de la CGO modificadas de diversas maneras y no se les podían ver las caras por los cascos que llevan puestos.
-No sé quiénes sean, pero en nombre de mi equipo, les doy las gracias salvar nuestras vidas- ofreció la mano derecha el peliblanco, pero la más alta de ellas y la aparente líder se la apartó de un fuerte manotazo.
-No confundan las cosas. No hicimos esto por salvarlos a ustedes, sino para acabar con esos otros monstruos- sus compañeras les apuntaron listas para disparar cuando se los ordenara.
-Más supervivientes que nos odian a muerte... ¡Lo que faltaba!- quejándose, Zach y sus amigos también se alistaron a hacer lo que hiciera falta para salirse de la situación.
-Ni se les ocurra- pero una apática voz a sus espaldas los tomó por sorpresa -hagan un movimiento en falso y será lo último que hagan en esta vida- se trataba de una mujer que llevaba una capucha y capa blancas apuntándoles con pistolas metralletas que llevaba en cada mano.
Inesperadamente, de la nieve que rodea ese campo de batalla surgieron varios sobrevivientes que habían permanecido ocultos hasta que los Locust fuesen vencidos para acercárseles con armas en mano listos para asesinarlos.
Extrañamente la mayoría, por no decir prácticamente todos ellos, eran en verdad mujeres con prendas adecuadas para ese frío ambiente.
-Bajen sus armas ahora- ordenó la que empuñaba el One-Shot no dudando en apuntarles con este.
-De nuevo esto...- sin más opción, hicieron lo pedido.
-Literalmente tienen una sola oportunidad de explicar que hacen aquí. Así que explíquense o haremos que se unan a las otras bestias malditas- les dio un ultimátum la líder.
Tan renuentes como lo estuvieron en la base del Tío Grandpa, tuvieron que darles una rápida explicación sobre cuál era su objetivo.
-¡PURF! Típico de la CGO. Destruyen todo lo que crea que es una amenaza sin ponerse a pensar a quiénes realmente lastiman. Desháganse de ellos, chicas- no dudó en dar esta orden.
-Será todo un placer- una de las que operó su tanque llevaba un lanzallamas, y aunque no se le podía ver la cara, era palpable el gusto que le daba la oportunidad de matar Gears.
-No...- Stella miró aterrada como las otras mujeres alistaron sus armas para aniquilarlos.
-Esperen por favor, señoritas, les aseguramos que no estamos aquí para causarles problemas. Lo único que queremos es evitar que los Locust puedan crear armas de destrucción masiva con las que puedan...- quiso explicarles Liam, pero recibió un fuerte golpe en el abdomen.
-Basta de charlas y acaben con ellos para largarnos y regresar a casa antes de...
La líder dejó de hablar cuando notó algo que la asombró. Al ver más detenidamente a Lincoln, se percató del peluche de conejito que alguna vez le perteneció a la pequeña Lily que aún cuelga de su cuello estando muy sucio, así que extendió la mano para quitárselo de un rápido jalón.
-¡ESO ES MÍO!- tal falta de respeto encendió la ira demencial en su interior y trato de recuperarlo, pero las otras mujeres le pegaron el cañón de sus armas al cuerpo inmovilizándolo.
-Este es... imposible- ella habló como si tuviese el objeto más valioso del mundo en sus manos -¿De dónde sacaste este peluche?
-¡¿Y a ti que te importa?! ¡DEVUÉLVEMELO!- amañó con arrebatárselo, pero también recibió un duro golpe por parte de la que empuñaba el One-Shot.
-¡Lincoln, por favor, cálmate!- imploró Clyde.
Pero con tan solo llamarlo con su nombre, hizo que la líder y sus compañeras se viesen mutuamente anonadadas, casi creyendo que estuviesen metidas en un sueño irreal.
-Lincoln... ¿Tú nombre es Lincoln Loud?
-¿Qué?- él y sus amigos también se vieron entre ellos confundidos -sí, mi nombre es Lincoln Loud. ¿Cómo lo saben?
-No... no puede ser... ¡ES IMPOSIBLE!- la que antes manejó el planeador se llevó una mano al pecho observándolo de arriba abajo.
-¡¿En verdad tú eres Lincoln?!- quien usa el lanzallamas ahora detonaba un asombro desbordante.
-¿Quiénes son ustedes? ¿Cómo me conocen?- al sentir como la hostilidad que le tuvieron se esfumó, se aventuró a preguntar el sargento de pelo casi tan blanco como la nieve que ahora los rodea (NA: música dramática por favor)
-¿Cómo no vamos a conocerte cuándo tú...- siguió hablando la mujer al mando quitándose despacio su casco -... eres nuestro hermano?
Lincoln, Clyde, Liam y Zach abrieron enormemente los ojos cuando pudieron verle la cara.
-... Lo... Lori... eres... ¿Eres tú?- el primero en romper el silencio que se formó fue el tuerto, creyendo que veía una ilusión o espejismo.
-Tú... eres Clyde, ¿Correcto?- ella se demoró un poco en reconocerlo también sorprendida.
-Lori... mi hermana... estás... ¿Estás con vida?- Lincoln extendió sus manos que temblaban para poder tocarla casi llorando de la emoción.
-Y no es la única, Brother- habló la dueña de ese planeador también despojándose del yelmo.
-Lu... ¿Luna?- se trataba de su hermana musical.
-No te olvides de mí- canturreó la portadora del lanzallamas.
-Luan... no... ¡NO PUEDO CREERLO!
-Pues créelo, es la verdad- habló la del One-Shot que sonó algo brusca.
-Lynn...- también extendió una mano hacia ella.
-Suspiro... jamás dude de mis amigos del Más Allá- dijo la que usaba la capucha y capa blancas.
-Lucy...- reconocería en donde fuera su negro cabello y pálida piel -¿Esto es real?
-Claro que lo es, Linky- la otra ocupante de ese tanque extrañamente no se quitó el casco.
-Esa voz... ¿Eres Lola?- tuvo algo de dificultad para saber que se trataba de ella -mi hermanita... por favor, déjame verte bien- trato de quitarle esa protección, pero ella retrocedió como si tuviese miedo de que la vea a la cara -¿Lola?
-Lincoln...- Lori le puso una mano en el hombro y cuando la volvió a mirar resultó que era ella quién lloraba de la emoción -¡No sabes la alegría que me da ver que estás vivo, hermano!
No conteniéndose ni un segundo más, le dio un fuerte abrazo que él correspondió gustoso.
-Oh...- tal escena tan conmovedora hizo que a Liam se le escapase unas cuantas lágrimas, Zach y Stella se preguntasen como era posible eso y Clyde, aunque no derramaba lágrima alguna, vio todavía perplejo a la que en su juventud fue la dueña de su corazón.
Era como si después de tanto sufrimiento, sacrificio y miles de tormentos, la vida al fin le diera a Lincoln Loud la oportunidad de ser genuinamente feliz y compensar todos esos años de tortura continua y pudiera de una vez por todas darle vuelta a la página y cerrar esa vieja herida al ver nuevamente a los que creyó perder para siempre.
Pero, ¿Realmente así será?
Capítulo quince completado el 18/04/2021.
¡TARARARAN, TARARARAN! Estoy totalmente seguro de que nadie se esperó que las hermanas de Lincoln estuviesen con vida y le salvaran el pellejo, toda una sorpresa monumental como se los afirmé en el capítulo anterior, ¿No?
¿Cómo es posible que ellas sigan con vida? Bueno, si recuerdan el flash back de Lincoln este vio como ellas, excepto Lily que murió pisoteada por RAAM, cayeron por un precipicio dentro de un camión de transporte... pero no tuvo manera de corroborar que ellas en verdad murieron por esa caída.
Hay que siempre estar pendientes en ese tipo de detalles antes de dar por hecho que algún personaje muere o no, es algo que muchos guionistas han aprovechado para hacer que personajes "muertos" milagrosamente aparezcan de la nada estando vivos y en una sola pieza (Tal y cómo se puede apreciar aquí XD)
Pero entonces... ¿Qué sigue ahora para el peliblanco de actitud bipolar? ¿Sus hermanas lo ayudarán en su misión? ¿Cómo estas han podido sobrevivir los 14 años que ha durado la Guerra Humano VS Locust?
Eso lo sabrán más adelante mediante algo MUY especial que he querido hacer desde hace mucho tiempo ;D
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