Siempre se ha difamado a esta institución educativa a pesar de los rumores de personas desaparecidas, incluso mi compañera Lana siempre ha sido torpe al bromear al respecto. Se caracteriza por siempre llevar camisas desordenadas y una apariencia poco arreglada.

Me llamo Abbie, soy un chico un tanto tímido y torpe en varios aspectos. Desde hace mucho tiempo me gusta Lana, pero no puedo expresar mis sentimientos, no solo por mi timidez, aunque sin duda es un factor importante. Me gustaría decirle "te amo", mi corazón late con fuerza cuando estoy cerca de ella. A pesar de las bromas y las molestias, es lo que despierta ese sentimiento en mí que me consume desde adentro, sin darme cuenta de que eso fue el principio de mi perdición.

El pobre chico yacía en el suelo, con sangre brotando de su rostro, mientras uno de sus ojos sobresalía de su cuenca. La escena era impactante, con el sonido del masticar y la humedad escurriendo por el suelo. Desde la ventana, una chica observaba atónita. En sus últimos momentos, Abbie logró mover su único ojo en dirección a la chica detrás de la ventana, sus labios se movieron y Lana alcanzó a leer su última palabra de despedida. Un "Te amo" que la hizo romper en llanto y huir.

Ella corrió por los pasillos, con lágrimas en los ojos, recordando la imagen de la profesora Circle devorando a su amigo, con vida. Aquel amigo con quien solía jugar, reír y disfrutar.

Retrocedamos en el tiempo y recordemos cómo ocurrió todo, unas horas antes...

El tímido Abbie se encontraba en el salón de clases junto a la apasionada Lana. Sus asientos estaban más adelante que los futuros amigos Engel y Claire, y sus calificaciones eran mediocres, sobre todo las de Abbie, que últimamente iban en decadencia. La razón era simple: la diversión de hablar con la chica hacía que las clases pasaran a un segundo plano. Riendo, jugando y disfrutando juntos.

Sin saber que la muerte de Abbie estaría vinculada a esto, luchando por comprender sus sentimientos, la mente de Abbie se debatía en conflicto. Al salir de la preparatoria y llegar a su departamento, se sumía en la desesperación, hablando consigo mismo noche tras noche. Lana – su voz temblaba al pronunciar su nombre, y besaba su almohada como si fuera ella, imaginando tocar sus labios dulces y delicados. El miedo a no ser correspondido le impedía expresar sus sentimientos.

Este pensamiento, tan hermoso pero perjudicial, lo llevó a una situación límite. La profesora Circle parecía interesarse más en él, lanzando insultos y burlas. La tortura psicológica diaria lo llevó al colapso, y sus calificaciones se desplomaron por estar absorto en sus propios dilemas. Quería confesarse a Lana, pero temía que ella lo viera como una molestia.

Cuando desencadenó toda la tragedia, en un atardecer aparentemente normal, el miedo y la ansiedad se apoderaron de él. Al sentir que alguien lo seguía, cada paso se volvía más pesado y el pánico lo invadía. Una sombra lo arrastró a unos salones, donde sufrió un violento ataque que lo llevó a la muerte con un compas gigante.

En su último suspiro, Abbie solo pudo susurrar el nombre de Lana.

Quería expresar lo que sentía con sinceridad, anhelaba hacerlo y supliqué que ella lo supiera. Imploré ayuda a quienes me rodeaban sin saber que no había nadie y, mientras mi corazón latía con fuerza, abrí mi único ojo, divisando la silueta de aquella encantadora chica. Mis dientes se apretaron con determinación mientras, en medio de la agonía de ser devorado, la observé a través de la ventana de la puerta. En un leve movimiento de mi cuerpo, intenté gritar, pero mi voz ya estaba extinta.

"Deseo decirle".

Mi mente se llenó de temor, pero al sentir que era mi última oportunidad, finalmente mis labios actuaron con delicadeza y, a pesar de las dificultades, logré articular las palabras: te amo, en medio de esos movimientos desgarradores.

No experimentaba miedo ni ansiedad, sino alegría, al fin pude expresar mis sentimientos. A pesar de que mi sonrisa se transformó en gestos de dolor, la chica salió corriendo sin importar la amenaza de ser devorada. Con orgullo y felicidad, a pesar de mi cansancio, con mi mano inerte manché el ojo de la señorita Circle y le dije con una sonrisa torpe:

- ¡Pudrete, estúpida demonio! - Me atreví a proferir esas palabras a pesar de mi limitación física y al tomar su boca parecía alejarla de mi, después de todo quería hacer realidad mi último deseo - ¡Te amo, Lana!

El grito resonó en toda la preparatoria y, al escucharlo a lo lejos, la chica puso su mano en su boca, desatando un torrente de lágrimas al presenciar aquella escena tan perturbadora.

- Yo también te amo - murmuró ella al caer al suelo, pero al intentar huir de la preparatoria, tropezó con un árbol y se rompió levemente la nariz- Yo también te amo, Abbie.

"Quiero creer que es una pesadilla"

Aunque todos sabemos lo que seguiría después de eso.

"Lana desapareció el día siguiente"