capitulo siete: ansiedad y arrepentimiento.

En ese momento, la apoyé y ella estalló en lágrimas. No lograba comprender ese instante, y jamás imaginé que sería la última vez que la vería.

Tras el golpe de miss Circle. Quedé entre suspiros y temores cuando ella me dejó allí. Al colocar su compás en mi cuello y sentir el filo de la punta, tragué saliva. Al lamer mi rostro, que se tornó azul por el asco, una mueca de odio se dibujó en mi cara. Jamás pensé que podría odiar tanto a una profesora.

Tras susurrar algo en mis oídos, mi miedo aumentó como una vela en la noche. Al escuchar a miss Circle decir "aun así no pudiste hacer nada", mis ojos se abrieron de par en par. Me levanté entre temblores, con mano temblorosa sobre mi rostro, envuelto en oscuridad, caminé hacia ella mientras la ansiedad y el miedo me invadían.

- ¿Dónde está Claire? - exclamé con rencor. Ella simplemente negó que algo le hubiese sucedido. Su sonrisa aterradora y gigantesca me destrozó por dentro, mi corazón latía con fuerza mientras mi rostro se volvía azul del miedo y el asco. Comencé a correr de pasillo a pasillo.

- Por favor, dime que estás bien - dije entre carreras y gritos de miedo. Algo en mi intuía que algo había ocurrido, pero me negaba a aceptar que algo malo le había pasado a la alegre Claire. Corría con el sudor cubriendo mi ser, deseando ver su sonrisa. Incluso llegué a patear la puerta de la biblioteca y, al confundir a una chica con cabello similar con ella, fui interrumpido por gritos de estudiantes a lo lejos.

La figura parecía distorsionarse y poco a poco su imagen cambió a la de la dura y mala Alice, con una paleta en la boca, la cual mordió y destruyó en mil pedazos en el suelo. Negaba aquello, no podía aceptarlo, solo anhelaba ver a Claire. Rogaba a mi corazón cesar su latir y a mis manos detener su temblor. Mi mirada decaída se dirigía hacia un grupo de personas rodeando a alguien a lo lejos.

Caminé lentamente y mis ojos captaron el impactante escenario. Entre temblores, vi la sangre derramada en el suelo. Me resistía a levantar la mirada y enfrentar aquella imagen. Lloraba sin consuelo, tan cerca que debí ser apartado por otros estudiantes. Deseaba verla, pero la visión era horrenda. La sangre seca se convirtió en un espejo, reflejo de su rostro sonriente en su último aliento.

La desolación me embargó, golpeé mi rostro contra el suelo y mis lágrimas, ya sin significado, eran testigos de mi dolor. Anhelaba retroceder en el tiempo, lamentando no haberla dejado sola en la biblioteca. Fue culpa mía que ella llegara a esa maldita preparatoria.

-¡No, no! Me rehúso a aceptarlo - me niego.

Cuando la dura realidad me golpeó, miré hacia arriba y un leve recuerdo de aquella niña me invadió. Recordé los momentos de juego de nuestra infancia, compartiendo risas y dibujos. Mi mente se aferraba a esa imagen, a esa sonrisa. Pero la verdad era brutal, y la escena descubierta por los profesores revelaba que Claire estaba muerta. Aunque, en lo más profundo, sabía que no era cierto, mintiendo a mi mismo.

Los docentes nos dieron el día libre ante semejante tragedia. Bubble estaba presente, y al verme partir con la mirada perdida, se acercó y me dio un suave empujón en el hombro. A pesar de ser reservada, sus gestos cariñosos me reconfortaron en un rincón apartado. Golpeaba el suelo con desesperación, deseando encontrar a alguien que me criticara.

- Todo es culpa tuya, Engel - murmuré entre lágrimas y desesperación, el miedo y la ansiedad carcomiéndome desde adentro. El corazón latía desbocado, tucun, tucun. Las lágrimas se mezclaban con el sudor, y un revuelo de demonios internos nublaban mi pensamiento. Mis manos parecían poseídas cuando arañaba el suelo con fuerza, dejando un rasguño profundo.

Al levantarme, mis ojos buscaban a Bubble, pero solo hallaron el vacío. En mi torpeza, la hice caer y un arañazo accidental manchó su piel con sangre. La disculpa brotó de mis labios, pero al contemplar la gota escarlata resbalar por su mano, un amargo recuerdo de Claire se apoderó de mi mente. Corrí sin aliento, abrumado por lo que hice, claramente no estaba bien psicológicamente en ese momento.

¿Fui yo quien causó eso?
Soy un demonio, pero no me siento como tal.

No quería lastimar a Bubble ni a Claire, no lo deseaba, simplemente no fue mi intención. Al detener la carrera, retrocedí al sentir la presencia de Bubble detrás de mí. Mis ojos temblaron con intensidad, mi egoísmo había desencadenado la tragedia con Claire, no podía permitir que algo malo le sucediera a Bubble, lo urgente era pensar... relajarme... descansar... Mi cabeza pesaba como una losa.

Ahora mismo no estoy estable para tener una conversación clara.

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