•29•
—Entonces iremos a la bolera.
—Y la que pierda paga la comida del resto.
—Es algo justo.
Las tres compartían su opinión en el taxi, camino a la bolera.
ChaeYoung estaba emocionada, bastante la verdad.
Se sentía cómoda al estar con Mina y Jihyo, como si fueran mejores amigas.
Ahora se sentía un poco estúpida por no haber reconocido a Jihyo y pensar que era una chica con la que Mina estaba saliendo. Había aprendido a no sacar conclusiones adelantadas.
Le gustaba ver que Mina intentara recuperar su confianza y su amistad, porque eso demostraba lo mucho que estaba arrepentida y lo mucho que la quería de vuelta.
Ella también extrañaba a Mina, la mayoría del día, pero prefería no pensar en ello y distraerse con otras cosas.
Su corazón todavía estaba herido.
—Que bueno que podamos pasar un rato juntas, antes de que te vayas—La mayor lo miró—Deberías quedarte un tiempo más, Mina te ha extrañado mucho.
Mina fulminó con la mirada a Jihyo, quien sonreía divertida.
—Es verdad, tu misma me lo dijiste ayer. Espero que no pase tanto tiempo para que se vuelvan a ver, sé que Mina es una idiota a veces, pero en el fondo es una buena chica.
—Jihyo, no era necesario.
—Claro que sí, si no lo decía yo mucho menos lo ibas a decir tú.
Y antes de que las hermanas comenzaran a pelear, ChaeYoung intervino.
—Yo también la extrañé, era raro estar sin ella—Ambas hermanas se callaron—Para la próxima no dejaré que pase tanto tiempo, lo prometo.
Una pequeña sonrisa iluminó el rostro de Mina.
—Si vuelves a venir de visita, avísame para venir yo también—Le sonrió a Jihyo—Podríamos planear algo divertido y pasar un buen rato.
—Claro que sí, aunque no sé cuando volveré. Tengo tanto trabajo últimamente que con suerte puedo llamar para saber como están.
—Debes cuidarte, no te sobre exijas— ChaeYoung la aconsejó—No quiero que te ocurra nada.
—Tu también debes cuidarte, pequeña Chae—Le acarició la cabeza—Las das deben cuidarse, comer bien y dormir lo suficiente.
—Sí, mamá—Dijo Mina en burla— Estamos grandes, podemos tomar nuestras decisiones solas.
—Aunque algunas no sean las mejores.
Mina volvió a fulminar con su mirada a Jihyo, y ella simplemente se encogió de hombros.
El taxi se detuvo frente al lugar, y los ojos de ChaeYoung comenzaron a brillar de la emoción.
Las tres bajaron, y entraron al lugar.
—Ustedes dos—Jihyo las miró—Serán pareja, yo jugaré contra ustedes.
Ambas chicas se miraron con una sonrisa.
—Bien, pero que sepas que te ganaremos.
—Chae y yo somos un gran equipo.
Chocaron los cinco.
—Yo si fuera ustedes tendría miedo, yo soy excelente en este juego.
—Eso está por verse, hermanita.
ChaeYoung estaba concentrada.
Se posicionó, y lanzó la bola con rapidez.
Esperó, y los bola chocó contra todos los bolos.
—¡Strike!—Gritó Mina con emoción— Acabamos de ganar—ChaeYoung se acercó con una sonrisa y la abrazó, compartiendo la felicidad.
Y efectivamente, su equipo era el ganador.
—Espero que no quieran ir a un lugar muy caro, no quiero gastar tanto dinero.
—Dijimos que la que perdía pagaba la comida, nunca acordamos que no gastaríamos tanto—Mina sonreía— Tengo una idea de donde podemos ir.
—Dime—Chae acercó su oído a Mina, y esta le susurró. Sonrió y asintió divertida.
—Esas sonrisas me dan miedo, sinceramente—Jihyo negó—Siento que yo y mi billetera sufriremos.
La pareja se encogió de hombros.
—No te lo diremos hasta llegar al lugar—Mina avanzó—Ahora vamos por nuestras cosas para irnos luego.
Salieron de la zona de juego, y se dirigieron a cambiarse los zapatos. Recogieron las pocas cosas que traían y salieron del lugar, chocando con el frío que hacía.
—Mierda—Susurró ChaeYoung, soplando sus manos.
Jihyo se giró, en busca de un taxi que los llevara.
—Anda, dame tus manos—Mina estiró las suyas, y ChaeYoung las tomó—Si las mantenemos unidas se mantendrán cálidas y no te dará frío.
ChaeYoung miraba con fascinación el agarre de manos.
Sentía raro cada vez que Mina la tocaba.
Era algo extraño, pero agradable.
Le gustaba esa sensación.
Lo malo es que no podría tenerla para siempre.
—¿Estás bien?—Mina le preguntó— Te ves rara.
ChaeYoung la miró directamente a los ojos, y quiso llorar.
—¿Me das un abrazo?—Preguntó tímidamente.
Y en menos de un segundo, se encontraba entre los brazos de Mina, sintiendo la calidez de ser abrazado por ella.
Y recién se daba cuenta de lo mucho que había extrañado esos abrazos.
—No te voy a dejar, a menos que tú me lo pidas—Mina le susurró—Yo de verdad te quiero a mi lado, para siempre, aunque no te merezca.
El abrazo se intensificó.
—Quédate, por favor. Prometo que te cuidaré y te amaré hasta mi muerte, pero quédate aquí.
—No ahora, Mina —Respondió—No todavía.
—¿Pero volverás, en algún momento?
—Volveré, créeme—Rió levemente.
Se separaron a duras penas, casi sin intenciones de hacerlo realmente.
—Ya conseguí un taxi—Jihyo se giró en la dirección de las chicas— Vengan rápido.
Ambas chicas se acercaron con rapidez, y subieron al taxi junto a la mayor.
Mina dio la dirección del lugar, bajo la mirada de Jihyo.
—Espero que sea un lugar con comida exquisita.
—Claro que sí, Chae y yo hemos ido a comer muchas veces ahí, la comida es asombrosa.
—Sobre todo los postres—ChaeYoung sonrió— ¿Pediremos postres también, Mina?
—Claro que sí, si tú lo deseas—Mina le sonrió—Pediremos muchos postres.
—No me dejen pobre, por favor—Jihyo las miró—No sean malas conmigo.
—No te dejaremos pobre, pero aprovecharemos la situación.
—Dios, ¿En qué momento las dejé ser pareja?
—Muchas veces, partiendo hace años— Respondió ChaeYoung— Pero ahora quizás te equivocaste. Debiste haber hecho pareja con alguna de nosotras.
—Yo no recordaba que Mina fuera tan bueno en ese juego.
—Solíamos venir con ChaeYoung, DaHyun y Momo— Respondió, casi sin decir el último nombre.
—Nos divertíamos bastante, era genial—La menor sonrió con melancolía.
Las dos chicas se quedaron en silencio, recordando cosas.
—Ya, no se pongan tristes—Jihyo les sonrió—Hay que dejar el pasado atrás y enfocarse en el presente y futuro.
—Tienes razón, pero cuesta un montón- —Respondió ChaeYoung.
—Yo sé que lograrán sanar sus heridas— La mayor asintió—Y quizás en algunos meses más volverán a estar juntas y serán felices, complementándose como solían hacerlo antes.
Las chicas desviaron la vista, algo avergonzadas.
Por que quizás, las palabras de la chica venían cargadas de verdad.
Quizás terminarían juntas.
➜᎒minsungpapas.
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