•28•
Con solo abrir la puerta, sus miedos aumentaron.
Miró a su alrededor, y la vio, en la misma mesa que estaban sentadas la primera vez que hablaron.
Caminó lentamente, sintiendo que de pronto sus pies pesaban demasiado.
Dio un pequeño suspiro, y se enfrentó a aquella chica.
—Mina—Dijo con nervios —¿Como estás?
—Bien, supongo—Se encogió de hombros—¿Como estás tú?
—No lo sé—Respondió con una mueca—Siento tantas cosas a la vez.
—Sabes que puedes contarme cualquier cosa, porque no te juzgaré—Mina la miró fijamente —Sé que no confías en mí ahora, lo comprendo perfectamente, pero quiero que sepas que sigo aquí, a tu lado, apoyándote en todo lo que necesites.
—¿Sufriste mucho cuando yo me fui?
—Demasiado, nunca había sentido un dolor tan fuerte—Hizo una mueca —Cuando te fuiste realmente me sentí un ser miserable y egoísta, una persona malvada. Recién ahí fui consciente de todo el daño que te provoqué por meses y meses, de todo el dolor que tenías guardado dentro de tu corazón, del sufrimiento que era vivir para ti y fingir que estaba todo bien. De verdad que sufrí, y Momo solo empeoraba las cosas, me solía echar la culpa a mi solamente de todo lo que pasó, llamaba para decirme que era una mierda de persona y que merecía el infierno. Pero también llamaba cuando estaba borracha, pidiéndome que no la dejara sola, y yo como tonta la iba a cuidar.
La menor mantenía el silencio, escuchando atentamente las palabras de Mina.
—¿Y por qué lucían tan felices en la playa?—Preguntó, intentando completar su historia.
—Porque me dijo que sería una buena idea venir a la playa por unos días, y tú sabes que me encanta la playa, así que acepté de inmediato. Y ahora mismo, no me arrepiento de haber aceptado.
Mina estiró su mano, lentamente, hasta tocar la mano de ChaeYoung.
Mina tenía miedo de que ChaeYoung la alejara.
Pero esta no lo hizo.
ChaeYoung tomó la mano de Mina, y la sostuvo con un poco de fuerza.
—Quiero volver a confiar en ti, pero me cuesta—Comenzó diciendo—Te amé y confié tanto en ti que ahora tengo miedo de volver a confiar y que me vuelvas a fallar de esta manera. Tengo tanto miedo de que me vuelvas a engañar con algo, que me mientas y me dejes, no quiero que te alejes de mi lado, pero a la vez siento que te necesito lejos. ¿Y sabes porque tengo tanto miedo? Porque, en mi corazón, aún existe amor por ti. Quizás no tanto como antes, pero hay, y se quedará ahí, porque te sigo amando. Una relación tan larga y linda como lo fue la nuestra no se olvida de un día para otro, como tampoco dejas de amar a alguien de un momento a otro. Sé perfectamente que no eres mala, porque te conozco hace mucho, sé lo bondadosa y cuidadosa que eres con la gente que amas, pero cometiste un error bastante grande, y que no solo te lastimó a ti porque me lastimó a mi también, pero soy capaz de ver lo arrepentida que estás, y puedo ver todo el esfuerzo que haces para recuperar mi confianza, cuidándome y siendo sincera conmigo en todo momento, y eso lo valoro mucho mucho.
Mina bajó su cabeza.
—Lo siento tanto, Chae—Apretó más el agarre de ambas manos—De verdad que lo siento. Te hice tanto daño que ni siquiera merezco ser escuchada por ti, pero aquí estás, escuchando mi historia y tratando de perdonarme. De verdad que eres un ángel en la tierra, y yo no lo supe hasta que te perdí.
Entonces Mina comenzó a llorar, arrepintiéndose de cada una de sus acciones pasadas.
ChaeYoung acarició lentamente el cabello de Mina, como solía hacerlo cada vez que la mayor lloraba por algo. Cuando levantó su cabeza, la menor secó sus lagrimas, aprovechando de dejar pequeñas caricias en ambas mejillas.
—Te demostraré que te amo, y que estoy arrepentida, lo haré—Mina sorbió su nariz y miró ambas manos juntas— Y todo esto quedará como un mal momento, como un obstáculo de la vida—Bajó lentamente la manga de la chaqueta de ChaeYoung, acercó sus labios y cerró sus ojos, dejando pequeños besos en cada cicatriz que tenía la menor.
ChaeYoung estaba llorando también.
—Está feo—Dijo ChaeYoung cuando Mina se alejó y recuperó la postura que tenía antes—Quedó muy feo después de todo.
—Pero forma parte de ti, y yo amo cada centímetro de ti, incluyendo esas cicatrices.
ChaeYoung esbozó una pequeña sonrisa.
—Boba, me hiciste llorar—Dijo secando sus lágrimas.
—Hey, tú me hiciste llorar primero. Tus palabras pegaron directo en mi corazón—Mina también sonrió— ¿Hay algo más que quieras contarme?
—Sí—Asintió—Me iré de Seúl en tres días más. Lo digo para que lo tengas claro.
—Pensé que estaban viviendo con NaYeon, no pensé que fuera un viaje corto—Mina estaba asombrada.
—Ni yo ni DaHyun nos sentimos muy cómodas aquí todavía, así que volveremos con Sana.
—Si eso te hace bien, no hay nada de malo—Ambas sonrieron—Así que, ¿Tengo dos días para invitarte a salir y disfrutar de tu compañía?
—Exactamente.
—Entonces no perdamos el tiempo— Mina sonrió y se levantó, ChaeYoung la imitó—Disfrutemos este día.
Ambas salieron de la cafetería a pasos rápidos, bastante emocionadas.
—Iremos a buscar a la persona misteriosa al departamento y luego iremos a ...
—¡Déjame adivinar!—ChaeYoung interrumpió a la mayor—Iremos a la bolera.
—Que inteligente eres—Le revolvió el cabello—Iremos a la bolera y luego a comer algo.
Siguieron caminando un poco más, hasta llegar fuera del edificio.
Los recuerdos llegaron a ChaeYoung.
Entró junto a Mina, yendo directamente al ascensor.
Todo le traía tantos recuerdos.
Se observó en el espejo del ascensor, admirando cada detalle de ella y de Mina.
Seguían iguales, como si nunca hubieran pasado por tanto sufrimiento.
Al salir, el cuerpo de ChaeYoung reaccionó de inmediato, haciéndola caminar hasta la puerta de su antiguo departamento.
Mina abrió la puerta, mostrando el interior de este.
Todo estaba igual a cuando eran pareja, incluso las fotos seguían colgadas en la pared.
Se sintió como en casa.
Todo iba bien, hasta que sus ojos se toparon con el abrigo de una mujer colgado en el perchero. Sintió un poco de miedo, pero se controló. No había nada de malo.
—¡Ya estamos aquí!—Mina informó—Podrías apurarte para no llegar tan tarde.
—¡Dame un segundo!—Una voz femenina llegó a ellos desde el pasillo, y posteriormente se escucharon pisadas en su dirección.
El mundo de ChaeYoung se detuvo al ver a la chica que estaba frente a él.
¿Como no la pudo reconocer?
—¿Jihyo?—Preguntó sorprendida, y en cosa de segundos estaba sonriendo —Dios, sí eres tú.
Y corría a abrazarla.
Jihyo la abrazó de vuelta, con mucha fuerza.
La había extrañado.
—Chae, estás tan grande—Se alejó para observarla—Te ves más madura que la última vez que te vi.
—La última vez que me viste tenía dieciséis, ahora tengo veinticuatro—ChaeYoung rió—Estoy más grande.
—Para mi sigues siendo un bebé, al igual que Mina. Ambas son unas bebés todavía.
Mina se acercó a ellas con una sonrisa.
Y se dieron un gran abrazo entre las tres.
➜᎒minsungpapas.
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