Capítulo 2
II
Después que mi padre me dio la noticia salí corriendo a mi cuarto y lo único que podía hacer era llorar, entre llanto le conté todo a Bridge, ella tampoco podía creerlo.
Llegaron las personas que mi madre contrato para que me peinaran y maquillaran, en un par de horas ya estaba lista, lo único que faltaba era colocarme el vestido azul oscuro, cuello en V y ceñido al cuerpo, que me habían comprado y unas sandalias de tacón a juego.
Ya era de noche y muchas personas estaban en el jardín celebrando, riendo, bailando y disfrutando algo que yo odiaba.
—Hija ya están todos aquí. Tu padre te espera en su despacho.
Dice mi madre en tono... ¿preocupado? Si realmente se preocupa por mí ¿Por qué está permitiendo todo esto? Se supone que soy su hija y debería protegerme.
Me dirijo al despacho un tanto nerviosa, conoceré a mi prometido ¿estará de acuerdo con toda esta locura? O ¿es un títere más? Antes de tocar la puerta respiró profundo, realmente me siento nerviosa. Al entrar todos se me quedan viendo, con una gran sonrisa mi padre se me acerca, además de él están mi madre, una señora, un señor y un chico, este último me está dando la espalda pero al voltear no puedo creer a quien tengo justo al frente de mí.
—Evans te presento a mi hija y tu futura esposa Evelina— dice mi padre como si yo fuese el premio del ganador.
—Encantado de conocerte Evelina— su voz y su toque hace que mi piel se erice y mi corazón se acelere.
Me había quedado muda, bravo Evelina además de sorda ahora muda. El chico con que me había tropezado al salir del instituto ahora lo tenía frente a mí y lo peor es que será mi esposo.
—Pensé que nos habías dicho que es sorda ¿también es muda?— pregunta la mujer desconocida.
—Debe ser tímida— comparte el señor con su esposa una mirada cómplice.
Siento un fuerte apretón en mi cintura lo suficientemente fuerte para hacerme reaccionar.
—Lo... siento— digo entrecortada.
—Nos pueden dejar a solas, quisiera conocer un poco a mi prometida, los medios harán muchas preguntas así que debo conocerla un poco antes— dice sin quitarme la mirada pero un tanto cauteloso, como si quisiera medir mi reacción.
—Por supuesto, me parece que es lo mejor— agrega mi padre con satisfacción.
Todos se marchan y eso me pone mucho más nerviosa aún, él me ve de una manera, que me preocupa quedar a solas con él e indefensa... su mirada es tan penetrante que me hace sentir vulnerable.
—Cuando te vi hace unas horas parecías una chiquilla vestida de esa manera— dice caminando a mí alrededor— pero ahora, vestida así me resultas muy apetitosa— se detiene justo detrás de mí y dice eso último en un susurro cerca de mi oído.
— ¿Por qué quieres hacer esto?— preferí ir al grano, aunque quizás con eso mi posición bajará aún más y me viera perjudicada.
—Es una propuesta muy difícil de rechazar, y ahora que te conozco... me resulta aún más difícil rechazarlo. Mientras te portes bien y hagas todo lo que se te pide podrás disfrutarlo tú también— el sentirlo tan cerca me descolocó, mi mente quedo en blanco por unos segundos.
—Yo no te amo— fue lo único que mi labios logro pronunciar.
—Yo tampoco te amo, eso de casarse por amor quedó en el pasado, debes aprender una cosa muy importante, en nuestra familia todo se hace por negocio— dijo de manera dura y fría, por último acarició mi rostro y fue inevitable no cerrar los ojos, al dejar de sentir su tacto abrí mis ojos lentamente y en su mirada percibí tantas cosas que no supe definirlo.
Cuando se alejó de mí y mi mente repasó cada palabra que él acababa de pronunciar, me sentía conmocionada... ¿hasta dónde estarían dispuestos a llegar? ¿Podré escapar de todo esto?
—Ya debemos salir, recuerda sonreír y parecer muy enamorada, acabo de pedirte matrimonio así que debes actuar como tal, eres la prometida del soltero más cotizado... debes sentirte dichosa. Y colócate esto— dice entregándome un anillo de compromiso.
Me sentía atrapada, confundida y muy asustada, pero dichosa jamás. El coloco una mano en mi espalda para hacerme caminar, mientras más me acercaba a la puerta más nerviosa me sentía, tenía que buscar el modo de salir de todo esto.
Al llegar a las escaleras vi a todas las personas reunidas en el salón principal... me imagino que mi padre los hizo pasar, habían personas con cámaras y otras con pequeñas grabadoras, al darse cuenta que habíamos aparecido enseguida se aglomeraron al pie de las escaleras y empezaron hacer preguntas de todo tipo, ¿Quién es ella? ¿Es cierto que tiene novia? Algunos dicen que ya se casó, ¿es cierto? ¿Dónde se conocieron? ¿Fue amor a primera vista?
—Calma todas sus preguntas serán respondidas— dice con una sonrisa radiante y cara angelical.
Observo a mis padres desde lejos y ellos se les ve una sonrisa en su cara, satisfechos por su logro. Mi padre al darse cuenta de que lo estoy viendo me hace señas para que sonría. De manera forzada cumplo su orden, Evans me acerca más a él y con mucha paciencia responde a las preguntas de los periodistas hasta presentarme a la prensa como su prometida.
—Periodista: ¿Para cuándo es la boda?
—A los dos nos gusta mucho la temporada de diciembre, pensamos hacer algo romántico, más adelante les daremos los detalles.
"tan solo tengo unos meses para escapar" pensé.
—Periodista: ¿Cómo se siente al ser la única mujer que ha logrado conquistar el corazón del soltero más cotizado?
Cuando la periodista me coloca la grabadora junto a mis labios sentí un sudor helado recorrer mi espalda, por un momento pensé que me desmayaría, no sabía qué decir ante semejante pregunta cuando yo me sentía la persona más desafortunada del mundo.
—Eeeh... eh yo...
—Hace poco le pedí matrimonio, todavía está en shock, ahora si nos permiten queremos disfrutar de nuestra celebración.
Evans me llevó con él al jardín y por petición de algunos bailamos, durante todo el baile él se la pasó haciéndome insinuaciones y cada vez que tenía oportunidad me besaba, nunca imaginé que mi primera relación seria tan insípida, tan frustrante y egoísta.
Cuando pude escaparme no dejé pasar la oportunidad, estaba cansada de recibir las felicitaciones de todos los socios de papá y mucho menos las malas caras de unas cuantas chicas. Pase por un lado de Bridge y la lleve conmigo al salón pequeño, el lugar más seguro para conversar.
—No sé qué hacer, no me quiero casar con él, ayúdame a buscar una salida por favor— le rogué a mi hermana desesperada.
—La única manera en que podrás hacerlo es escapando, yo podría ayudarte, después que acabe la fiesta esperamos a que todos se acuesten y te escapas— la manera tan calculadora que lo dijo me sorprendió.
—Pero no tengo dinero ni a donde ir, además con mí sordera será difícil encontrar trabajo— dije angustiada, mi cabeza era un desastre a estas alturas.
—No te preocupes, yo te daré dinero— muy decidida y segura me responde.
Mi hermana y yo ideamos un plan, que a mi parecer es perfecto, ahora solo teníamos que esperar unas horas más y listo.
Salimos juntas de aquel salón y nos dirigimos al jardín donde estaban todos, Bridge se separa un poco de mí y me hace señas de que Evans se acerca.
— ¿En dónde estabas?— dice mirando mis ojos, analizándome.
—Solo entre un momento, es que estoy muy cansada, no estoy acostumbrada a todo esto— dije un poco nerviosa, aunque confieso que con respecto a los chicos siempre he sido tímida, nunca me había sentido tan intimidada como me ocurre con él.
—Pues ve acostumbrándote porque así será tu nueva vida— dice acercándose a mí con malicia.
—Hola cuñado, espero que la estés pasando bien— me siento aliviada con la presencia de Bridge.
—Muy bien— dice seco y cortante. Entre ellos hay un intercambio de miradas un poco peculiar, eso me extraña porque mi hermana no suele ser así con los chicos, ella es más del tipo de chica que es simpática y agradable, ¿Qué estará pasando aquí? Mi madre se acerca a nosotros e inventa una excusa para llevarse a Bridge, eso me dejo aún más pensativa, algo más para añadir a mi lista de cosas por averiguar.
—Espero que por tu cabecita pensativa no esté ideando la manera de escaparte...— dice suspicaz.
— ¿Por qué lo dices?— digo un tanto nerviosa
—Te voy a mostrar algo ven aquí— me lleva hacia la parte alta del jardín— ¿ves a esos dos hombres que están al final?
—Sí.
—Y aquellos tres de allá, son personas contratadas para vigilarte, no importa a donde intentes escapar ellos te van a seguir y me lo informaran y yo mismo iré a buscarte, te recomiendo que no intentes escapar sería una pérdida de tiempo para ti— giro mi rostro y me quedo observando su perfil, su expresión es fría y calculadora, al sentir mi mirada voltea su rostro, su mirada se suaviza al mirarme.
Me hace sentir confundida, pero mi parte racional se estremece al darse cuenta que no tengo escapatoria, mis ánimos de escapar se vinieron abajo, a cada minuto esto se pone peor. Solo tengo 2 meses para escapar como mínimo, después de eso escapar será aún más difícil, casi imposible.
Las horas fueron pasando con una mortal lentitud, cuando llegó la hora de despedirnos fue tan desesperante como cuando los conocí.
—Dejemos que la nueva pareja se despida— mi padre hace que mi mamá y mi hermana entren a la casa.
— ¿Acaso pensabas irte sin despedirte de tu prometido?— me toma por la cintura y me acerca a él, coloco mis manos en su pecho para así poner un poco de distancia entre los dos.
—Suéltame, por favor.
—Te informo que además de esos hombres que les pagó para que te cuiden, también hay periodistas a nuestro alrededor así que siempre debes comportarte como mi prometida y este anillo— dice tomando mi mano y depositando un beso donde tengo el anillo— nunca debes quitártelo— me guiña un ojo y deposita un beso en mis labios.
Se separa de mí y se dirige a su carro, yo me quedo allí sin poder reaccionar ante todo lo que está pasando, Bridge se me acerca, rodea mis hombros con su brazo y me hace pasar.
Al llegar a la habitación veo sobre mi cama un morral, unos pantalones negros, camisa manga larga negra y un gorro del mismo color.
—Tengo todo listo para tu escape— dice con entusiasmo.
—No creo que logre mi escape, esto no funcionara— me siento tan confundida.
Ya esto me tiene agotada en todos los sentidos. Ya cansada me quito el dispositivo, aparto todo lo que está en la cama y me acuesto, en unas pocas horas debo volver a clases... solo a mi padre se le ocurre hacer una reunión un día lunes.
Siento que me mueven bruscamente, al levantar la mirada veo a Bridge cruzada de brazos y un poco ¿molesta?
— ¿Qué paso?— digo sin ánimos.
—Planifique todo para tu escape sin que nadie se diera cuenta, te busque a alguien para que te saque de la ciudad, te busque la ropa, el hotel, hasta una identidad nueva y sin que nadie sospeche y tú ahora me dices que no te vas...— la noto muy molesta, nunca la había visto de tal modo.
—Pues lamento informarte que ya Evans sabe tus planes, tiene a 5 hombres vigilándome, es imposible que yo escape sin que ellos se den cuenta— le explico con calma.
—Eso te lo dijo para asustarte— intenta darme ánimo para que escape.
Me acerque a la ventana para asegurarme de que eso sea cierto y que aquellos hombres que él me señalo fuesen unos invitados más. Pero para mí desgracia no es así, desde donde me encuentro veo a 3 hombres custodiando el jardín, le hago señas a Bridge para que se asome y compruebe por ella misma.
—Te dije que nuestro plan no funcionaría— ya resignada me acomodo en la cama.
—Alguna solución debe haber... ¿qué te parece si yo lo seduzco? la prensa siempre lo persigue, así que yo podría besarlo en público y de ese modo tú puedas negarte— su rostro se ilumina ante semejante idea.
—No es un plan muy inteligente, él es quien debe negarse a casarse conmigo y no al revés— pareciera que era más importante para ella evitar esa boda que para mí.
—Si hoy no vas hacer nada me voy a dormir, pero después no te quejes... mientras más tiempo pase más difícil será para ti salir de este lugar— sale de mi habitación dando un portazo.
Yo sé que ella tiene razón, pero si quería escapar tenía que ser perfecto. Un solo error y las consecuencias serían trágicas para mí y no podía tentar a la suerte.
Ni cuenta me di cuando me quede dormida, el resplandor entraba por mi ventana y daba justo en mi cara, me estire con pereza y salí de la cama, entre a la ducha para quitar cualquier rastro de sueño. Después de alistarme me fui a desayunar, al igual que cada día trate de no hacer ruido y así poder comenzar mi día en tranquilidad, al terminar deje todo limpio en su lugar y me encamine al instituto.
Cuando iba a cruzar la avenida un carro negro se detiene frente a mi provocando que de un salto, bajan la ventanilla y al asomarme esta Evans con una gran sonrisa extinguiendo por completo mi tranquilidad y mi idea de relajarme. Al notar que no subo a su carro el baja de este y me abre la puerta invitándome a subir, yo retrocedo y niego con la cabeza.
—Necesito que entres para llevarte al instituto— dice con calma.
—No gracias, prefiero caminar— intente continuar mi camino pero él se interpuso.
Al notar las miradas curiosas Evans se me acerca y une nuestros labios, cualquiera pensaría que se trata de una pequeña pelea de novios.
—No voy a permitir que camines hasta el instituto para eso estoy aquí, anda entra— dice tratando de controlarse.
Al notar que él no cedería no me quedo de otra que subir al carro y dejar que el me lleve al instituto. Me acomode en mi lugar, cerré los ojos y trate de relajarme no permitiría que él arruinara mi mañana. Siento el carro detenerse y abro los ojos al sentir su mano en mi pierna.
—Mantén tu mano alejada de mí— digo quitando su mano con brusquedad.
— ¿A que le temes?— dice acercándose peligrosamente hasta quedar casi arriba de mí.
—Te recuerdo que aun soy menor de edad y si quiero puedo denunciarte por acoso— intento controlar mi respiración, lo empujo pero no logro moverlo ni un milímetro.
—Soy tu prometido y dentro de unos meses serás mía— su sonrisa socarrona me hace enojar.
—Podrás obligarme a casarme contigo pero nunca seré tuya— dije con furia y eso le sorprendió.
Se acomoda en su asiento y pone el carro en marcha nuevamente. El resto del camino fue en silencio hasta llegar al instituto, no había estacionado correctamente cuando me baje a toda prisa y salí corriendo.
Al entrar al instituto note que varias personas conversando entre ellas y me miraban de arriba abajo, otras me tropezaban a propósito, me ponen malas caras y una de las "Gatas" (así se hacían llamar las populares) al verme rompió a llorar y se fue corriendo hacia los baños, ¿qué estaba pasando aquí? Apresuré el paso al salón de mi primera clase.
Entró al salón y me ubico en el lugar de siempre, apoyó los codos en la mesa y mi cara entre mis manos, solo espero que todo eso no sea por mi "compromiso".
—Hola buenos días— dice con cierta amargura en su voz.
—Hola— ni me molesto en levantar la mirada.
—Hasta que al fin escucho tu voz. Tienes a todas las chicas de este instituto desquiciadas... así que es cierto que te casas, ¿no crees que seas algo joven?
—Díselo a mi padre.
—Ese sujeto no es de fiar, estas en grave peligro. Si te interesa... puedo ayudarte a escapar.
No fue lo que me dijo sino el modo en que lo dijo que causo cierto pánico en mi interior... pero si lo que él dice es cierto ¿de dónde lo conoce? ¿Será el igual de peligroso?
— ¿Por qué en ti si puedo confiar, pero de él debo huir?— digo con cautela intentando conseguir respuestas a mis preguntas
—No soy yo el que te está obligando a casarte, además no te estoy ofreciendo a escapar juntos más bien te voy a buscar una salida a tu problema— dice con simpleza como si habláramos de salir a la cafetería del frente en horas de clase.
Cuando quería preguntar más entro el profesor dando inicio a la clase.
Casi no preste atención a ninguna clase en todo el día, lo que me dijo Andrew me dejo muy pensativa, pero aunque le preste atención ¿será seguro confiar en él? ¿Si Evans lo descubre cuales serían las consecuencias? ¿Qué ganaría el con todo esto?
Al salir del instituto vi a Evans apoyado en el carro esperando por mí, todas las chicas estaban a su alrededor y se notaba que él disfrutaba de esas atenciones, al verme enseguida apartó a las chicas y se me acercó a mí, me tomó por la cintura y me beso frente a todo el instituto, ¡nunca en mi vida me había puesto tan roja como en este momento!
Evans se queda viendo a un punto fijo detrás de mí y sonríe con suficiencia, al voltear veo a Andrew que tiene una expresión seria y los puños cerrados, Evans pasa su brazo por mis hombros y me hace caminar. Al estar en el carro me coloco el cinturón de seguridad y apagó el dispositivo, no tengo ganas de escucharlo.
Cuando Evans se prepara para arrancar el carro Andrew se coloca junto a mi ventanilla y me muestra uno de mis libros, supongo que se me cayó cuando salía del salón, activó el dispositivo y abro la puerta.
—Se te cayó esto, cuídate mucho, nos vemos mañana.
—Gracias, hasta mañana.
Me le quedo viendo hasta que desaparece entre la avalancha de estudiantes.
— ¿De dónde lo conoces?— arranca el carro con brusquedad.
—Estudiamos juntos— siento pánico por la manera tan brusca de conducir.
—No te quiero cerca de él— dice molesto.
—Eso será complicado, estamos juntos en varios proyectos y no hay cambios de compañeros hasta final de curso— veo como aprieta el volante con tanta fuerza que sus nudillos se vuelven blancos.
—De eso me encargo yo. No tendrás excusas para mantenerte lejos de él— gira el carro entrando a la calle principal.
—Tú no me mandas— me siento cansada que todos quieran tomar las decisiones por mí.
—Tú vas hacer lo que te diga te guste o no, tu opinión no vale nada— dice agarrándome muy fuerte del brazo y acercándome a él de manera amenazante— sino pagaras muy caro las consecuencias, al igual que él.
La manera en que lo dijo causó escalofríos en todo mi cuerpo ¿realmente él estaría dispuesto hacerme daño?
Al llegar a casa salí disparada del carro pero eso no fue suficiente para librarme de él, me alcanzó ya casi entrando a la casa, me tomo de la mano y me hizo pasar. Al entrar esta Brid y Alex en la sala, Brid se quedó viendo nuestras manos unidas, dejó la revista que leía en la mesa central y se fue escalera arriba, aquí está pasando algo muy raro.
—Gracias por traerme, tengo muchas cosas que hacer, adiós— intento alejarme de él pero él aprieta su agarre.
— ¿Es así como te vas a despedir de tu futuro esposo? Además hay unas cositas que quiero que hablemos y dejarlas claras antes de irme, vamos al despacho— sin soltarme me dirige al despacho de mi padre.
Lo seguí al despacho ya irritada, me pareció tan extraño la confianza que él tenía para entrar... nos sentamos en un mueble largo a un costado del despacho, él se sentó tan cerca de mí que me causó escalofríos.
—No tienes por qué temer, las cosas entre nosotros no tienen por qué ser tan tensas- dice en un murmullo— pero como te dije ayer si te portas bien y haces tú parte yo cumpliré con la mía.
— ¿Por qué hacen esto? ¿Qué ganas tú?— me acerco un poco más a él mirándolo.
Dinero, prestigio y mucho poder. Por algo siempre han existido los matrimonios arreglados. Cada mañana vendré a buscarte y te traeré al finalizar tus clases, con respecto a ese muchacho, te quiero lejos de él— se me queda viendo directo a los ojos y se acerca a mí hasta dejarme acorralada— no me quiero enterar que ese muchachito te esté rondando—dice muy cerca de mi oído, con su nariz rozando mi mejilla hasta quedar muy cerca de mis labios— ya eres mía.
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