Hoy como cada día me levante más temprano que todos en casa, intentando no despertar a nadie bajé a la cocina para desayunar.

Me serví un poco de leche y un par de tostadas con queso, me dispongo a actualizar mis aplicaciones mientras desayuno. Al terminar limpio todo y colocó cada cosa en su lugar.

Agarro mi mochila y salgo de la casa con cuidado de no hacer ruido.

Al salir miro a mi alrededor y solo veo a unos cuantos caminando a paso rápido hacia la parada, otros montándose apresurados en sus carros y yo intentando relajarme caminando hacia el instituto, aunque me queda un poco retirado, es un tiempo que me gusta disfrutar porque es solo mío.

Me detengo en una esquina pensando si debo cruzar el parque o rodearlo... Decido caminar por el parque, pues tiempo es lo que tengo, camino admirando la belleza de la naturaleza; las flores, los árboles y distintos animalitos que con precaución salen de su escondite. Me detengo un momento en la fuente principal, es hermosa, en realidad son seis fuentes, una redonda en el centro y cuatro a su alrededor y la última esta al final, me encanta ver como salen chorros de agua, que lastima que no pueda escuchar el sonido del agua caer como cualquier otro.

Continuo mi camino al instituto y veo a una pareja llevando su hijo a la escuela, después me pasan por un lado un par de viejitos tomados de las manos charlando muy animados, más adelante sale de un carro una chica de unos veinte años se le ve molesta y más atrás un chico que me imagino es su novio, la toma por el brazo y la atrae hacia él le da un beso en su mejilla y ella le sonríe... ¿Por qué mi vida no puede ser así de sencilla?

Llego al instituto y todavía faltan unos cuantos minutos para la primera clase, saco unos de mis libros favoritos y empiezo a leerlo. Siento que me tiran algo al ver hacia abajo veo una hoja arrugada la recojo y al ver a mi alrededor veo a un chico sentado en la mesa diagonal a la mía, desdoblo la hoja y me encuentro con un mensaje:

-Hola ¿Cómo te llamas?

Volteo a ver otra vez al chico y él me sonríe, es extraño primera vez que lo veo, pienso por un momento si debo o no responderle, a la final decido responderle de todos modos se va a enterar.

-Evelina y ¿tu?

-Andrew ¿Por qué eres tan tímida?

- ¿Por qué lo dices?

-Estuve llamándote y no respondías... soy nuevo por aquí ¿podrías enseñarme un poco el lugar?

-El instituto te asigna a una persona para que te muestre el lugar.

-No me refiero al instituto sino a la ciudad... ¿podrías?

Al leer lo que dice esa nota volteo hacia él, no puedo creer que hable en serio, es moreno, de cabello oscuro y ojos color miel, parece que hace mucho ejercicio pues se nota que tiene los músculos bien formados.

-Lo siento estoy muy ocupada.

-No muerdo y tampoco se me da el de secuestrar, a menos que tú quieras...

De pronto comenzaron a entrar los compañeros de curso y tras ellos la profesora, así inicia el primer día de clase y trato de darle mi atención, mientras intento de la mente a ese chico extraño.

Podía sentir su mirada a cada instante, un par de veces voltee y allí estaba él mirándome de una manera muy extraña, analizándome a cada instante, eso me ponía nerviosa, quería que la clase acabara rápido.

Cuando al fin la clase acabo recogí mis cosas lo más rápido que pude y salí de allí casi corriendo, fui hacia uno de los jardines que tiene el instituto y me senté en el banco que está más alejado.

Saque nuevamente mi libro y sentí que alguien se sentaba a mi lado, era Andrew, lo observe un instante llevaba unos lentes oscuros, él también me observaba y sonreía, trate de ignorarlo y concentrarme en mi libro pero sus planes son diferentes, coloco una hoja sobre mi libro impidiéndome leer...

- ¡Hola!

- ¿No tienes otra cosa que hacer?

-No, ¿el ratón se comió tu lengua?

Al leer su comentario empecé a sentir como un fuego interno crecía de manera exagerada, me arrebato la hoja y escribió algo más.

- ¿Por qué tan sola?

Respire profundo, nunca me pongo de esta manera así que intento tranquilizarme.

-Porque me gusta estar sola.

-Me estas corriendo...- me entrega la nota con una sonrisa en su rostro.

-si

-Lo siento pero tengo el mismo derecho que tú de estar aquí, además ¿por qué hablamos por notas? ¿Acaso te pongo tan nerviosa que tus palabras no salen o eres muda?

Agarro mis cosas y me voy, ya me está haciendo molestar. Me dirijo al salón, me tocara esperar aquí hasta que empiece la clase. Me siento en la misma mesa de siempre y trato de leer mi libro nuevamente.

Al fin logre terminar el capítulo, entre tantas cosas ni un capitulo puedo leer en paz. Al levantar mi mirada ¡a que no saben a quién me encontré a poca distancia! Andrew... ¡hasta cuando! Se levanta de su asiento y se dirige a mí, volteo la mirada a la ventana y me entretengo viendo a través de la ventana como caen las hojas de los árboles y justo en el momento que se sienta a mi lado, el profesor y los alumnos que faltaban entran al salón.

Ya al fin mi última clase había terminado y antes de que Andrew quiera seguirme, recojo mis cosas y salgo del instituto a paso rápido, cuando voy llegando a la salida volteo para asegurarme de que no me sigue, pero para mí mala suerte siento chocar con alguien y todo lo que tenía en mis manos lo dejo caer, cierro los ojos pero a pocos centímetros del suelo me sostienen evitando mi caída.

-Deberías ver al frente cuando caminas- dice en mi oído.

Enseguida me suelto de él para recoger mis cosas, él se agacha para ayudarme y ofrece su mano para ayudarme a levantarme, me regala una sonrisa pero su mirada me atrapa, tiene apariencia de chico fino y refinado, debe ser algún ejecutivo va de traje negro.

-Gracias- logro decir, me doy media vuelta y emprendo mi recorrido a casa, antes de doblar la esquina volteo y esta el chico entrando a su BMW, su mirada se conecta a la mía pero lo que me trasmite no me agrada para nada.

Al llegar a casa me encuentro con mi hermana dos años mayor que yo, Bridge.

-Hola hermanita ¿Cómo te fue hoy?- se acerca a mí y me abraza.

-Bien, ¿a ti que tal?- le regalo una gran sonrisa.

-Genial, me aceptaron en la escuela de modas- las dos empezamos a brincar como locas de la emoción.

-Me alegro mucho por ti... ¿y mis padres? ¿Alex?

-Nuestros padres no han llegado, deben estar en una reunión y nuestro hermanito en la escuela de música- se encamina a su habitación.

-Qué bueno, necesito un poco de paz. Voy a desactivar el dispositivo para descansar- entra en su habitación y yo continúo a la mía que queda justo al lado.

Si no les había comentado... soy sorda, solo escucho por un oído con la ayuda de un dispositivo, pero es algo que en realidad prefiero no usar pero mis padres me obligan, la única que se ha esforzado por aprender mi idioma es Bridge, ella siempre me ha apoyado en todo.

Al llegar a mi habitación me pongo algo cómodo y me acuesto a dormir, y, en cuestión de segundos ya estoy profundamente dormida.

Siento que alguien me mueve, al abrir los ojos lentamente veo a Bridge algo preocupada.

-Nuestros padres llegaron, mi papá quiere hablar contigo ahora- dice ella haciéndome señas.

-Me cambio y bajo, ¿dónde está el?

-En el estudio, apúrate y no olvides el aparato.

Si él está en el estudio es porque lo que tiene que hablar conmigo no son buenas noticias para mí. Decido ponerme un vestido veraniego y unas sandalias de tacón medio alto, me coloco un poco de polvo y brillo, quizás ustedes piensen que me estoy arreglando demasiado para ver a mi padre pero no, a él no le gusta que andemos en casa desarregladas.

Toco la puerta y escucho a mi padre decir que pase, al entrar veo a mi madre disgustada pero al mirarme... pude notar en su mirada lastima, ¿lastima por qué? Creo que estoy a punto de descubrirlo.

-Tranca la puerta y siéntate- dice con voz autoritaria y tajante.

Hago lo que me pide y me siento frente a él.

-Esta noche tendremos en casa una celebración muy importante- dice levantándose de su silla y se dirige a la ventana- tu madre te compró un vestido para la ocasión y ya se contrató a alguien para que te arregle.

- ¿A qué se debe esa reunión?- preguntó con cautela.

-Celebraremos tu compromiso- dice girándose hacia mí con una gran sonrisa en su rostro.

-Pero solo tengo 17 años, eso es ilegal- mi voz se quiebra al final presa del miedo, no entiendo nada de lo que está pasando.

-Se van a comprometer, aún no se van a casar. Pero muy pronto lo harán. Estará aquí la prensa así que debes parecer enamorada y más te vale que lo hagas bien o te arrepentirás.

Saber los planes que mi padre tiene conmigo me estremeció, no podía creer que mi propio padre me venda de esa forma. Volteo a mirar a mi madre buscando su apoyo pero lo único que hace es evitar mi mirada, con eso comprendí que estaba sola.

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