Shoko Komi regreso a su casa junto a Tadano sintiéndose la persona más importante para el joven y con una enorme felicidad pues había dado un golpe tremendo a Kawai, su último reto a vencer ya nadie se metería en sus asuntos ó era lo que ella creía...

– Vaya hija, te veías muy feliz hace rato con Hitohito – la madre de Komi era quien tenía la patria potestad de sus hijos o su custodia como mejor prefieran decirle y eso molestaba mucho a Shoko, pues su madre siempre hacía comentarios muy fuera de lugar sobre Tadano, cosa que empezaba a molestarle pero creyó que eran los delirios de una borracha divorciada que intenta ser una madre amorosa como alguna vez lo fue, pero la realidad es que no queda ni las sobras de esa persona en este momento.

– Si, bueno tengo cosas que hacer madre – en verdad le daba asco la sola idea de hablar con su madre, desde hace tiempo la veía como alguien inferior un ser patético que se refugia en el alcohol, sin prestarle más atención Komi comenzo a subir por las escaleras.

Shouko Komi se enojo por la actitud de su hija – Ahora veo porque que no es tú novio, tal vez este esperando a una mujer como yo – dijo con la intención de hacer enojar a su hija y lo logró demasiado bien.

– ¡¿Quien quisiera a una mujer vieja y patética como tú?! – grito con furia mientras baja las escaleras – ¡Mejor tapa tu asquerosa boca con la botella que ahora es tu consuelo! – encaro a su madre – hoy vengo de buen humor así que deja de decir tonterías, si hicieras eso mi padre estaría aquí ahora –.

Shouko no dudo en darle una bofetada con todo su fuerza a su hija – ¡No sabes lo que sufro! Si supiera en que me equivoqué creeme jamás lo hubiera hecho, hice lo que pude para sostener a la familia pero ya no puedo más, si conocieras mi dolor... Si lograrás conocer mi dolor no me dirías esas cosas y lo vas a conocer –.

– He matado por menos que eso madre, cállate ahora que sigo recordando que somos familia –.

– ¿Has matado? – pregunto con cierto miedo, pero después empezó a creer que fue una broma de su hija – da igual, veo como Hitohito te hace feliz y yo me merezco esa felicidad...

– Aclara lo que acabas de decir...

– Ya que tú padre me dejó sola, es hora de cambiar de rumbo vivir con ese viejo al final termino de apagar mi brillo – en sus palabras detonaba un dolor muy profundo y guardado – mis 17 años deben ser compartidos con alguien igual de joven, Hitohito sin dudas aceptará gustoso a una mujer de mi talla...

Shoko no dudo mi por un segundo en darle un potente golpe directo al rostro de su madre, provocando una leve hemorragia en la nariz – ¡Tadano es mío! – grito con furia – ¡Solo yo voy a vivir junto a él! ¡Solo yo! –.

– ¡Con ese patético problema de comunicación que tienes! – grito molesta – ¿Qué clase de chico va esperar tanto tiempo por alguien como tú? Seguramente no lo has besado mucho menos te le has declarado, "la niñita espera el momento adecuado". Pues yo en este momento me le voy a declarar – Shouko no pensaba claro por la bebida y su depresión, añadidos a la furia que sentía por la actitud de su hija hacía ella. Solo miro a su hija la cual no hizo ningún movimiento, se limpio la nariz y camino hacia la puerta – "¿Qué demonios estoy haciendo?" – pensó mientras analizaba la situación – "mi hija tiene razón, debo dejar de ser una persona patética" – cada momento de autoanálisis la hacían recobrar un poco la consciencia – Shoko, hija yo lo siento...

Komi por otro lado estuvo pensando en si hacer lo que debía, jamás creyó que su propia madre fuera un obstáculo para alcanzar su objetivo, la verdad Shoko dudo por mucho tiempo, pero ya no había vuelta atrás, tomo un cuchillo de la cocina y se lo clavo en el pecho apenas dió la vuelta – ¡Mira lo que me hiciste hacer maldita bruja! – le recriminó a su madre para después caer en profundo llanto – ¡De verdad no quería llegar a esto! –.

Shouko quedó muda ante lo ocurrido, sentía un profundo dolor y llegó a un estado de shock cuando vio salir su propia sangre a chorros, la cual empezaba a cubrir por completo su pecho, pero cuando su mente apenas logro reaccionar su hija la volvió atacar... Sujeto otro cuchillo y comenzó a darle múltiples puñaladas, una y otra vez sin parar – Hija... Por favor, perdóname... – suplicaba la madre con agonía, se aferraba a la vida con cada gramo de voluntad de su cuerpo, lo que solo logro alargar su sufrimiento.

– ¡No te voy a perdonar! – grito con un mar confuso de emociones – ¡Tadano es todo lo que tengo, tú ya no me importas! – la joven comenzó a llorar.

– Hija... – habló débilmente la madre – perdón... – fue la última palabra de su madre.

Shousuke había visto toda la escena, quedó impotente sin poder hacer nada por el terror que sentía hacia su hermana, un miedo que lleva ya unos meses gestándose y que llegó a su punto culmen, solo pudo llorar sin consuelo mientras corría hacía el cadáver de su madre, abrazándolo con fuerza, rogando que por favor mostrará una señal de que seguía viva – Mamá, por favor no me dejes solo... – suplicó con todo el dolor de su corazón – ¡¿Qué has hecho?! – le exige una respuesta a su hermana – ¡¿Qué has hecho?! –.

– Y~yo – la joven en verdad no acabó de comprender lo que había hecho – hice lo que se debía hacer – 'no lo sé' era lo que en verdad quería decir – ¡Levántate no seas patético y alejate de ella! – ordenó en un intento patético de parecer fuerte.

– ¡No! – respondió con furia.

– Entonces... No me dejas opción – Shoko sabía perfectamente que ya no podía dar marcha atrás, llegó muy lejos, pero no quería lastimar de nuevo a su familia. Una vez impidió que su hermano pidiera ayuda, supo que volvía a tener un poco de control, pero ahora debía actuar rápido pues ya no tenía tiempo para nada.

Lejos de esta tragedia Kawai se encontraba llorando sin consuelo, pues había perdido en su primer encuentro con Shoko, y fue de una manera humillante pues incluso Tadano le dió la espalda, su persona más especial en este mundo y la única persona que considera familia. – No puedo ganar, la única persona que me daba algo de valor ahora me odia... Simplemente ya no me queda nada, no puedo ganar – mientras se lamenta alguien llama a su departamento, rápidamente va abrir la puerta pensando que se trataría de un agente de la policía, pero entonces ahí estaba él.

– Kawai, por favor perdóname, pude sentirlo, en verdad sentí mucho miedo al igual que tú... Shoko te hizo daño, se que ella te provocó, pero no entiendo cómo es que alguien tan dulce como ella sería capaz de hacer algo como eso ¿Por qué? – Tadano no podía entender el comportamiento de Shoko, solo sabía que su gran amiga y secreto amor se había vuelto alguien muy peligrosa – pero por ahora espero puedas perdóname por no ayudarte hace unas horas, fuí un cobarde, por favor perdóname...

– No necesitas disculparte, está situación nos supera por mucho, tengo información muy importante pero si te la digo tendrás que ayudarme y harás cosas que no te gustaran, no sé si juntos podremos ganar pero te puedo asegurar que tendremos una oportunidad de solucionar todo este desastre – Kawai aprovecho la oportunidad para abrazar a Tadano y de paso darle un poco de consuelo – ¿Me ayudas? –.

– Por supuesto, necesito saber la verdad...