93- El dolor más bello

Kanon y Saga viajaban dos veces por semana a España, llevando los reportes y visitando a sus retoños, que pronto los harían abuelos...

Emmanuel tenía un vientre muy abultado ya, le costaba caminar erguido pues el peso de sus bebés se hacía sentir...

Ángel lo había mudado a los aposentos de la planta baja para tener mayor accesibilidad al comedor y el living y le había traído una silla de ruedas para que no se cansara tanto ni se le hincharan las piernas en demasía.

Era muy común verlos pasear por la campiña, el gemelo llevando la silla y el pequeño Alain corriendo alrededor de ellos...

Se llevaban botanas y hacían picnic al aire libre porque el joven doctor consideraba que le hacía bien tanto a los bebés como a su madre.

Emmy se dejaba cuidar y consentir; los abuelos estaban todo el tiempo a su lado, trayendo trajecitos y juguetes para los pequeños, que aún disfrutaban de estar en un lugar seguro y cálido.

Se movían demasiado, ya cursaba el séptimo mes y todo estaba más que bien...

Camus seguía paso a paso todos los estudios que se le practicaban a su retoño, Shura acompañaba en silencio y los gemelos mayores, sobretodo Kanon, disfrutaba de ver los adelantos en el embarazo del príncipe como él no pudo ver el propio.

Saga y Shura acordaron dejar un administrador en la cabaña así ellos podían disfrutar de la última etapa del embarazo del príncipe.

La felicidad de Kanon y Camus era incontenible; ambos no perdían detalle de los arreglos que hacían sus retoños en el cuarto de los niños.

Pintado en colores pasteles, constaba con dos cunas idénticas, los móviles colgaban en sus lados y los muebles estaban atiborrados de ropitas y juguetes...

Las pañaleras y todo lo necesario para la higiene ya estaba todo listo... sólo faltaba que nacieran sus dueños...

Ángel había conducido hasta el edificio donde el hospital ya estaba comenzando a funcionar y lo necesitaban para firmar unos documentos.

Se había despedido de su adoración mientras dormía, dejando un dulce beso en sus labios y dos en su vientre.

Camus entró con la charola del desayuno y aún dormía, los bebés le quitaban toda la energía y ya se quedaba mucho tiempo en su habitación, siendo visitado por sus padres y suegros.

-¿Dónde se encuentra nuestro hermoso príncipe?

Las voces de sus abuelos lo despertaron y una gran sonrisa se instaló en su rostro.

-Abuelos! Regresaron!

Emmy les extendió los brazos y ambos lo rodearon con cariño.

Krest era de naturaleza amable y familiar y Francisco había aprendido a vivir en ese entorno de cariño, adaptándose a ser abrazado y con constantes demostraciones de afecto.

-Si, retoño... no queríamos por nada del mundo perdernos el momento de tu parto! Esta vez los dos seremos bisabuelos y de gemelos!

-Me alegro que estén aquí, los extrañaba tanto!

Una lágrima traviesa se escapó y ya sus abuelos le estaban abrazando nuevamente.

-No llores pequeño... estás sensible pero le puede hacer daño a los bebés

El rostro de Emmanuel era el de un angel, sus mejillas un poco más regordetas y sonrojadas, sus ojos con un brillo increíble y su sonrisa perfecta y sincera... irradiaba felicidad.

Se quedó solo en su recámara mientras llegaba Kanon para levantarlo y sentarlo en la silla.

Ya no le permitían hacer movimientos bruscos y tenía fuertes brazos a su alrededor para ayudarlo en todo.

-Emmy, Ángel ya está regresando... dejó a su colega a cargo hasta que nazcan los niños; no desea dejarte solo y que se adelante la fecha estando él ausente...

-He sido bendecido con el amor de mi ángel... lo amo tanto, Kanon! mira cómo me cuida, todos están pendientes de los niños y de mí...

-Es como debe ser, príncipe! Ángel es tu esposo y padre de los pequeños herederos... su obligación en primer lugar es contigo, luego con su trabajo. Ahora déjeme llevarlo así está listo para cuando llega mi hijo.

-Kanon... en verdad no tienes recuerdos de tu embarazo?

El rostro del gemelo se ensombreció...

-Yo no soy un doncel, mi caso fue algo insólito y que yo haya podido criar a mis pequeños en mi cuerpo fue un milagro...

Así y todo, no fue suficiente y debieron sacarlos antes de tiempo para que sobrevivieran... yo estuve en coma todo el tiempo y sólo sentí la presencia de los niños cuando Saga los puso en mi pecho y sentí su llanto y sus pequeños corazones...

Creo que ellos me hicieron volver... pero no, no tengo recuerdos de mi gestación, apenas supe de mi estado, empezaron las complicaciones y me durmieron...

Por eso disfruto tanto de tu embarazo, de saber que llevas dos vidas como lo hice yo, que estás bien y eres fuerte y los niños igual...

Emmy se sintió embargado de una emoción que no había sentido nunca, era el orgullo de estar logrando llevar a término el embarazo gemelar y de poder disfrutarlo.

-Mi vida, he regresado...

Un ramo de rosas rojas y un hermoso peluche en forma de corazón anticiparon la llegada de Ángel, que abrazó a su adoración besándolo y acariciando su vientre.

************************************

Otro mes había pasado y tanto Antoine como sus padres habían viajado a España para el inminente nacimiento.

Apolo viajaría luego porque estaba en una misión de reconocimiento en terrenos alejados.

Ángel ya tenía una habitación lista para el ansiado momento; había traído parteras y enfermeras para que lo ayudaran en caso de complicaciones.

Emmy se sentía cansado pero perfectamente bien; sus pies hinchados, su vientre abultado y los pequeños se movían mucho en ese reducido espacio.

Cuando Ángel se acercaba daban pataditas, se hacían sentir...

La última ecografía había sido muy emotiva, puesto que ya habían podido ver los rasgos de sus retoños y eran perfectos... todo su embarazo había sido saludable y placentero...

Camus despertó sobresaltado y con el sentimiento de que ese era el día... bajó lentamente las escaleras y en el comedor se encontró con Kanon.

Bastó ver su rostro con ese brillo tan conocido en su mirada para saber que él también sentía lo mismo.

Prepararon el desayuno para sus hijos y se dirigieron a la habitación. Ángel los recibió con una sonrisa y les hizo ademán de que guardaran silencio...

-Tuvo una noche agitada, los bebés no dejaron de moverse un instante... ahora descansa apaciblemente.

Desayunaron en silencio, pronto se les unieron Saga y Shura y más tarde, Degel, Marié y Antoine.

Todo era tranquilidad, Francisco y Krest venían de un paseo por la campiña y se encontraron con Apolo que justo llegaba.

En medio de la reunión familiar, se escuchó el ruido de vajilla al caer.

Un segundo y ya Ángel estaba en la habitación junto a Emmanuel, que estaba pálido y su rostro mostraba un evidente dolor...

-Me-me mojé todo... duele...

El príncipe se abrazaba a su vientre y Ángel le besó la frente, tratando de impartirle tranquilidad.

-Respira hondo mi cielo... relájate... llegó el momento... te llevaré a la habitación que ya tengo preparada para ti y nuestros niños.

Lo tomó en brazos y lo cargó con delicadeza. Le besó en los labios con un amor tan profundo que el príncipe se relajó.

Toda la familia aguardaba fuera; en el interior el joven doctor comenzaba a preparar la inyección con anestesia local para hacer la cesárea.

-Ángel... n-no quiero la inyección...

-Pero mi cielo, son dos... es muy arriesgado y te puedes desgarrar...

-Lo quiero intentar... por favor... dame la oportunidad...

-Si no dilatas enseguida te haré la cesárea sin dudar...

Emmy sólo asintió y se dejó preparar  en la camilla.

Ángel lo sujetó bien para evitar golpes y malos movimientos y luego, comenzó a incentivar a su esposo para que pujara, mientras él secaba su sudor y le acariciaba el vientre...

-Mi cielo... lo estás haciendo bien pero necesito que hagas más fuerza; uno de los bebés se debe posicionar en la salida...

-S-si amor... lo haré...

El dolor se hizo insoportable en la medida que el bebé empujaba para salir, sus fuerzas se le iban de a poco pero no se daba por vencido...

Usaba el dolor para impulsarse y pujar hasta que el primer bebé asomó sus mechones verde azulados... un par de pujas más y el pequeño príncipe estaba en brazos de su padre.

Se lo entregó a la partera y siguió con el parto para ayudar a que saliera la niña... Emmy estaba agotado y muy pálido, cosa que preocupaba a Ángel...

Tomó su mano y le acarició con amor.

-Resiste un poco más, mi ángel... puja para ayudar a nuestra bebé a nacer, yo te ayudaré aplicando presión en tu vientre. Vamos mi cielo... hagámoslo juntos...

Emmanuel comenzó a pujar, Ángel ejercía presión sobre la base de su vientre para ayudar a bajar a la bebé y así la fueron guiando hasta que vio el mundo exterior...

Otra cabecita verde azulada, perfecta fusión del color de cabello de ambos padres.

Ángel dejó a la pequeña en brazos de la enfermera y se acercó a Emmanuel, besándolo mientras lloraba de emoción y alegría...

Lo abrazaba con un amor que lo embargaba, sentía la necesidad de demostrárselo...

El llanto de los recién nacidos los quitaron de su momento de privacidad...

Las enfermeras les acercaron ambos retoños y los pusieron en brazos de Emmanuel, quién soltó el llanto contenido.

Ángel sólo pudo observarlos, toda su vida se hallaba allí, su amado príncipe y los frutos de su gran amor... los abrazó en silencio, lágrimas de felicidad que se mezclaban con el orgullo.

-Eres increíble, mi vida! El orgullo que me invade me sobrepasa... lo lograste, tuviste a nuestros gemelos en forma natural... eres lo más perfecto en mi vida, junto a ellos...

-Fue hermoso parirlos... el dolor más hermoso de mi vida...

Emmy se fue quedando dormido, su rostro sereno y una sonrisa en sus labios...

Sus bebés fueron acomodados en sus cunas y el padre feliz abrió la puerta para que la familia conociera a sus nuevos integrantes.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top