85- Cambio de vida... viendo el futuro...
Con los nuevos acontecimientos, Apolo decidió posponer su carrera y quedarse en España junto a su príncipe...
Por otro lado, Ángel se había convertido en el médico del galo y por lo tanto no podía alejarse mucho tiempo tampoco...
Emmanuel estaba feliz por esta decisión de quedarse de los gemelos menores, pero los mayores tenían compromisos en Grecia y debían partir en pocos días...
Camus veía de nuevo cómo Kanon se preparaba para volver a su vida normal...
Se repetía una y otra vez este momento, verlo hacer las maletas, saber que lo perdía de nuevo, que pasarían meses sin verse... sentía la opresión en su corazón y lágrimas de tristeza amenazaban con salir, cuando un abrazo por detrás lo sacó de su trance.
-Tranquilo mi vida, no te apures y disfruta del tiempo que tienes para estar junto a Kanon... yo voy a hablar con ellos, ya te dije que deseo hacerles una propuesta...
-Si, Shura... es sólo que, más pasa el tiempo, más siento la necesidad de que esté aquí conmigo...
-¿He de tener que ponerme celoso?
El rostro sonriente del rey hizo suspirar al galo y logró robarle una hermosa sonrisa junto a un sonrojo
-Eres un tonto... yo-
No pudo seguir con su frase porque Shura había apresado sus labios en un beso suave pero apasionado y en un solo movimiento lo levantó a horcajadas y lo llevó a sus aposentos.
Saciada la pasión eterna que los encendía en cualquier momento, el rey abrazaba a su consorte y le besaba amorosamente.
-¿Qué he de hacer contigo, amor de mi vida? Me das el cielo en cada entrega, me llevas al infierno con tu cuerpo y me das la gloria en cada orgasmo... te amo en todos los sentidos de la palabra...
Camus sintió que se quedaba sin palabras ante tal declaración de su amado Shura... el ibérico siempre era muy sobrio para hablar de los temas del reino, problemas familiares...
Pero en la intimidad con su esposo, soltaba todo lo que sentía su corazón sin vergüenza... el galo sabía que esas palabras las decía con el alma y una profunda sensación de complemento se apoderó de él...
-Shura... no tengo palabras para expresar lo mucho que te amo, lo que siento al estar contigo... hace tantos años que estamos juntos y el sentimiento se hace aún más fuerte...
Miró a los ojos a su esposo y sintió que lo abrazaba con la mirada, le sonreía mientras le acariciaba el largo cabello.
-Yo no supe lo que era amar hasta que te conocí... tú me enseñaste, por ti cambié y aprendí... te debo todo lo que tengo, nuestra familia, la amistad de los gemelos, mi vida entera te debo y, si algo llegara a pasarme, yo-
-No digas más... no me gusta cuando hablas así... no quiero pensar en eso...
Sus ojos se llenaron de lágrimas y corrían por sus mejillas, se abrazó aún más al fuerte pecho de Shura y allí se quedó en silencio, sólo sus ahogados sollozos se oían...
-Copito- no hubo respuesta... -Camus... sé que me escuchas aunque no me contestes... necesito que sepas que no quiero dejarte solo si algo me pasa... que serás libre de rehacer tu vida...
No dijo más, sentía ahora el llanto copioso y le partía el alma, pero su amado príncipe debía saber esas cosas también...
Fue a acariciarlo pero Camus se levantó y poniéndose una bata, salió corriendo de la alcoba...
Buscó refugio en los brazos de quien siempre los tenía abiertos para él, quién no hacía preguntas y sólo lo confortaba...
Lo encontró escribiendo en su habitación, solo, y apenas tocando la puerta, entró y soltó el llanto.
Kanon no sabía qué le sucedía pero lo abrazó y lo llevó hasta la silla; él se sentó enfrente, esperando que le contara lo que le tenía tan mal...
-Shura...
-¿Qué sucede con el rey? Está bien?
-S-si pero me habló de cosas que-que no me gustan, me hacen m-mal...
-¿Qué fue tan grave para que estés así?
Kanon lo tomó del brazo y lo atrajo hacia sí, abrazándolo.
-Me dijo que si algo le pasaba, quería que no m-me quedara solo...
El llanto volvió y el gemelo lo recostó en su regazo mientras le acariciaba el cabello suavemente.
-Debes entenderlo... se preocupa por ti; no tenemos vida eterna, todo puede suceder y Shura sólo desea que estés bien, junto a gente que te quiera... no te cierres a su preocupación, lo hace porque te adora...
Shura escuchaba desde la puerta; había sentido celos cuando vio a su amado príncipe en brazos del gemelo, pero luego de ser testigo de sus consejos, no le quedó duda que debía hablar pronto con sus futuros consuegros.
-Gracias, no entendí sus palabras de ese modo... lo amo tanto, no sabría vivir sin él...
-No pienso dejarte solo en un futuro cercano, mi vida... es sólo... perdóname por hacerte llorar, no era mi intención... pero a la vez estoy feliz de saber que nunca estarás solo, que Kanon siempre velará por tu bienestar...
Shura entró pidiendo permiso y Camus se lanzó a sus brazos sin dudarlo...
-Entiendo tus miedos, pero debes de saber que no te permitiré que me dejes solo...
Lo besó y el ibérico se sonrojó, cosa que trajo una sonrisa al rostro de Kanon.
Se notaba a la distancia el amor que se profesaban los reyes, sus amigos, era el mismo sentimiento que él y Saga se tenían... se sentía muy feliz al ver a su adorado amigo sonriendo entre lágrimas, abrazado a su esposo.
-Perdón por esta escena, Kanon...
Dijo Shura incómodo al sentirse observado por el gemelo, pero luego vio su sonrisa y se distendió...
Ese hombre era paz en sus vidas, daba gracias a Dios que le hubiese perdonado y lo llamara su amigo.
-Deseo hablar con Saga y contigo, me concederías un momento?
-Claro majestad! Voy por Saga y nos vemos en su despacho...
Sin decir más, salieron de su habitación y Camus volvió a la suya, abrazando a su rey.
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Saga se hallaba leyendo junto a Antoine libros de tácticas bélicas y era increíble cómo se entendían; ambos compartían el amor por el ejército, su propio hijo mayor también lo hacía... no cabía dudas que se llevarían muy bien al formar una familia...
Un bebé venía en camino y su hijo sería padre; ya no vivirían juntos y es más, estarían muy lejos de ellos como para compartir los pequeños momentos de ver crecer a su nieto.
Su rostro se ensombreció y no pasó desapercibido para Antoine, quién en seguida preguntó qué sucedía.
-Nada, Antoine, sólo me entró la melancolía de saber que nos perderemos muchos bellos momentos del embarazo y luego de disfrutar del bebé...
-He notado que Apolo está triste por esta próxima separación, cuando vuelvan a Grecia... no fue mi intención-
-No pienses ni por un instante que es culpa tuya; el bebé es una bendición y es deber de Apolo hacerse cargo y estar a tu lado.
Ustedes deben hacer su propia vida ahora... siempre podrán contar con nosotros para lo que sea...
Desde la puerta, Kanon escuchaba con lágrimas en los ojos... su sentir era idéntico al de Saga.
No deseaba separarse de sus hijos y mucho menos ahora, que un bebé venía en camino y necesitarían ayuda hasta que Antoine superara el peligro de aborto...
-Permiso majestad... cómo te encuentras, hijo?
Kanon se acercó al príncipe galo y le dio un beso en la frente.
-Mejor, gracias... Ángel me cuida mucho y Apolo me consiente en todo...
-Me parece muy bien que así sea...
Se dio vuelta hacia su igual y le dijo
-Saga, Shura desea hablar con nosotros en su despacho.
Se despidieron del príncipe y salieron en busca del rey.
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