Ángel estaba bastante mejor, no se cansaba tanto al caminar y daba vueltas al palacio acompañado del príncipe y Apolo.

El poco tiempo compartido con Lune unos días atrás, les había dejado una buena cantidad de sonrisas y buenos momentos...

El adolescente portugués tenía una forma de ser amorosa que les hacía sentir cómodos a todos.

Se habían marchado porque Alberich los esperaba para firmar unos contratos y él, por primera vez, representaba a su padre.

Antoine había partido hacia Francia, sus padres le siguieron tres días después pues temían por su seguridad, tras lo ocurrido en España.

Su mirada estaba apagada y se veía triste... se había despedido de Ángel y disculpado con Emmanuel.

Apolo no se presentó a saludarlo y lo vio partir desde el ventanal de su habitación, mientras lágrimas traviesas corrían por su bello rostro.

-Perdóname pero no puedo quebrarme delante tuyo... te amo pero tienes que entender lo mucho que me lastimas con tu actitud...

Ángel se acercó en silencio y lo abrazó con todo su cariño; el gemelo mayor enterró su rostro en el hueco de su cuello y rompió en llanto...

Necesitaba tanto llorar, desahogarse y estaba en los brazos de quién lo escucharía sin juzgar, sólo le daría amor...

-Llora hermanito... yo te aliviaré el corazón... te amo tanto, Apolo... él no merece tus lágrimas...

-Lo sé pero no lo puedo evitar... duele mucho que se fije en ti que eres mi igual y a mí no me vea...

-Lo siento tanto, Apolo... si pudiera ayudarte en algo...

-Sólo quédate conmigo... necesito tenerlos cerca a ti y a nuestros padres...

-Ya me siento bien, nos iremos a casa y allí volveremos a nuestra vida normal, podrás estar más tranquilo y reencontrarte con tus amigos...

-Pero tú estarás lejos de Emmanuel!

-Sí, es verdad, pero hemos estado separados por años y eso no rompió el lazo que nos une... podremos comunicarnos como hasta ahora...

-Lamento que sea por mi culpa... Camus y Shura tampoco quieren que nos vayamos...

-Ellos saben que nuestra vida está en Grecia y que allí vivimos tranquilos...

Mi padrino Camus extraña mucho a mamá pero sabe que allá está nuestra felicidad y lo entiende...

-Yo no sé si seré capaz de volver aquí algún día...

-Claro que lo harás... aquí está toda nuestra familia y seres más queridos...

Aunque hoy no lo veas como algo positivo, al salir a los jardines del palacio, Antoine volteó su mirada hacia aquí, sabía que estabas en tu habitación y... se le caían las lágrimas; creo que el príncipe empezó a cambiar...

-No quiero hablar de ello ahora... ven, cuéntame qué opina Emmy de que nos vayamos...

-Yo... me da mucha pena dejarlo solo y no es porque no quiero regresar... es porque él volverá a su vida rutinaria, a ser infeliz haciendo cosas que no le gustan...

Si yo pudiera, le pediría a mis padrinos que lo dejen vivir un tiempo con nosotros...

-No creo que eso sea posible...

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-¿En verdad ya se van?

Camus estaba recostado sobre el regazo de Shura y éste le masajeaba la sien...

-Sí, mi vida... los chicos han perdido tiempo de escuela y ellos con su trabajo... deben volver a sus vidas...

-Hacía tanto que no estaba con Kanon, que ahora siento que los quiero de vuelta aquí, junto a nosotros...

-Ellos decidieron darle otra vida a sus hijos y respeto esa decisión...

Saben que si lo desean, pueden volver cuando deseen, siempre será su hogar aquí y nosotros su familia!

-Sí, lo sé mi amor... pero es tan fácil acostumbrarse a tenerlos cerca y tan difícil dejarlos ir...

Se acomodó entre los brazos de Shura y se dejó acariciar, en verdad necesitaba de su contención porque sentía que una parte suya se separaría de él nuevamente...

-Copito mío... estarás bien cuando eso suceda? Emmy también estará triste y te voy a necesitar fuerte para ser su sostén cuando yo no esté presente...

-Lo estaré mi amor, Emmy nos necesitará cuando Ángel se haya ido... ¿quién lo hubiese dicho? Nuestro pequeño enamorado de nuestro ahijado...

-¿Puedo decirte algo y no te enojas?

Shura miraba a su amado ángel a los ojos

-Yo estoy muy seguro, que si no nos hubiéramos conocido tú y yo, te habrías enamorado de igual modo de Kanon...

Camus abrió sus ojos a más no poder ante las palabras de su esposo.

-No... eso no es verdad... yo lo amo pero de otro modo...

-¿De qué otro modo? No es reproche ni nada, yo sé cuanto me amas... pero, él tiene una gran parte de tu corazón y cuando buscaste contención y guía en el sexo, fuiste con él...

Eso es amor y del más profundo, mi ángel... por eso respeto tanto la unión que tienen, sé que nunca estarás solo...

-Yo no sé qué decirte! Yo... Kanon es como un hermano mayor y muy sobreprotector al que amo incluso más que a Degel...

Pero el amor a un hombre, a una pareja, sólo lo he sentido por ti y siempre será así, mi amado rey...

Se incorporó hasta quedar sentado a horcajadas de Shura y lo empezó a besar de manera seductora mientras las caricias se hacían demandantes...

Pronto las ropas reales molestaron y fueron apartadas sin mayores protocolos, sus cuerpos se buscaban fogosos, con la pasión que nunca se había perdido en todos los años compartidos y que disfrutaban día a día...

Eran uno solo, la entrega era absoluta y al llegar al ansiado orgasmo, el galo cayó exhausto sobre el fuerte pecho del ibérico.

-Nunca... jamás... dudes de mi amor y deseo por ti... eres el único hombre de mi vida y te amo como no tienes idea...

Shura rió divertido por el exabrupto de su consorte, pero luego se puso serio y lo acarició con una ternura infinita

-Yo jamás dudaría de ti, eres lo más puro y hermoso que tengo en la vida aparte de nuestro retoño...

Se volvieron a abrazar, besándose y encendiendo la llama nuevamente.

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-No te vayas aún, por favor... seré egoísta y te diré que no me quiero quedar solo de nuevo...

La mirada triste de Emmanuel ponía mal a Ángel... no deseaba alejarse de su lado pero allí no estaba su vida...

-No me puedo quedar por más tiempo, pero puedo intentar algo de último recurso...

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-Puedo hablar con ustedes, padrinos?

Ángel había entrado al despacho del rey y su consorte quienes lo recibieron sonrientes y felices de verlo bastante mejorado.

Camus se lo sentó en su regazo y le trenzaba el largo cabello, mientras el adolescente comenzaba su pedido.

-Padrinos, saben que mis padres y nosotros ya estamos preparando todo para volver a casa... yo...quiero pedirles un gran favor y espero que me escuchen antes de contestar...

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Los autos ya estaban atiborrados de equipajes, regalos y demás cosas que los reyes habían obsequiado a la familia de los gemelos.

Krest y Francisco esperaban afuera, Shura hablaba con Saga y Camus se abrazaba a Kanon como si no fuera a dejarlo ir...

Los chicos estaban en una situación idéntica, Emmanuel tenía los ojos rojizos por haber llorado mucho durante la noche pero trataba de sonreír y hacer sentir bien a los gemelos.

Ángel lo abrazaba con amor y le sonreía con tristeza...

-Ya es hora de irnos, chicos...

Anunció Saga y las despedidas terminaron...

Saga y Kanon iban en los asientos delanteros y los adolescentes se acomodaron atrás colocándose los cinturones.

Ángel no quitaba la vista de Emmanuel que trataba de no llorar.
El auto no arrancaba y Apolo que preguntó:

-¿Qué nos detiene, papá?

-Aún nos falta un pasajero, hijos...

El príncipe estaba con la mirada perdida cuando Shura y Camus lo abrazaron y besaron con cariño.

-Te llamaremos todos los días, nos puedes hablar cuando quieras y no hagas renegar a Ángel...

Emmanuel volteó para ver los rostros sonrientes de sus padres y abuelos...

-Vamos, saluda a los abuelos y sube al auto que te esperan... tu equipaje ya está guardado...

-Pero... no entiendo...

-Ángel nos pidió llevarte con ellos una temporada para que salgas de tu rutina y conozcas gente... te mereces todo mi niño... te amamos mucho...

El adolescente se abrazó a sus padres llorando de felicidad, hizo lo mismo con sus abuelos y corrió hacia el auto, donde los gemelos mayores veían felices la reacción de sus propios hijos...

-Ahora sí estamos todos

El príncipe subió sonriendo y se abrazó a los gemelos... viviría junto a ellos en Grecia.