Apolo salió corriendo del lugar, casi tirando al suelo a Lune que esperaba para entrar y saludar a la realeza.

Vio los ojos llorosos del gemelo y ni lo dudó; corrió tras él y lo alcanzó en los jardines.

Agitado como estaba, le tomó del brazo y sin mediar palabra lo apretó contra su pecho...

-Mientras yo esté aquí, estaré para ti siempre, Apolo...

Acariciaba su largo y hermoso cabello mientras sentía el agitado pecho del otro adolescente.

Se fue tranquilizando, en esos momentos sus padres se acercaron y también lo cobijaron en un abrazo...

-No sabíamos de tus sentimientos hacia el príncipe, hijo... perdónanos...

-Nadie lo sabe, lo he guardado por mucho tiempo porque sabía que él prefería a Ángel... pero hoy ya no aguanté... yo lo quiero pero no dejaré que use a mi hermano... él ya sufrió demasiado...

-Eres nuestro tesoro, hijo... estamos muy orgullosos de ti pero no queremos que sufras por Antoine... si quieres, nos volvemos a Grecia en cuanto Ángel se recupere y pueda viajar.

-¿Qué le pasó a Ángel?

Lune se había mantenido al margen del diálogo y había tomado distancia; los gemelos no repararon en él hasta que habló.

-¿Lune? Eres tú?

Los mayores sonriendo se acercaron al adolescente y lo abrazaron con cariño.

-Qué haces aquí? Cuánto has crecido!

-Vine con el abuelo Hades, de visita, pero él debe estar llegando ahora... vamos camino hacia Andorra... qué sucedió con Ángel?

-Ven... vayamos adentro y te explicamos... Emmanuel se pondrá feliz de verte...

Calmando los ánimos, conversando, felices de tener al adolescente portugués en el palacio, se adentraron y fueron en busca de los reyes.

Antoine intentó acercarse a Apolo, pero el gemelo se alejó y fue hacia la habitación de su hermano, dejándolo solo y con mucha incertidumbre...

No sabía qué sentía, había estado tan centrado en conseguir al menor de los gemelos que no vio las señales a su alrededor.

Ahora había perdido a ambos, su primo estaba con Ángel, había lastimado a Apolo, sus padres, tíos y hermana no comprendían su actitud y hasta Lune, que recién había llegado, prefería estar lejos de su compañía...

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Emmanuel recibió la visita con una gran sonrisa y un abrazo; estaba sentado junto a Ángel, que dormía.

-¿Cómo has estado? Cambiaste mucho en este tiempo sin vernos!

-Estoy feliz, pronto tendré una hermanita y mi familia está muy bien!

-Qué alegría me da oírte decir eso! Han sido tiempos difíciles para nosotros aquí en estos meses...

-Supimos del secuestro cuando nos pidieron ayuda en la búsqueda y nos alegramos mucho cuando nos informaron que los habían hallado... ¿qué sucedió?

-Nos secuestraron enemigos del reino, luego nos llevaron a lugares diferentes pero mientras estuvimos juntos, Ángel me defendió y no dejó que ese hombre se me acercara, provocando que lo castigara duramente...

El príncipe trataba de controlar el temblor de su cuerpo, mientras que miraba y acariciaba al joven dormido con adoración...

-Él no permitió que me hicieran daño... luego nos separaron y ya no lo vi más hasta que fui rescatado y traído al palacio.

-Pero... porqué está enfermo? Está muy pálido!

-No está enfermo... en realidad está convaleciente... él... Ángel fue... muy maltratado... estuvo al borde de la muerte...

-No entiendo... tanto lo golpearon?

-Sí, tenía daño interno, muchas heridas pero... lo que provocó este estado fue que... fue ultrajado...

Ya no pudo controlar su llanto ante el recuerdo...

Lune tapó su boca con la mano en expresión de horror y se acercó al adolescente dormido

-¿Cómo pudieron hacerle algo así? Es un niño!

-Créeme que a ese hombre no le importó ese detalle en ningún momento...

Nos trató mal todo el tiempo, sobretodo a Ángel que quería defenderme... por eso ahora yo no me alejo de su lado, le cuidaré por siempre...

Lune los observaba en silencio y veía que Emmanuel estaba allí, no sólo por agradecimiento sino por amor...

Recordó cómo se defendían mutuamente desde pequeños y que siempre estaban juntos.

Camus y los gemelos vinieron por ellos

-Chicos vengan que Hades ya está aquí con nosotros... luego vuelven con Ángel.

El príncipe se levantó y suavemente besó los labios del gemelo, para después salir de allí.

Hades compartía una animada conversación con Francisco y Krest; había nacido una gran amistad entre ellos con el paso de los años, cuando se habían visitado frecuentemente para afianzar lazos y para que los príncipes y Lune fueran más unidos...

Shura, Degel, Camus y los gemelos se les acercaron y siguieron con su plática hasta el anochecer...

Los adolescentes compartían una mesa aparte cuando Marié y Amelié se presentaron y a Lune le pareció ver un ángel al estar frente a la hermosa princesa de Francia.

Se paró de inmediato y acercándose, hizo reverencia frente a la reina y su hija, para luego tomar la mano de la adolescente y besarla con galantería.

-Majestad... princesa... un placer verlas después de tantos años!

-¿Lune? Eres tú? Pero si has crecido muchísimo!

Marié estaba encantada con el heredero portugués, que hacía gala de sus modales finos hacia su hija... ambos tenían la misma edad, catorce años y Amelié lo veía tímida y sonrojada.

Hades observaba divertido el brillo que se había instalado en los hermosos ojos de su nieto, al ver a la princesita.

Era un chico transparente para él, lo amaba tanto y era su mayor orgullo...

-Así es majestad... estamos en una corta visita por aquí y deseábamos verlos a todos!

Girando hacia la princesa le dedicó una sonrisa

-¿Cómo has estado Amelié? Ha sido mucho tiempo sin verte...

-Es que nosotras sólo viajamos a España para los eventos sociales... los asuntos del reino los maneja mi padre y ya Antoine empieza a acompañarlo también...

-Espero que puedan estar presentes en mi próximo cumpleaños... sería un placer que me concediera el primer baile de la fiesta que se hará en mi honor...

Aún sonrojada, una enorme sonrisa se dibujó en la joven, que asintió

-Si mis padres lo permiten, allí estaré para bailar contigo, Lune...

Apolo veía con felicidad como los más jóvenes del grupo se aislaban del resto de las conversaciones y sólo se dedicaban miradas y sonrisas...

Estaba mirando la escena cuando se sintió jalado de la mano; no era rudo ni prepotente, era un llamado de atención y al voltear se encontró con Antoine...

-Suéltame... no deseo hablar contigo...

-Por favor Apolo... dame una sola oportunidad para hablar... escúchame

-¿Qué me dirás que ya no sepa? Debes saber que no permitiré que intentes separar a Ángel de Emmanuel...

Ellos comparten algo más que simple amor y amistad, ellos pasaron por un infierno juntos y ahora se ayudan mutuamente para lograr salir adelante...

No te dejaré interferir... quiero que lo sepas, ódiame si quieres, pero Ángel no sufrirá por ti...

-Yo... yo lo sé... y... yo nunca podría odiarte... yo te quiero mucho Apolo... le pedí permiso a mi padre para volver a Francia cuánto antes... no soy mala persona, sólo quiero en mi vida lo que tiene Emmanuel...

-Si te refieres a Ángel...

-No, me refiero a un amor sincero...

-Yo pude dártelo... pero nunca me viste...

Apolo dio media vuelta y se marchó hacia donde estaban los demás.

Antoine se quedó mirando al gemelo, tratando de asimilar todo lo que le había dicho antes y en ese mismo momento...

¿tan ciego estaba que no había notado ese amor? Y ahora ya era tarde... lo mejor era poner distancia y olvidar a los gemelos.