Shura tenía emisarios conectándose con los médicos más reconocidos del mundo e incluso hicieron ofrecimientos para médicos que tuvieran nuevas visiones de cómo tratar un coma profundo...

Saga no estaba muy convencido de que Kanon fuese tocado por tantas personas y tal vez sólo fuese visto como un conejo de laboratorio sobre el cual estudiar...

Camus día a día se sentaba al lado del gemelo dormido y le leía poesía... durante su propio embarazo había descubierto que a Kanon le encantaba el romanticismo y la poesía era una pasión para él; le había leído Neruda, Benedetti y hasta Gustavo Adolfo Becker, sorprendiéndolo gratamente.

Ahora era su turno de leerle y hacerle saber que no estaba solo, que los arraigados sentimientos que se tenían, nunca morirían... que para volver, todo lo que se necesitaba era amor...

Saga por su lado, combinaba con Camus los horarios y mientras uno estaba con Kanon, el otro estaba con los gemelitos, que pronto estarían en condiciones de ir a la misma sala que su madre...

Ya casi se cumplía el mes y medio y se veían sanos, hermosos... aún no tenían sus nombres, esperaban a que Kanon despertase...

Llegó el tan anhelado día en que los bebés fueron dados de alta y Saga los traía orgulloso, uno en cada brazo, camino a la habitación de su esposo.

Entró sin hacer ruido, Camus le ayudó tomando en brazos a un pequeñín para luego ponerlo sobre el pecho de Kanon...

Recién ahora tenían el tamaño y peso de un recién nacido y parecía presentir que estaba junto a su madre porque se movía apenas sobre él y una mínima sonrisa se dibujaba en su boquita.

Alentado por esta actitud, Saga hizo lo mismo y colocó al otro bebé junto a su hermanito, viendo que reconocían a Kanon sólo por su aroma, su respirar...

Quizás hasta sentían el amor que emanaba del mayor que los trajo al mundo...

-Despierta Kanon... debes conocer las dos maravillas que concebimos y que tú mantuviste a salvo hasta su nacimiento... vamos mi vida, ellos te necesitan tanto como yo...

Las lágrimas corrían por las mejillas de Saga y uno de los pequeños comenzó a llorar también... lo cargó en sus brazos hasta tranquilizarlo.

Camus debía ir a alimentar a Emmanuel y se despidió de Saga y los gemelos, dando un beso en la frente a su gran amigo...

Iba llegando a la puerta cuando escuchó los aparatos de monitoreo cambiar el monótono sonido y empezar a sonar alarmas... asustado se volvió hacia Saga, cuando lo escuchó decir:

-¿Kanon?

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Shura estaba nervioso porque la guerra era inminente; era un militar acostumbrado a la batalla, a la muerte... pero ahora su vida tenía otras prioridades y preocupaciones.

Estaba casado, tenía un bebé y uno de sus amigos luchaba por sacar adelante a sus retoños recién nacidos.

Sin mencionar que su mejor amigo (así Shura consideraba a Kanon desde hacía un tiempo, pero nunca se lo diría porque creía no ser merecedor de su amistad, así como lo era Camus), aún seguía en estado de coma.

Francisco y Krest lo apoyaban moralmente cuando su ánimo decaía y no era para menos!

Camus pasaba casi todo el día entre las idas al hospital y el cuidado de Emmanuel... se sentía solo cuando más necesitaba del apoyo de su esposo...

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Portugal

-Radamanthys, hijo... te estoy preparando una sorpresa enorme!

-No empieces padre... sabes que no me gustan las sorpresas...

-Te has recibido de médico especializado en neurología y lo mínimo que puedo hacer es regalarte algo especial... me deberás esperar un poco pero sé que valdrá la pena...

-Está bien padre... como quieras... pero te aviso que mañana viajaré por trabajo... se ha presentado un reto a mis conocimientos y deseo ver qué tan capacitado estoy...

-¿Y adónde vas a viajar? Nuestro país entrará en guerra muy pronto y no es buena idea que vayas por ahí solo...

-Padre, es sólo visitar un enfermo en coma y volveré en menos de una semana... nadie me conoce como el hijo de Hades, así que estaré a salvo...

-Está bien... espero que le muestres a todos el profesional que eres... nos vemos a tu regreso hijo... recuerda siempre lo mucho que te quiero...

-Si, padre... yo también te amo...

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Los doctores veían con esperanza que el ritmo cardíaco, sus signos vitales en general, se incrementaban de a poco...

Kanon no despertaba aún pero tenía mejor semblante y su respiración era más acompasada y estable...

Saga estaba feliz, después de siete meses de ver a su amado esposo dormido en un coma inducido, ahora parecía que estaba intentando volver.

Algo había cambiado en su actividad neuronal y lo estaba trayendo de regreso... llevaría algo más de tiempo pero las posibilidades eran muchas y grandes...

Vio a los doctores platicar con Camus; miró a Kanon dormir tranquilamente con ambos gemelos dormidos en el hueco de sus brazos...

Toda su vida se hallaba en esa cama y sonrió al pensar que pronto las cosas cambiarían...

-Saga, los doctores dicen que un neurólogo recién recibido con honores está llegando para estudiar el caso de Kanon...

-Es una gran noticia majestad! Kanon está volviendo de a poco pero tras tanto tiempo de estar inconsciente... tengo miedo que queden secuelas...

-Nada de eso pasará... primero debe despertar y luego nos preocuparemos por lo demás...

-Tiene razón majestad... nuestros retoños están atrayendo su atención y lo están guiando fuera de la oscuridad...

-Todo se resume en amor, Saga... esos pequeños son parte de su ser y lo necesitan... lo sienten y su calor los ayuda a hacerse fuertes... ojalá sea recíproco!

Tocaron a la puerta y entró un doctor joven, alto, rubio...

-Soy el dr. Radamanthys, neurólogo... Escuché sus palabras y es tal cual lo ha dicho, joven... los bebés y su madre tienen un vínculo único y si ella les da fortaleza, ellos se la devolverán de igual modo...

-Mucho gusto doctor! Soy Camus y él es Saga, esposo de su paciente... mi amigo ha estado en coma inducido por siete meses ya, lo puede ayudar?

El doctor miraba a Saga ensimismado en sus pensamientos... '¿era él? no era el nombre  que recordaba...'

-Lo veremos... primero debo verlo y estudiar su caso.

-Adelante doctor... déjeme sacar a nuestros pequeños de su lado...

-Déjelos junto a él... no lo revisaré ahora... primero debo leer el expediente y ver si...

Sus palabras se perdieron ante lo que le mostraban sus ojos. Allí, frente a él, estaba el príncipe de sus sueños... su ángel salvador...

-¿Él... él es su esposo y madre de sus gemelos?

Su mundo se desmoronó en segundos y se sentía morir...

-Asi es doctor... él es Kanon, mi esposo...

Saga habló con orgullo sin notar la palidez que había tomado el rostro del doctor...

-¿Y cuánto tiempo hace que tienen una relación sentimental siendo hermanos?

-Hace casi nueve años... por qué es importante?

-Por... por nada... sólo deseaba saber...

-Estamos casados ante las leyes y ante Dios... jamás creímos que seríamos capaces de concebir...

Kanon sufrió mucho para llevar a buen término el embarazo gemelar y... yo lo necesito de vuelta a mi lado... doctor, por favor... ayúdelo a volver...

-Kanon...- murmuró para sí mismo...