24- Caleo

Leo miró alrededor del departamento vacío de Calipso, y se dio cuenta pronto que; el lugar se prestaba para hacer cosas muy pervertidas cuando su Hot-Girl se lo propusiera.

No es que él estuviese esperando una proposición indecente al estar aquí, a solas, con ella, en su departamento. Claro que no... Pero digamos que Leo ya estaba pensando en las farmacias más cercanas donde pudiese ir corriendo a por unos globitos de fiesta... No es como que él... Ahh bueno mierda, sí que lo pensaba ¿contentos? ¡Era un chico por amor a los tacos! ¡Los chicos pensaban en éstas cosas y dejaban volar la imaginación cuando la situación lo ameritaba.

Volviendo a la realidad, Leo y Calipso, luego de salir corriendo de ese restaurante Chino con gusanos vivos del mar. Ella los había traído hasta aquí, a su departamento, donde Leo pudiese cocinarle tacos como le había prometido. Cosa que a él no le molestaba en lo más mínimo, cualquier excusa para seguir a su lado. Él la usaría.

Eso hacia en este momento, cortando lechuga y tomate, mientras le indicaba a Calipso para que hiciera lo demás. Porque ella le había pedido que le enseñara.

- Córtalos en pequeñas rodajas, nena. - Le apuntaba. - Ponle más agua para que no se sequen, preciosa. - apuraba. - ¡Presta atención cuando las cebollas se pongan transparentes, dulzura de mi corazón!  -Ordenaba.

- ¡Oh vamos! - explotó Calipso de repente, con las mejillas rojas del enojo y por el calor de la sarten. - ¡¿En serio te estoy dejando enseñarme algo de cocina?! ¡¿En mi propia casa?!

- Todo sea por los tacos, nena. - echo una carcajada, mientras ella suspiraba con derrota. - Y si te portas bien, te daré la receta secreta de los Valdez. Que ha sido pasada de generación en generación... ¡Específicamente por 5 generaciones!

- Vaya... - Silbó Calipso, apretando los labios para no dejar escapar una sonrisa burlona. - Y yo aquí con solo chanclas y shorts, para recibir algo tan solemne.

- Tú con shorts y chanclas. Te ves como una candente Diosa. - Le susurró Leo a centímetros de su oreja, aprovechando cuando pasó detrás suyo para agarrar la bolsa de carne al otro lado de la barra.

N.A: Gracias ohmyradioactive y TsukinoMitsuky00, por enseñarme como se hace un taco ♡ créditos a esas dos bellas mujeres ♡ y a mi sis por supuesto.

Calipso echó una risa algo temblorosa, y trató de ocultar rápidamente la piel de gallina que le formó en los brazos y el cuello por su voz. Se preguntaba si todos los latinos eran así de cautivantes. Porque con todos los chicos americanos que ella había salido, siempre le habían parecido fríos, adustos, distantes... Pero éste elfo latino, éste era cálido y romántico, capaz de prender su llama escondida.

Siguieron trabajando, sin estorbarse, ni molestarse, con coordinación y comodidad. Leo estaba refulgiendo de felicidad por eso. Ésto era una gran señal para el romance. Es decir, cuando dos personas cocinaban tan bien juntas y casi al mismo tiempo, ¡tenía que ser amor verdadero sin duda! ¡Y más cuando se trata de estar preparando tacos!

Ellos eran un gran equipo, y eso solo hizo que su imaginación volará aún más alto, hacia un restaurante abierto por ambos; y con ella como modelo llamando la atención de los clientes.

- ¿Sabes? Creo que podría acostumbrarme a esto. - lanzó Calipso descuidadamente, y él lo miró sin entender, mientras ella seguía cortando las picadas de cebolla para tirar un poco más en la sarten.

- ¿A qué?

- A ti. En mi cocina. - lo miró de reojo, con picardía y una sonrisita juguetona que a Leo le puso los pelos de punta. - Preparándome tacos.

Leo empezó a sonreír.

- Y tal vez sin camisa además. - agregó como quien no quiere la cosa.

Y Leo sonrió aún más grande. Tanto que le dolieron las mejillas y se vieron hasta casi las últimas filas de sus dientes. Empezó a sacar las tortillas pre-cocinadas, mientras volaba en su imaginación (junto a Calipso agarrada de su cintura) sobre un dragón imponente del amor, con un cartel sujetado en la cola que diría de "recién casados".

- Podrías ser la mujer de la casa. Mientras yo trabajo y traigo para el pan de cada día. -  continuó Calipso, a la vez que se aventuraba en darle un pequeño empujoncito juguetón a su cadera con la suya.

- ¡Oye! - Se quejó indignado, Leo, pero estaba riéndose a carcajadas y eso no ayudaba mucho a mostrar su contrariedad. -  Soy un hombre, hecho y derecho. - Se alabó, luciendo una mirada petulante. Pero después, su rostro se arrugó completamente en horror cuando sintió algo caminar en su brazo, y al verlo, vio que era una avispa gigante de color negro a punto de picarlo y matarlo de dolor. - ¡POR LOS CALZONES DE MI ABUELA! SÁCAMELO, SÁCAMELOOOOOOOOOO.

Pero antes de que Calipso pudiese hacer algo, él mismo había logrado apartar al bicho de su brazo mediante un fuerte bofetón de parte de su mano libre. La avispa gigante cayó en la mesa boca a abajo, y después de voltearse dificultosamente como un borracho caído, salió huyendo por la ventana de la cocina, en búsqueda de otro indefenso elfo doméstico cocinero de tacos para atacar.

- Oh Por Dios. - Los ojos se Calipso estaban muy abiertos. - Menos mal no te ha picado. Esa avispa suele tumbar hasta a toros con un pinchazo. ¡A esto le llamo buena suerte!

- ¿Hasta a un toro? - Su voz salió una octava más aguda de lo normal, y se imaginó dentro de un sarcófago. Con un enorme chichón de avispa, y sus amigos llorando a sus pies, gritando a los cuatro vientos "¡No es justo! ¡Aún era tan virgen!

(...)

Cuando habían terminado de preparar todo, los tacos servidos y llenando el ambiente de un exquisito aroma que dejó a ambos con agua en la boca. Se dispusieron a engullirlos. Sentados lado a lado en una silla. Conversaron vagamente sobre cosa que sencillas y hablaron de sus amigos y de ¿Qué estarían haciendo ahora?

En todo el rato. Calipso lo oyó y lo miró toda la noche de dos maneras: a hurtadillas, y de frente. Su voz era calmada y la hacia reír a dos por tres. Era ingenioso, bromista, sin rayar a ser cruel, y detallista, sin llegar a parecer controlador. Como cuando limpió un pedazo de lechuga de su mejilla.

Calipso había sentido tanta ternura ante tal gesto, pero no pudo decir nada por la pena. Era la primera vez que alguien le estaba gustando tanto. Y no quería arruinarlo... Sus rodillas se rozaban, y no podía dejar de sonreír. Esperaba que su pelo estuviese bien, que no tuviera mal aliento, ojalá que no tuviese lechuga entre los dientes. Porque estaba sonriendo demasiado.

Pero llegó la hora de irse. Era casi media noche, y Leo estaba reticente a irse, pero quedarse más, daría malos entendidos a la chica. Él pensaba que tal vez querría librarse de él, o bueno, lo que sea...

- Entonces... - Empezó Leo, bajo el marco de la puerta. - Me voy para mi casita. Ajá.

- Sí, supongo. - Calipso contestó, acariciando distraídamente el marco de la puerta. - Te vas porque quieres... Nadie te estaba echando.

-¿Qué? - No ocultó su sorpresa. - Es que... pensé que tal vez estaba siendo demasiado...

- ¿Perfecto? - Terminó por él Calipso, y se sonrojó violentamente. - Es decir, los tacos estaban perfectos. Sí, sabían perfectos. Sí.

- Sí. Perfectos los tacos.

- Sí...

- Sí. - Asintió Leo, carraspeando. - Entonces...

Calipso formó una mueca impaciente, y rodó los ojos.

- Oh vamos. Solo cállate y bésame. - Demandó la chica, y acto seguido, acercó sus labios y se fundieron en un profundo y tierno beso, mientras el olor de los tacos inundaban sus fosas nasales.

El beso tardó una o dos horas. Tal vez. Pero lo que si es seguro. Que ambos pasaron toda la noche juntos, descubriendo la técnica de besar del otro. Y perfeccionándose mutuamente.

Fin del Caleo.

●●●

Cuando cada pareja se dé su beso consentido. Será el fin. O al menos eso pienso hacer. Ya que...

He prometido que si llegaba a los 1k seguidores. Comenzaría a hacer una nueva historia en donde los personajes de PJ, serían una banda de rock sukulenta😍

Aún no sé, si Nico canta o... Percy, pero tengo seguro que Jason tocará la guitarra, Percy también seguro si no canta, y Frank la batería y Leo será el chico que edita a computadora. Así que, estará cargado de mucha sensualidad e ilegalidad. ¿Mi especialidad?

Y Will estará esta vez, abajo en el escenario, mirando como ese bombón italiano canta y ronca, mientras se imagina si sonaría aún mejor con él en la cama.

Así que... Ese es el plan. Pero, presiento que para llegar a los  1k, tardaré un poco así que... ¡¡PRÓXIMAMENTE!! ROCKANROLL  CON PERCY PUNK Y EL RESTO CON LA MISMA TEMÁTICA.

Bye :3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top