Estados Unidos. Apesta. Punto.

Primero, Frank había recorrido medio New York, para poder alcanzar un taxi. Cuando el séptimo lo había abandonado por unas piernas largas y falda de licra, el Chino canadiense, finalmente se rindió, así que tuvo que optar por elegir una moto - taxi.

La moto ni siquiera tenía de donde agarrarse, sentía su trasero a centímetros de caerse en el asfalto y un desagradable vértigo cada que el tipo se adelantaba a un auto o giraba por una curva. Así que no había tenido de otra que aferrarse a la prominente panza del hombre, era eso, o caer de espaldas y que lo atropellara el furioso tráfico.

- Hace tanto que no siento unos fuertes músculos detrás de mí, ¿sabes? - Le confesó el conductor, palabras que dejaron helado y mudo al chino con mochila de panda. - Me siento protegido.

Luego, había sido difícil encontrar la universidad. Le preguntó a varias personas, cada una de ellas le dijeron vagamente "cerca del supermercado Manolo" o "Cerca de aquella Gomeria y gira a la izquierda y luego vas recto". Un policía le obsequió un mapa, pensó que así sería más fácil, pero incluso utilizando su brújula, no encontró el lugar. Y para empeorar, se le acababa el agua en su cantimplora militar.

Finalmente, siguiendo casualmente a un perro que le había robado su pedazo de pizza (su almuerzo improvisado) encontró la universidad Olimpus. Sonrió agradecido al perro, se sacó una foto con él, y se despidió efusivamente para luego entrar en la institución universitaria. Respiro hondo. Ah, olía a nerds y a desesperación. Sí, definitivamente, era su universidad.

- Hola, ¿sabes donde queda la clase de biología? - Preguntó a una chica que encontró en el camino, a su costado, varios chicos jugaban con la pelota y otros dos se peleaban por un tipo de apuesta. - Es mi primer día, soy de Canadá, pero solía vivir en china.

La chica puso una pose pensativa, acariciando su mandíbula con una mano, y luego, de improviso, alguien detrás suyo se acerca sigilosamente para implantarle un beso en su mejilla. Actuó solo por instituto, de acuerdo a años de entrenamiento con su padre, antes de que el criminal besuqueador pudiera escapar. Frank agarra su brazo con sus dos poderosas manos, y lanza al tipo sobre su hombro hasta dejarlo en el suelo. Después de eso, se dio cuenta que no era un "tipo" si no una "tipa".

- ¡Ah! ¡¡Lo siento tanto!! - Exclamó Frank horrorizado, tratando de ayudar a la chica a incorporarse, pero pronto sus amigas evitaron que volviera a acercarse a ella. - Yo solo, solo pensé que estaba siendo atacado...

- ¡Aléjate agresor de mujeres! - Chilló una chica con pelo teñido de azul. - ¿Quién te crees que eres para lanzar a una indefensa mujer así? Deberías estar agradecido de que alguien hubiera puesto sus labios, en tu inmunda cara.

- ¡Oye! - frunció el ceño. - Sí hubiera sido al revés, podría haber sido acusado de violador en serie.

Luego, de eso, gritó un poquito, ella gritó otro poquito, y luego él se marchó sin recibir ninguna respuesta a su pregunta inicial. Entró en un edificio, trató de quitarse con una mano la mancha de lápiz labial de su mejilla, ignorando el deliberado coqueteo de una rubia y un azabache cerca de la máquina de bebidas.

- Esto es más difícil de leer que la mala caligrafía de un chino. - Farfullo, arrastrando sus pies al caminar con pesimismo. - Moriré aquí, seré el deshonor de la familia Zhang. Mi padre va a orinar en mi tumba por haberlo defraudado y mi abuela escupirá en mi...

- ¡¡TÚ!! ¡Alto ahí! Detente en este mismo instante.

Frank se detuvo. Se quedó completamente paralizado, con un pie adelante y otro atrás, y su mapa en manos. ¿Y ahora qué? Giró su rostro lentamente, hacia aquella voz femenina que lo había detenido.

Y allí estaba ella, su novia, su futura esposa. Su mujer, su confidente su futura mejor amiga. Todo en uno, envuelto en un hermoso empaque de color moreno. Ella era, preciosa, ella era...

- Tú. - La chica de ojos dorados, lo apuntó con adoración en su mirada. - Eres perfecto. Justo lo que buscaba. 

Frank dejó caer su mapa al suelo, e incluso su mochila se cayó por el estupor. Un chico atractivo de pelo rubio, escupió su bebida encima de otra chica Punk. El chino canadiense, sintió que empezaba a flotar o a convertirse en un burro atontado por ella.

- Tú serás mi fuente de inspiración. - La chica se acercó hasta él, y agarró una de sus manos con las suyas que eran pequeñas. - Mi musa, ¿quieres ser mi modelo de pintura?

Entonces Frank contuvo un chillido super gay y asintió. Él había creído que saldría de la universidad con un título y honores, pero jamás pensó,  que también saldría de aquí con una esposa perfecta.

Estados Unidos. Manda. Punto.

Feliz cumpleaños Miri ♡ Por alguna razón, el Frazel encaja contigo perfectamente.