"Era algo que ya no debia ocurrir" , se regaño mentalmente mientras llenaba sus informes,pero por más que lo intentará todo lo ocurrido aún la atormentaba.
Sabía que si lo hubiera esperado, quizás hubiera vuelto a caer en esa red de mentiras que había aceptado seguir.
La voz sonó como un eco por los pasillos.

Sabía quien era, no necesitaba voltear para saber de quien se trataba.

- Rin... - - -  la escucho nombrarla, mientras avanzaba por el marco de la puerta de la pequeña habitación.

Su mente daba mil vueltas,  "que debía hacer ahora"penso.
Realmente no se sentía tan preparada para tener  aquella conversación en esos momentos, que tenía la mente muy enredada.

-No hay nada de que hablar-- sentenció queriendo salir de esa habitación - - aquello fue algo que no debió succeder.

Quiso salir de la habitación, cuando esté la llamo de nuevo y sujeto suavemte su brazo intentarlo entorpecer su huida en el el momento que quizo salir del lugar.
-Rin, escuchame - - pidió  el peli plata.
Mientras ella lo observó, con aquellos grandes ojos castaños.

"No supo en que momento aquellas lágrimas traicioneras deslizaron su rostro, pero solo al observar a aquellos ojos  dorados que la miraban y le pedía que se quedara para que hablaran".

Pudo soltarse de su agarre y seguir pero las fuerzas de sus pies se lo impidieron.

Su ojos aunque no dijeron nada la observaron, mientras los suyos le pedían una y mil cosas y entre ellas estaba qué no la lastimara más.

De aquellos labios, solo pudo oír aquella respuesta. Qué en vez de causarle felicidad le causó angustia.

-Necesito tiempo.--menciono mientras rompía aquel silencio qué se formo cuando nos se vieron.
Ella algo desconcertada solo le respondió dolida
-¿tiempo para qué ?
Sesshomaru qué se se mantuvo en silencio respondió un mentó después, un momento que parecio largo.

-para arreglar todo esto...- Soltó con un distinto tono de voz, deacuerdo a lo habitual.

Rin que no entendía en ese momento a lo que se refería, le pidió una explicación.

-a que te refieres Sesshomaru  - - contesto con un poco de esperanza, que fue matada al minuto siguiente con la declaración.

- Necesito tiempo para entender lo que realmente siento y para resolver algunas cosas - - - admitió  con sinceridad, buscando en los ojos de Rin una comprensión que sabía que no sería fácil de obtener.

Rin lo miraba con una mezcla de sorpresa y decepción.

Había esperado por un segundo, una respuesta diferente de parte suya.

Pero ahora se enfrentaba a la realidad de que Sesshomaru necesitaba espacio y tiempo para  resolver sus propias dudas.

Eso es lo que había entendido ella.

- Lo entiendo-- murmuró con la voz entrecortada, luchando por mantener la compostura frente todo aquello que representaba aquellas palabras.

-Pero... ¿qué significa eso para nosotros?

Sesshomaru suspiró, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. Sabía que no podía prometer nada en ese momento, no cuando aún no estaba seguro de lo que haría.Pero tampoco quería perder a Rin, la única persona que había logrado tocar su corazón de manera tan profunda.

- Significa que necesito tiempo para resolver algunas cosas - , respondió Sesshomaru con sinceridad, acercándose un poco más a Rin en un gesto de consuelo.
Pero para Rin qué había estado en este círculo vicioso por un largo tiempo desde que comenzó su relación clandestina, solo le hacía pensar que si aceptaba todo volvía a hacer lo mismo.
Su cuerpo aunque no quiso moverse retrocedió y negó.
-No, Sesshomaru - - dijo por último mientras salía de la pequeña sala, tratando de calmar su mente y su corazón, qué le pedía que le diera una oportunidad.

"tonto" sollozo.

Los siguientes días fueron un calvario para ella mientras trataba de evitarlo y hacer como si nada pasara.
Pero eso no duró mucho, cuando una noche libre que tenía una precensia apareció en su departamento.

-¿qué haces, aquí? - - cuestionó mientras le regañaba y el la observaba.
Se veía que no estaba en sus 5 sentidos y era algo sumamente inusual verlo de esa manera.
Estaba hebrio.
-"Rin" llamo su nombre.

Rin se sorprendió al ver a Sesshomaru en ese estado. No era común verlo así, desorientado y con evidentes signos de haber bebido demasiado. Aunque quería regañarlo por aparecer en su departamento de esa manera, también estaba preocupada por él.

"Sesshomaru, ¿qué estás haciendo aquí en este estado?", preguntó Rin con voz firme, pero también con un dejo de preocupación.

Sesshomaru la miró con una mezcla de tristeza y arrepentimiento en sus ojos. Sabía que había cometido un error al presentarse de esa manera, pero no podía evitarlo. Había estado luchando con sus propios demonios desde que Rin lo había rechazado, y la angustia lo había llevado a buscar refugio en el alcohol.

"Lo siento, Rin", murmuró Sesshomaru, con la voz cargada de emociones. "No sé qué hacer... me siento perdido".

Rin sintió un pellizco en el corazón al ver el sufrimiento de Sesshomaru. A pesar de todo lo que había pasado entre ellos, aún lo amaba y no podía soportar verlo así.

"Sesshomaru, ven", dijo Rin suavemente, extendiendo la mano hacia él. "Déjame ayudarte".

Sesshomaru vaciló por un momento, pero finalmente tomó la mano de Rin, permitiéndole guiarlo hacia el sofá. Se sentó a su lado, con la mirada perdida en el vacío, mientras Rin lo observaba con  preocupación.

"Lo siento Rin..
" volvió a repetir mientras se hecha a en el asiento y tapa sus rostro con su brazo, algo cansado.

"No tienes..."

"No puedo..." soltó mientras intentaba no verla, puesto que no sabía cómo decirlo.
Mientras aquella habitación se quedaba un silencio qué fue rompido por una declaración.

"que no puedes.." susurro mientras lo veía.

"No puedo dejarte de amarte " confesó,  algo que sin duda la sorprendió.

Sabía que él no era de los que confesaban fácilmente sus sentimientos, lo cual hizo que la confesión lo tomara por sorpresa. Su corazón se llenó de una extraña mezcla de alegría y desconcierto ante aquellas palabras inesperadas.

Cuando sus labios se encontraron en un beso, una corriente eléctrica recorrió su cuerpo, dejándola sin aliento. En ese instante, decidió no rechazarlo, permitiendo que la intensidad del momento los envolviera por completo.

A pesar de una voz interna que le advertía sobre las posibles consecuencias, sucumbió al deseo que comenzaba a inundarla. Sabía que tarde o temprano enfrentaría las repercusiones de sus acciones, pero en aquel instante de pasión desenfrenada, eso era lo que menos le importaba. Se dejó llevar por las emociones del momento, sin pensar en el mañana.

Continuara.....