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Las cosas no podían ir peor, la estrañaba demasiado. Más de lo que alguna vez pudo pensar, ella se había convertido en algo que nunca podría olvidar.
Su furia en estas semanas había incrementado hasta el punto de estar de mal humor siempre y para el colmo de sus males esta mañana que no la vio, sintio una fuerte opresión en su pecho.
Necesitaba verla de nuevo,se había dicho una y mil maneras. Pero su razón que sabía que aquello debía terminar, le impidió a que fuera a buscarla.
Su cerebro le decía que pensara fríamente y las consecuencias que traería si la seguía, viendo y si alguien se enteraba sobre su relación. Trato de concentrarse una y varias veces en varios casos en el hospital, tratando de ponerse a prueba y de estar concentrado en alguna cosa. Pero por más que lo intentará, no podía.
Después de unos horas de no dejarla de pensar, su cordura se fue a los suelos. Cuando instivamente su cuerpo lo llevó al quinto piso donde se encontraba ella. No quería incomodarla, por eso, solo la veía de lejos.
Algo que sin duda se volvió costumbre en los días siguientes, y que por semanas había hecho. Casi siempre al terminar al terminar su turno.
Una de esas ocasiones, cuando el ascensor lento lo llevo al quinto piso se di cuenta del disturbio qué parecía ver en una deas salas,algo sin importancia para el pues no era el encargado de aquel lugar.
No iba a intervenir, cuando escucho los susurro de esas mal intesionadas mujeres que empezaban a comentar alrededor.
"Miralo pues, con una carita tan bonita y toda una fichita"
"Yo pensé que era alguien correcto" soltó otra.
Era una y mil susurro que ya empezaban a incomodarlo de sobremanera, que en un instante pensó en intervenir y mandar a todos su trabajo.
Cuando se acerco a aquella multitud, no pensó ver esa escena.
Solo recordó que algo en su circuito o en su cabeza explotó, que terminó golpeado a aquel hombre sin contemplaciones.
Fue tarde, cuando se dio cuenta de lo que había hecho y sin dudar estaría en problemas.
Pero por su estado de ira, era lo que menos le importaba en ese momento. Hasta que una parte de su cordura provocó que volteara y la viera asustada.
Realmente no escucho bien lo que aquella mujer dijo, pero sabía perfectamente de lo que se trataba y de quien era. Quizás en ese momento podría hundirlo frente a todos, pero sabía que esto traería consecuencias y si no lo manejaba bien, afectaría a Rin.
Sin duda, la única manera de que todo estuviera bien fue hacer que ellos se fueran de ese lugar, ya se encargaría de que aquella escoria le pagará por haberla lastimado de esa manera.
Solo bastó unos minutos para que todo ese grupo de idiotas qué hace un momento observaban regresarán a su trabajo al verlo ahí.
Sus ojos de nuevo se dirigieron a ella, qué intentaban retirarse algo que no se lo permitió.
Tomo su mano suavemente para llevarla y le pidió que lo siguiera.
. - -..
Aún al llegar a esa gran oficina que parecía ser inmensa por el gran muro que aún parecían tener ambos.
Quería decir algunas palabras pero sabía que nunca fue bueno en esos y la muestra clara era su hermano al que un par de veces quiso consolar y al que termino haciéndolo llorando.
Creí que era mejor de jarla sola y pensar, pero no espere que ella lo abrazara y se aferra a él, fuertemente.
Algo que sin duda había requebrajado la poca cordura que aún tenía.
En aquel momento solo atinó a corresponder aquel gesto, hasta que la vio tan vulnerable.
Sus ojos la miraban con un brillo espectacular, haciéndola comprender que aún existía esa conexión que pensó se había quebrantado el día en que decidieron terminar con aquella relación. Instintivamente, sus manos se movieron a las mejillas de la joven y suavemente sus dedos se deslizaron por su rostro, mientras levantaba una parte de su rebelde cabello castaño. Al verla tan afligida y tirada en ese momento, se lamentaba por no haber podido estar mucho más antes con ella. Pero no iba a dejar todo esto así, iba a hacer lo que sea para que aquel hombre pagara por tal atrevimiento. No lo había hecho antes por miedo a que esto también le afectara a ella, pero no todo estaba perdonado. Sus ojos dorados no la perdieron de vista y su cuerpo parecía actuar por propia voluntad. Quizás fue el momento o las emociones las que los llevaron una vez más a caer en el círculo vicioso y adictivo en el que querían dejarse llevar. Sus labios se juntaron como dos imanes y se movieron desesperados buscando un refugio y una suave sensación de calor que no habían sentido por días. Su cordura en ese momento le decía una y mil cosas, pero ¿cómo hacerle caso a esas razones si era algo que estaba buscando desde hace tiempo? Fueron unos minutos eternos, que significaron el fin de muchas cosas. Fue un momento en el que el aire faltó, en donde por un segundo se separaron y se vieron a los ojos. No había culpa, sino una ansiedad que preguntaba dónde estabas o quizás algo parecido. Algo que entendió rápidamente y que instintivamente respondió con otro beso, aún más apasionado. Quería más.
El beso los dejó sin aliento, pero también los llenó de una sensación de alivio y complicidad. Era como si todo el peso del pasado se hubiera desvanecido en ese breve momento de conexión.
Rin se apartó lentamente, con el corazón latiendo con fuerza en el pecho. Sabía que lo que acababan de hacer complicaba las cosas aún más, pero al mismo tiempo, no podía negar la intensidad de lo que sentía por Sesshomaru.
Él la miraba con una mezcla de deseo y preocupación, como si estuviera luchando contra sus propios demonios internos. Sabía que estaba en una posición complicada, con responsabilidades y compromisos que lo ataban a una vida que no le pertenecía por completo.
Sin embargo, en ese momento, no podía preocuparse por el futuro. Solo podía dejarse llevar por la atracción que sentía hacia Rin, una atracción que había estado presente desde el primer momento en que la vio en el hospital.
Se acercó a ella nuevamente, sus labios apenas rozando los suyos en un gesto lleno de ternura y pasión. Sabía que no podían seguir adelante sin resolver los problemas que los habían separado en primer lugar, pero por ahora, solo quería disfrutar del momento presente.
Por otro lado, Rin se dejó envolver por sus brazos, sintiendo una sensación de seguridad y calma que solo él podía brindarle. A pesar de todas las complicaciones que enfrentaban, sabía que estaban juntos en esto, dispuestos a luchar por lo que querían.
Pero mientras se perdían en el calor del momento, una voz resonó en el pasillo, rompiendo la magia del momento.
-Doctor - la voz de su asistente, se escucho en la puerta.
-Tenemos una emergencia. - - lo llamo exaltada, mientras le pedía que saliera.
Aunque en ese momento, no quería salir términos saliendo, no sin antes verla desde la puerta.
"Después hablaremos de esto" le dijo por último al salir.
..
-
-
No paso más de una hora para que volviese a aquella oficina a buscarla, esperando que aún se encontrará ahí.
Pero para su decepción, ella ya no se encontraba en ese oficina, situación que terminó frustrandolo.
Al estar en silencio, solo se sento en el pequeño sofá y juntos sus manos mientras cero los ojos, intentado pensar.
Aquella tarde le sirvió para darse cuenta de lo que en verdad deseaba y al final tomo una decisión.
....
Continuara...
Hola les dejo esta parte más, la voy a considerar 4, puesto que al revisar la historia este capitulo se extendió mucho a lo que estoy acostumbrada.
Resolviendo sus preguntas, no falta mucho para aclarar esa cosas. La historia es corta como ya lo escribí, y no quiero ponerlo tanto drama porque si no, no termino.
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