34💕

Sesshomaru salió de la habitación con pasos rápidos, confiando en que los dos guardaespaldas que había dejado con ella cumplirían su tarea. Aunque Rin no había expresado ninguna objeción a su presencia, Sesshomaru podía leer la preocupación en su mirada. Sabía que ella se esforzaba por aparentar tranquilidad, pero también sabía que algo seguía perturbándola.

El lugar de encuentro era una oficina discreta en la ciudad, donde lo esperaba Jacken, su fiel abogado, junto con un joven investigador llamado Renkotsu. Este último había sido contratado específicamente para indagar más cosas sobre su padre.

-¿Qué has encontrado? -preguntó Sesshomaru directamente, sin perder tiempo en formalidades.

Renkotsu, que estaba revisando una carpeta, levantó la vista.

-Algunas cosas interesantes, pero nada concluyente todavía. Hay registros antiguos sobre algunos de sus negocios turbios, pero necesitaré unos días más para confirmarlo todo.

Sesshomaru asintió, cruzándose de brazos mientras su mirada se perdía por un momento. Sabía que era solo cuestión de tiempo antes de que toda la verdad saliera a la luz, pero la espera lo inquietaba.

Estaban a punto de profundizar en los detalles cuando el teléfono de Sesshomaru volvió a sonar. Frunció el ceño al ver el nombre de su madre en la pantalla. Desde ayer, que sus llamadas eran constantes y cada vez más molestas.

-¿Qué quieres? -contestó, su tono cargado de exasperación.

-¡Sesshomaru! ¡Hasta que me contestas! -la voz de su madre resonó con frustración al otro lado de la línea.

-Si es para lo de siempre, ya sabes mi respuesta. No pienso seguir tus órdenes ni involucrarme en tus asuntos -respondió con frialdad.

Hubo un momento de silencio antes de que su madre hablara de nuevo, esta vez con un tono más serio.

-Sesshomaru, hay algo importante que necesito decirte...

-No me hagas perder el tiempo -replicó él, interrumpiéndola, aunque algo en su interior comenzaba a tensarse.

-Es sobre esa muchachita... -la voz de su madre se endureció, dejando entrever una mezcla de desaprobación y urgencia.

Sesshomaru apretó los dientes al escuchar esas palabras.

-No te atrevas a hablar de Rin -dijo rápidamente, su voz se volvió gélida, cargada de una amenaza implícita.

-Escucha, no es lo que piensas. Es urgente, Sesshomaru. Créeme esta vez.

La desconfianza lo dominó, pero algo en el tono de su madre lo obligó a escuchar.

-Habla -dijo finalmente, aunque su paciencia estaba al límite.

-Esto no se puede discutir por teléfono. Necesito verte en persona. Te espero en el centro en treinta minutos.

Sesshomaru dudó por un instante, pero el desconcierto empezó a abrirse paso. Aunque odiaba seguirle el juego, algo le decía que esta vez había más en juego.

-Está bien. Pero no esperes que sea indulgente si esto resulta ser una pérdida de tiempo -respondió con sequedad antes de colgar.

Guardó el teléfono con un gesto brusco y volvió a centrarse en los papeles que Rekon tenía sobre la mesa.

-Renkotsu, necesitamos acelerar esto. Si alguien se entera antes de tiempo, todo se complicará -ordenó, retomando su tono habitual, aunque en su mente el encuentro con su madre empezaba a pesar más de lo que quería admitir.

Sabía que las que las semanas que vinieran serían cruciales,por eso necesitaba actuar rapido. Tanto para proteger a Rin como para asegurarse de que el plan que había trazado se ejecutara sin errores.

Les pidió a ambos que investigaran más a fondo, que se aseguraran de que todo estuviera bien organizado. Necesitaba que todo fuera perfecto.

.-.-.-

Sesshomaru llegó al café donde lo esperaba su madre, Irasue. Ella estaba sentada junto a la ventana, elegante como siempre, con una taza de té entre las manos. Su expresión era serena, pero Sesshomaru podía notar una tensión subyacente en sus ojos.

Sin saludar, se sentó frente a ella.

-¿Qué vas a decirme? -preguntó con frialdad-. ¿Que no me divorcie de Kagura? ¿Que detenga mis planes respecto a mi padre?

Irasue lo observó con una mezcla de desaprobación y preocupación.

-No tendría sentido pedírtelo. Sé que, una vez que decides algo, es casi imposible hacerte cambiar de opinión.

Sesshomaru arqueó una ceja.

-Entonces, ¿por qué estoy aquí?

Ella dejó la taza con cuidado sobre la mesa y lo miró directamente.

-Voy a divorciarme de Tōga.

El anuncio lo tomó por sorpresa, aunque no lo mostró más que con un leve fruncimiento de ceño.

-¿Por qué?

-Porque ayer, finalmente, me confesó algo que no puedo ignorar.

Sesshomaru permaneció en silencio, expectante.

-Me dijo que hace años estuvo involucrado en una mala praxis médica.

Sesshomaru entrecerró los ojos.

-Eso ya lo sabía. Lo que no entiendo es por qué eso te lleva a divorciarte ahora.

Irasue soltó un leve suspiro, cruzando las manos sobre la mesa.

-Porque esa mala praxis no fue un accidente. Fue algo que él decidió encubrir.

Sesshomaru alzó una ceja, mostrando un atisbo de interés.

-¿Qué significa eso?

-Significa que todo estuvo orquestado. Esa mujer, la que murió... era alguien importante.

Sesshomaru permaneció impasible, pero su madre continuó.

-Era la madre de tu amante.

-No llames a Rin de esa manera -replicó con una voz firme y helada, interrumpiéndola.

-No me mires así, Sesshomaru. No estoy aquí para juzgarte, pero tú y esa mujer están en el ojo de la tormenta. ¿Sabes cuántos periódicos hablan de ti desde que te vieron con ella? ¿Sabes lo que podría pasar si este escándalo continúa?

-No me interesa lo que los demás digan.

-Debería interesarte, porque esto no se trata solo de ti.

Sesshomaru la miró fijamente, y Irasue continuó con voz más baja, como si temiera que alguien más pudiera escuchar.

-Tu padre me confesó que todo esto estuvo relacionado con los Susuki.

Sesshomaru ladeó la cabeza ligeramente.

-¿Los Susuki?

-Sí. Mirakawa Susuki fue quien orquestó todo.

La mención del famoso patriarca de la familia Susuki captó completamente su atención.

Conocía a los Susuki a través de Myōga y otros contactos,muy poco.

Sabia que era una familia poderosa, temida, y con una reputación un poco manchada.

-¿Qué tienen que ver los Susuki con todo esto?

Irasue lo miró directamente.

-Mirakawa Susuki es el padre biológico de esa muchacha.

Sesshomaru no pudo evitar fruncir el ceño ante la revelación.

-¿De dónde sacaste esa tonteria?

-De tu padre. Me dijo que lo descubrió tiempo después de la muerte de Aria Kim, al investigar porque la querian muerta.

Se sabe en la elite que Ana Susuki, la heredera de los Susuki, es una mujer celosa y cruel que pidio que no se interviniera cuando ocurrió el accidente y que la dejara morir. Es más, le sugirió que acelerara la muerte de Aria y su hija, para eliminar cualquier amenaza a su matrimonio.

Sesshomaru sintió que un profundo desagrado se apoderaba de él.

-¿Por qué haría algo así?

-Porque Mirakawa Susuki nunca superó su obsesión por su ex-esposa Aria Kim. Aunque se divorciaron, él continuó acosándola, manipulándola, y cuando ella intentó huir con su hija, la situación se salió de control.

Irasue tomó aire antes de continuar.

-Ana estaba desesperada por ganar la aprobación de su esposo y colaboró en todo. No podía soportar que Mirokawa siguiera obsesionado con su exesposa y que la siguiera buscando. Cuando Aria trató de escapar y regresar a su pais con su hija, los Susuki intervinieron. Y cuando ocurrió el accidente, se aseguraron de que todo quedara encubierto.

Sesshomaru apretó los puños, una furia contenida empezaba a hervir en su interior.

-¿Y mi padre?

-Los Susuki lo tenían en la palma de su mano, Sesshomaru. Le ofrecieron pagar todas sus deudas, salvarlo de la ruina, a cambio de encubrir la negligencia médica que provocaron.

-¿Sabía que Rin había sobrevivido?

-Creo que no,porque hubo una confusion esa noche. Cuando lo descubrió, ya estaba demasiado involucrado como para confesar la verdad.

Sesshomaru golpeó la mesa suavemente, apenas conteniendo su enojo.

-¿Y ahora qué quieres?

Irasue sostuvo su mirada con firmeza.

-Quiero que te alejes de esta situación antes de que las cosas empeoren, tu padre teme que todo se salga de control y que ellos tomen represalia. Por eso te pido que te lleves a esa chica lejos de aquí, si realmente la amas. Pero deja de investigar a los Suzuki. No son personas que perdonen ni olviden.

Sesshomaru la miró fijamente, evaluando sus palabras.

-¿Por qué te preocupa tanto?

-Porque no quiero que algo le pase a esa joven... o a tu hijo.

Sesshomaru la miró fijamente, tratando de desentrañar sus palabras.

-¿Cómo sabes eso?

-Soy tu madre. Sé leer las noticias. Hace días te vieron con ella, y no se necesita ser un genio para entender lo que está pasando.

Sesshomaru permaneció en silencio, su mente trabajando rápidamente.

-Sesshomaru -continuó Irasue, esta vez con un tono más suave-, te conozco. Siempre has sido ambicioso, calculador. Nunca te interesó formar una familia, ni cuando te empujamos a casarte con Kagura. Y sin embargo, ahora estás dispuesto a arriesgar todo por esta muchacha.

Ella suspiró profundamente, un atisbo de ternura cruzando su rostro.

-Haz lo que quieras, pero si realmente la amas, protégela. Y protégete a ti mismo.

Continuará....

Feliz año para tod@s, este es mi último capítulo del año, realmente quería acabar esta historia este año. Pero no se pudo.

Aun no ha llegado el año para mi país, así que aún lo escribo desde el 2024.

Que este año todos los lectores cumplan su meta y deseos.


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