26💕

—Señor Toga —llamó con urgencia uno de los sirvientes, mientras el hombre se acomodaba en la cama de la habitación de invitados. Irasue, en su absurda y repentina decisión, había declarado que no deseaba verlo, y Toga no había tenido más opción que trasladarse a esa habitación desde hace unos dias.

—¿Qué es lo que quieres? —respondió Toga con irritación, claramente molesto. Los últimos días habían sido un caos, y sentía que todos a su alrededor parecían estar conspirando para arruinar su vida—. Espero que sea algo importante para que te hayas dignado a levantarme a esta hora.

—Señor, lo siento mucho —dijo el sirviente, visiblemente nervioso—, pero uno de mis hombres me ha informado que su hijo mayor ingresó al hospital.

Toga frunció el ceño, aún confundido por la interrupción.

—¿Y qué tiene eso que ver conmigo? —inquirió con impaciencia.

—Señor, la persona que ingresó al hospital estaba acompañada por esa niña... y parece que está embarazada.

La ira de Toga se encendió de inmediato, sus ojos se afilaron al escuchar esas palabras.

—¿Qué has dicho? —repitió con voz peligrosa.

—Sí, señor —continuó el sirviente, temblando ante la furia creciente de su patrón—. Ahora mismo están en el hospital, y los medios ya han empezado a especular. Se ha empezado a circular la noticia sobre el engaño de su hijo en su matrimonio, y...

Toga se levantó de la cama, su cuerpo rígido de rabia, y comenzó a vestirse rápidamente.

—¡Maldito Sesshomaru! —gruñó entre dientes—. ¿Es un idiota para ser tan imprudente? Esto significa que Naraku debe estar buscándolo como un demente, ahora que su nombre está en boca de todos. ¡Está arruinado, y todos van a pagar por esto!

Salió de la habitación con pasos firmes y rápidos, decidido a detener todo este desastre antes de que se agravara. Justo cuando alcanzaba la puerta, vio a su esposa, Irasue, de pie en el umbral, observándolo con una mezcla de curiosidad y preocupación.

—¿Qué ocurre, Toga? —preguntó, notando la intensidad en los ojos de su esposo.

—Tu estúpido hijo ha decidido hacer tonterías sin medir las consecuencias —escupió Toga, su voz llena de resentimiento—. Sesshomaru ha embarazado a esa muchachita, y como si eso no fuera suficiente, nos ha expuesto a todos al escándalo.

La expresión de Irasue se endureció al escuchar esas palabras, pero Toga no esperó su respuesta. Estaba demasiado enfadado para discutir. Con una determinación férrea, salió de la casa, su mente ya maquinando cómo controlar los daños y hacer que todos pagaran por la humillación que ahora se cernía sobre su familia.

Mientras revisaba su teléfono, Toga se dio cuenta de que medio mundo parecía estar llamándolo como loco. Las notificaciones no paraban de llegar, y entre ellas, había una llamada de Naraku. La situación era cada vez más desesperante, y un profundo sentimiento de fastidio lo invadió. Sabía que las consecuencias de este escándalo serían devastadoras.

Seguro que todos los contratos que tenían en marcha se cancelarían. ¿Qué iba a hacer ahora? Estaba metido en demasiados negocios, y las deudas que arrastraba no se iban a pagar solas. Necesitaba pensar con claridad, pero todo parecía desmoronarse. Primero había sido aquella mujer, amenazándolo como si tuviera el control de la situación, y ahora esto. Todo se estaba yendo al infierno.

—Maldita sea —murmuró entre dientes, sintiendo cómo la rabia se acumulaba en su interior.

En su mente, la culpa recaía en esa niña. Si ella no hubiera existido, si hubiera muerto junto con su madre como Ana Suzuki había insinuado años atrás, nada de esto estaría ocurriendo. Su hijo no se habría rebelado, no se habría envuelto en este desastre que ahora amenazaba con destruir todo lo que él había construido.

—Todo esto es por su culpa —masculló, sintiendo una amargura corrosiva—. Si no fuera por ella, nada de esto habría sucedido.

La imagen de su hijo, Sesshomaru, se cruzó por su mente, y un desprecio frío lo invadió. ¿Cómo podía haber sido tan estúpido, tan descuidado? Ahora, por culpa de sus acciones, toda la familia estaba al borde de la ruina, y Toga no estaba dispuesto a permitirlo.

Tenía que actuar, y rápido. Mientras tanto, ignoró las llamadas de Naraku, sabiendo que hablar con él solo empeoraría su estado de ánimo. Necesitaba un plan, uno que pudiera salvar su nombre y su empresa antes de que todo se desmoronara por completo.

*. *

Kaede había estado buscando con desesperación los documentos que necesitaba para preparar el caso Aria, pero parecía que habían desaparecido sin dejar rastro.
Ahora entendía porque ese hombre se había burlado de la idea de que podría demandarlo, confiado en que no tenía pruebas suficientes. Ahora, con cada papel que revisaba, la frustración aumentaba puesto que se sana cuenta que el tenía razón.
Sabía que sin esos documentos, no podría probar nada, y el tiempo jugaba en su contra; el caso podría prescribir si no se presentaba cuanto antes.

Mientras seguía rebuscando entre los archivos, su teléfono sonó, sobresaltándola. Eran horas intempestivas para una llamada, y cuando vio que era Kikyo, sintió un mal presentimiento.

—¿Qué sucede, Kikyo? —preguntó con voz temblorosa al responder.

—Tía Kaede... es Rin —la voz de Kikyo estaba cargada de angustia—. Está muy mal, tía. Todo el hospital está en caos, todos están hablando de que el heredero de los Taisho fue visto con otra mujer. Y parece que ella está embarazada.

Kaede sintió que el suelo se desvanecía bajo sus pies. El pánico y la preocupación la invadieron. No podía creer lo que estaba oyendo, pero sabía que debía ir de inmediato al hospital.
Sin pensarlo dos veces, dejó todo y salió corriendo hacia el hospital.

Al llegar, el ambiente era caótico. Médicos, enfermeras, y periodistas corrían de un lado a otro tratando de obtener noticias.
Kaede, que era jefe de enfermeras pudo ingresar al hospital sin complicaciones, pudo observar al joven Taisho con un rostro afligido.
afligido sintió un nudo en el estómago al ver a Sesshomaru, quien estaba de pie junto  a la puerta de la Sala donde Rin estaba, su rostro más pálido y serio de lo habitual.

Kaede respiró hondo, mientras pensaba en que decirle.
Se acercó a él con paso firme, sintiendo que su corazón latía con fuerza.

—Joven Sesshomaru —lo llamó suavemente.

Él levantó la vista, sus ojos dorados llenos de una mezcla de desesperación y rabia contenida observaron a la anciana. 

—¿Cómo está ella?
La escucho cuestionar, mientra el trataba de relacionar la situación y el porqué esa mujer estaba ahí.

—Aun no sale de sala...—menciono con la mirada fija

-¿Que ocurrió ?

Sessshomaru no sabia que responder ,no sabia que es lo que habia llevado a Rin a ese estado en que la había encontrado, puesto que no se explicaba que había succedido ya que ella estaba bien en la cosulta de esta tarde.

-Solo la encontre en mi departamento mal,y la traje aqui.

Kaede asintió, consciente de que debía mantenerse calma para ayudar en lo que pudiera.

En ese momento, Byakuga  y Kikyo salieron de la sala. Kaede y Sesshomaru se acercaron de inmediato.

—Kikyo, ¿cómo está Rin? —preguntó Kaede, a su sobrina que habia entrado despues a la sala al tratarse de su paciente.

Trato de ser lo mas profesional  antes de responder, su tono serio.

—Rin está estable por ahora, pero hemos detectado una serie de complicaciones que necesitan ser monitoreadas de cerca.
- Parece que sufrió un episodio de estrés agudo.

Menciono mientra la anciana suspiraba de tristesa al oír aquello

-¿Los bebés? - pregunto la anciana a su sobrina.

—Si el doctor Taisho hubiera llegado un minuto más tarde, quizás estaríamos hablando de otra situación, pero, por ahora, los bebés están bien. Sin embargo, debemos monitorearlos de cerca y asegurarnos de que Rin descanse durante el resto del embarazo. No podemos olvidar que se trata de un embarazo múltiple y que la situación se ha complicado.

Menciono Byakuga el otro médico, tratando de traer  alivio con sus palabras, pero también una nueva ola de preocupación.
Sesshomaru, a pesar de su rostro imperturbable, sentía una tensión creciente en su pecho. Sabía que los días venideros serían cruciales, no solo para la salud de Rin y sus bebés.

Kaede sintió un gran alivio al escuchar las palabras de los médicos y soltó un suspiro, liberando la tensión que había acumulado en su pecho. Sesshomaru, algo más tranquilo, se volvió hacia ella.

—¿Podemos verla? —preguntó, su voz apenas un susurro cargado de emoción contenida.

—Sí, pero por favor, mantengan la calma. No queremos que se altere más —respondió Kikyo antes de guiarlos a la habitación.

Al entrar, vieron a Rin acostada en la cama, aún pálida. Sin embargo, al sentir la presencia de Sesshomaru, sus ojos se abrieron lentamente. Él se acercó y tomó su mano con suavidad, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza.

—Rin... —murmuró, su voz apenas un susurro—, estoy aquí.

Rin lo miró con ojos llenos de lágrimas, pero una pequeña sonrisa se formó en sus labios.

—Sesshomaru... lo siento tanto... —dijo, su voz temblorosa—. No quería preocuparlos...

Sesshomaru negó con la cabeza, acariciando suavemente la mano de Rin.

—No tienes que disculparte, Rin. Todo estará bien. Te prometo que estaré a tu lado, pase lo que pase.

Rin asintió levemente, sintiendo el peso de sus párpados cerrarse.

—Gracias... —murmuró mientras caía en un sueño reparador.

Kaede observó la escena con una mezcla de pesar y esperanza. Ver la interacción entre Sesshomaru y Rin era raro, pero también revelador, puesto que sabia que Sesshomaru podría cuidar de ella en ahora y adelante.
Por eso, en ese momento había tomado una decisión por Rin, por los bebés que llevaba en su vientre,  por su sobrina y por ella misma.

[...]

Mientras Rin dormía, Kaede se acercó a Sesshomaru y le pidió que saliera de la habitación.

—¿Qué sucede? —preguntó él, con el ceño fruncido, al notar la seriedad en los ojos de la anciana.

—Debemos hablar, joven Sesshomaru.—dijo Kaede con voz firme—. Antes de que todo esto empeore, hay algo que necesitas saber sobre Rin.

Continuara...

Hola buenas noches. 😆

No olviden de botar y dejar sus teorías. La autora se va a descansar, después de corregir varios historias y capítulos.Si encuentran algunas faltas aún 😴. Que saldrán esta mañana.
🤔

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top