19💕
La verdad es que no supo cuánto tiempo había pasado. Después de esa conversación, empezó a sentir náuseas y había pasado un largo rato en el baño. Sesshomaru observó a Rin mientras procesaba sus palabras y el momento en el que ella sintió náusea que la hizo palidecer y correr al baño, para luego seguirla.
"¿Estás bien?" preguntó, su voz baja y contenida, pero su preocupación era evidente en su mirada.
Rin asintió débilmente. "Creo que es solo el embarazo", murmuró, tratando de calmarse.
Sesshomaru la ayudó a levantarse con cuidado, asegurándose de que se sintiera estable.
Mientras Rin se levantaba se dio cuenta de la hora en el reloj de la habitación. "tengo que prepararme para el turno de la mañana", dijo brevemente mientras intentaba ir a buscar sus cosas.
Se cambió rápidamente, tratando de no pensar en la mezcla de emociones que la invadan y que aún sentía. Cuando estuvo lista, Sesshomaru ya la esperaba, listo para llevarla.
"Te llevo al hospital", ofreció con su tono usualmente sereno.
"No es necesario, puedo ir sola", respondió Rin, tratando de mantener su independencia.
Sesshomaru negó con la cabeza. "Voy a llevarte", afirmó con firmeza.
Rin dudó, pero finalmente accedió. Durante el trayecto, la incomodidad era palpable aun. Ella miraba por la ventana, intentando no pensar en los posibles rumores que podrían surgir al llegar juntos.
"Déjame cerca del hospital, por favor", pidió cuando estaban a punto de llegar.
"No importa lo que digan los demás", respondió con firmeza.
"Pero...."viendo que ella reacia.
" Te dejare, en el primer piso en el estacionamiento. Nadie nos vera" dijo por último mientras la miraba, era obvio que no quería cambiar de opción.
Rin suspiró, resignada. Cuando llegaron, bajó del auto rápidamente, agradeciendo en silencio que no hubiera nadie alrededor.
Durante el turno de la mañana, Rin trató de concentrarse en su trabajo, aunque su mente volvía constantemente a la conversación con Sesshomaru. Sabía que había aceptado darle una oportunidad, pero la incertidumbre y el temor aún la acompañaban.
Al mediodía, mientras organizaba unos archivos, su jefa se acercó con una expresión seria.
"Rin, ¿recuerdas la cita que te pedí que agendaras ayer por la tarde?" preguntó.
Rin parpadeó, sorprendida. Había olvidado por completo la cita debido a la intensidad de las últimas 24 horas. "Lo siento, lo olvidé completamente. He tenido... algunas complicaciones personales", se disculpó, sintiéndose culpable.
Su jefa suspiró, pero asintió con comprensión. "Está bien, Rin. Todos tenemos momentos difíciles. Solo asegúrate de arreglarlo lo antes posible."
Rin asintió, agradecida por la comprensión. Mientras se dirigía a solucionar el asunto, su celular sonó. Miró la pantalla y reconoció el número del hospital.
"¿Hola?" contestó, tratando de sonar profesional.
"Señorita Rin, le llamamos para recordarle que tiene una cita programada hoy a las tres de la tarde. Es su primera cita prenatal," informó la voz al otro lado.
Rin se quedó en silencio por un momento, procesando la información.puesto qué había olvidado por completo qué le había pedido a la anciana Kaede, que le agendarla una cita con alguien confiable. "Gracias por recordármelo. Estaré allí", respondió finalmente.
Colgó y se quedó mirando su celular por un momento, sintiendo una mezcla de nervios y anticipación. La primera cita prenatal sería un paso importante, y aunque se sentía asustada, sabía que no estaría sola. Con una mezcla de determinación y esperanza, Rin continuó con su trabajo, preparándose mentalmente para la cita que se avecinaba.
Mientras terminaba su trabajo, Rin se debatía internamente sobre si debía decirle a Sesshomaru sobre la cita prenatal. Era obvio que él ya sabía de su embarazo, pero se preguntaba si estaría dispuesto a acompañarla en este importante momento. El miedo a enfrentarse a esta situación sola y la incertidumbre sobre su relación la abrumaban.
"¿Debería decírselo?" pensó, mordiéndose el labio con nerviosismo. Aunque Sesshomaru había mostrado interés y preocupación, aún estaba aprendiendo a abrirse y a ser más presente en su vida y a que el también quería al bebé.
Con el corazón latiendo rápido, sacó su celular y, después de un momento de duda, decidió enviarle un mensaje.
"Hola, Sesshomaru. Tengo una cita prenatal hoy a las tres de la tarde. Si puedes, me gustaría que me acompañaras," escribió, antes de apretar el botón de enviar.
El resto del día, Rin intentó concentrarse en sus tareas, pero su mente seguía volviendo a la cita y a lo que podría suceder. Cuando el reloj marcó las dos y media, comenzó a prepararse para salir del trabajo, esperando recibir una respuesta de Sesshomaru.
A las 2:45, su celular vibró. Sesshomaru había respondido.
"Estaré allí," decía el mensaje. La respuesta breve, típica de él, hizo que Rin se sintiera un poco más tranquila.
A las tres en punto, Rin esperaba ansiosa en la sala de espera , su corazón latía con fuerza en su pecho mientras observaba la puerta, esperando ver a Sesshomaru entrar en cualquier momento. Cada segundo sin su presencia aumentaba su preocupación y la sensación de soledad se apoderaba de ella.
La enfermera llamó su nombre, rompiendo el silencio tenso que llenaba la habitación. Rin se puso de pie con una mezcla de temor y anticipación. Miró a su alrededor, esperando ver a Sesshomaru entrar por la puerta en ese momento, pero solo encontró vacío.
Con un suspiro resignado, Rin siguió al enfermera hasta la sala de examen, sintiendo un nudo en la garganta y un leve mareo por la ansiedad. Proporcionó sus datos a la enfermera con una voz temblorosa, tratando de mantener la compostura mientras su mente divagaba en todas las posibilidades.
Cuando la enfermera comenzó a prepararse para el ecogrado ,le indicó que esperara.
En aquel pequeño momento, Rin se sintió más sola que nunca. La ausencia de Sesshomaru en ese momento crucial le recordó lo incierto de su situación y la fragilidad de su relación.
Rin se subió a la camilla, sintiendo la fría superficie bajo su cuerpo y preguntándose dónde estaba Sesshomaru en ese momento crucial.
La puerta se abrió suavemente y una figura familiar entró en la sala. Kikyo, la sobrina de la señora Kaede, le sonrió con amabilidad.
La recordaba porque unas cuantas veces que fue a visitar a la anciana Kaede la vio, ayudando a su tía. Por ella también supo que estudió medicina, pero no sabía que se dedicaba a la ginecólogia. Ss#
"Hola, Rin.Me recuerdas" le hablo suavemente mientras ella sentía "¿Cómo te sientes hoy?" preguntó mientras la veía echarse en la camilla.
Rin trató de sonreír, aunque su ansiedad era evidente. Puesto que era extraño estar en esta pocision,puesto que siempre ella había sido la que ayudaba a estar a los pacientes tranquilos y nunca había estado como una paciente.
"Un poco nerviosa," admitió, mirando a Kikyo.
Kikyo asintió comprensivamente. "Es completamente normal. Vamos a hacer esto lo más cómodo posible para ti," dijo mientras preparaba el equipo para la ecografía.
"Gracias, Kikyo," murmuró Rin, sintiendo un poco de alivio al tener a alguien familiar a su lado.
Mientras Kikyo comenzaba la ecografía, trató de mantener la conversación ligera para calmar a Rin.
"Entonces, ¿cómo ha ido todo? ¿Has tenido muchos síntomas?"
Rin asintió lentamente. "Sí, he tenido algunas náuseas y mareos," respondió, su voz apenas un susurro.
Kikyo la observó con atención. "Eso es bastante común, pero quiero asegurarme de que todo esté bien. Vamos a echar un vistazo," dijo, enfocándose en la pantalla.
Kikyo sonrió mientras anotaba en su tabla. "Realmente eres una muchacha muy dulce," comentó, tratando de tranquilizar a Rin.
Rin parpadeó, sorprendida por la familiaridad en el tono de Kikyo.
"Kaede me encargó que cuidara mucho de ti y que vigilara el estado del pequeño ser que llevas en tu vientre. Desde ahora, si gustas, puedo ser tu ginecóloga."
Rin sintió una oleada de alivio. "Gracias, Kikyo. Eso me haría sentir mucho mejor," respondió, estrechando la mano de la doctora.
En ese momento, el ruido de la puerta al abrirse la sorprendió, y al girar la cabeza, vio a Sesshomaru entrar. Aunque su llegada era tardía, su presencia brindó un consuelo instantáneo a Rin . Mientras Kykio qué pocas veces lo veía se sorprendía de ver a su colega tratando de seguir y continuar la revisión con profesionalismo ante la intrusión del hombre.
Rin qué dio un suspiro no pudo apartar la mirada de Sesshomaru, mientras ingresaba y se sentaba a su lado, para luego tomarla.
"Gracias" le menciono en un susurro mientras estaba
Basto un segundo después para que reaccionara y viera lo que la galeno maniobraba en el vientre de la castaña con su pequeño aparato.
La sorpresa invadió la sala cuando el médico mostró la ecografía. Nunca antes Rin había sentido una emoción tan abrumadora al ver el pequeño ser que crecía dentro de ella. El gesto de asombro en su rostro no pasó desapercibido, provocando una leve sonrisa en el médico.
Sesshomaru, siempre observador y agudo, notó algo inusual en la pantalla en la que se veían por primera vez a quien sería su hijo.
Sus ojos dorados se abrieron un poco más, mostrando un destello de sorpresa que rara vez se veía en él cuando comprendió lo que significaba .
Kikyo, notando la reacción de Sesshomaru, frunció el ceño y ajustó la imagen en la pantalla.
"No hay duda", anunció Kikyo mientras ajustaba el aparato y aumentaba el volumen. El sonido de los corazones de los bebés llenó la habitación, y una lágrima de felicidad recorrió la mejilla de Rin al comprender la magnitud de lo que presenciaba.
"¿Qué sucede?" preguntó Rin, mirando a Sesshomaru y luego a Kikyo.
Kikyo sonrió y señaló la pantalla. "Parece que no es solo uno," dijo suavemente. "Son gemelos."
Rin se quedó boquiabierta, incapaz de procesar la noticia de inmediato. Miró a Sesshomaru, cuyos ojos seguían fijos en la pantalla con una mezcla de asombro y emoción contenida.
Sesshomaru la abrazó con fuerza, tratando de transmitirle seguridad en medio de la emoción abrumadora. Este pequeño milagro era algo que nunca habían imaginado, pero en medio del caos y la incertidumbre, aquellos pequeños resultados representaban una luz de esperanza.
"¿Lo ves...?" susurró Rin con voz entrecortada, apenas audible por la emoción que la embargaba, mientras acunaba su vientre con ternura.
"Sí", respondió él, con una sola palabra que contenía todo el amor y la promesa de un futuro juntos para su familia en crecimiento.
Continuará...
Ests más es un punto de vista de Rin, ya en el siguiente un punto de vista más de Sesshomaru.
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