Prólogo

Tras el reconocimiento por sus papeles como Enid y Pip, la popularidad de la joven aumentó hasta tal punto que prácticamente estaba al nivel de Jenna Ortega. Ahora, por fin empezaba el rodaje de la segunda temporada de Pip. Sin embargo, debido a ciertos problemas, rodarían en otro pueblo más apartado y con mucha menos gente. Las casas eran iguales así que por ese lado no habría ninguna clase de problema.

La tranquilidad del lugar daba buenas impresiones pues así podrían rodar sin problemas a que se filtrasen cosas, aunque siempre saldrían fotos o algo como en la primera temporada.

Emma ya estaba de viaje en el avión donde le sacaron algunas fotografías. Luego, al llegar a su destino, un coche puesto por la productora, la llevaría al set de rodaje. Tardaron unas cuatro horas en llegar. La joven chateaba o aprovechaba para desconectar un poco. La verdad es que agradecía que el camino fuera tan tranquilo, con tanta naturaleza de por medio después de pasar tanto tiempo viendo edificios.

—Señorita Myers, llegaremos dentro de poco—avisó el conductor despertando de su mundo a la joven quien asintió y al sacar la cabeza por la ventana, vio el pueblo.

No quedaba demasiado lejos de la ciudad más próxima, pero se notaba que era un lugar de esos que a medida que pasaban los años, la gente iba abandonando para buscar una vida mejor en la ciudad. De hecho, solamente veía personas mayores y algunos jóvenes quienes iban en monopatín aprovechando la ausencia de vehículos.

—Bien, hemos llegado—apagó el motor y ella salió tras desabrocharse el cinturón.

Recogió algunas cosas y con ayuda del hombre, empezó a caminar mientras contemplaba las casas. Realmente no notaba mucha diferencia con el otro lugar de rodaje, salvo por el silencio y la tranquilidad de este.

Tenían alquiladas unas casas que salieron por muy buen precio. Era bastante rentable y cuando llegó a la entrada, fue recibida por Asha y Zain, los actores de Cara y Ravi quienes se fundieron en un cálido abrazo con ella.

—Tenía tantas ganas de veros, ha pasado mucho tiempo—dijo feliz y un poco emocionada.

—Bueno, ya estamos aquí—reía la joven.

—Vamos dentro a tomar un café...y un té—comentó el chico sabiendo que era más de té.

El interior de la casa era muy rústico y le gustó a la joven quien tras dejar las cosas en su habitación, se sentó con ellos. La escritora y guionista, Holly Jackson estaba ocupada con otras cosas y tardaría unos días en llegar. Mientras, el resto se encargaba de ir preparando todo para empezar a rodar cuanto antes.

—¿Entonces te has divertido con el papel de Enid?—preguntó Zian.

—Claro, y trabajar con Jenna es muy divertido—contestó.

Poco a poco iban charlando y riendo mientras contaban anécdotas. Emma se sentía con muchas ganas de trabajar de nuevo con ellos pues al igual que con el cast de Miércoles, con ellos habían formado un fuerte vínculo.

La noche no tardaría en caer sobre el pueblo. Los tres salieron a dar un paseo pues allí a diferencia de la ciudad, podían pasear tranquilos. Los mayores estaban en los dos bares que quedaban abiertos y tomaban algo mientras dejaban salir sus carcajadas.

—Que bien poder caminar sin que me paren—comentaba la actriz—. a veces puede resultar agotador.

—Es normal, ahora eres una estrella—le dijo el chico a Emma quien le restaba importancia.

Caminando por un par de calles más vieron un pequeño establecimiento abierto. Decidieron entrar a comprar algo de beber ya que no se llevaron nada. El lugar era pequeño, con unos cuantos estantes pero lleno de cosas. También tenían fruta y verdura con muy buen aspecto.

—¿En qué puedo ayudarles?—preguntó una voz masculina cercana al mostrador.

Era un hombre de casi cincuenta años quien estaba terminando de hacer unas cosas. Ellos tomaron unas bolsas de patatas y algo de beber. Al decirles el precio, decidieron pagar con tarjeta. Pero hubo un problema, el hombre apenas se sabía manejar bien con ello ya que en ese pueblo, todos pagaban en efectivo.

—Lo siento, soy algo torpe con la tecnología—comentó avergonzado mientras trataba de solucionar el problema.

De una puerta cercana salió un chico de altura similar a la Emma, con el pelo corto, oscuro y gafas. Iba vestido informal y con un par de libros en la mano cuando se dio cuenta de la situación. Asintió con la cabeza a modo de saludo y antes de poder marcharse por otra de las puertas, vio que su padre tenía problemas.

—Yo me ocupo, ¿cuánto es?—preguntó en voz baja y sin mirarlos.

—Pues...—el chico enseguida lo puso para cobrar y pudieron pagar sin problemas.

—Gracias, regresen pronto y lamento las molestias—se disculpó el hombre rascándose la nuca.

Ellos asintieron y cuando estaban por marcharse...

—Perdón que pregunte, pero no recuerdo haberlos visto por aquí...¿son del rodaje?—ellos se detuvieron y voltearon.

—Si—respondió Emma—. he visto que es muy tranquilo. Por eso los productores han escogido un lugar como este.

—Ya veo, espero que disfruten de su estancia aquí—comentó el hombre antes de que se marchasen.

Al cabo de un par de minutos apareció una mujer, era la esposa de éste y la mujer del chico quien cargaba con unas cuantas cajas antes de dejarlas sobre el mostrador. Era una mujer algo más alta que su marido, fuertes brazos, rubia y con una sonrisa en su cara.

—¿Qué tal ha ido todo por aquí?—preguntó sacudiendo las manos pues tenía algo de polvo.

—Papá ha tenido problemas para cobrar con el datafono—comentó Tn desde su sitio sentado y con un libro abierto.

—Me cuestan esos cacharros...además, eran los que vienen a rodar. Los del pueblo pagan en efectivo—se defendió el hombre.

La mujer dio un fuerte golpe en el mostrador.

—¡Si estuvieras más tiempo aprendiendo que bebiendo cervezas con esos carcamales tendríamos más clientes!—gritó la mujer haciendo que el hombre agachase la cabeza—. ¿cómo pude casarme con un hombre como tú?—se tocó la cabeza—. en fin...contadme de esos actores.

La tienda cerró al cabo de poco. La casa la tenían encima y una de las puertas daba a unas escaleras para subir.

El chico se sentó sobre su cama, su habitación era amplía pero no tenía demasiadas cosas debido a la situación económica de su familia. Tenían lo justo para darse de vez en cuando algún capricho aunque preferían ahorrar. Tn no tenía amigos más que los ancianos del bar con los que de vez en cuando jugaba al domino o el parchís. Aunque estaba preparándose para marcharse, estudiar y tener un trabajo bien remunerado para ayudar a su familia.

El pc que tenía era algo viejo pero todavía le daba uso. Podía navegar por internet sin problemas aunque su internet era normalito, daba gracias que llegase allí tanto eso como la cobertura. Tn miró que hacia buena noche y decidió salir a dar una paseo abrigado. 

—¡No te resfríes!—dijo su madre desde el sofá y tomando una cerveza con su esposo.

—Tranquila—se colocó la bufanda.

Su madre tenía mucho carácter y ningún idiota intentaría atracar su negocio ya que iba armada o todos le tenían miedo pues de un guantazo podía enviarte contra la pared. Estaba a cargo del negocio. Su padre por otro lado, era todo lo contrario. Tn era bastante tímido, además, muchos se metían por sus gafas y aspecto de empollón. Aunque él no le daba importancia y prefería continuar con su vida hasta poder marcharse de allí.

Una de las mejores cosas del lugar también era el tema del seguridad. Uno podía caminar tranquilamente por la calle. Tn solamente dio su típico paseo nocturno mientras respiraba el aire puro y la paz que daba la noche.

Y así un día mas transcurrió.

En la mañana, tras desayunar, los tres decidieron ir de picnic pero como los de cocina todavía quedaban cosas, decidieron acudir a la tienda cercana. Allí, Tn estaba terminando de limpiar cuando entraron y tomaron las cosas para pagarlas. El chico reconoció a estos ya que pudo ver la primera temporada.

—Serán...—les dijo el precio en voz baja pero no podía mirarla a la cara por la vergüenza.

Tn era así con todos, no solamente con ella que era famosa. En cierto punto, los ojos de ambos se cruzaron. Ella pudo verlos a través del cristal de las gafas. Emma esbozó una ligera sonrisa mientras ayudaba a estos a tomar las bolsas.

—Vuelvan pronto—dijo éste como de costumbre.

La madre de Tn entró y se asombraron de como una mujer como aquella podía cargar tantas bolsas y dejarlas sobre el mostrador. Al ponerlas, sonó un fuerte ruido, tenían mucho peso. Pero parecía que para ella no era nada.

—Hola, ustedes deben ser los actores—ellos asintieron aún impresionados—. espero que mi hijo haya hecho bien su trabajo.

—Claro—respondió Zain.

—Me alegra ver que van a rodar aquí, eso dará un poco de vida a este pueblo lleno de vejestorios—reía la mujer a carcajadas—. Tn, ordena los estantes.

—Si madre—contestó antes de sacar las cosas de la bolsa.

—En caso de necesitar algo en el rodaje, no duden en pedírmelo, conozco bien los negocios del pueblo y alrededor—les comentó.

—Muchas gracias—agradecieron estos.

Al salir, tardaron un poco en asimilar la situación. La mujer tenía un gran carácter mientras que su hijo era todo lo contrario, al igual que su esposo.

Emma echó un último vistazo a la tienda donde la mujer le daba una palmada a Tn como animándolo que por poco lo estampa contra el estante. Esto provocó una risa en ella.

Esto solo fue el principio pues pronto cambiarían las cosas para Emma.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

No será una historia muy larga, pero creo que será divertida. Sobretodo con el carácter de la madre de Tn.

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