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Encuentra Lo Que Amas...

Se volvió un manojo de nervios cuando Katsuki se acomodó de manera que estuviera más cerca de ambos.

Su corazón lo sintió en la garganta cuando miró como Katsuki llevaba su dedo índice a sus labios, que tenían una sonrisa ladina, pidiéndole silencio.

Eijiro estaba dormido, quizá semidormido.

Él se acercó y acarició sus labios contra los ella.
Si Uraraka se movía el pelirrojo lo sentiría y abriría los ojos.

Bakugou la beso más vorazmente.
Pero, es que tenía tanto sin verlo y sentirlo.
Abrió sus labios dejando que él tuviera más fácil besarla.
El rubor la llenó y eso la hizo sellar sus labios.

Miró al otro lado avergonzada.

Apretó el brazo de Kirishima para que despertara.

—¡¿Ya terminó!? —preguntó asustado.

Ochako soltó una carcajada y después Bakugou.

—Perdón, pero estaba cansado. — Chilló culposo.

Se sentía extraño el ambiente.

—¿Están bien? ¿Les afectó?

•°•°•°•°•

Vieron películas de comedia, pues mantenían a los tres al tanto de las tonterías.

Risas contagiosas, dolores por reír tanto y jadeos tratando de recuperar el aire fue sólo un poco de lo bueno de esa tarde.

Los tres briagos por la risa hacían pequeños comentarios para sacarle más provecho a la comedia.

—Ahh~ ya paren~ me duele el estómago —chilló Eijiro tratando de respirar calmado.

—¡Pfff!! —Ochako no podía calmarse.

—¡Jajaja! —Bakugou perdía el aire, pero es que ver todo Scary Movie le partía el culo.

Ochako picó duramente las costillas de Kirishima haciéndole curvarse por un espasmo.

—¡E-espera! —chilló rojo.

Bakugou imitó lo mismo y ahora él y Ochako estaban sobre Kirishima picándolo sin clemencia.

La víctima estaba roja a morir y con la mirada llorosa rogando que se detuvieran.

—¡Ya no los quiero! —chilló haciéndose bolita en el sillón.

Eso los congeló a ambos. No querían que él dejara de quererlos.

Aunque ella no lo amará con la misma intensidad que él.
Aunque él ya no lo considera un amigo vital e importante. Caprichosamente lo quería vivo ahí, extendiendo su muerte en el asqueroso y sucio juego del amor.

Ochako se acercó a besar su frente, y Katsuki comenzó a acariciar su cabello lacio; su Quirck se había desactivado por reír tanto.

...Y Deja Que Te Mate

El cansancio hizo a Eijiro dormir sobre las piernas de Uraraka y Bakugou. Quienes acariciaban su cabello o brazos para calmarlo después de casi privarlo de tantas cosquillas por parte de ambos.

Ochako suspiró aliviada. Y miró a Bakugou quién miraba serio a su amigo.

Ella se acercó a buscar sus labios.

Sus lenguas viajaban lento y sus respiraciones podían delatarlos.

Pero quizá, sólo quizá y no lastimarían a Eijiro.

—✸Notas de la Autora✸—
Las mentiras bien guardadas son muy útiles~
Espero os guste, gracias por el apoyo.


La ansiedad lo mataba. Tenía más de tres días que no veía a su cara redonda. Y pensar en que estaba haciendo lo hundía por completo.

Ahora era cuando más apreciaba el hecho de tener al Pikachu con retraso a su lado.

Lo llevaba a comer comida picante, aunque él no la tolerara, visitaban museos, aunque el fuera idiota y no entendiera del todo y sabía que todo lo hacía con el fin de distraerlo un poco de su posible muerte.

—Vamos por helado napolitano. — Dijo Denki animado.

Rosa para Shoto, amarillo para Katsuki y café para Denki.

Estaba feliz de que Kaminari viviera de nuevo al lado del mitad-mitad.

•°•°•°•°•

Miró atenta las facciones de su novio. El cabello rojo, la mirada canela y la sonrisa afilada.

Eijiro lo notó, y sonrió besando su frente de manera lenta.

Ella sonrió, era tan agradable estar a su lado. Tan cómodo y apacible...
El nudo apretó en su pecho, podía ver cómo en el trasfondo no había más que sólo amor y cariño.

—¿Vamos por algodón de azúcar?

Estaban saliendo diario, sabía que Eijiro quería compensar sus retiradas locas.

Ella asintió con una sonrisa.

—Hablas poco últimamente…

Tomó aire para preparar una mentira bien estructurada.

—¡Ochako!

Toga la abrazó fuertemente mientras restregaba su mejilla en la de Ochako ante la mirada confundida del pelirrojo.

—No desaparezcas así. —Chilló alejándose con una sonrisa.

Miró al hombre, y sonrió orgullosa. —Soy Toga Himiko, amiga de Ochako.

El asintió amable.

—¿A dónde van?

—Al centro comercial —respondió feliz Eijiro tomando de la mano a Uraraka con la ternura más agradable de mundo.

Himiko miró el acto y ansiosa miró la reacción de Ochako. Era doloroso saber que Eijiro si amaba en verdad a la castaña.

Sentir es tan duro.

Encuentra Lo Que Amas

Toga enredó sus dedos en la mano derecha de Uraraka y Eijiro en la izquierda.

—Debemos salir. —Habló para romper el hielo.

—¡Verdad! Vamos a visitar un museo o vamos a comer —miró cálidamente a Uraraka— con tus nuevas amigas.

—¡Seguro que Mei y los demás estarán encantados! —Se dejó llevar por la emoción.

Toga le regaló una sonrisa de cómplice a Eijiro.

Entraron al centro. —Le compraré algo a Dabi, después te contaré lo que sucedió Ochako. —Dijo Himiko sonriendo roja.

El pelirrojo miró como Uraraka se ponía ansiosa y una sonrisa enorme se dibujó en su rostro. Miró al frente, y no entendió nada.

Toga hizo lo mismo. Ambas mujeres se tiñeron de alegría. Eijiro lo único que veía era a un rubio plácidamente siendo llenado de besos en la frente por su pareja.

Ochako soltó las manos de ambos y corrió a estamparse sobre los dos chicos.

—¡Se ven tan lindos! —chilló roja de la cara.

—¡Ochako! —chilló Shoto dándole una palmada de alivio en la cabeza.

—¡¿Verdad que sí?! —Dijo Denki preocupado y rojo, obviamente esperando la aceptación de la castaña.

—¡Si, si, si, si! —Dijo emocionada.

Estaba aliviada de que Kaminari no hubiera muerto. Tan feliz por él.

—¿Ochako? —se acercó Eijiro.

Shoto miró nervioso y Denki igual. Toga sonrió.

Ochako escuchó el gruñido y miró a la entrada de la tienda de al lado.

—¡Por qué carajo compran tanto puto helado gordos de...

—¡Hola Blasty! —levantó la mano Eijiro saludándolo.

La emoción subió por las mejillas de Bakugou, que él le hablara de nuevo lo hacía feliz.

—Tiburon. —Masculló buscando a Ochako.

Sus corazones galopaban como locos.

Toga secreteó al oído de Ochako y le dio un beso en la mejilla.

—Kaminari, Bakugou, Todoroki... —miró al pelirrojo— adiós, tengo cosas que comprar.

Todos hicieron un gesto, y ella se marchó.

Ochako suspiró cansada, y miró al cenizo ansiosa.

—¡Katsuki! Me llevaré el helado a casa. —Denki tomó la bolsa del cenizo y corrió a tomar el brazo de Shoto— me mandas un mensaje.

Empujó al bicolor lejos.

Se quedaron ellos tres.

Eijiro con una sonrisa.

Ochako nerviosa.

Katsuki con el ceño fruncido como siempre.

——✸Nota de la Autora✸——
Hola~ Gracias por
los 400 mis amores ♥
:"v como dije, lo que fácil llega, fácil se va



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