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Los bebés de Mei son lo mejor.
Y cuando aquél artefacto impactó la ventana explotando lo dejó más en claro.

Ochako apretó más aquel repulsivo, pero cómodo peluche. Se tambaleó un poco y preparó su mejor cara enojada.

—¡Mis bebés son hermosos! —chilló Hatsume— ¡¿No es así mis niñas?!

Toga sonrió coqueta, bebió más de la botella que se había traído dela fiesta. —Tu eres la mejor bebé.

Ochako dio una risita y apretó más el peluche, y si, el peluche era Mineta.

—¡¡Bakugou-kun!! —gritó manteniendo su equilibrio— dame Himiko —se volteó a verla refiriéndose al alcohol.

—Puedo beberlo, besarte y darte de tomar —sonrió.

—No… Yo quiero de… De, de ahí, de eso, de la botella— levantó un dedo.

—Chicas están demasiado ebrias, vamos a mi casa, podrían hacer una estupidez más grande que ésta  —sonrió Mineta siendo estrujado del cuello y aplastado entre los senos de Ochako.

—¡Este peluche de pollo es cómodo! —dijo boba.

—Hatsume, lanza más bebés. — Ordenó Himiko alzando su dedo e indicando la dirección.

—¡A la orden! —lanzó cuatro a la vez.

La explosión fue fuerte y el vidrio se quebró.

—¿Traen dinero? —preguntó Ochako. Las dos mujeres movieron la cabeza diciendo que no.

¡¡Boom!!

—Hatsume no lances más —Toga bebió.

—No lo hice— se agarró del hombro de Uraraka y comenzó a vomitar.

Himiko se le quedó mirando.

—No mames, hasta vomitando te ves jodidamente hermosa. — Compartió.

Si, estaban aún más ebrias.

—¡¡¡Bastardos de mierda!!! —la puerta principal fue abierta de una patada.

Hatsume continuó vomitando, Himiko miró encabronada y Ochako apretó más el cuello de Minoru.

—Joder, te ves del asco despeinado —chilló Ochako.

—¿Cara redonda?

El cristal se rompió contra el suelo, y una botella rota y filosa se acercó al cenizo —¿A quién puta madre llamas Cara redonda?— gruñó Himiko.

—¿¡Ah!? ¡¡Qué te crees para hablarme así perra!! —sus palmas humearon.

—¡¡Tengo hambre!!— todos voltearon a ver cómo Mei entraba a la casa de Bakugou.

—¡¡Bakugo-blheeee...

○○○○

Mei estaba tirada en la entrada de la puerta durmiendo, Himiko estaba montada en su espalda y él cargaba a Ochako mareada.

—Suelta a mi Waifu maldito musulmán de mierda, todavía que la cambias por Yaoyorozu y la dejas sola cuando más te necesitaba— decía fofamente mientras daba pequeños puñetazos a su cabeza y rodeaba fuertemente la cintura del hombre con sus piernas.

—¡¡Maldito poste de luz deja de reírte y ve a levantar a la ojos raros!!— gruñó a Kaminari.

—Jajajaja viejo, esto es genial, son a las 5:00 de la mañana, están muy ebrias, hubiera ido a la fiesta jajajajajaja. —Dijo levantándose y cargando a la pelirrosa que al instante comenzó a vomitar.

—¡¡¡Mierda!!! ¡Qué no ensucien la Alfom---

—Blheeeee. —Ochako lloraba mientras vomitaba a los pies del cenizo.

—Mierdaaaaa--

—Blheeeee— el líquido caliente corrió por su cuello. Himiko estamos vomitando.

Por All Might, les reventaría el culo a patadas a esas malditas pendejas de mierda ¡¡Joder la puta alfombra!! ¡¡Su jodida ropa, la puta madre!!

°°°

—Bakugou-kun ¿Cuál es tu cepillo de dientes?

—¡¿Ah?!

—Es el naranja~

—¡Cállate Pikachu de mierda! ¡Cara de ángel ni se te ocurra utilizar mi puto cepi-

Se dio el Facepalm más rudo de la historia y gruñó enojado. Ochako estaba frente al espejo tambaleándose de un lado a otro cepillando su boca con el cepillo de Bakugou.

—Joder eso es tan anti-higiénico— bufó matando al rubio que se doblaba de la risa— ¡Maldito Pikachu anda a ver a las otras dos locas!

—La chica de cabello rosa está dormida en el sofá y la ceniza busca cerveza en la nevera. —Apuntó con el pulgar a Toga que maldecía todo a su paso por no encontrar alcohol…

—¡Listo! —Ochako sonrió al espejo.

—¡Se puede saber que mierda hacen a las 5 de la madrugada lanzando pendejadas explosivas a mis putas ventanas! ¡¡joder!!

Uraraka lo miró un segundo y al otro comenzó a llorar como niña.

—¡Es que! Buuuuaaa~

—¡¿Qué puta madre estúpido musulmán de mierda?! ¡¿Qué le hiciste al rollo de canela?! —Toga saltó a la espalda de Katsuki e intentó ahorcarlo.

—Bájate puta loca, —forcejeó.

—¡jajajajajaja! —Sacó su celular.

—¡Deenkiii! ¡Te voy a romper los huesos si sigues grabando! ¡Quítamela de encima!

El rubio prefirió su seguridad y bajó a Himiko de la espalda de Bakugou.

—Tranquila linda —la calmó el rubio.

—Mierda —chasqueó la lengua—. Ya me gusta otro Ochako-chan— exclamó.

Denki sonrió.

Bakugou levantó de la blusa a la castaña y la lanzó al sillón.

—¿Qué mierda tienes?

—Todavía lo preguntas —sollozó— me dejaste de hablar, me dejaste cuando más quería estar contigo. —Su voz se confundía con el llanto— Mina está enamorada de Eijiro y nunca me dijo nada, yo la hubiera entendido, incluso hubiera dejado su camino libre, pero rompió toda nuestra y confianza y ahora se volvió lesbiana con Kyoka.

Himiko ladeó la cabeza y Kaminari prestó atención.

Continuó:
—Todo es un caos en mi cabeza, en mis sentimientos Buuaaa~ Luego, lu-luego luego Todo-todoroki-kun ¡Buaaaa! —chilló sonoramente.

—¡Joder cállate cara-

Ochako se lanzó sobre el cenizo tirándolo de lado sobre el sillón y estrujando su cabeza contra su pecho.

—¡Katsu! ¡Katsu! ¡Buaaa! ¡Prometí que bebería por primera vez contigo y no lo hice! Buaaaaaa~ ¡Hice tantas promesas contigo que ya no podré cumplir porque me cambiaste por los momos de Momo! —lloró estrujando más la cara de Bakugou entre sus pechos. —¡No duele, me quema, me lástima! —las lágrimas caían más pesadamente mojando toda su cara y mejillas.

—¡Dabi jamás me hará caso! —le entró el sentimiento a Toga que de inmediato comenzó a llorar abrazando al rubio— ¡Ni Tomura! ¡Ni Twice!

...Y Deja Que Te Mate

Bakugou empujó el cuerpo de la castaña. Tenía que alejarla, no quería morir.

Ochako se quedó estática ante el movimiento brusco del cenizo.

—¿En verdad?... ¿Ya no me quieres? —preguntó dolida.

—Ya no…Uraraka.

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