Era cierto, Hoseok sabía de lo que hablaba. En el colegio Jin se sentía destrozado, pero tranquilo; en cambio ya llegando al hospital, su cuerpo temblaba, respiraba con dificultad y sentía que iba a vomitar en cualquier momento.

Seokjin pasó a la sala junto a este joven que recién conocía, y por ser practicante de enfermería de la escuela, pudo darse el lujo de apurar las cosas. O bueno, ya estaba oficialmente sin práctica, pero aún llevaba el uniforme de enfermero estudiante. Jimin estaba estresado también, pero nada que pudiera pasar con un poco de agua fresca.

"Está haciendo pánico" les dijo Hoseok a los médicos, explicándoles la historia sin mayores detalles. Inmediatamente, le dieron un alprazolam. Jin no se dio cuenta como se quedó dormido.

Cuando despertó, los padres de Jin estaban allí, Jimin y Hoseok también. Se notaba que la señora Kim había estado llorando. Jin inmediatamente supo que sus padres ya estaban al tanto de todo. Los abrazó y lloró con ellos un buen rato, sin decir nada más.

Hoseok los llevó en su auto a la casa Kim. Los padres y Jimin no podían estar más agradecidos, y quedaron de acuerdo en mantener el contacto. Hoseok quedó invitado a casa para el día siguiente poder conversar con calma.

Por el camino, el joven universitario hablaba consigo mismo en el auto.

"Te atrasaste un año Hoseok. Te van a matar en la casa, y tu profe te va a hacer mierda cuando le cuentes"

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Jimin tomaba un té con la familia Kim mientras Jin dormía en su cuarto. La madre de Jin seguía llorosa y completamente desarmada. Su marido la abrazaba a su lado, sentados a la mesa.

"Mi pequeño hijo, cómo pudieron hacerle tanto daño"

"Son de la peor calaña" dijo Jimin, con los ojos llorosos, tomando un sorbo de la infusión. La verdad ya no sabía qué decir para darle consuelo a la familia.

"Gracias Jimin" dijo el señor Kim. "Gracias por toda tu ayuda"

"Es lo mínimo que puedo hacer"

Jimin intentaba ordenar el cableado de pensamientos que se enredaba en su mente, buscando la respuesta a la pregunta más urgente.

¿Qué pasaría ahora?

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Namjoon estaba encerrado en casa para cuidar su propio pellejo. Uno de los chicos del equipo le escribió un mensaje en la madrugada contándole todo antes de que Namjoon siquiera pensara en salir de casa ese lunes.

No tenía cara para ir a la escuela, ni tampoco la tuvo para advertir a Jin.

Se mordió las uñas hasta sangrar y en un arranque de ansiedad, lanzó el teléfono contra la pared, haciéndolo pedazos. Miró la basura de lo que alguna vez fue un IPhone, y se dio cuenta de su estupidez. De nada servía ya romperlo, toda la evidencia ya estaba en la red.

No tuvo el valor para contactar a Seokjin.

Le contó a su madre lo ocurrido cuando ya no pudo más fingir estar enfermo. Le cayó una paliza que no olvidó en la vida, una en la que su madre dejó salir toda la deshonra de tener a un hijo como él.

No había nada en contra de que Nam fuera gay, la señora lo sabía y tenía gran aprecio por su adorado Jin. El asunto era tener a un hijo tan cobarde e irresponsable. De seguro Jin estaba destrozado, y Namjoon feliz en casa durmiendo hasta el mediodía alegando estar enfermo del estómago, viendo Tom y Jerry y con desayuno liviano a la cama.

"Vas a ir a la casa de los Kim y vas a ofrecerle tu apoyo a Jin porque es lo mínimo que puedes hacer, es tu novio, y los dos metieron las patas aquí" dijo en un tono autoritario.

"Mamá por favor dame más tiempo, no soy capaz de ver a Jin ahora, te lo suplico"

"Tienes dos días para ir con Jin"

Cuando Namjoon volvió al colegio, Seokjin ya no formaba parte del paisaje. Era difícil acostumbrarse a almorzar solamente con sus amigos y básicamente hablar nada. Todo había cambiado, todo estaba roto. Antes solía ser más alegre la hora de almuerzo, con sus amigos del equipo, Seokjin y algunos de su clase, y Jimin y sus compañeros. Jin a veces le llevaba algo de postre, o alguna curiosidad culinaria con la que experimentar. Cada día algo rico que probar hecho por su novio, y siempre un beso con sabor a la fruta de la estación.

No hacía falta hablar con Seokjin para saber que la relación había terminado.

A diferencia de Seokjin, Namjoon no fue expulsado. El director lo citó a la oficina para darle una charla incómoda acerca del autocuidado sexual y para darle ánimos y así no fuese a decaer para el campeonato nacional. Namjoon lo consideró injusto, porque él también debía ser expulsado al igual que Jin, pero su cobardía le impidió hacerse expulsar.

Injusto fue también que nadie se rió de él, nadie le dijo que era una puta, nadie juzgó su cuerpo ni nadie lo hizo sentir tan mal como para no querer salir de la casa.

Volver al colegio sería más fácil de lo que pensaba.

Lo siento si las cosas avanzan un poco lento pero también hacía falta saber qué estuvo pasando con el desgraciado de Namjoon hahhahaha Además Jin debe sanar u__u

Empecé un TaeJin nuevo por si desean leerlo! Acá está el link https://www.wattpad.com/myworks/146173571-clandestine-taejin o pueden encontrarlo también en mis obras :)

Besos!