Capitulo 6


Buenas a todos losMarvelitos en este nuevo capitulo, seguro que sintiéndoos muysatisfechos después de lo que había ocurrido entre Peter y Tony.Desde luego, lo que es yo, me sentí satisfecha al escribir esecapitulo, desde luego. Sobretodo porque me salió de maneraespontánea, sin saber que realmente iba a escribir esa escena.


Desde luego, lo que másme cunde es quedarme en blanco. Es cuando me salen las mejoresescenas.


En fin.....ya me heterminado la serie de ''Una serie de catastróficas desdichas'' y,pobre de mí, ya me he vuelto a quedar insatisfecha con una nuevaserie. Yo pensaba que sería algo de una sola temporada. Pero nadamás lejos de la realidad. La verdad es que te lo van avisando encasa capitulo. ''Deja de ver esta serie si esperas un final feliz''Déjalo'', hasta en la propia intro te lo canta. Pero como soycabezota, pues ahí estaba yo, viéndola.


Como creo que prontovoy a empezar a desvariar con cosas de esta serie como siga hablando,mejor me pongo con el capitulo y ya hablaremos más luego. Comosiempre, disfrutadlo.


CAPITULO 6


................................


Después de aquello,Rocket y Tony estuvieron trabajando juntos en silencio, ya que Peterse pasaba de vez en cuando por el cuarto para ver como iban y era másfácil evitar pelearse manteniéndose en silencio que manteniendocualquier tipo de conversación. Solo se atrevieron a abrir la bocacuando terminaron con el trabajo de aquel día, dejando la mayoríadel traje terminado, solo necesitando conectarle una fuente deenergía para que volviera a funcionar.


-¿Tanto hemos molestado ala gente con nuestras charlas?- le preguntó Rocket a Tony mientrassalían de la sala.


-Más que eso, creo que hasido otra cosa lo que anda molestando a Peter.


-¿Ah, sí? ¿Cómo qué?-le preguntó el roedor, caminando a su lado.


Groot, que habíapermanecido con ellos todo el día, pegado a la mesa por si lonecesitaban, también volvió la cabeza hacia él, esperando a quedijera algo que aclarara aquello.


-Solo es una tontería-les dijo.-No tiene importancia.


-¿Ya habéis acabado?-les preguntó Gamora cuando les vio subir, ya que esta parecía haberestado examinando su plan de vuelo de nuevo en una de esas pantallasholográficas.


Tony prefería no pensaren los peligros que podían haber en el espacio para que ellosllevaran tanta precaución.


-Al menos, por hoy-le dijoRocket a esta.-Por culpa de Quill, también me tengo que poner conlas naves para arreglar el desastre que ha hecho.


-¡Eh!- se quejó este,volviendo la cabeza hacia ellos, ya que había estado junto con Draxen los controles de la nave.-¡No lo he hecho a propósito!.


-Pero destrozaste mispequeños igual.


-Mira que eres malvado,Peter- le dijo Tony también, con una pequeña sonrisa en la casa.


Este volvió a entrecerrarlos ojos al mirarlo, pero se giró en su asiento para seguirobservando el espacio, que se extendía al otro lado de la ventana.


-¿Quieres echarme unamano con eso?- le preguntó Rocket, volviendo la vista hacia Tony,haciendo que este bajara la mirada hacia él.


-¿Quieres.....quieres quetrabaja contigo.....en tus naves?


Había que admitir queaquello era, cuanto menos, sorprendente. Sobretodo cuando los dos sehabían estado lanzando al cuello del otro hacia solo unas horas.


-Aunque seas solo unhumano, no eres tan tonto como me pareciste al principio, y asípodrás aprender más cosas-. Tony torció el gesto al oír aquello,pero no dijo nada.-Además, allí abajo podremos gritarnos todo loque queramos sin que Peter nos escuche.


-Me apunto- le dijo Tonyen el acto.


-¡Eh! ¡Lo de gritarsecuenta por toda la nave! ¡Que no os oigamos, no significa que podáishacerlo!- les replicó Quill, volviéndose hacia ellos.


-Déjanos desahogarnos unpoco- se quejó el multimillonario.-Nosotros nos comunicamos mejorasí.


-Eso. Déjanos algo decancha, Quill.


-Mientras que no nosmolesten.....-dijo Gamora, encogiéndose de hombros.


-Los hombres necesitandesahogarse- le dijo Drax.


-Yo soy Groot- le dijomini Groot, aportando su importante opinión a todo aquel asunto,


-De acuerdo. Bien. Siestáis todos de acuerdo, no seré yo el que diga lo contrario. Pero,recordad. Que nosotros no os escuchemos.


-Tranquilo. Si no han oídolo que ha pasado ahí abajo, no nos oirán a nosotros gritando ahora-le dijo Tony, tratando de darle unas palabras para que se calmara.


Pero tuvieron totalmenteel efecto contrario.


-¿Qué ha pasado antesabajo?- le preguntó Gamora a Quill.


Peter, sin saber quédecir, solo volvió la vista hacia otro lado, pero Tony respondió aeso por él.


-Nos gritamos después deque chocara la nave. Estaba claro que, aunque Peter sepa correr muyrápido, es pésimo aparcando.


Aquello pareciósatisfacer a los presentes, que solo asintieron, mientras Rocket yTony bajaban de nuevo a los niveles inferiores de la nave paraexaminar los daños que Quill había ocasionado a la pequeña nave deapoyo.


Mientras abandonaban lahabitación, la vista de Peter estuvo sobre Tony, mirando a este conlos ojos entrecerrados, algo que Gamora vio claramente.


-¿Ha ocurrido algo másentre Tony y tú?- le preguntó a este cuando ambos ya se habían idodel cuarto.


-¡¿Qué?! ¡¿Qué va aocurrir?!- gritó Peter en el acto, demasiado rápido, ya que Gamoray Drax compartieron una mirada cuando lo vieron reaccionar de esemodo.


Disimular no era lo suyo.


-¿Se puede saber que hapasado entre el otro humano y tú?- le siguió preguntando esta.


-Ya te he dicho que nopasa nada- les dijo Peter, tratando de parecer más calmado.-Como hadicho Tony, nos hemos gritado un poco y eso es todo.


-No sabe mentir- le dijoDrax a Gamora, mirando a esta, viendo como la fuerte guerrera asentíahacia él también.


-No tengo porqué darexplicaciones de lo que hago o dejo de hacer. Soy el líder de estanave y de este equipo- les espetó Peter a los presentes.


-Entonces......admites quealgo ha ocurrido, ¿verdad?- le dijo Gamora.


Este refunfuñó por lobajo, pero acabó poniéndose en pie, separándose del asiento quehabía estado ocupando.


-No tengo porqué pasarpor este interrogatorio.


-Sospechoso- comentóGamora.


-Sospechoso- afirmó Drax,secundándola.


Peter miró a uno y a laotra durante un momento, pensado en qué otra cosa decirles para quelo dejaran en paz. Pero optó por cerrar el pico, ya que, al parecer,cada vez que lo abría, lo único que conseguía era parecer aun másculpable.


-Avisadme cuando llegue miturno- fue todo lo que les dijo a aquellos dos antes de abandonar elcuarto, tratando de poner toda la tierra de por medio que fueraposible entre él y aquellos dos que lo estudiaban atentamente.


Excepto que en aquellanave ni había nada de tierra. Solo metal.


¿Por qué tenían quetratar de sonsacarle de aquella manera? Si él tuviera algo quequisiera decirles, ya se lo habría dicho. Y no había sido así.


Aun algo disgustado, llegóal cuarto donde Rocket y Tony habían estado trabajando sobre laarmadura, con esta ya formada encima de la mesa, con aquel color rojoy dorado por todas partes. Y, en el centro del pecho, donde debía dellevar la fuente de energía que alimentara a aquella cosa, estabaseguro que había sido Rocket el que había colocado esa especie desol dorado alrededor.


Desde luego, estaba claroque aquellos dos trabajaban bien juntos cuando querían hacerlo,siempre y cuando tuvieran una motivación.


Acarició aquella armadurade manera distraída, dando una vuelta alrededor de la mesa,recordando de nuevo lo que había ocurrido en aquel pequeño cuartode la parte inferior de la nave.


Aun podía ver como sehabía movido él mismo hacia Tony, recordar el malestar que habíacorrido por él al ver la sonrisilla que se había formado enaquellos labios cuando Rocket le había regañado.


Solo había querido queesta desapareciera y le había parecido una buena idea, más querazonable, sorprenderlo y molestarle al mismo tiempo dándole unbeso.


El problema vino después,cuando las cosas se le fueron de las manos, cuando notó como esteseguía sonriendo a pesar de todo. Parecía que algo se habíadesatado dentro de él, una especie de fuerza que ni siquiera sabíaque tenía, arrinconando a este contra la pared, aferrándolo contraél, notando como el mismo Tony lo aferraba a él a su vez, agarrandosu camiseta.


La sangre se le calentóde golpe en las venas al volver a revivir aquello, apartando lasmanos de la armadura, como si esta le hubiera quemado.


¿Qué se supone queestaba pasando con él? De toda la vida, Peter Quill había sido unfirme defensor de amar a las mujeres. Ya fueran las más bellas de suplaneta o aquellas que pasaban desapercibidas en cualquier sistemasolar, Peter había tratado de amarlas a todas del mejor modoposible, haciéndolas sentir hermosas y deseadas. Al menos, durantelas horas en las que permaneciera en el planeta.


¿Cuándo sus gustosparecían haberse inclinado hacia otro lado? No, eso no era posible.Estaba fuera de toda lógica. Incluso había tratado de tontear conGamora, sabiendo que esta era una guerrera despiadada. Era absurdopensar que, en aquellos momentos, empezaba a inclinarse hacia otrobando.


Se pasó una mano por elpelo mientras dejaba la otra en la mesa para apoyarse en esta,dejando escapar un suspiro.


Desde luego, lo único delo que estaba completamente seguro allí era de que estaba confuso yno sabía bien lo que estaba ocurriendo con él.


Se dejó caer en una delas sillas, recostándose en esta y echando la cabeza hacia atrás enla silla, quedándose mirando el techo, dejando su mente en blancopara tener un poco de paz, aunque fuera durante un rato.


No mucho en realidad, yaque, en cuanto consiguió poner la mente más o menos en blanco, laimagen de lo que había ocurrido allí abajo volvió a su cabeza,recordando como había lucido Tony cuando Gamora les había hablandoy se había obligado a separarse de golpe de él.


Aun podía ver a estecontra la pared, con la respiración acelerada, el rostro ligeramentesonrojado por la excitación , los labios hinchados y la camisasubida allí donde la había dejado Quill, cuando había sentido lanecesidad de tocarlo con algo más que con sus labios.


De nuevo, aquel fuegoarrasador le recorrió el cuerpo de arriba a bajo, como en una ola,haciendo que se removiera de modo incomodo sobre la silla.


Tal vez debería ir adarse una ducha fría, porque, en aquellos momentos, la sensación deincomodidad se la causaba la hinchazón en sus pantalones, notandodemasiada tensión en esa zona como para poder estar cómodo.


-¿Estás bien, Quill?- lepreguntó Gamora, entrando en el cuarto cuando este ya se habíalevantado, obligándose a dejarse caer de nuevo al asiento paraocultar la evidencia.-Has estado raro.


-Yo siempre estoy raro.Eso no es una novedad- comentó este, tratando de dirigirle una desus sonrisas.


No había visto nada,¿verdad? Si hubiera sido así, la vista de esta habría estadopuesta en su pantalón y no en su cara.


-Pero más raro de lohabitual. Estás así desde que ha llegado ese otro humano. ¿Hapasado algo con él?


Y vuelta al mismo tema.


-No ha ocurrido nada-aseguró Quill, tratando de que la mesa tapara lo que tenía que sertapado.


-No tienes que mentirnos,Peter- le dijo Gamora, sentándose frente a este.


Quedaba más que claro queesta no tenía intención alguna de dejarlo solo en un futurocercano. Ni a él ni al amiguito que se había despertado en suspantalones.


-Ese Tony es otro serhumano, como tú. Es normal que su presencia te produzca algo- ledijo esta, pareciendo totalmente convencida de lo que decía.


-¿Ah, sí?- comentóQuill.


Estaba seguro que lo queocurría en sus pantalones no estaba incluido en la lista de cosasque Gamora creía que le tenía que pasar.


-Claro que sí. Te haspasado mucho tiempo lejos de tu planeta madre. Y, de repente, en ellugar más inesperado de la galaxia, te encuentras con otro serhumano. Seguro que es una sensación abrumadora.


-Yo diría más bienabrasadora- comentó este.


Aunque....claro, Gamora noentendió a qué se refería.


-Seguro que verle te hatraído recuerdo. Si yo viera a miembros de mi planeta, estoyconvencida de que también tendría muchos recuerdos que measaltarían de nuevo.


-Gamora, toda esta charlaen plan súper profunda está muy bien y lo apoyaría totalmente enotro momento, pero, si me disculpas....-comentó, tratando de ponerseen pie sin que se notara nada.


-Quill, solo quería quesupieras que te entendemos. Entendemos que, con él por aquí, puedesactuar algo.....extraño- le dijo esta, haciendo que él se volvieraa sentar cuando esta cogió su mano por encima de la mesa.-Soloquiero que entiendas que, si te ocurre algo, puedes contárnoslo.


-Gamora, lo que menosquiero hacer es hablar de lo que me pasa ahora mismo- le dijo este asu vez, dándole unos golpecitos en la mano que tenía libre.


Porque, desde luego, noquería hablar con nadie sobre el contenido de sus pantalones. A noser que estuvieran en una cama y la situación lo requiriera.


-Quill, no tienes porquéser distante- le dijo esta.-Somos un equipo. Puedes apoyarte ennosotros para lo que necesites.


-No estarías diciendo esosi supieras lo que me pasa.


En cualquier otro momento,habría utilizado aquellas palabras para tratar de llevársela a lacama. Después de todo, ella era la que hablaba de apoyarse el uno enel otro. Pero, en aquellos instantes, era lo último que queríapensar.


Gamora le miró con losojos entrecerrados, seguramente tratando de pensar en otra forma dehablar con él para que se abriera. Pero él no estaba para máscharlas como aquella.


Tenía que agradecerleque, gracias a eso, la hinchazón había bajado un poco, pero seguíanecesitando un baño de agua fría para terminar el trabajo, así quese puso en pie.


-Gracias por el apoyo ytodo eso. De verdad. Pero, cuando crea conveniente que tenga quehablar de algo, lo haré. Mientras tanto, pienso darme la ducha másfría de la historia, así que, si me disculpas......


Gamora abrió los ojoscomo platos cuando este se puso en pie y pudo ver lo que habíaestado tratando de ocultar, sabiendo que lo suyo siempre era algo muyimpresionante. Y, con la cabeza alta y dejando allí a Gamora, sinpalabras, salió del cuarto de camino a un baño de urgencia.


............................


Por su parte, Tony estabaconcentrado en arreglar el desastre que Peter había acabado haciendocon aquella pobre nave que Rocket había hecho, viendo como habíalogrado que se desprendieran partes de la cubierta de la nave y habíaalgunos cables sueltos y pelados que soltaban chispas.


-Peter y tú os lleváismuy bien, ¿no?- le dijo Rocket, supervisando su trabajo.


Ya le había hablado sobreel funcionamiento de aquellas cosas, así que estaba asegurándose deque Tony le había entendido y sabía lo que tenía que hacer. Porahora, iba bien.


-Supongo que es porque losdos somos humanos- le dijo el moreno, con la vista clavada en lo queestaba haciendo, sabiendo que aquello era alguna clase de prueba queel roedor le estaba poniendo.


-Ya. Animales de la mismaespecie y todo eso- comentó Rocket.


-Exacto- le dijo Tony a suvez.


Pero no pudieron seguirhablando, ya que, cuando trató de arreglar dos cables, pegó unchispazo y la nave pareció morirse.


-Temía que pasara eso-comentó Rocket, poniéndose en pie sobre la nave, donde habíaestado sentado, vigilándolo.-Necesitamos más piezas.


-¿Y de dónde lassacamos?- le preguntó el moreno, limpiándose la grasa de las manoscon un trapo.


-Bueno....siempre hay algopor aquí que Quill ya no usa.


-¿Y podemos coger lo quesea, así, sin más?


-Peter no se me haquejado- comentó el roedor.


-Muy bien. Pues vamos aello.


Echaron un vistazo por lanave y Rocket se encargó de desarmar algunas cosas, asegurándose deque no afectaban al funcionamiento de la nave.


Haciendo eso fue como losencontró Peter cuando este volvió de su baño.


-¡Eh!- exclamó.-¡Cuantasveces tengo que decir que no podéis desarmar mi nave?


-Oh, hey, Quill. Rocketdijo que podía- le dijo Tony, señalando al mapache, totalmentecalmado, ya que había estado deshaciendo una placa en el panel decontrol, sentado en su silla.


-Ellos ni siquiera tienenesta tecnología- se defendió Rocket.-Yo estaba tratando deenseñarle algo.


-Apartad las manos de minave- les dijo Quill.-Y quiero que todo este en su sitio cuandoexamine este lugar.


-Pero yo tengo quearreglar el desastre que tú has armado- le soltó Rocket, por sihabía olvidado el hecho de que tuviera que tuviera que estarhaciendo aquello era solo por su culpa.


-Mañana llegaremos a unaestación, donde podrás hacerte con todo lo que te haga falta, pero,ahora, deja todo donde estaba- le ordenó Peter.


Rocket le mantuvo lamirada durante un rato, como si buscara algo que decirle para que notuviera que deshacer el trabajo hecho, pero la mirada de Peter dejababien claro que no había nada que pudiera hacer para que estecambiara de opinión.


-Dios. Salgo un momento dela ducha y ya tengo un intento de sabotaje en mi nave- se quejóeste, pasándose una mano por el pelo.


-¿Ducha? ¿Hay duchaaquí?- le dijo Tony, volviendo la cabeza hacia él en el acto, comosi hubiera oido las campanas del cielo.


-Pues claro que tenemosducha. ¿Nadie te lo ha dicho?


-Pues no, la verdad. Nadiese molestó en comentarme ese detalle. Mataría en este instante poruna ducha- dijo, saltando del asiento donde había estado sentado.


Y Peter se vio en laobligación de no imaginarse a este en su ducha, con el agua cayendopor su cuerpo desnudo ni los ruidos de placer que este dejaría saliral contacto con el agua caliente, eliminando esa imagen mental antesde que tuviera algún efecto sobre su cuerpo.


Tarde.


-La ducha está por allí-le indicó Quill, dándole la espalda y señalándole ladirección.-Hay un armario justo al lado. Toma de allí la ropa quenecesites.


-¿Son todas ropas desaqueador?- comentó Tony, cogiendo con dos dedos la camiseta dePeter, para indicarle de lo que estaba hablando.


Este se envaró al sentirel pequeño contacto, pero consiguió permanecer tranquilo.


-Hay un poco de todo.


-Me alegro. No me gustaríair por el espacio dando la impresión de que voy a robar a alguien-afirmó Tony, riendo mientras se encaminaba a la ducha.


Peter lo miró cuando estesupo que no le estaba viendo, pero en seguida se dio cuenta de queRocket seguía allí y que este sí que lo estaba mirando.


-¿Qué?- le espetó alpequeño roedor.


-Quill, Quill, Quill-comentó este, negando con la cabeza.


-¡¿Qué?!- exclamó,esperando que este le dijera algo más, que le aclarara qué era loque se suponía que había visto en él cuando había interactuandocon Tony.


Pero, para mayorintranquilidad suya, el mapache solo se dio media vuelta y comenzó amarcharse de la sala, sin ni siquiera tener la decencia de ofrecerlealgún tipo de respuesta.


Fin del capitulo 6


No sé qué pensaréistodos vosotros, pero yo creo que Peter estaría muy confuso en estosmomentos, pensando que lo que sentía por Tony podía ser un cariñoal ser otro ser humano o no. Al menos, la principio. Sin embargo,ahora, cuando todo está avanzando a este ritmo, dudo que crea auneso.


El pobre está confusoy, desde luego, Tony no ayuda en absoluto a que este hombre se calmede alguna manera.


Y Gamora. Ay, Gamora.Ella pensando que le estaba ofreciendo algún tipo de apoyo moral albueno de Star Lord y se había encontrado con una de las sorpresasmás escondidas del líder de los Guardianes. Ha sido escribir esaescena y troncharme yo sola al imaginarme la cara de la pobre.


A ver como vuelve amirar a Peter a la cara después de saber lo que oculta entre laspiernas. Lástima, chica. Perdiste ese tren al ser tan estrecha. Hasdejado al rubio tanto tiempo a pan y agua que, al final, sus ojosacaban por irse a otro sitio.


Ese ha sido el resumendel capitulo jajajjjaa. Creo que no hay nada más que os tenga quecomentar ahora mismo, así que aquí me despido de todos, Marvelitos.Como siempre, manteneos sanos y nos seguimos leyendo en el próximocapitulo. Bye.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top