Capitulo 3


Buenas a todos losMarvelitos que seguís tan apasionadamente esta historia, ya que,ayer mismo, subí el capitulo uno y he visto la gran acogida que lehabéis dado.


Más parece que laestuvierais esperando como agua de Mayo. Yo, como muchos ya sabréis,soy firme defensora del Stony y, aunque sé que Steve no tuvo elmejor modo de comportarse en Civil War, no le tengo el odio que otroshan empezado a sentir por él y realmente creo que estos dos acabaranreconciliándose más antes que después, para Infinity War.


Pero como sé que es unpoco absurdo que haga campaña del Stony en una historia StarkQuill,mejor dejo de soltaros todo eso sobre ellos y me centró en lo que osha traído hasta aquí, que, al parecer, es la relación que pareceque queréis que exista entre Peter Quill y Tony Stark.


Espero que disfrutéisde este nuevo episodio, ya que parece que la idea a calado bien en miy no dejo de escribir. Al menos, en mi libreta de fanfic's, porqueen el móvil estoy escribiendo la historia de You are mi Destiny y nosabéis en qué momento más tierno están ahora.


Bien. No más rollo.Disfrutad del capitulo.


CAPITULO 3


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Para el final de aqueldía, Tony tenía claro que, desde luego, aquel mapache tenía queser alguna clase de genio porque, en cuanto empezó a jugar con laspiezas del modo en que quiso, empezó a darles una nueva vida. Esaera una de las cosas que sabía. ¿La otra? Que iba a resultarcompletamente imposible que acabaran llevándose bien, ya quenormalmente Tony era el de los comentarios ingeniosos.


No necesitaba a alguienmás en ese terreno, gracias.


Se dirigió a otra partede la nave, viendo como el pequeño decía que iría a buscar máspiezas al día siguiente y diciéndole que otras habría quecomprarlas.


-¿Has traído lacartera?- le había soltado con total calma, siendo una de las cosaspor las que necesitara un poco de distancia con él, como si loprimero en lo que pensara Tony cuando tuviera que parar una bombafuera en coger la cartera antes de meterse en su traje.


Al pasarse las manos porla cara y el pelo, alejándose de aquel cuarto, para despejarse unpoco del cansancio que se le había echado encima, se dio cuenta deque llevaba algo en el oído.


-Ese es el traductoruniversal- le dijo Star Lord, ya que había entrado en la sala dondeeste estaba revisando unas pantallas, moviéndolas de un lado a otrocon sus manos, mientras escuchaba música, pareciendo que seguía elritmo con el pie.


-¿Quién me lo hapuesto?- preguntó Tony.


-Yo, cuando te ayudé asalir de tu armadura. ¿Cómo crees que te entiendes con todos? ¿Acaso te pensabas que hablaban en inglés porque sí?


Claro, era absurdo. Siesos seres nunca habían pisado la Tierra, ¿cómo iban a conocer suidioma? Pero evitó responder a Star Lord.


-¿Qué es lo que haces?-le preguntó el moreno, acercándose a él y a sus pantallas.


-Estaba revisando nuestrocamino para evitar encontrarnos con más sorpresa. Nuestra rutadebería ser un camino seguro y sin problemas- comentó Peter,tocando aquí y allá por las pantallas, ampliando o cerrandoimágenes.


Tony asintió,recordándole un poco a su tecnología al verle hacer aquello, pero,cuando puso atención a la música que estaba sonando, se volvióhacia Peter.


-¿Qué demonios es eso?-le soltó.


Peter se volvió hacia ély luego hacia sus cintas, ya que ahora tenía dos.


-Es música de la Tierra.¿No te suena?


-Claro que me suena, peroes música de hace 40 años o más.


-Por eso no deja de serestupenda.


-¿No sabes quiénes sonACDC o Black Sabbath?- le preguntó este.


-¿Debería?


-¡Se acabó! Solo poreso, tienes que volver a la Tierra. Tienes que ponerte al día. ¿Quées eso que tienes enchufado ahí? ¿Un cassette? ¿No sabes nisiquiera lo que es un ipot?


-¿Qué es un ipot?-preguntó Peter a su vez, volviéndose hacia él mientras Tonycaminaba a su alrededor.


-Amigo mío, es uno de losgrandes inventos de la humanidad- le dijo, colocando un brazo entorno a los hombros de Peter.


-¿Es uno de tus inventos?


-Más quisiera. No. Es unacosa que permite llevar cientos de canciones donde quieras y cabe enla palma de la mano.


-Estás de broma- le dijoeste.


Eso era con lo que habíaestado soñando toda su vida. Poder tener todas las canciones querecordaba de su vida de antes, sin arriesgarse a que nadie se lasquitara (No. Del Autor: Parece que le estoy haciendo publicidad oalgo, ¿no?)


-Ya te he dicho que laTierra a cambiado mucho en este tiempo. Has estado demasiado tiempofuera- afirmó Tony, soltándolo.


Para ser alguien al queacababa de conocer, lo trataba ya con demasiada familiaridad. ¿A quése debía aquello? ¿Era posible que al hecho de que este le hubierasacado del espacio, cuando creía que iba a morir? Seguramente.


-He pasado tanto tiempolejos de allí que ya me siento desvinculado- comentó Peter, máscomo una observación que como si sintiera pena por ello.


-Pues eso no está nadabien. Cuando consiga volver a casa, deberías ir y echar un vistazo.


-Y tú aun no has vistolas maravillas que hay en el espacio.


-¿Cómo, por ejemplo?- lepreguntó Tony.


-Por ejemplo, las armas-le dijo Peter, sacando las pistolas que llevaba siempreconsigo.-Estas son dos subfusiles kree y no veas lo bien que trabajanestás monadas.


Tony les echó un vistazo,pero las dejó rápidamente sobre la mesa.


-Yo y mi familia éramosfabricantes de armas. Te aseguro que puedo hacer algo mejor que eso-comentó sin más.


-¿En serio? ¿Y por quéno lo intentas? Me gustaría ver qué clase de armas me fabricarías.


-¿Es un desafío? ¿Creesque no sea capaz?


-No. Claro que te creocapaz. Lo que veo difícil es que hagas algo mejor que estás dospequeñas de aquí.


-De acuerdo- afirmó Tony,colocando las manos sobre sus caderas.-Para la nave en algún lugardonde me pueda hacer con el material necesario y te lo demostraré.


-Por suerte para ti,tenemos que repostar dentro de un día y medio. Allí te podráshacer con todas las piezas que quieras- le comentó Peter,sonriéndole.


-De verdad no me crees- ledijo Tony de nuevo.


-En realidad, solo creo enaquello que puedo ver y tocar.


-Y eso lo dice el hombreque fue secuestrado por un ovni.


-Bueno....podía verlos ytocarlos, así que sí.


-¿Habéis dejado depelear ya?- les dijo Gamora, bajando del cuadro de mandos de lanave.-Es tu turno de pilotar, Quill.


-Cierto. Nos relevamospara asegurarnos de no encontrarnos alguna sorpresa que se saltenuestros sistemas- le dijo este a Tony, viendo como había alzado losojos hacia él.-En el espacio, nunca sabes lo que te puedesencontrar.


-¿Quieres descansar?- lepreguntó Gamora al nuevo.


-Eso sería una buenaidea. Búscale algún sitio donde pueda dormir- le dijo Peter,dirigiéndose hacia los controles.


En realidad, Tony habríaquerido hablar un poco más con este, pero era cierto que su cuerpose sentía ya bastante pesado.


No todos los días sellegaba a la otra punta del espacio y se estaba a punto de morirasfixiado dentro de tu propia armadura. Así que, como un buen chicoobediente, siguió a Gamora mientras esta le guiaba hacia el cuartode descanso; una amplia habitación donde había una especia dehamacas colgando aquí y allá.


Mucha tecnología y muchoespacio exterior, pero aun dormían como si fuera el camarote de unbarco, ¿eh?, pensó Tony cuando vio aquello.


-Puedes echarte aquí- ledijo Gamora, señalándole una de aquellas cosas vacías.-Aquídormía Groot cuando era más grande, pero ahora duerme con Rocket-le dijo, mostrándole como el mapache y el pequeño arbolito dormíanabrazados en una de esas camas.


Esta ya se daba mediavuelta para irse a descansar, cuando a Tony no se le ocurrió otracosa que hacerle una pregunta.


-¿Cómo es posible quetrabajarás para Thanos?


Aquella pregunta laparalizó en el sitio y, tras unos instantes, se giró hacia él.


-No fue algo de mielección.


-Sí, lo supongo, pero....túfuiste la primera en hablar de ese loco. ¿Cómo es posible que tetuviera a su servicio?


-Mató a mis padres cuandoera una niña y me tomó. Me modificó y me entrenó para que fuerauna asesina y alguien que siguiera sus ordenes.


-Y, aun así, terebelaste.


-Así es. No podíapermitir que destruyera todo un mundo solo para darle el capricho auno de sus supuestos aliados.


-Pero, si es tan poderosocomo dices, ¿cómo es que no ha acabado contigo aun?


-Lo hará- afirmóesta.-En su momento, hará que todos aquellos que estaban contra élpaguen. Pero es paciente. Demasiado. No hará nada hasta que tengalas gemas del infinito. Y, si llegan a estar en su poder, será elfin.


-Sí, esa parte del fuegoy destrucción me ha quedado bastante claro- afirmó Tony,prefiriendo no pensar en ello en ese momento.


-Será mejor que duermasahora. Tu cuerpo debe de estar cansado. Descansa.


Y, con aquel porte militarque esta lucía, se dirigió hacia su propia cama-hamaca y se echósin más, permaneciendo tan quieta como un muerto.


Tony, por su parte, setumbó como pudo sobre esta. Ni siquiera recordaba la última vez quese había tumbado en una de aquellas cosas. Ni la última vez quehabía tenido unas vacaciones, ahora que pensaba seriamente en ello.


Pero, después de un ratode esfuerzo, agradecido porque nadie hubiera visto aquel ridículoque había hecho, llegó a tumbarse y trató de acomodarse sin riesgoa tirarse él solo de aquella cosa. Sabía que estas podían ser muytraicioneras y, con un mal movimiento, podía acabar con la caracontra el suelo.


No era lo que uno seimaginaba al pensar en viajes estelares en una nave espacial, peroera con lo que se había encontrado.


Si le sobraba tiempo,después de construirle a Peter sus pistolas mejoradas, tambiénpensaba hacerle unas cuantas camas bien plantadas en el suelo.


Sin embargo, cuando tratóde relajarse y dormir un poco, sacando de su cabeza el hecho de quenadie en la Tierra sabía donde estaba, no tenía aún reparada suarmadura y acababa de enterarse de que un titán loco había tomadocomo objetivo, posiblemente, la Tierra, el sonido que retumbó portodo el lugar le impidió cerrar los ojos.


Ya no era solo aquellascamas sacadas de la época de la piratería, si no que, encima, aquelgrandullón gris y rojo, parte del equipo, roncaba como si fuera unaballena varada en una playa, moribunda, haciendo que hasta lasparedes temblaran.


Desconocía como el restopodían dormir a pierna suelta con semejantes ronquidos. La únicaexplicación que pudo encontrar era que fueran todos sordos.


Tanto en la Torre Starkcomo en el complejo de los Vengadores, cada uno contaba con su propiahabitación, cómodamente insonorizada para impedir que nadie oyeraalgo que no debía, y estaban lo suficientemente alejadas las unas delas otras para más precaución.


La ultima vez que habíadormido junto a alguien había sido en sus días de imparablemujeriego y podía afirmar que ninguna mujer con las que habíaestado roncaba así.


Echó un vistazo hacia eltal Drax, pero este se encontraba cómodamente tumbado boca arriba,con la boca abierta y deleitándolos a todos con su concierto ensolitario.


En comparación, los otroseran tan silenciosos que parecían muertos.


Trató de hacer un poco deruido para que este se silenciara, pero el resultado fue nulo. Elconcierto seguiría el resto de la noche.


Sabiendo que, de todasformas, no iba a poder pegar ojo de aquella manera, cogió laalmohada, se bajó como pudo de aquella cosa, sin besar el suelo, ysalió del cuarto.


Desde que no tenía elreactor en el pecho, había notado que necesitaba dormir más horas yque se cansaba mucho más que antes. A veces pensaba que si, tal vez,no hubiera sido mejor dejar este donde estaba.


Después de todo, habíaencontrado un elemento que mantenía activo el reactor y no le estabamatando por envenenamiento. Este le hubiera permitido vivir 50 vidasmás que la suya y le dejaba el tiempo para dedicarlo a sus juguetes.


Salió hacia la zona decontrol de mandos de la nave y, aun abrazado a la almohada, se dejócaer en uno de los asientos vacíos, al lado de Quill.


-Drax no te deja dormir,¿eh?- le dijo Peter, dirigiéndole una sonrisa divertida.


-Que bastardo eres. Tú losabías- le reprochó Tony, tratando de tumbar el asiento y, almenos, poder descansar un poco.


-Pues claro. ¿Por qué tecrees que hago este turno?


-Pues ya podías habermeavisado. Si lo llego a saber, ni me molesto en entrar allí.


-¿Y quitarme a mí mimomento de diversión? Que cruel- comentó este, aun sonriendo.


-Creo que conozco aalgunas personas con las que te llevarías bien- le dijo Tony, porfin consiguiendo tumbar el asiento y recostándose.


-¿Ah, sí? ¿Con quién?


-Bueno.....había un talClint que.....


Tony no pareció capaz dedecir nada más, ya que se había dormido. De verdad que debía deestar cansado para caer rendido de semejante modo.


Aquello solo llevó unanueva sonrisa a Peter, viendo como este dormía abrazado a laalmohada que se había traído consigo.


Conocía muy bien como erallegar a tu cama y que la sinfonía de Drax no te permitiera pegarojo. De verdad que seguía sin entender como Gamora, Rocket y Grootpodían dormir a su lado sin ningún problema.


¿Era posible que lasmodificaciones en los cuerpos de Gamora y Rocket les permitieransoportar semejante tortura? De ser así, entonces, ¿Cuál era laexcusa para que el pequeño Groot permaneciera a su lado sinproblemas?


Diciéndose que ya habíadado vueltas a ese tema antes y no había llegado a ningunaconclusión, Peter se levantó de donde estaba, asegurándose de queTony seguía dormido incluso mientras hacia ruido, y fue en busca deuna manta.


Estarían más avanzadosen tecnología que la Tierra, pero un resfriado era un resfriado,allí y en cualquier parte.


Cuando Yondu y los suyosse lo habían llevado, sentía tanto frío dentro de aquella naveextraña que había acabado cogiendo fiebre.


Por un momento, loshombres de Yondu se habían pensado que aquella era una enfermedadmortal que el pequeño terrícola les había traído y le habíanpedido a este que lo sacrificara para evitar que los demás tambiéncayeran.


Pero Yondu los llamóidiotas a todos y les dijo que aquella era una enfermedad normal ycorriente entre los suyos, diciéndole que había sido una suerte quese hubiera puesto enfermo, ya que sus hombres habían queridocomérselo.


Con los años, Yondu ledijo tantas veces esas palabras que hasta casi habían perdido elsignificado. Pero el pequeño Peter de entonces había estadoaterrorizado muchas noches después de aquella, pensando que, encualquier momento, alguien aparecería de entre las sombras paracomérselo, así que había pasado mucho tiempo pegado a Yondu,haciendo todo lo que este le decía para que él le protegiera detodos los que habían en aquella nave.


Estúpido. ¿Cómo iban aquerer comérselo? Aunque todos fueran extraterrestres, compartíancierta inteligencia y aspecto humanoide. Aquello casi seríacanibalismo.


Cogiendo una manta, volviójunto a Tony y se encargó de taparlo lo mejor que pudo, viendo comoeste fruncía el ceño al notar como le colocaba la manta.


O no estaba muyacostumbrado a que la gente hiciera actos desinteresados hacia supersona o es que estaba teniendo un mal sueño.


Permaneciendo sentado a sulado, le permitió observarlo, viendo como también, de vez encuando, murmuraba unas palabras o removía la cabeza sobre elasiento, como si tratara de alejar los malos sueños.


Lo único que consiguióentender de aquello fue que peleaba con un tal Steve, pero el porquéo lo que significaba este para él ya era algo que se escapaba a suentendimiento.


Tony ya le había dichoque el equipo se había dividido, que había tenido que pelear contrael Capitán América y su amigo Bucky, lo que este le había hecho asu familia y como el capitán lo había sabido todo el tiempo y no selo había dicho.


¿Revivía la pelea en sussueños todo el tiempo? ¿A quién llamaba era a Steve Rogers, elauténtico nombre del Capitán América?


Trató de reflexionarsobre ello, pero nunca había sido bueno pensando sobre lossentimientos y esas cosas. Él se movía más por impulsos.


Lo único que pudo hacerpor él, viendo como este seguía mostrándose inquieto, fue colocarla mano sobre la manta y dirigirle unas palabras.


-Tranquilo, soldado. Ya notienes que pelear más. Estás a salvo.


Tony volvió la cabezahacia él tan rápido que, por un momento, pensó que lo habíadespertado al hablar. Pero no tardó en darse cuenta de que no eraasí, que solo parecía haber seguido el sonido de su voz de algúnmodo, a través de sus sueños.


-Ya puedes estartranquilo. No tienes que pelear más- le siguió diciendo.


Y, la verdad, no esperóque aquello funcionara tan bien.


Removiéndose un poco bajola manta, Tony pareció acomodarse mejor en el asiento y, sin aquelceño fruncido, volvió a hundirse en los sueños, ahora de un modomás tranquilo, sin agitarse de un lado a otro.


Peter se sintió bastantebien de haber sido él el que hubiera logrado semejante proeza.


Por lo general, losinventos y demás estaban a cargo de Rocket. ¿Así se sentía elmapache viendo como uno de sus inventos funcionaba, después de haberestado horas trabajando sobre ellos? Probablemente.


Acomodándose en su propioasiento, contempló la inmensidad del espacio que tenia ante él deun modo más positivo, asegurándose de que todo aquello que teníadelante de los ojos en esos instante tuviera que estar realmenteallí.


De vez en cuando, volvióla vista hacia Tony, comprobando si este había vuelto a hundirse enaquellos sueños inquietos, pero fuera lo que fuera que le hubierahecho, había funcionado en él a las mil maravillas. Si este sedespertaba al día siguiente descansado, tendría que darle lasgracias.


''Siempre has sido un buenchico, Star Lord'', le dijo una vocecilla en su cabeza, unavocecilla que se parecía bastante a la de él mismo.


Dándose la razón, le diounos ligeros golpecitos a la manta de Tony, indicándole que noestaba solo de aquel modo, y continuó con su turno, colocándose suscascos y regalándose unas canciones como premio.


No todos los días seamansaba a las fieras.


Fin del capitulo 3


¿Qué queréis que osdigo? La verdad es que, conforme más escribo de ellos, más monos meparecen. No sé. Los veo super tiernosos los dos. Pero, por otrolado, me siento algo infiel al Stony, que es la ship de Marvel quemás me mueve. No sé si me comprendéis el sentimiento que se memezcla ahora mismo.


Por cierto, los hechosque narro de cuando Peter fue raptado por Yondu y sus hombres estotalmente inventado. No tengo ni idea por el proceso que tuvo quepasar Quill, pero imagino que fue algo parecido al que he narrado,porque se vio de golpe secuestrado por extraterrestres y con un tíoazul diciéndole que todo el mundo se lo quería comer. Sinceramente,yo en su lugar, estaría muy acojonada. No hay duda alguna de ello.


La verdad es que llevoescribiendo tanto seguido de esta pareja ahora mismo (ya que heescrito hasta el capitulo 4 hoy) que me ha dejado sin nada que deciractualmente. No sé muy bien si tenía que comentar algo más convosotros o no de la historia, algún punto que se me hubiera pasadopor alto y que me dijera a mi misma ''Luego se lo comento'', así,simplemente, dejad vuestros comentarios y ya sabéis que yo oscontestaré siempre lo antes que pueda.


Me despido de vosotros,Marvelitos, esperando que os mantengáis sanos y nos seguimos leyendoen el próximo capitulo, que os traeré lo antes posible, ya que lacosa se irá poniendo interesante. Ya lo veréis. Bye.

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