Capitulo 12

Bueno, bueno, bueno.Pero, ¿a quién tenemos por aquí de nuevo? Si son los Marvelitos,esperando más suculentosas escenas de este StarkQuill que se meocurrió viendo ese video.


Pues bien, si tenéisbuena memoria, y yo sé que sí, recordaréis que os advertí que eneste capitulo vendrían curvas. No ya por escenas de cama o no, esoahora mismo es lo de menos, si no por lo que van a decirse aquíPeter y Tony.


Sí, amigos. Aquí van a haber palabras, palabras fuertes. Es posible que hasta os emocionesu os pongáis a gritar de rabia o me odiéis (el hecho de que os hagaodiarme por alguna que otra escena creo que pasa demasiado a menudo).La cosa es que removiera sentimientos. Lo sé. Me lo dice mi ser.


Y, porque cuando loescribí, me removí a mí misma, en plan: ''¿Se puede saber porquete haces daño de esta manera? ¿A qué vienes? ¿A qué juegas?''


También sé que no oshe aclarado nada y que, lo más seguro, solo haya aumentado vuestraansiedad antes de que empecéis a leer. Me disculpo por eso. Yasabéis que soy malísima en esto de hacer un resumen de lo que osvais a encontrar en cada capitulo, pero necesitaba deciros que aquíiba a haber algo para que vayáis preparados y no os encontréis conel sorpresón de golpe y se os atragante o algo.


Yo no me hagoresponsable de fallos respiratorios o cardíacos durante la lecturadel fic. Eso ya lo dejo bien claro en este punto. Solo diré que,esta conversación ha surgido de vuestros comentarios, de estarnombrado a cierta persona todo el tiempo y por el punto dondeiniciamos esta historia.


Yo ya he cumplido mideber cívico, así que os dejo con el fic. Diría que lo disfrutéis.Y sé que lo vaís a disfrutar, en parte. Pero, por otra........ No.No más rollo. Os dejo con el capitulo. Hasta luego.


CAPITULO 12


...................................................


Tras curar a Tony comobuenamente pudo, Peter insistió en que, al menos, de momento, dejarade trabajar en esas cosas que podían explotar en cualquier momento.Más que nada por la tranquilidad de los nervios del resto depersonas que había en aquella nave.


-Tampoco es como si lesfuera a volar a todos por los aires- gruñó Tony.


-Pero ya llevamos unoscuantos sustos. Dudo que necesitemos unos cuantos más- afirmóPeter, tratando de parecer lo más comprensivo del mundo.-¿Deacuerdo?


-Bien. Vale. De acuerdo.No seguiré con eso hasta mañana.¿Contento?


-No sé. Pregúntaselo atu mano quemada.


Tony echó un vistazohacia esta, donde la capa protectora seguía trabajando. La herida yano lucía tan rojiza como antes.


-Esta cosa es útil deverdad- comentó.


-¿Verdad que sí?- ledijo Peter, tomando su mano entre las suyas y echándole unvistazo.-En un día o así, ya estará totalmente curado.


-Tengo gente trabajando eneste tipo de tecnología. La doctora Cho es muy competente en sucampo, aunque pierde demasiado rápido la cabeza con cierto rubio.Seguro que le gustaría ver esto.


-¿Con cuantas personasestás trabajando en la Tierra?- le preguntó Quill, aun sin soltarsu mano.


-Con unas cuantas. Aunqueel grupo se ha visto bastante reducido desde......


-¿Desde los tratados deSokovia?- le dijo Peter, terminando la frase por él.


-Te acuerdas- comentóTony a su vez, como si hubiera esperado que Peter no recordara todolo que le hubiera ido contando.


-Son cosas que me has idodiciendo.¿Por qué no iba a recordarlas?- le dijo este, alzando lamirada hacia él.


-Bueno.....no sé. Supongoque porque yo no recuerdo todo lo que me dicen. Suelo quedarme con lomás importante- afirmó este.


-¿Estás diciendo queeres un interesado?- preguntó Peter, bajando la vista hacia aquellamano que tenía entre las suyas.


-En realidad, decía queprefiero quedarme con la parte importante de las cosas. Aunque.....aveces, eso no sea del todo posible.


-Y volvemos a los tratadosde Sokovia.


-¿Cómo sabes que meestoy refiriendo a eso?


-Porque se ve como teafecta.


-Parece que he perdido lamitad de mi equipo de golpe por eso. Claro que me afecta.


-Pero no parece que teduela solo eso.


Aquello hizo que Tonymirara a Quill con los ojos entrecerrados.


-¿Qué quieres decir?


-¿Tan bien te llevabascon el Capitán América?- le preguntó, volviendo a alzar la vistahacia este.-Parece que lo que más te ha afectado es que él ya noestá.


-Juntos llevábamos elequipo. Es lógico que su ausencia sea la que más me duela.


-No parece que sea solopor eso.


-¿Qué estásinsinuando?- le pidió saber Tony, tratando de retirar su mano deentre las de Peter.


Pero este la manteníafirmemente sujeta.


-Es como si hubieraistenido algo entre vosotros.


-Ya te he dicho que éramoslos encargados del equipo- le dijo Tony, frunciendo el ceño conmalestar.-Eso es todo.


-A mí no me lo parece- lesiguió diciendo Peter.


-No entiendo a qué vienetodo esto. No quiero hablar de Rogers ni de nada de lo que pasóallí, ¿vale? Deja el tema de una vez.


-Rogers, ¿eh? ¿Así escomo le llamabas normalmente?


-¡Ya te he dicho que noquiero hablar de eso!- le gritó Tony, liberando su mano de la suya.


Habían estado hablando enuno de los pasillos de la nave. Y, para su buena suerte, la de ambos,nadie se había acercado allí al oírles hablar.


-No quiero hablar de eso yno es asunto tuyo. Lo que yo tenga o deje de tener en la Tierra no esasunto tuyo- le dijo Tony a Peter, mostrándose bastante molesto.-Asíque te rogaría que dejaras el maldito tema.


-Es verdad. Eso no meincumbe- afirmó este, elevando las manos.


-Gracias- le dijo Tony.


-Excepto si manteníasalgún tipo de relación con el Capitán América más allá delhecho de ser simples compañeros de equipo.


Tony sintió como seenfado iba en aumento conforme más tiempo pasaban hablando sobre esetema. Lo que menos quería era recordar a Rogers ahora.


-¿Y a ti qué teimporta?- le reprochó.


-Bueno....yo diría quealgo me importa- afirmó Quill.-Al menos, después de lo que ocurrióen mi cuarto. No me gustaría estar metiéndome en medio de unarelación sin saberlo. Aunque diré que tampoco me importaría. Soloquiero saber sobre qué terrenos me muevo.


-No te mueves sobre ningúnterreno- le dijo Tony.-Lo que pasó entre nosotros en ese momento fuetan solo un desahogo. Los dos necesitábamos un poco de contactohumano y ya está. No hay que buscarle otros significados.


-¿Te crees lo que estásdiciendo?- le dijo Peter, inclinando su rostro hacia él.-Lo que pasóallí dentro.....


-Nos va a suponer unproblema si seguimos dándole vueltas- le dijo Tony, colocando unamano sobre el pecho de este para apartarlo de él.-Rocket ya me haestado amenazando para que no trate de robarte.


-¿Eso ha hecho?- preguntóPeter, sonriendo.


-No le veo la gracia- ledijo Tony.-Mi última relación fue con Virgina Pepper Potes y notengo porqué estar dando explicaciones a nadie en ese respecto.Tenía una relación cercana como líderes de equipo con Steve Rogersy algo muy raro contigo que tendremos que resolver. Pero nada más.


-Mentiroso- le dijo Peteren el acto.


-¿Perdona?- dijo Tony asu vez.


-Solo hace falta oírtecomo hablas del Capitán América pasa saber que había algo másentre vosotros de lo que realmente quieres decir. O, acaso......¿fueun amor unilateral? ¿Él no supo nunca lo que sentías?


Tony apretó los puños enambos costados.


-Quill, te he dicho que yabasta- le advirtió.


-¿Por qué? ¿Acaso heacertado? ¿Eráis muy cercanos, pero ninguno quiso dar el pasodefinitivo? ¿Os quedasteis en la zona de la amistad?


-Para- le volvió a decirTony.


-Dejasteis todo paradespués solo para descubrir que, realmente, no había ningúndespués. Él eligió a su amigo y te dejó tirado. ¿Es eso?


El puñetazo de Tony llegóvolando antes de que Peter supiera lo que estaba pasando,recibiéndolo de lleno, aunque no contaba con demasiada fuerza, comosi Tony se hubiera arrepentido en el ultimo momento de golpearle.


Se hizo un tenso silenciodespués de eso.


Peter se llevó una mano ala mejilla herida, pero Tony no hizo la mínima intención de pedirledisculpas, aun mirándole con bastante malestar.


-Así que es eso- le dijoQuill.-He dado justo en el clavo.


-¿Acaso quieres otropuñetazo?- le dijo Tony, apretando los puños de nuevo.-Porque, sies así, puedo darte todos los que quieras.


-No. Preferiría quefueras sincero contigo mismo. Oírte admitir la verdad para quedejaras de tener esas pesadillas por las noches.


Aquello sorprendió unpoco a Tony porque había pensando que las pesadillas era algo quehabía superado hacia mucho. Sin embargo, mirando a Peter, se diocuenta de que, tal vez, no había sido así.


-No tengo porqué estarhablando de esto contigo- replicó Tony, apartando la vista de Peter.


-¿Y con quién vas ahablar? Te recuerdo que te falta la mitad de tu equipo.


Aquello le sentó a estecomo si le hubieran clavado un cuchillo en mitad del pecho, haciendoque volviera a alzar la mirada hacia Peter con rabia.


-Deja de habar de cosasque no sabes- le ordenó.


-Oh, sí que lo sé.Demasiado bien además. Precisamente por eso me has pegado. Porque tehe dicho a la cara todo eso que no te dices tú.


-No tienes ningún derechoa meterte en esto.


-Las paredes de mi cuartodirían lo contrario.


Tony apretó la mandíbula,ya sin saber como conseguir que este dejara el tema.


-¿Qué se supone quequieres de mí?- le dijo.


-Quiero que seas sincero.Creo que te sentirás mucho mejor después de eso y podrás seguiradelante- le dijo Quill, pareciendo seguro de lo que decía.


-Bien. ¿Eso es lo quequieres? ¿Qué sea sincero? Bien. Puedo ser sincero- afirmó.


-Bien- le dijo Peter a suvez.-Pues dime como te sentiste ahora que la mitad de tu equipo se hamarchado.


-Pues.....me siento soloy.....abandonado, tal vez. Por culpa de esa estúpida pelea, Rhodessalió herido y necesita una máquina para poder caminar- confesó.


-Bien. Vas bien. ¿Quémás?


-Tengo que ver como Visiónparece un alma en pena desde que Wanda no está y ver como el públicojuzga a los que estamos y los que no estamos, incluso después de quesiempre hemos arriesgado nuestras vidas por ellos, para mantenerlos asalvo. Los tratados eran solo para que la gente estuviera tranquila,que supieran que el ''Gobierno'' nos tenía en sus filas, mientrasnosotros nos seguíamos esforzando en hacer nuestro trabajo. ¡Nocambiaba nada!- exclamó.


Peter permaneció ensilencio llegados a aquel punto, dejando que este se desahogara sinmás.


-¡Steve tuvo que entendereso! ¡Era para que el público confiara en nosotros y que no seprodujera un nuevo desastre como el de Sokovia! ¡Con los tratados enmarcha y firmados por todos, podríamos haber tratado a su amigo!¡¿Se creía que no entendía la lealtad que sentía por él?! ¡Peronos traicionó! ¡Nos dejó a todos por él! ¡Ocultó cosas y sellevó a la mitad del equipo para una misión suicida ante todos losGobiernos del mundo! ¡Mezcló a gente inocente, a niñas, a personasque ya no estaban en el equipo para ese favor que debía! ¡Todo solopara lograr que acabaran todos en la cárcel! ¡¿Qué esperaba queocurriera al final, actuando de ese modo?! ¡¿Qué todos pudieranirse sin más?!


Los gritos de Tony habíanido elevándose de volumen, del mismo modo que había llevadolágrimas a sus ojos, sin que, al parecer, él mismo se diera cuenta.


-¡Ni siquiera se atrevióa contarme que ese hombre mató a mis padres! ¡¿Cómo creía que meiba a tomar eso?! ¡Si me lo hubiera contado desde un principio, sihubiera confiado en mi, si hubiera hecho las cosas bien....!


Tony se llevó las manos ala cabeza, frustrado.


-¡Entiendo que le lavaronel cerebro! ¡Entiendo que no hacia aquellas cosas porque élquisiera! ¡Pero eran mis padres! ¡¡¡Mató a mi madre!!! ¡¡¡Yél no dijo nada!!! ¡¡¡Se calló para protegerle de mí, para queyo no le hiciera nada!!! ¡¡¡¿Por quién me tomaba?!!! ¡¡¡¿Eltiempo que pasamos trabajando juntos no significó nada?!!!


Peter abrió la boca,pero se dio cuenta que no tenía nada que decir a todo aquello. Noexistían palabras para aliviar todo aquel dolor que parecía haberseido acumulando, así que, sin más, se acercó a Tony y le dio unabrazo, aferrando al pequeño moreno contra él, notando como Tony seaferraba a su vez.


La tensión que parecíahaber llevado siempre dentro, en un rincón escondido de su alma,había reventado sin más, destrozando todo aquello que había en sucamino hacia la salida.


¿Cuándo había sido laúltima vez que había llorado de aquel modo? Seguramente cuando lenotificaron la muerte de sus padres, cuando todo su mundo parecíahaberse venido a bajo de golpe, sabiendo que jamás los volvería aver cruzando las puertas de su casa, que las últimas palabras que lehabía dirigido a su padre habían sido tan ácidas como siempre,pensando que ya llegaría un tiempo donde todo se arreglaría.


Se aferró tan fuerte aQuill que a este tendría que estar costándole trabajo respirar,pero, en aquellos momentos, Peter no se quejó. Solo dejó que estese aferrara a él, después de haber soltado todo eso.


-¡¿A qué vienen esosgritos?!- apareció diciendo Rocket, encontrándose con aquellaescena en mitad del pasillo.


Pero Quill le hizo ungesto para que se mantuviera en silencio.


Era mejor que no hubieranadie alrededor mientras Tony se recuperaba.


Aun un poco impactado porlo que se había encontrado, Rocket se dio media vuelta y desapareciótan rápido como había aparecido, dejando a Peter al cuidado deeste, no entiendo nada de la situación, pero sintiéndose como unintruso en mitad de esa escena, sintiendo la necesidad de desaparecerde allí.


-¿Te sientes mejor?- lesusurró Quill.


-Yo.....creo que me hepasado- murmuró Tony, sintiéndose avergonzado al haber explotado deaquel modo, teniendo que haber dejado a este asombrado e incomodo.


-No. En realidad, eso haestado genial. Lo has sacado todo. Cuando yo estoy en ese estado,normalmente le disparo a cosas.


Tony se apartó de él,carraspeando, tratando de recomponerse del mejor modo posible,recogiendo los trocitos de sí mismo que habían volado por losaires.


-Bueno....pues ya lo hesoltado todo. Como querías- le dijo a Peter.


-No como quería, si nocomo necesitabas. Al parecer, te ha hecho muchas putadas ese CapitánAmérica.


-Ha ido cometiendoerrores, como todo el mundo. Eso es todo.


-Y lo increíble es quetodavía le defiendes- le dijo Peter, señalándolo, como si hicierafalta hacerlo para que se diera cuenta.


-Todo el mundo cometeerrores. Yo he cometido muchos en mi vida y, sin embargo, el mundoparece empeñado en perdonármelos.


-O eso crees tú. Por mipropia experiencia, te diré que hay cosas que siguen permaneciendoen el mismo lugar con el tiempo, esperando poder salir. Al parecer,tú tenías bastantes cosas incrustadas.


-Y tú me has obligado asacarlas.


-Sí. En realidad, noesperaba que fueran tantas. Solo quería saber la clase de relaciónque existía entre ese tal Rogers y tú. Pero.....al parecer, habíamuchas más cosas en el fondo.


-Creo que ahora realmentequiero dejar de hablar de este tema- comentó Tony, tratando derecomponer su imagen de tipo divertido y despreocupado.


-Y yo creo que no te quedanada más de lo que hablar. Ahora estás en el espacio, con losproblemas del espacio. Ya volverás a todo eso cuando regreses- leindicó Quill.


-Gracias. Siempre sirvesde consuelo- le dijo Tony, con ironía.


-Eh. ¿No he sido yo elque te ha ayudado a que sacaras todo eso que te estaba devorando pordentro? Deberías estar dándome las gracias en estos momentos.


-Y yo te había dicho queno quería hablar.


-Pero ya deberías saberque todos en esta nave somos muy cabezotas.


-Yo solo.....quieroserenarme- le dijo el moreno, mirando a otro lado, haciendo como sinada de aquello hubiera pasado.


Se había desahogado y,ahora, se sentía más tranquilo interiormente, pero Anthony Starknunca había sido de esos tipos que se habían dedicado a hablar desu vida ante otros. Más que nada porque su vida privada no le teníaque importar a nadie y porque sus problemas eran solo suyos.


¿Cómo había logradoQuill...?


Decidiendo que era mejordejar todo eso de lado, echó un vistazo al pasillo, asegurándose deque estaban realmente solos.


-Te has visto adorablecuando te has puesto así- comentó Peter, haciendo que Tony sevolviera a mirarlo.


-¿Cómo? ¿Cuando me hepuesto a gritar como un loco?


-Tenías muchas cosas quesacar.


-Ni siquiera sé cómodemonios hemos llegado a esto.


-Bueno.....verás. Despuésde que tuviéramos una carrera con las naves que había hecho Rocket,a mi se me ocurrió que.....


-No. No me refería a eso-le dijo Tony, deteniéndole antes de que este se dispusiera acontarle toda la historia que él mismo había vivido también.-Tesigo diciendo que lo que pasó entre nosotros fue solo paradesahogarnos y nada más.


-Si tú te crees eso, muybien. Pero espero que no creas que yo me voy a tragar eso.


-¿De qué demonios estáshablando?- le dijo Tony, cruzándose de brazos, sintiendo como poco apoco volvía a ser él mismo.


-Vamos. Me acabas de pararpara que no te contara la historia. ¿O acaso ya no te acuerdas de loque ocurrió en mi cuarto?


-No dejas de afirmar queeso fue más de lo que fue.


-Porque es así- afirmóQuill.-O, al menos, así se sintió para mí.


-¿Y? ¿Estás insinuandoque entre nosotros.....?¿Acaso hablas de amor?


-¡No!- exclamó Peter enel acto.


-Ah. Menos mal- comentóTony.-Ya habías empezado a asustarme- le dijo este, dejando que unapequeña sonrisa se abriera paso en su rostro.


-Claro. Es demasiadopronto para eso- comentó Quill.


-¿Demasiado pronto?-repitió Tony, volviendo la vista hacia este.


Pero Peter ya seencontraba dirigiéndose hacia el cuadro de mandos.


-¡Eh! ¡¿Qué hasquerido decir?!- le pidió saber este.


-Tengo que hacer mi turnoen los mandos- le dijo Peter a su vez, cambiando de tema.-Aun nosqueda un largo camino hasta Xandar- afirmó Peter.


-Pero no has respondido ami pregunta- le dijo Tony.


Y siguió sin hacerlomientras los dos salían de aquel pasillo.


Fin del capitulo 12


Dios. No sabéis elbloqueo brutal que he tenido estas ultimas dos semanas. Claro. No losabéis porque yo no he dejado de subir uno o dos capítulos porsemana. Pero esos eran los que tenía ya hechos.


Por la razón quefuera, a mi cerebro ahora le ha dado por hacerme escribir y dibujarsobre mis novelas personales, aquellas que son de mi completainvención y que no tienen nada que ver con un fanfic. Llevo esas dossemanas centrándome en varias de esas historias y dibujandopersonajes. Los que me sigan por facebook o por twitter lo podréishaber visto.


Pero ahora sí, vuelvoa estar aquí. Espero que de manera más continuada o volveré apillarme las manos con los capítulos.


Creo que, mientrasestoy escribiendo este, subí el 9 o el 10 y solo me quedaba uno más.¿Sabéis lo que es entrar en la carpeta y ver que solo hay un tristecapitulo más antes del enorme vacío? Es como estar en el borde deun precipicio, sin saber si te vas a caer o no.


¡No a los bloqueosmentales! ¡No me los puedo permitir!


Pero no os creáis queesto solo me ha pasado con esta historia. No, no, no. Esto ha sidoalgo global. No escrito ni una sola palabra en ninguna de lashistorias que voy subiendo. Menos mal que con las demás tengo másmargen de acción. Con la de You are my Destiny tenía como unos diezcapítulos más por delante y de En nuestra pequeña academia unos 7,así con esos fics voy menos apurada. Es un alivio entrar y ver que,aunque no puedas escribir en días, están hay los capítulos,apoyándote, diciéndote ''No pasa nada, nena. Aquí estamos nosotrospara ayudarte.


¿Por qué os estabasoltando este rollo? Ummmm. No me acuerdo. Solo sé que odio elbloqueo artístico. No se puede consentir. Aunque, teóricamente, noera un bloqueo, ya que escribir he ido escribiendo, pero de otrascosas. Al parecer, Musa ha dicho que le apetecía hacer otra cosa ynada......allí me ha arrastrado a mí.


Hace conmigo lo quequiere. T.T


Pero en fin......Creoque, de momento, no tengo nada más que comentar, así que aquí medespido de vosotros Marvelitos. Espero veros por aquí en elsiguiente capitulo. Y, como siempre, manteneos sanos y nos seguimosleyendo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top