2017

Me encontraba caminando por las calles de Madrid España junto a mi madre, con tan solo 19 años de edad apenas.

Tenía la mirada baja, no quería hablar con mi madre, no me sentía cómodo como para salir. 

La razón? Por qué perdí a un ser querido y era nada más y nada menos que mi abuelo.

Era el quien me entendía, quien me quería de verdad, que sabía cómo consolarme, que me escuchaba, quien sabía mi mayor defecto y me dio todo su apoyo para seguir adelante.

Mi mamá se metió a una tienda de flores mientras yo fui a una de videojuegos.

Tenía ahorrado desde hace unos meses para un juego que estaba deseando, cuando lo encontré lo cogí y lo lleve para pagarlo..

Estaba por salir de aquel local cuando lo vi, portaba una camiseta azul fuerte, pantalones ajustados y en su cabeza una gorra de deadpool.

Me quedé embobado mirándolo hasta que volteó a verme, sus ojos entre verdes y cafés me miraron unos segundos.

Me regaló una tierna sonrisa que no tardé en devolver, seguimos mirándonos por un corto tiempo hasta que mi madre interrumpió el momento. 

MM: Mangel! Cariño tenemos que irnos! (Todavía recuerdo su risa al escuchar que me mi madre me trataba como a un niño de 5 años)...

Nuevamente le dedico una mirada rápida y cada quien fijo su vista en lo suyo.

Pensé que jamás lo volvería a ver....

Pero el destino nos quería juntos, ya que una semana después nos encontramos en mi lugar favorito, el parque central.

Estaba sentado en la fuente mientras observaba el atardecer, una pequeña sonrisa se dibujaba en mis labios al pensar en el.

Estaba tan perdido en mi pensamientos que no sentí una presencia a mi lado.

Sentí que me tocaron el hombro levemente, me sobresalto y cuando mi mirada se dirige hacía mi izquierda lo veo mirarme con diversión.

Hola.. -dijo con una linda y cálida sonrisa-.

H-hola -le devolví el gesto- soy Miguel Ángel, pero dime mangel

Mangel, lindo nombre -no podía dejar de sonreír al notar como trataba de seguir con la conversación- yo me llamo Rubén

Un gusto Rubén ¿que te trae por aquí? Es primera vez que te veo, suelo venir casi diario -espero que no haya sonado tan obvio-

No se .. sentí la necesidad de venir aquí -miro hacia el frente- y es que ya tiene muchos años que no venía, desde que tenía dieciséis para ser exactos -ahora me miró de nuevo-

Recuerdo que cuando me dijo eso me sonroje, no podía asimilar las cosas con claridad.

Nos fuimos conociendo, hablábamos de todo en general así es como descubrí que teníamos tanto en común.

Compramos helados y seguimos hablando por horas hasta que se hizo demasiado tarde.

Las horas pasaban volando a su lado...

Bueno rubiuh (recuerdo cuando le puse ese apodo) ya es tarde me tengo que ir.

Bueno mi mahe (me derretía sus palabras).

Intercambiamos números y cada quien se fue a su casa a descansar.

Ese día solo era el comienzo de un romance adolescente, no pensábamos que aquello se volvería tan valioso..m 

-Mangel como siempre cerró el diario, se recostó cómodamente en su cama y se durmió profundamente-.

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

Holaaaaaa!!!!

Bueno aquí tenemos el momento número 2♥.

Espero que la historia esté siendo de su agrado :3

Bueno voten★ y comenten qué les pareció y nos leemos luego cabesas ♥.