Capítulo 9
Podía pensar cualquier cosa, pero dado que estaba sola ante el peligro no tenía muchas opciones, debía pensar algún plan para escapar del monstruo que tenía frente a ella. Desconocía el cómo ese bioandroide pudo darse cuenta de que estaba allí, sabiendo que había sido bastante observadora y sigilosa cuando se escondía para no ser vista, pero comprobó que se equivocó y que estaba subestimando las habilidades de los seres que habitaban en ese mundo.
-Me sorprende encontrarte aquí...y sola – Dijo Célula descendiendo a su posición.
-N-No te acerques a mí... – Le advirtió Hanon, pero ésta por dentro estaba asustada de lo que podría hacerle.
-Célula suelta una risa malévola – No puedes hacer nada para detenerme, estúpida humana – Se va acercando lentamente.
-T-Te lo advierto...no des un paso más... – La peliazul iba retrocediendo para tratar de escapar de ese monstruo.
Hanon tenía que pensar algo rápido si quería volver sana y salva a su reino, utilizó sus poderes para controlar el agua del estanque de sangre, después la lanzó hacia el villano provocando que retrocediera y así ella pudiese ganar tiempo, corrió hacia el estanque, pero cuando saltó para meterse, una fuerza invisible la separó del agua y la envió lejos de ahí.
-No puedes huir de mí, sirena, no eres rival para el ser perfecto y el Señor de este mundo – Célula sonrió de forma maliciosa.
-¡Tú nunca llegarás a ser el Señor de nada, no eres más que un monstruo malvado! – Exclamó Hanon con enfado y le atacó con sus poderes.
La sirena azul le lanzó varios remolinos para esquivar sus ataques ya que en algún momento podrían llegar a matarla, e incluso llegó a crear grandes paredes para no ser vista, pero no tuvo mucha suerte, ya que el bioandroide destruyó las paredes y mandó a volar a Hanon hasta que chocó contra una enorme roca haciendo que quedase malherida por tal fuerza. Con algo de esfuerzo pudo levantarse, aunque tuvo que quedarse apoyada, ahora podía sentir el verdadero miedo apoderarse de ella.
-Te dije que no podías huir de mí – Célula caminó hasta ella y pone sus manos a la altura de la cabeza de esta aterrándola aún más – Y yo que pensaba que podrías darme una buena pelea con tus poderes como lo hacía tu amiguita, Windy – La coge del cuello y la alza provocando que soltase un grito por el dolor – Pero ya veo que sólo eres una mujer patética y débil – Empezó a apretar el agarre.
-P-Por...fa...vor...su...elt...áme... – Dijo con dificultad la sirena, pero este hizo caso omiso.
Hanon no sabía hasta qué punto de crueldad y maldad emanaba ese ser que estaba a punto de acabar con su vida, intentó hacer que la soltará clavándole las uñas, pero parecía que Célula, hiciera lo que hiciera, no sentía ni le afectaba nada de lo que tratará de hacer la sirena para liberarse.
-C-Cél...ula... – Pronunció con dificultad la peliazul sabiendo que no tardaría mucho en desmayarse por la asfixia.
-Ni siquiera puedes defenderte a pesar de tener poderes – Se burló el bioandroide – Escucharte suplicar por tu vida demuestra cuán poderoso soy – Se ríe internamente – Nos vemos en el Otro Mundo, sirenita – Apretó más hasta el punto que a Hanon ya notaba que le faltaba el aire.
No se imaginaba que moriría de esta manera, hubiera querido haber evitado toda esta situación, así podría vivir una vida tranquila y pacífica con quién iba a casarse, pero al parecer, el destino le ha puesto un camino diferente...y terminaría...muerta... Aunque, eso pudo evitarse ya que una fuerza poderosa alejó a Célula de ella, haciendo que recuperase el aire que casi pierde.
-¿Se encuentra bien, señorita? – Hanon alzó la vista encontrándose con un hombre de piel verdosa, ojos rojos, ropaje blanco y botas marrones, además de portar un turbante sobre su cabeza.
-E-Eso...creo... – Contestó con algo de miedo.
-Tranquila, no te haré daño, soy de los buenos – Ofrece su mano para ayudarle, la sirena acepta con timidez y la levanta.
-Estos malvados nunca aprenden, Pol, ya he mandado a Célula lejos de aquí – Apareció un hombre de pelo y ojos negros portando una vestimenta de combate - ¿Eh? – Observó a Hanon por unos momentos - ¡AHHHHH, ¿ESTÁS VIVA?! – Gritó anonadado.
-Ehh...es un poco largo de explicar, jeje – Contestó Hanon mientras bajaba una gotita de sudor por su mejilla – Espera un momento... – Mira al hombre de pelo negro - ¡Yo te conozco, tú eres uno de los guerreros que luchó contra Célula! ¿¡Eres Goku, ¿no es así?! – Exclamó al reconocerlo.
-Eh...sí, soy yo... – Se rascó la nuca algo confuso - ¿Quién eres tú y cómo sabes de mí? – Preguntó con una expresión de extrañeza.
-Digamos que hace unos meses descubrí un pasadizo cerca de dónde vivo, lo crucé y acabé aquí, desde entonces vine por respuestas a algunas preguntas que tenía, pero tuve un encuentro desafortunado cómo habéis visto – Explicó la peliazul para resumirlo ya que tendría que dar varias explicaciones – La persona que me ayudó en este lugar, se llama Windy, desde entonces me comuniqué con ella para aprender más sobre este mundo y otras cosas – Añadió.
-¿Windy? – Polkuan frunció el ceño - Me sorprende que alguien como tú, haya llegado a este sitio de una manera tan simple sin haber muerto – Se pone pensativo.
-A lo mejor Kaito sabe algo, es curioso el cómo has llegado aquí, cómo para que los villanos que hay en el Infierno utilicen esa ventaja para atacar la Tierra – Goku echó una mirada al estanque de sangre.
-La llevaremos con él a ver si puede poner solución a este asunto – Dijo Polkuan y luego miró a Hanon – ¿Nos acompaña, señorita...? – Se calló, ya que no sabía el nombre de la chica.
-Hanon, Hanon Hosho – Contestó la peliazul ya con un poco de confianza.
A los minutos, Goku salió volando sin esperar a Polkuan y a Hanon, esta al no poder volar, el hombre de piel verde la cogió en brazos y alzó el vuelo para llevar a la sirena con Kaito del Norte.
-En otro lugar-
-Burter, estaba haciendo algo muy importante, espero que me des una buena explicación para haberme hecho venir con tanta prisa – Dijo Windy en un tono molesto a su pareja.
-Tranquila, pequeñaja, te aseguro que esto vale la pena verlo y sobre todo que lo presencies tú – Contestó el grandullón y echó a volar seguido de la pelinegra.
La pareja sobrevoló el bosque en dónde se encontraban, Burter sabía dónde estaban sus compañeros, sabiendo que su novia se iba a llevar una gran sorpresa por lo que habían descubierto mientras buscaban el cuerpo de Ginyu. Windy por el momento estaba intranquila debido a que había dejado a Hanon sola en el Infierno y estaba teniendo un mal presentimiento ya que no sabía si le había pasado algo estando en ese lugar antes de regresar a su reino. Al cabo de unos minutos, llegaron a un claro dónde se encontraban las Fuerzas Especiales, estos estaban acompañados de Snow y una chica pelirroja, que, al verla, Windy le sonó familiar.
-¿Qué demonios? ¿Qué estás haciendo aquí, Rubí? – Se sorprendió al ver a la pelirroja en la Tierra.
-Había olvidado la forma de saludar que tienes, Windy, veo que no has cambiado mucho desde la última vez que nos vimos – La pelirroja soltó una pequeña risa.
-Rubí llegó hace unos días ya que captó la señal de vuestras posiciones aquí, estuvo conmigo hasta que se recuperase del viaje tan largo que realizó – Explicó Snow sin obviar ningún detalle – Me ha sorprendido su forma de ser al haber servido a mi hermano Cooler – Comentó.
-Snow me ha contado un poco por encima lo que ocurrió con vosotros hasta ahora, espero que no os hayáis metido en problemas cómo soléis hacerlo...¿o no, Windy? – Preguntó Rubí en un tono divertido haciendo reír a la extraterrestre.
-¡Chicas, este no es momento de reírse, ayúdennos! – Llamó la atención Ginyu mientras intentaba atrapar a la rana que estaba en su cuerpo junto a sus compañeros.
La escena era graciosa a los ojos de los espectadores, aunque en el caso de Snow, la seriedad y neutralidad se notaban en su cara, aunque interiormente lo encontraba divertida, tenía cierto respeto por esos hombres que sirvieron a su hermano. Al cabo de unos minutos, Windy creó un muro para encerrar a la rana, pudiendo así mantenerla quieta, Recoome y Burter la sujetaron para que no escapara, Ginyu se puso delante y pronunció la palabra que hizo que volviera cada uno a su cuerpo.
-¡He vuelto! – Vociferó Ginyu cuando se vio de nuevo en su cuerpo.
-¡Por fin volvió nuestro jefe! – Aclamó Guldo, a los segundos empezaron a hacer su coreografía.
-Creo que estoy empezando a arrepentirme de haber detenido a la rana para que volvieran a sus cuerpos – Dijo Windy mientras bajaba una gota por su mejilla.
-Por una vez estoy de acuerdo contigo, Windy, podría haber sido divertido tenerles así por un rato más – Asintió Rubí mientras le bajaba también una gota por la mejilla - ¿Siguen durando mucho sus bailecitos? – Preguntó la pelirroja al ver que no habían acabado.
-Algo así... – Responde la pelinegra mientras siguen viéndolos hacer la coreografía.
-Aún me pregunto cómo es que mi hermano Freezer no se deshizo de ellos tras ver...esto. Rubí y Windy son una excepción, se les nota más maduras y firmes para dirigir un ejército – Pensó Snow al notar la diferencia entre las FEG y las féminas – Espero que podáis encontrar la manera de calmarlos y evitar que...hagan eso...
-Creo que tengo que idear un plan para eso – Windy rodó los ojos.
-Si con eso consigues que dejen de hacer sus coreografías, me apunto a ayudarte – Le susurró la pelirroja con una expresión divertida en la cara.
-Es fantástico haber vuelto – Dijo Ginyu mientras se acercaba con sus compañeros - ¿Por qué no vienes con nosotros, Rubí?
-No sé si sea buena idea, todavía me gustaría seguir conociendo este planeta – Aclaró.
-Oh, vamos, estamos viviendo en un castillo con sirenas, te encantará – Insistió Guldo.
-Ve con ellos, Rubí, creo que será bueno para ti, para que os pongáis al día de lo que habéis estado haciendo todo este tiempo – Le sugirió Snow al ver la expresión indecisa que presentaba la chica.
-Pero...¿estás seguro, Snow? No quisiera ser una intrusa en el castillo de una princesa – Se removió un poco nerviosa.
-Deberías venirte, te sorprenderás de todo lo que estamos descubriendo, creo que hasta te lo pasarás bien – Dijo Windy cruzándose de brazos con una sonrisa divertida.
Al principio, Rubí seguía pensando que no sería buena idea ir con ellos debido a que hacía años que no veía a alguien de la realeza, pero por lo que le estuvo contando el hermano de su antiguo señor, en ese planeta había otro tipo de gente diferente a la que conocía, no le era muy agradable tener que estar de las Fuerzas Especiales porque tendría que estar viendo sus ridículos bailes a cada rato, pero estando con Windy seguramente podría darse otra oportunidad de conocer más criaturas.
-Bueno...está bien – Asintió finalmente.
-¡SI, TENEMOS NUEVA INTEGRANTE PARA EL EQUIPO Y LAS COREOGRAFÍAS! – Vociferó Recoome ante la respuesta haciendo que las chicas y el changlong pensaran lo peor.
-Bueno, debo marcharme a mi cueva, si pasa algo, no dudéis en avisarme – Se despidió Snow y se fue.
-Síguenos, Rubí, te llevaremos hasta el palacio de las sirenas – Empieza a levitar seguido de los demás.
-De vuelta con Hanon-
-¡¿Cómo?! ¡¿Un pasadizo que conecta la Tierra con el Otro Mundo?! – Exclamó sorprendido un hombre pequeño de piel azulada con antenas, llevaba unas gafas de sol y un traje oriental.
-Ehh...sí... – Le contestó Hanon algo nerviosa por cómo se estaba poniendo el hombre de baja estatura de forma histérica.
-¿Pero...cómo habéis podido encontrar esa entrada y venir aquí como si nada? – Preguntó Kaito alarmándose un poco.
La peliazul le explicó la historia de su origen y el cómo había encontrado el túnel que conectaba la Tierra y el Otro Mundo en el mundo marino. Kaito escuchaba atentamente cada detalle de lo que le contaba Hanon, no había dado crédito a que las sirenas todavía seguían existiendo cuando ya se les consideraba un mito.
-Con qué eres una sirena, creí que habíais desaparecido hace milenios, pero veo que las historias engañan – Comprendió el hombrecillo – Pero aun así debes tener más cuidado, no sería bueno que se enterasen que estáis viniendo aquí ni que ningún otro mortal se enterase de que existe ese pasadizo – Dijo con un tono nervioso.
-No se preocupe, Kaito, procurare no volver a venir aquí para que no se escape nadie ni venga alguien del mundo de los vivos – Contestó Hanon con tranquilidad – Supongo que la próxima vez tengo que asegurarme no ser vista por esos monstruos si quiero obtener más respuestas – Pensó con moderación.
-¿Pero cómo pudo tener contacto Windy contigo desde aquí? – Preguntó Polkuan con curiosidad.
-Tiene la habilidad de poder hablarme en sueños y con eso se comunicaba conmigo – Dijo la sirena – Y hay momentos en los que esos sueños no son agradables – Pensó con una expresión molesta.
-Pero entonces, Windy seguiría viniendo al Otro Mundo si ella también es una sirena, podría ayudar a Freezer y a los otros a escapar – Habló Goku en una postura pensativa.
-Ella ya no pertenece al ejército de Freezer y tampoco sus amigos, están haciendo su vida en la Tierra el tiempo que tarden en volver a su planeta, así que por eso no os tenéis que preocupar – Les tranquilizó la peliazul.
-Entiendo, entonces han cambiado desde que regresaron a la vida, es sorprendente ese cambio que han tenido – Reflexionó Kaito.
-Esperemos que no causen problemas cuando salgan de la Tierra, podrían ser peligrosos – Dijo Polkuan poniéndose pensativo.
-Creo que no se atreverán, al fin y al cabo, los amigos de Goku están pendientes de su vigilancia si deciden volver a hacer el mal – Contestó Hanon al recordar las palabras de ellos el día que les hicieron volver a la vida – Debo marcharme ya a mi reino, ha sido un placer conocerle, Kaito – Hizo una pequeña reverencia ante el hombrecillo.
-Lo mismo digo, princesa, vaya con cuidado – Le sonrió Kaito deseándole buena suerte en su viaje de regreso al mundo de los vivos.
Al finalizar esa pequeña conversación, Goku y Polkuan acompañaron a la sirena al estanque de sangre, procurando no encontrarse a ningún villano que anduviera cerca, cuando no vieron nada de peligro, Hanon les agradeció por salvarle y ayudarle, luego saltó al agua. Ambos guerreros se fueron para ir con Kaito del Norte, pero no vieron que habían siendo vigilados...
-Vaya, vaya, ¿quién iba a pensar que veríamos a esa belleza de nuevo por aquí? – Habló Zarbon que había estado observando el momento junto a Dodoria y otros compañeros.
-¿Crees que volverá a aparecer por aquí? He visto a Windy con ella – Comentó el hombre rosado.
-Si volviera sería perfecta para mí, es tan bella y se ve deliciosa – Habló Kyui con una voz melosa.
-En cuanto regrese, si es que lo hace, debemos llevarla ante Lord Freezer, él sabe que podría hacerse con ella – Intervino el hombre de pelo verde mientras se cruzaba de brazos y aparecía una sonrisa malévola en sus labios, al igual que sus compañeros.
Mientras tanto, Hanon estaba de regreso en su reino...aún estaba procesando todo lo que había pasado en el Otro Mundo y la charla con Kaito del Norte, debía tener más cuidado si volviese a estar sola allí sin ayuda.
-Bienvenida Lady Hanon – Le saludó una de sus súbditas.
-Gracias, ¿ya han llegado Windy y las Fuerzas Especiales? – Preguntó la peliazul algo extrañada de no verles intentando acosar a sus súbditas.
-Por supuesto, están en el salón en el trono – Respondió con tranquilidad – Y han venido acompañados – Añadió haciendo que se sorprendiese.
-¿Acompañados? ¿Quién ha venido con ellos? – Se extrañó.
-Vaya, rápido, le aseguro que es muy agradable – Le dio un pequeño empujón alentándola.
-Bueno...esta...¿bien? – Dijo, pero aún seguía confusa por esa noticia tan repentina.
La sirena decidió hacer caso a su súbdita y se dirigió al salón del trono donde se suponía que se encontraban Windy y las FEG con nueva compañía, cuando ingresó en la sala, los vio y se dio cuenta de que había una chica pelirroja de ojos color ámbar portando un uniforme parecido al de ellos.
-Vaya, mira quién ha regresado a su reino – Saludó Windy al ver a la sirena - ¿Qué tal ha ido esa pequeña excursión? – Preguntó.
-Luego te cuento...¿Quién es ella? – Preguntó mirando a la chica.
-Permítame presentarme, princesa – Rubí dio un paso adelante – Mi nombre es Rubí, provengo del planeta Yresh, es un honor conocerla – Hizo una pequeña reverencia, Hanon sonrió al ver lo amable que se había mostrado.
-Es un placer, Rubí, bienvenida a mi reino – Contestó la peliazul, al momento se fijó en su ropa - ¿También estuviste al mando de Freezer como ellos? – Preguntó curiosa.
-En realidad, estuve en el de su hermano, Lord Cooler, pero no soy tan peligrosa – Corrigió ya que no le gustaba que la comparasen con los del ejército de Freezer.
-Rubí fue entrenada por el hermano de Lord Freezer y sus fuerzas, llegamos a coincidir en algunas reuniones con ella y sus compañeros – Explicó Jeice – Aunque la mayoría no acababan de buenas maneras... – Gruñó de últimas.
-Jejeje, era agradable y gracioso dejaros en evidencia – Pensó la pelirroja con diversión.
-Podría decirse que buscaban la manera de ver cuál de las Fuerzas Especiales era la mejor – Soltó Windy – Aunque en realidad, acababan haciendo el payaso cuando terminaban las reuniones – Le susurró a la sirena haciendo que se riese.
-¡Eh, pequeñaja, eso ha sonado ofensivo! – Se quejó el hombre reptiliano.
-Es la verdad, Burter – Se encogió de hombros la pelinegra.
-Lady Hanon, siento interrumpir – Apareció Meru – Quería decirles que la cena ya está servida, pueden pasar al comedor – Les dijo con una sonrisa.
-Gracias, Meru – Hanon le devolvió el gesto – Espero que te sientas cómoda, Rubí – La pelirroja asintió y todos fueron a cenar.
La cena transcurrió de forma tranquila dentro de lo que se pudo, Ginyu estaba intentando impresionar a la sirena ahora que había recuperado su cuerpo, algo que no pasó desapercibido para la peliazul habiendo observado a los otros cuando querían cortejar a sus súbditas. Por otro lado, hubo una conversación agradable con Rubí, pudo conocerla un poco más y el cómo acabó siendo parte del ejército de Cooler, pero no demostraba ser tan despiadada como lo eran las FEG, aunque era más simpática que Windy, ella no trataba de hacerle sentir incómoda en ciertos asuntos.
Al cabo de un rato, terminaron de cenar, Hanon acompañó a Rubí hasta su habitación para mostrarle el camino para que no se perdiese si salía durante la noche cómo le ocurrió a Ginyu la anterior noche.
-Hemos llegado, Rubí, esta será tu habitación el tiempo que estés aquí – Dijo Hanon deteniéndose delante de la puerta.
-Muchas gracias, alteza, por su amabilidad y por darme hospitalidad en su palacio – Agradeció la pelirroja haciendo una pequeña inclinación con la cabeza.
-No hace que me digas alteza, Rubí, no quiero que me tengas miedo – La sirena soltó una pequeña risa – Descansa, nos vemos mañana – Se despidió y nadó hasta su habitación.
Unos segundos después, la sirena llegó a sus aposentos y se acostó queriendo tratar de conciliar el sueño y que no ocurriese nada extraño mientras dormía.
-En el sueño de Hanon-
Veamos, ¿qué sorpresa me darás ahora, Windy? Porque no pienso dejarme intimidar más por tus estúpidas ilusiones para tratar de convencerme de dejar a Nagisa. Unos segundos más tarde, hubo un gran haz de luz que hizo que tapara mis ojos para evitar una ceguera en la vista. Me encontraba en medio de la ciudad...o lo que quedaba de ella...caminé con cuidado estando alerta ante cualquier peligro que pudiese aparecer. De pronto escuché sonidos de pelea, gritos femeninos, miré hacia el cielo y vi dos sombras atacándose entre ellas, una era blanca, que tenía poderes de luz y la otra era negra, que tenía poderes de oscuridad, algunos de esos ataques venían hacia donde me encontraba, así que hui mientras que con mis poderes creaba barreras para que no me alcanzasen.
-Jajajajajaja, nunca has sido buena para este cargo, siempre has sido una inútil – Le insultó la sombra negra a la sombra blanca.
-Tú eres la que estás equivocada, yo me he encargado de proteger a mis sucesoras para que no le tengan miedo a personas como tú – La sombra blanca contraatacó.
-Ellas también son unas inútiles, mira que involucrarse con humanos y además, Hanon y Seira han acabado casándose con unos monstruos que no se merecen ni que les respete, nunca serán unos grandes gobernantes, sólo crearán el caos, lo mismo que sus hijos – Dijo la sombra negra con un tono de desprecio.
-Ellas han escogido su camino, nadie puede obligarles a quién no deben amar, sólo escuchan a su corazón – Habló la sombra blanca en un tono sereno.
-La sombra negra se rio para sus adentros – Tus palabras son patéticas, acabaré contigo, pero primero empezaré por ellas – Apuntó su mano hacia donde estaba y lanzó un ataque.
Al ver que era bastante potente, traté de detenerlo con barreras de agua, pero eran inútil neutralizarlo, me cubrí con mis brazos esperando ese trágico final...pero nunca llegó, ya que sentí que me cogían en brazos y estaba sobrevolando el cielo.
-Te dije que no iba a abandonarte – Escuché una voz grave que me dio escalofríos.
Abrí los ojos y era una sombra con una complexión muscular bastante fuerte, toqué sus músculos y reconocí que él era la sombra del sueño que tuve la noche anterior. ¿Qué demonios está pasando?
-¿Qué es lo que está pasando? – Pregunté mirándole fijamente a la cara.
-Hanon, no deberías alterarte ahora, he tenido suerte de haber podido encontrarte, no me perdonaría que te ocurriese algo después de lo que hemos pasado – Apretó el agarre para empezar a ascender más arriba.
-Pero están peleándose esas sombras, han destruido la ciudad, puede haber gente herida – Dije preocupada.
-Tus hermanas están bien, lo mismo que el resto, está la situación controlada, pero necesito alejarte de aquí – Desvió la cara para evitar mirarme
-Necesito saber quién eres...¿por qué estás apareciendo en mis sueños? – Pregunté queriendo respuestas.
De pronto, sentí que me soltó...grité, ya que estaba empezando a caer desde una altura bastante elevada, cerré los ojos esperando el impacto, pero una luz me envolvió haciendo que aterrizase en un paisaje diferente...
-Bien, chicas, ¿estáis listas? – Levanté la vista y vi a Windy.
Observé y estaba vestida con una ropa un tanto diferente, al parecer era de entrenamiento, miré a mi lado y mis hermanas también estaban como yo, esto no podía ser nada bueno...
-Espero que sepas lo que haces, Windy – Habló Karen cruzándose de brazos.
-Esperemos que no os rompáis ninguna uña ni ningún hueso durante el calentamiento, Karen, no quiero quejas – La pelinegra sonrió de forma maliciosa, oh oh, esto no va a ser agradable – Bien... ¡A comenzar!
Maldita sirena extraterrestre, esto es una tortura. Llevábamos cerca de media hora corriendo alrededor del campo en el que nos encontrábamos, hubo un momento en el que nos puso a hacer varias flexiones para que fortaleciésemos las piernas y los brazos, pero cada vez era más difícil que nos mantuviésemos en pie. Sólo queríamos parar e irnos de allí.
-Windy hizo sonar el silbato – Esta bien, chicas, podéis tomaros un pequeño descanso – Dijo y todas caímos al suelo rendidas del cansancio.
-¿Por qué aceptamos esto? – Habló Coco mientras intentaba normalizar su respiración.
-Más bien, ¿por qué te hicimos caso, Hanon? – Escuché decir a Luchia, espera, ¿qué? ¿Esto fue idea mía?
-P-Pero... – Intenté excusarme para buscar una explicación, pero fui interrumpida.
-Ya he dicho que no quiero quejas, además de que esto os viene bien para defenderos de tipos más poderosos que vosotras que sean inmunes a vuestro canto y a vuestros poderes – Soltó Windy cruzándose de brazos.
-Oh, Windy, querida, no deberías ser tan dura con ellas – Escuchamos y unas sombras bajan desde el cielo.
-La fuerza se aprende, no se gana, ya deberías saber cómo soy – Le reprochó Windy a la sombra que tenía delante.
-Está bien, pero ten cuidado con mi futura emperatriz, no quisiera verle tan herida – Dijo mientras rodeada con su brazo la cintura de Seira.
-Eh, aléjate de ella, todavía no es nada tuyo – Intervino Noel separando a Seira de él.
-Nunca cambiarán – Habló una voz tras de mí haciéndome estremecer, me giré y era otra sombra...¿será él otra vez? – Supongo que Windy está entrenándoos muy duro – Me dio una leve caricia en la mejilla.
-Si...ha sido muy...intenso – Contesté como pude, pero ese toque me había dejado paralizada.
-Todavía estás a tiempo para salir de aquí y que te entrene yo...y podamos estar solos – Se acerca a mi cuello para después depositar un pequeño beso - ¿Qué me dices? – Susurró en mi oído, oh por la reina del agua, ¿qué me está pasando?
-Yo... – Traté de articular palabra.
-¡Mamá! – Escuché y de pronto fui alejada de la sombra junto un haz de luz, tapé mis ojos hasta que pude abrirlos con mucha cautela.
Esta vez estoy en el palacio... Esto es nuevo, aunque viniendo de Windy, cualquier cosa me puedo esperar teniendo en cuenta su poder. Aparentemente me encuentro en mis aposentos, sonrío, al menos éste sitio lo ha dejado como está.
-Majestad, estáis espectacular – Oigo decir una conocida voz, dirijo mi mirada hacia mi derecha, encontrándome con Meru, y le sonrío agradeciendo el cumplido.
-Gracias Meru, pero no sé a qué te refieres – Le respondo intentando mantener la buena compostura, hasta que miro en dirección a mi cola de sirena y veo que llevo una larga falda de color azul casi blanco que casi alcanza mi aleta – ¿Pero qué...?
-Es el vestido que elegisteis para la celebración de hoy, Reina Hanon – Me dice Meru, con tono de querer recordarme aquello.
-¿Celebración....? – Repetí dudosa de saber cuál era aquella situación que Windy había decidido ponerme.
-¿Qué pasa? – Me pregunta Meru confundida ante mi cara de no estar entendiendo nada, detuvo sus quehaceres y me mira extrañada – No me digáis que ahora tenéis dudas.
Salí al pasillo que daba mi dormitorio para ver que el pasillo, encontrándolo excesivamente decorado con adornos blancos y tonalidades claras de azul. Meru salió tras de mi al verme tan acelerada de repente.
-¿Por qué está tan decorado el castillo?¿Qué estamos celebrando? – Pregunté intentando estar tranquila.
-Ehh...para vuestra boda con su nueva pareja, ¿estáis bien o es que anoche tuvisteis una pesadilla? – Quiso saber Meru visiblemente preocupada por mi reacción – ¿Por qué os extraña tanto a estas alturas, majestad? Llevamos meses preparando esto.
-¡¿ME VOY A CASAR CON ALGUIEN QUE NO ES NAGISA?! – Exclamé atónita, sin poder creer lo que oía, a lo que ella me mira con más extrañeza – Lo siento, es que todavía no puedo creer que ocurriesen aquellas cosas – Respondí con una risa nerviosa bajando la voz para no causar más alboroto. ¿Qué estás pensando hacer, sirena negra?
-Será eso – Sonrió Meru alegre de nuevo, tras esto, ambas volvimos al interior del dormitorio para terminar de arreglarme – Todavía me fascina que la reina Windy sea tan poderosa.
-¿Qué puedo decir? Es bastante diferente – Contesté con una sonrisa para no preocupar más a Meru – Y muy molesta...-Pensé molesta.
-Así es, además, gracias a ella su antigua pareja, Nagisa, ya no será un problema para nadie – Indica mi súbdita – Bien, es momento de maquillarle.
-¿Maquillarme? – Repetí, la chica me mira con una grata sonrisa – ¿Que no es suficiente ya con lo que llevo?
De repente, llamaron a la puerta del cuarto, y apareció una Windy arreglada para la ocasión, debo admitir que se ve guapa así, ¿pero qué digo? No es momento de halagar a alguien que está queriendo arruinar mi boda con Nagisa.
-Meru, ¿podrías dejarnos solas un par de minutos? – Preguntó la sirena negra acercándose a nosotras – Me gustaría hablar con ella de unos asuntos antes de la boda.
-Por supuesto, alteza – Respondió la nombrada soltando las cosas, hizo una pequeña inclinación hacia nosotras y se fue de allí, aunque dudo mucho que vuelva a aparecer.
-Fijo que estás disfrutando con todo esto – Le digo mirándola a través del gran espejo mientras me cruzo de brazos, molesta con su mera presencia. Ella solo se limita a sonreír – ¿Qué vas a ganar con todo esto?
-Realmente nada, Hanon – Me dice tranquilamente – Sin embargo, alguien como Nagisa es mejor tenerlo lo más lejos posible de cualquier princesa sirena como vosotras.
-Sé de qué planeta vienes – Le repliqué para intentar asustarla – No me das ningún tipo de miedo, princesa negra.
-¿Y crees que con eso vas a asustarme? – Me pregunta, visiblemente tranquila y para nada asustada de mis palabras – Aún sois débiles para enfrentaros a mi o cualquier nuevo enemigo, y lo que ha ocurrido hoy lo demuestra – Me dice recordando lo ocurrido en el infierno.
-Te recuerdo que nosotras salvamos el planeta en dos ocasiones – Le digo molesta de que no tuviera eso en cuenta.
-Lo hicisteis mediante el canto y apenas usasteis vuestros poderes – Recalcó Windy – Realmente sois seres débiles, princesa, ya habéis podido ver que no llegaréis lejos con eso.
Windy se mantuvo callada un par de segundos, algo que me molestó más que cuando la vi aparecer, si no pretendía seguir estando, podía irse perfectamente.
-Quiero estar tranquila Windy, y no me estás ayudando – Le respondí cruzándome de brazos – Además, eres tan reina como yo, ¿por qué no te vas a tu planeta o donde sea y me dejas vivir mi vida con mis decisiones a mí?
-No vuelvas a tratarme de reina – Contestó Windy furiosa, debo admitir que ahora entiendo un poco el miedo de algunos villanos por esta mujer, no es un tipo de cabreo normal.
-De...acuerdo... – Respondí desconcertada por esa respuesta – ¿Algo más que deba saber, Windy?
-Levanta ya, tienes asuntos reales que atender – Me indica seria desvaneciéndose.
-Fuera del sueño de Hanon-
La sirena azul abrió los ojos mientras se incorporaba por todo lo que había soñado – Maldita seas, Windy, como te odio – Pensó soltando un pequeño gruñido, acto seguido volvió a acostarse queriendo seguir descansando.
-Continuará-
Quiero agradecer a Windyanas por ayudarme con este capítulo, el dibujo pertenece a su autoría ^^
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top