Capítulo 6

Tras haber explicado el motivo de su visita, cada sirena se emparejó con un guerrero para ir en busca de las esferas al saber que no iba a ser una misión fácil. Lo bueno es que las sirenas estarían un poco protegidas al estar con ellos por si sucediera algún tipo de peligro al hallar cada esfera.

-Con Tenshinhan y Luchia-

La sirena de la perla rosa estaba agarrada a la espalda del hombre de 3 ojos por el hecho de que estaban sobrevolando una ciudad que estaba a kilómetros de la Capital del Oeste, donde se había localizado la primera esfera, solo esperaban que no hubiera complicaciones para encontrarla y obtenerla. Cuando llegaron, Tenshinhan bajó a Luchia con cuidado de su espalda y salieron del callejón en donde descendieron.

-Ya hemos llegado, ¿Estamos cerca de la esfera? – Preguntó Luchia entusiasmada.

-La señal es un poco débil, pero creo que la hallaremos pronto, sígueme – Avanza y ambos se mezclan entre la gente para pasar desapercibidos.

Mientras iban paseando por la ciudad siguiendo la señal que les indicaba el rastreador, miraban a cada lado para encontrarla en alguna tienda o en algún puesto pequeño, en unos segundos estaban pasando por una tienda de antigüedades, haciendo que el rastreador pitara de forma acelerada.

-La esfera se encuentra aquí...pero...¿Dónde estará? – Mira el rastreador.

-Mmm...mira, Tenshinhan, ¿Es esa bola de ahí? – Señaló la esfera naranja que tenía una estrella roja, la cual estaba sobre un cojín en el escaparate.

-Si – Afirmó – ¿Pero ahora cómo podremos obtenerla? – Pensó preocupándose – Hay que idear algún plan para sacarla de la tienda, esto será una tarea difícil.

-Creo que tengo un plan, pero espero que no salga nadie herido – Luchia suelta una pequeña risa nerviosa.

-¿Eh? ¿Qué planeas? – La mira interrogante, esta le dice que confíe en ella.

Ambos entraron a la tienda de forma discreta sin perder de vista la esfera del dragón con la que tenían que hacerse pronto para poder cumplir el deseo de revivir a Windy, pero debían ser cautelosos de no hacer un mal movimiento, además de que había personas dentro de la tienda.

-¿Puedo ayudarles en algo? – Se acercó la dependienta al verles enfrente de la esfera – Oh, es una joya preciosa, ¿verdad? La encontré hace unos meses cuando estaba de senderismo, aún no sé lo que es, ni siquiera a los expertos a los que la lleve tampoco conocen su existencia, es una esfera muy rara, pero han descrito que puede ser muy valiosa – Explica detalladamente.

En ese momento a Luchia le ilumino una pequeña idea, le susurró a Tenshinhan para llevarla a cabo, el hombre de 3 ojos se quedó hablando con la dependienta ya que quería que le siguiera "contando" más sobre esa esfera, mientras Luchia estaba moviéndose por la tienda en busca de algún aparato para poder coger la esfera sin que nadie se diera cuenta. De pronto vio el generador de la luz de la tienda tras un armario grande – Esperemos que esto funcione – pensó la sirena, apuntó la palma de su mano hacia el generador para después lanzar pequeñas corrientes eléctricas provocando un cortocircuito y que se apagara la luz en toda la tienda, algo que sorprendió y asusto a la dependienta y a los clientes.

-¿QUÉ HA PASADO? – Gritó una mujer asustada, Luchia se fue de ahí para no levantar sospechas.

-Vámonos – Tenshinhan le agarra el brazo y salen rápido de la tienda - ¿Estás bien? ¿Qué es lo que has hecho? – Pregunta al no esperarse ese apagón.

-He utilizado mis poderes para provocar un cortocircuito en el generador, me he pasado un poco, lo sé – Se disculpa con una gota bajándole por la mejilla.

-No ha habido heridos y hemos podido coger la esfera de dragón, así que no tienes por qué sentirte culpable, bien hecho – Le da una sonrisa confiada – Volvamos con los demás, esperemos que ellos hayan tenido más suerte que nosotros – La alza en brazos para luego emendar el vuelo a la Capsule Corp.

- Con Bulma y Hanon-

La sirena azul decidió acompañar a la científica ya que le transmitía confianza sabiendo que ella tenía más conocimiento sobre esas esferas que tenían que encontrar para poder revivir a la sirena extraterrestre, mientras Bulma conducía la nave, le iba explicando a Hanon el cómo conoció a su amigo Goku, las aventuras que tuvieron cuando eran niños y cómo conoció a Vegeta y las múltiples discusiones que tienen hasta el día de hoy porque el saiyajin prefiere estar entrenando para volverse más poderoso que Goku que encargarse de su familia, algo que desconcertó a la chica.

-Son así, según la historia que me contó Vegeta, los hombres de su raza siempre tenían que mantenerse en forma para cuidar a los suyos y a su planeta, mientras que las mujeres se quedaban en casa cuidando de los hijos dependiendo del cargo que se les asignara, también tenían la oportunidad de ser elegidas para formar parte de la Guardia Real o entrenarse para ir a misiones también – Explica Bulma para que les quedara más claro.

-Vaya...no me imaginaba seres de una raza guerrera como esa – Se asombra – Se ve que ellos han estado cuidando la Tierra y a los humanos desde que volvimos a nuestros reinos – Pensó con cautela - ¿No te dio miedo cuando...conociste a...como decías que se llamaban? – Preguntó al no recordar el nombre de la raza de Piccolo.

-Namekianos, la verdad al principio me sorprendí cuando conocí a Piccolo, pero con el tiempo cuando conocí a su raza digamos que me adapté, somos todos una gran familia, veréis que no son tan malos – Le sonríe para transmitirle tranquilidad – Vosotras... ¿Qué sois exactamente, de dónde venís exactamente? – La mira de reojo.

Hanon desvió la mirada hacia la ventana sabiendo que no podía contarle nada aún hasta que no revivieran a Windy sabiendo que iba a ser un tema delicado y que a lo mejor podían tener problemas, iba a hablar, pero de pronto sonó un pitido que provenía del radar dando la señal de que se estaban acercando a donde estaba la esfera, Bulma aterrizó en un claro teniendo mucho cuidado de no dañar la nave. Bajaron y cogieron el pequeño radar para seguir las indicaciones.

-Eso ha sido rápido, pero al estar en un bosque tan grande, puede que tardemos en encontrarla – Dijo la científica mientras caminaban.

-¿Crees que alguien pueda atacarnos mientras la buscamos, Bulma? – Preguntó Hanon temiéndose algo peligroso.

-Esperemos que no, creo recordar que suele haber cazadores furtivos por aquí, pero no debemos preocuparnos, ven sígueme – Se mete por unos arbustos ya que el radar comenzaba a emitir un pitido de forma continua.

Pasaron a una parte del bosque donde había una cueva y alrededor tierra cultivada y cosechada llena de frutos, algo que sorprendió a las chicas haciéndoles pensar que vivía alguien cerca, el radar volvió a emitir pitidos dando a entender que estaban en el lugar correcto haciendo señalización de que la esfera se encontraba en la cueva, entraron con mucha cautela...estaba habitada ya que había una hamaca y algún que otro objeto de decoración, la esfera, la cual tenía 2 estrellas estaba en el centro entre unas velas, Hanon veía esto demasiado fácil, con delicadeza la cogió entre sus manos para observarla detenidamente.

-Deja eso donde estaba – Habló una voz siniestra tras de ella que le puso los pelos de punta.

La peliazul se giró lentamente para ver quién era el dueño de la voz y prepararse para atacar o huir de ahí como podía, abrió los ojos al encontrarse con una especie de lagartija gigante de color blanco, azul y rojo, vestía una gabardina y unos pantalones de entrenamiento, tenía una mirada que imponía ya que tenía los ojos rojos como si viera su propia sangre correr a través de ellos. Hanon en ese momento se notó que palidecía ante tal monstruo ya que le recordó a Freezer, el tirano a quién conoció en el Infierno hace unos días, iba a gritar, pero el contrario le tapó la boca y enredó su cola alrededor de su cintura para que no escapara.

-Será mejor que te tranquilices, no me gusta hacer daño a los humanos, pero si irrumpen en mi morada y cogen algo que no les pertenece puedo hacer una excepción – Aprieta el agarre haciendo que cierre los ojos por el dolor que empezaba a experimentar.

-¡Snow! – Escuchó la voz de Bulma – Sabía que esa cosecha me era familiar, hace tiempo que no sabemos de ti – Se acerca feliz – Oh, perdóname...¿Te importa soltarla? No es nadie de quién debas preocuparte – Se ríe.

-¿Es...amiga tuya? – Preguntó el changlong algo confundido, Bulma le responde que ahora se lo explicará – Esta bien – Libera a la sirena – Disculpe señorita.

-Tose recuperando el aire – Creo que yo también necesito una explicación sobre lo que está pasando – Mira a Bulma.

-Hanon, él es Snow, es un buen amigo desde hace mucho tiempo, también nos ha ayudado en algunas batallas, incluso cuando vino su hermano Freezer a conquistar la Tierra, pero no debes de asustarte, él no es como su familia, así que puedes estar tranquila – Le sonríe – Snow, ella es una chica que conocí hace unos meses y ahora requiere de nuestra ayuda para resucitar a una persona que estaba al servicio de tu hermano pero que tiene información que podría beneficiarnos y nos podría ayudar para lo que venga próximamente, así que nos hemos encomendado la misión de volver a buscar las esferas, no sabía que tú tenías una – Se extraña al ver la esfera en las manos de la peliazul.

-La encontré hace unas semanas, pensé en llevártela para que la custodiaras, pero con la cosecha y otros asuntos que he tenido lo he pospuesto y decidí guardarla para que estuviera a salvo – Explicó - ¿Quién es ella? Siento un ki diferente, no es una humana normal – La mira detenidamente haciendo que se sienta incómoda.

-¿No te han enseñado a no acosar con la mirada a las personas? – Respondió mientras le aparecía un pequeño sonrojo en la cara.

¿Y a ti no te enseñaron a no coger cosas que no te pertenecen? – Le devuelve haciendo que aparte la mirada apenada – Os acompañaré a buscar las otras, tengo curiosidad por ver quién es esa persona que estuvo al mando de mi hermano para que queráis que vuelva a la vida – Pone las manos tras su espalda.

-No hace falta, los demás ya se están encargando de buscar las otras, nosotras volveremos a la Capsule Corp, pero sí gustas, puedes venir con nosotras, estoy segura de que se alegrarán de verte – Sonrió Bulma de felicidad.

-De acuerdo, supongo que no me vendrá mal que los visite después de tanto tiempo, quiero ver cómo ha progresado Gohan desde el combate contra Célula – Se coloca un sombrero de paja y las acompaña a la salida.

Hanon no daba crédito a lo que veía, definitivamente el mundo había cambiado con nuevos enemigos y aliados de los que ellas no eran conscientes tras no pisar de forma continua el mundo humano, pero ese extraterrestre le daba algo de curiosidad al ver lo...¿amigable? que se había comportado con Bulma y la confianza que tenía al hablar, cuando se introdujeron en la nave, Snow prefirió seguirlas volando pero siendo discreto para que no lo viera ningún humano mientras volvían a la Capsule Corp.

-Con Piccolo y Rina-

El Namekiano agradeció ir con la chica de pelo verde ya que se le notaba que era muy tranquila y algo callada más que las otras chicas, así que tuvieron un viaje tranquilo y sólo se escuchaba el pitido del radar, sobrevolaban por un bosque que había a las afueras de la capital ya que la señal de la esfera era débil, pero debían tener cuidado ya que estaban en una parte donde era más espeso y apenas había visibilidad desde el aire, así que bajaron para tener más suerte.

-¿Es aquí? – Preguntó Rina tras bajarse de la espalda de Piccolo.

-La señal es débil, pero sí, aquí es donde se encuentra la esfera – Afirmó mientras veía el radar – Vamos – Empieza a caminar y ella lo sigue.

Conforme se adentraban más en aquel bosque, cada vez era más espeso y solo podía verse el hueco en el cielo, el radar intentaba captar la señal de la esfera, pero parecía que estaban en un laberinto ya que o se volvía cada más intensa o cada vez más débil.

-Esto es muy raro, parece que vamos en círculo – Dice Piccolo mientras mueve el radar a la derecha y a la izquierda para captar alguna señal.

-Voy a intentar algo – Rina se agachó para poder percibir algo a través de las plantas.

La sirena verde se concentró para sentir y escuchar la vegetación que tenían alrededor para ver si podría localizar la esfera de dragón al ser un bosque tan denso sólo irían en círculos, así que de esa manera podrían encontrarla más rápido, veía a través de los árboles forma desconocida que no estuviera bien, de pronto se escuchó fuerte disparo que hizo que desconcentrara.

-Maldición, ¿estás bien? – Piccolo se acercó al ver que se había levantado de golpe.

-Sí, eso ha sonado como si fuera un disparo, ¿Qué habrá pasado? – Se gira y ven a una bandada de pájaros sobrevolar el cielo – ¿Qué hacemos? – Se gira para verle.

-Habrá que ir con cuidado, esperemos que no haya nada raro en el camino – Empiezan a caminar de nuevo.

Continuaron vagando para buscar la esfera en ese laberinto de vegetación, pero volvieron a escuchar disparos cada vez más cerca de su posición, hasta que de pronto aparecieron unos cazadores furtivos apuntándoles con las escopetas.

-Quietos ahí – Les apunta uno.

-Tks, malditos humanos – Pensó el Namekiano algo molesto por esa aparición.

Rina observó detenidamente a los cazadores, hasta que vio que uno de ellos llevaba una esfera con 3 estrellas en el centro, debía ser la esfera que buscaban, pero debían ser cautelosos para no hacerles daño a esos humanos. A los segundos, uno de los cazadores tomó a la sirena verde como rehén poniéndoles la situación más complicada.

-Será que te rindas y nos dejes escapar, fenómeno – Sonríe malicioso el cazador que tenía a Rina, Piccolo apretó los puños al ver que podría hacerle daño si atacaba.

-Será mejor que me entreguen esa esfera y a la chica, no quiero problemas – Contesta seriamente.

-¿Y qué harás si no lo hacemos? – Se burla otro cazador haciendo que el Namekiano empiece a perder la paciencia.

La chica intentó idear un plan para que pudieran escapar sin dañar a los cazadores, miró a ambos lados, al recordar que estaban en un bosque, ella podía utilizar sus poderes para inmovilizarlos.

-¡Piccolo, echa a volar! – Le ordenó, éste confuso lo hizo sin entender aún a la peliverde.

Rina se concentró y de la tierra emergieron varias raíces, las cuales agarraron e inmovilizaron en el aire a los cazadores haciendo que soltaran a Rina y se les cayera la esfera, que pudo coger a tiempo antes de que se estrellara contra el suelo.

-¡EH, SUELTENNOS, MONSTRUOS! – Gritó el jefe de los cazadores tratando de liberarse.

-Así que era eso lo que querías hacer...buen trabajo – Le ofrece su mano en señal de respeto, la cual acepta sin ningún problema.

-Gracias, lamento si he llegado a asustarte, todavía estoy adaptándome a utilizar mis poderes nuevamente...toma – Le da la esfera con delicadeza.

-Volvamos con los demás, esperemos que ya hayan encontrado las demás esferas – Piccolo miró al cielo antes de empezar a levitar para que Rina pudiera subirse a su espalda - ¿Lista? – Preguntó y ella asintió confirmando que ya podía emprender el vuelo.

-Con Vegeta y Karen-

-Esto tiene que ser una maldita broma – Gruñó Vegeta al estar delante del sitio donde se encontraba la esfera.

-Me hubiera gustado venir con Bulma o el enano calvo, este hombre va a terminar con mi paciencia – Pensó la sirena violeta mientras negaba con la cabeza por la actitud del saiyajin.

El radar les había llevado hasta un Museo de la Ciencia, se sorprendieron al saber que la esfera se encontraba en ese sitio, pero había un problema, lo más probable es que hubiera humanos dentro del establecimiento, así que debían tener cuidado. Vegeta arrastró a Karen adentro del museo, mientras que la otra se quejaba por la fuerza que tenía el saiyajin, pero este dejo en claro que quería irse lo más rápido posible.

-¿Quieres soltarme de una vez, maldito bruto? – Se zafa bruscamente del agarre.

-No tengo tiempo para estar pendiente de que me ayudes a buscar la esfera de dragón, mujer, sólo quiero encontrarla, largarme de aquí y que me expliquéis que rayos sois – Enumeró mientras le aparecía una vena palpitante en la frente.

-¿Siempre es así de temperamental? No entiendo cómo Bulma lo aguanta – Pensó Karen con una gota detrás de su cabeza – Deberíamos tratar de llevarnos bien, eres grosero y estúpido, pero tengo que soportarte en lo que encontramos la esfera, así que controla esos humos – Pasa por su lado arrebatándole el radar para seguir buscando la esfera.

-Tsk, estúpida mujer – Pensó y tuvo que seguirla a regañadientes.

Caminaron por los pasillos mientras escuchaban el pitido del radar buscando la esfera, era un sitio grande para un objeto pequeño, así que mientras la chica miraba el radar, Vegeta iba detrás mirando a ambos lados con los brazos cruzados tratando de mantener la paciencia, pero de pronto...

-Vamos, tenemos que llegar a la exposición del Sr Aoyama – Escucharon a dos chicas jóvenes que pasaron corriendo para entrar en una sala.

-¿Estás pensando lo mismo que yo? – Le da una mirada a Vegeta que sonreía malicioso.

-Tengo que admitirlo, esto va a ser rápido, aunque sigas sin caerme bien, mujer – Se gira para ir hacia la sala donde antes entraron las chicas mientras que Karen soltó un suspiro de derrota.

Ingresaron dentro de la sala para ver la susodicha exposición y así poder reducir su búsqueda, había mucha gente delante de ellos, en el centro de la sala había una máquina y junto a ella dos científicos que se estaban preparando para dar la charla.

-Es un honor estar otro año aquí para presentar otro invento que nos puede ayudar en nuestro futuro – Habló el Sr Aoyama mientras se ponía al lado del invento – En este caso, hemos creado un desintegrador para destruir los objetos más duros y resistentes que no puede cualquier otra máquina – Saca un objeto de su bolsillo – Encontramos esta extraña esfera hace poco, nuestros investigadores no han conseguido identificar que es, así que será una prueba de demostración para abrirla y ver que contiene en su interior – Lo muestra, se trataba de una bola naranja con 4 estrellas rojas en el centro.

-Ah, Vegeta, ¿acaso es...? – Se quedó asombrada Karen, pero cuando fue a mirar al saiyajin, este se estaba dirigiendo a donde estaba el científico - ¡Eh, espera, ¿estás loco?! – Le coge la muñeca para evitar que avance más – No puedes plantarte ahí sin más.

-Si ese estúpido humano destruye la esfera, podría producirse una catástrofe, hay que arrebatársela – La mira de reojo enfadado.

-Hay que pensar un plan, idiota, no puedes atacar en un sitio tan cerrado – Le susurra la chica mientras miraba al público que había en la sala – Déjamelo a mí, tú solo ocúpate de coger la esfera – Se va dejándolo solo.

-GRRRR, NADIE ME DA ÓRDENES A MÍ, MALDITA MUJER, SOY EL PRÍNCIPE DE LOS SAIYAJIN Y NO TOLERO QUE SE ME HABLE DE ESA MANERA – Pensó Vegeta rechinando los dientes de la ira que tenía contenida por estar soportando a la chica de pelo violeta.

Karen se fue a una esquina para no ser vista por nadie y poder usar su poder, el científico puso la esfera en una mesa y preparó el desintegrador para después disparar el rayo, el cual no llego a cumplir su función ya que se quedó quieto en posición dejando desconcertados a los presentes. A los segundos, la máquina empezó a fallar para después generar un cortocircuito haciendo que explotara y asustara al público teniendo que salir rápidamente mientras llamaban a los bomberos y a una ambulancia en caso de que hubiera heridos, el Sr Aoyama iba a coger la esfera para no perderla, pero fue noqueado antes de que cumpliera su objetivo.

-Ni se te ocurra volver a tocarla, insecto – Habló Vegeta cogiendo la esfera.

-¿No podrías haber sido algo más...delicado? – Preguntó Karen con un tono sarcástico.

-Deja de decir estupideces y vámonos, ya estoy harto de estar aquí – La coge por la cintura y se eleva rompiendo una de las ventanas del techo para salir.

-Definitivamente este hombre está loco, es grosero y ganas no me faltan para darle su merecido cuando termine esto – Pensó agarrándose al saiyajin para evitar caerse.

-Con Krillin y Noel-

-¿Es aquí? – Preguntó Krillin descendiendo para ponerse a ras del agua con la princesa cogida en brazos, a lo que Noel asintió mirando el radar de las esferas.

-Según el radar, está debajo de nosotros – Respondió la del pelo añil.

-Creíamos que no llegarían, alteza – Hablaron, ambos miraron al agua para encontrarse a varias medusas.

-¿Qué diablos? ¿Acaban de hablar? ¿Y por qué te han llamado alteza? – Se sorprende Krillin.

-Es una larga historia – Contesta mientras se rasca la mejilla con un dedo – ¿Cómo habéis sabido que íbamos a venir aquí? – Preguntó algo confundida.

-Recuerde la habilidad de nuestra señora, princesa, nos ha mandado para ayudarles en su búsqueda – Habló una de las medusas respondiendo a la pregunta.

-¿P-Pero...cómo vamos a llegar al sitio donde se encuentra? Está en las profundidades del mar – El guerrero empieza a asustarse.

-Necesito que confíes en mí, vamos – Lo arrastra y caen al agua.

La chica se convirtió en sirena al contacto con el agua, Krillin al verla se quedó asombrado ante tal cambio en ella

-Ten, esto te ayudara a respirar y hablar bajo el agua en lo que encontramos la esfera – Respondió dándole su collar de sirena al guerrero.

El hombre simplemente rodeó su muñeca con el collar para ir más cómodo mientras lo portaba. Krillin aún estaba algo confundido por el entorno de aquel mar, pues no esperaba que en aquel inhóspito sitio quedase alguna esperanza de vida marina.

-Parece mentira que vayamos a revivir a esa tal Windy...– Comentó por encima Krillin viendo como el pulso le temblaba ligeramente, Noel se giró para ver que le ocurría.

-¿La conociste previamente? – Quiso saber la sirena por el repentino cambio de voz del hombre calvo.

-No exactamente, solo sabemos lo que Vegeta y vosotras nos habéis contado de ella – Respondió Krillin – Y por las descripciones dadas de ese saiyajin, no parece tener muy buena reputación.

-Eso mismo pensábamos nosotras cuando Hanon nos propuso revivirla – Contestó Noel mientras seguía nadando siguiendo las indicaciones del radar en búsqueda de la esfera – Sin embargo y razonando un poco, creo que puede servirnos su ayuda.

Ambos siguieron nadando un rato largo hasta que Krillin vio que había unas piedras de grandes dimensiones, algunas de estas parecían ser parte de otras más grandes, aunque mirando las superficies que tenían las mismas y a diferencia de las que había en el resto del suelo acuático, eran lisas o con algún decorado marítimo.

-Noel, mira esto – Mencionó Krillin captando la atención de la mencionada, que se acercó sin dudarlo al lugar en el que estaba el guerrero – Parece que aquí hubo una edificación hace años.

-Puede ser de la leyenda de las Reinas Blanca y Negra... – Pensó para sí Noel recordando lo que les contó Nikora – Ey vosotras - Llamó a las medusas, aunque solo una se acercó- ¿Puede ser que vuestra señora tenga un palacio aquí?

-Según lo que tenemos entendido por nuestra señora, algunos antepasados suyos tenían residencia aquí, pero el palacete que antes yacía aquí fue abandonado y de ahí que gran parte del mismo esté destruido – Respondió el animal.

Krillin sin embargo, giró su vista en dirección contraria al sentir un ki poderoso tras ellos dos. Al ver una sirena de cola negra y piel azul, se puso en posición de combate dispuesto a pelear con tal de proteger a Noel.

-¡¿Quién eres?! – Quiso saber el guerrero dispuesto a pelear, aunque Noel le puso una mano en el hombro e hizo las presentaciones correspondientes, indicando que aquella chica era Windy.

-Veo que habéis llegado al lugar donde antes había un palacio – Respondió Windy de brazos cruzados acercándose a ellos – Según tengo entendido, en el patio principal se solían hacer las presentaciones y creaciones de nuevas sirenas, podréis empezar buscando ahí aprovechando que el edificio está casi derruido -Indicó la mujer.

-¿Conoces este sitio? – Preguntó Noel curiosa – ¿Has estado aquí antes?

-No la verdad, solo sé cosas por libros que he leído y esta es la primera vez que veo un edificio así – Argumentó la pelinegra – Pero supongo que no perdéis nada por empezar buscando en donde os he dicho – Mencionó Windy antes de que su ilusión desapareciera por completo ante Krillin y Noel.

El guerrero se quedó confundido y asustado por la repentina aparición y desaparición de aquella tal Windy a la que iban a revivir. Noel por su parte ya se había acostumbrado a ver aquellas cosas. Ambos procedieron a ir a buscar la esfera en el lugar donde les había indicado aquella ilusión de Windy.

Tal y como era de esperar, aquel palacio que pudo haber sido de grandes dimensiones tiempo atrás, ahora era lugar para que los peces salvajes nadaran por donde quisieran sin control alguno, por no hablar de que otros, como pulpos, chocaban contra paredes provocando la caída de estas. Por suerte, Noel y Krillin pasaron desapercibidos y pudieron llegar al jardín principal sin problema alguno, y el radar que les había dado Bulma empezó a sonar con más fuerza cuando salieron a aquel amplio lugar.

El sitio era grande, podría decirse que casi tanto como lo pudo haber sido el palacio cuando estaba en pie. Había algunas columnas, la mayoría destruidas por el tiempo, que iban indicando el camino a una gran fuente con un trono negro con forma de concha cerrada.

-El rastreador dice que está ahí dentro – Contestó Noel levantando la mirada del objeto al gran trono cerrado.

-Habrá que abrirlo – Dijo Krillin apretándose los nudillos para abrir la concha.

Hizo un gran esfuerzo para abrir aquel objeto, pero finalmente lo consiguió, y encontraron la esfera de 5 estrellas y ambos se sonrieron alegres de estar cada vez más cerca de revivir a Windy.

-¿Sabes Noel? Ahora tengo curiosidad por conocer a Windy, seguramente pueda enseñarnos cosas que desconozcamos, y si dices que tiene visión futura, puede servirnos de oráculo para algunas cosas – Dijo Krillin cuando salieron del agua y devolviéndole el collar-

-Es lo más probable, pero seguramente os diga que no usemos de esa habilidad a menos que sea estrictamente necesario – Comentó Noel agarrándose a Krillin para volver a la Capsule Corp, a lo que el guerrero la miró confundida – Según dice ella, usar la "visión futura" es una habilidad que consume mucha energía.

-Entiendo, entonces habrá que tener cuidado con ello – Opinó Krillin, acto seguido aceleró la marcha para ir rápidamente a reunirse con el resto.

-Con Yamcha y Coco-

-¡Me encanta esta sensación! – Exclamó Coco, entusiasmada mientras disfrutaba de la experiencia y de las hermosas vistas que podía contemplar desde las alturas – ¿Cómo es posible que puedas volar siendo un humano? hasta donde yo tenía entendido, nadie tenía esa habilidad...

-Aprendí a hacerlo hace ya mucho tiempo – Respondió el hombre, agradecido porque le hubiera tocado acompañar a una mujer tan agradable y simpática – Incluso para un humano común, es posible llegar a dominar el vuelo, siempre que siga una cierta disciplina. Lleva tiempo, pero en realidad merece la pena. Es una técnica muy útil, sobre todo en ocasiones como ésta – Explica.

-Comprendo – Respondió la princesa antes de sumirse en sus pensamientos, dándose cuenta de la cantidad de cosas que aún desconocían de aquel mundo a pesar de que ya llevaban mucho tiempo viviendo en él, y preguntándose a sí misma cuanto más les faltaría por descubrir.

-Ya hemos llegado – Avisó Yamcha al cabo de unos minutos, sacando a Coco de sus ensoñaciones justo a tiempo para que pudiera fijarse en cómo la playa y un hermoso mar azul se extendían ante ambos, inmensos e impresionantes a partes iguales – Según el radar, la esfera se encuentra a unos kilómetros de donde nos encontramos – Informa.

-Mmm...tenemos un pequeño problema. No podremos meter en el agua este radar porque podría estropearse y dejar de funcionar, y sin él... a menos que memoricemos la posición exacta de la esfera, no nos resultará sencillo dar con ella – Se pone pensativa.

-Oh, no tienes nada de qué preocuparte al respecto, Bulma es una mujer muy previsora y lo ha fabricado de tal manera para que resulte impermeable y resistente a ciertas profundidades – La calmó Yamcha, mostrándole una sonrisa amable en su rostro.

-Es bueno saber eso – La sirena rubia suspiró aliviada al escuchar aquella nueva información que les resultaría muy útil en su misión. Ahora ya no tenía nada que temer.

-En cambio, lo que a mí sí me inquieta es cómo nos la vamos a apañar para sumergirnos sin ahogarnos. No contamos con ningún equipo especial de buceo ni nada que se le parezca – El guerrero pareció desanimarse ante aquel contratiempo mientras en su cabeza trataba de dar con alguna solución que les permitiera cumplir su tarea sin arriesgar su vida. Sin embargo, Coco fue mucho más rápida que él y se le adelantó en las conclusiones.

-En ese sentido tampoco vamos a encontrar ningún inconveniente. Confía en mí ¿vale? – Le guiñó el ojo para tranquilizarle.

La princesa sirena de la perla amarilla se lanzó de cabeza al agua, sumergiéndose durante unos instantes antes de reaparecer de nuevo, justo a tiempo para observar que Yamcha casi había llegado a su posición.

-No comprendo nada de lo que estás haciendo – Se quejó Yamcha, impaciente y muerto de intriga por tanto misterio.

-Espera y verás – Sonrió ella sacando su cola por encima de la superficie, mostrándosela con orgullo a Yamcha que se quedó a cuadros al descubrir la verdadera naturaleza de aquella enigmática joven.

-No quisiera ser grosero, pero...¿Qué clase de ser eres tú, exactamente? – Quiso saber él mientras volvía a contemplar con asombro su nuevo aspecto.

-Soy una sirena – Replicó Coco haciéndole un breve resumen de las características de su raza para que el guerrero conociera más detalles sobre ellas y así no tener que repetírselo en un futuro – Lo que significa que puedo respirar debajo del agua, y gracias al poder de mi colgante y mi perla, además de eso, también puedo extender esa capacidad a otras personas.

-¿Eso quiere decir que podré nadar sin peligro de morir ahogado? – Yamcha le miró con cierta cautela y recelo.

-Eso es – Asintió Coco con una sonrisa encantadora, de oreja a oreja que terminó de convencer al guerrero.

-De acuerdo – Yamcha decidió hacer caso de su instinto, que no advertía ningún peligro por parte de la sirena, y se zambulló él también en las aguas, llegando pronto hasta ella – Según lo que marca el radar, la esfera que andamos buscando se sitúa al sureste, justo en el límite del Océano Pacífico Sur.

¡Fantástico! – Exclamó la sirena amarilla, eufórica- ¨Sólo espero que podamos llegar a tiempo sin encontrar obstáculos por el camino¨ – Pensó mientras aceleraba el paso, dejando atrás a Yamcha.

-¡Eh, espérame Coco! – Gritó el guerrero moreno intentando alcanzarla – ¡Puede que tú estés acostumbrada a nadar a semejante velocidad pero yo no soy capaz de seguirte el ritmo! – Gritó para llamar su atención para que se detuviera

-Tienes razón, lo siento mucho-la nombrada frenó en seco y esperó paciente a que Yamcha regresara a su lado – Cuando me concentro en algo se me olvida todo lo demás, lo siento – Se disculpó.

-No pasa nada – Jadeó Yamcha solicitando un momento para descansar, tras el cual volvieron a retomar la marcha, dispuestos a acabar cuanto antes su misión.

-Por suerte, ya no nos queda demasiado – Informó Yamcha comprobando por enésima vez el dispositivo que les había entregado Bulma – Por lo que estoy viendo, calculo que nos encontramos a pocos minutos de la zona en la que se encuentra la esfera.

-Perfecto – La chica sonrió con entusiasmo mientras continuaban nadando en el vasto océano, hasta que llegaron a una extensa llanura submarina en la que encontraron un gigantesco arrecife de coral.

-Ya hemos llegado – Avisó el guerrero deteniéndose justo enfrente de la impresionante formación natural – En alguna parte de este sitio daremos con la bola ¿ahora qué hacemos? ¿vamos a por ella los dos juntos o nos dividimos para ampliar el campo de búsqueda? – Preguntó para pensar un plan.

-Creo que lo mejor será que nos dividamos – Resolvió Coco – Si uno de los dos la encuentra, bastará con que pegue un grito – Sonrió antes de marcharse por su cuenta a uno de los muchos corales que habitaban en aquel lugar mientras que Yamcha hacía lo propio en la misma área en el que se había parado pocos segundos atrás.

Era una tarea más laboriosa de lo que se había imaginado puesto que había un montón de hoyos y de intrincadas marañas de corales y otras plantas exóticas que dificultaban la visión y entorpecían su avance. Yamcha no estaba seguro de cuánto tiempo había transcurrido desde que habían llegado allí y desde que él había comenzado a examinar todos los huecos en los que podría encontrarse la esfera que tanto ansiaban, sin embargo, una voz femenina interrumpió sus ensoñaciones y le devolvió a la normalidad.

-¡Eh Yamcha! – Gritó Coco desde la distancia – ¡Ya puedes dejar de buscar! Acabo de encontrar la esfera. Estaba medio enterrada en la arena y muy próxima a la salida de este arrecife – Llega Coco contenta con la esfera de 6 estrellas en su mano

-Ahora que ya tenemos lo que hemos venido a buscar, deberíamos regresar de nuevo a casa de Bulma – Sugirió Yamcha cuando los dos volvieron a reunirse, obteniendo una respuesta afirmativa por parte de la chica.

Ambos retornaron por el mismo camino por el que habían llegado al arrecife del Pacífico Sur y pronto volvieron a alcanzar la superficie.

-¡Todo despejado! No hay nadie por ninguna parte, aunque por si acaso deberíamos tener cuidado hasta que estemos en un lugar más seguro – Informó ella cuando sacaron sus cabezas del agua para inspeccionar que no hubiera personas a su alrededor que pudieran ponerles en un compromiso.

Tras cerciorarse de que el objeto anaranjado que portaban, se encontraba a buen recaudo y a salvo de cualquier tipo de imprevisto, el guerrero volvió a subir con delicadeza a la mujer a su espalda, elevándose en el cielo mientras la brisa ligera les despeinaba el pelo. Ambos permanecieron en silencio durante todo el trayecto por el agotamiento, sin embargo, estaban felices de haber logrado con éxito su objetivo y deseosos de regresar al punto de partida.

-Con Gohan y Seira-

-¡Esto es muy divertido! – Exclamó contenta la sirena mientras sobrevolaban la Montaña Baozi.

-Agárrate bien, ya estamos cerca – Le informa Gohan y aumenta la velocidad del vuelo.

El radar localizó la esfera al este de la Montaña Baozi, Gohan gracias a que vivía por la zona, se la conocía de norte a sur y de este a oeste, así que no tendrían ningún problema, bueno, tenían que tener cuidado con algunos dinosaurios y animales que habitaban por la zona. Escucharon que el radar comenzó a pitar de manera continua, dándoles la señal de que estaban cada vez más cerca de la esfera.

-Gohan, mira, esto viendo algo brillar ahí abajo – Señalo Seira en una roca en el que se veía un pequeño destello.

Bajaron con cuidado para buscar ese destello, dando la casualidad de que se trataba de la esfera de 7 estrellas, Seira la cogió con cuidado al pensar lo frágil que será ese objeto mágico.

-Es muy bonita – Halaga la sirena naranja cuando ve su reflejo en ella.

-Sí que lo es, aunque me sorprende que haya acabado en un lugar como este – Se queda pensativo.

-¿Por qué lo dices? – Preguntó algo confusa y sintió una pequeña corriente tras ella - ¿Eh? – Se gira y ve a un T-Rex - ¡¿QUÉ DEMONIOS?! – Grita al ver al dinosaurio y este se levanta para soltar un gran rugido.

-¡Seira, vámonos! – Le coge la mano y huyen de ahí.

-¡¿De dónde ha salido ese dinosaurio?! ¡Creí que estaban extintos! – Exclamó mientras corrían.

-¡Claro que no, ellos han estado aquí por mucho tiempo! – Le responde mientras ve cómo el T-Rex les pisa los talones - ¡Me parece que hemos profanado su nido y cree que la esfera también es uno de sus huevos! – Contesta agitado.

-PUES NO SÉ CÓMO PIENSA QUE ESTO SE ABRIRÁ CON SUS CRÍAS – Grita Seira y suelta su mano de la Gohan – ¡Intentaré detenerlo! ¡Bolas de fuego! – Lanza varias a sus patas haciendo que se detenga mientras lanzaba un alarido.

-¡Ni con eso lo conseguirás, vamos! – Le coge de la cintura y echa a volar dándole esquinazo al dinosaurio – Uff, por qué poco – Suspira aliviado.

-¡¿Por qué no has pensado en eso antes?! – Se enfada, este suelta una risa nerviosa por haberlo olvidado – Arg, por lo menos estamos vivos – Suspiró también Seira mientras regresaban a la casa de Bulma

-En la Capsule Corp-

Tras haber encontrado todas las esferas, todas las parejas descendieron al jardín trasero de la casa para tener más espacio, porque según les ha explicado Bulma, el dragón que salía de esas esferas era enorme y no habría espacio ahí dentro, así que accedieron esperando ver cómo funcionaban esas esferas.

-¡Sal de ahí, Shenlong, aparece y concédeme mi deseo! – Exclamó Bulma y las bolas empezaron a brillar.

A los segundos el cielo empezó a nublarse como si fuera una amenaza de lluvia alertando a las sirenas para salir corriendo de ahí cuanto antes para evitar convertirse en sirenas, pero se detuvieron al ver como una luz salió de las esferas para irse hacia el cielo, empezando a formarse una figura, cuando acabó se trataba de un dragón con un cuerpo serpenteante de color verde bastante grande y unos ojos rojos que daban algo de miedo.

-¿Cuál es vuestro deseo? Cumpliré cualquier deseo que me pidáis, sólo podéis pedir 3 deseos – Explica el dragón.

-¡¿Qué, habla?! – Se sorprenden las sirenas.

-Chicas, adelante – Les alenta Bulma.

-Hanon...te toca – Le dice Noel y ella asiente mientras se acercaba con un poco de miedo al gran dragón.

-¿Y bien? ¿Qué es lo que quieres que cumpla por ti? – Preguntó Shenlong observando a la peliazul.

-Hanon respiró hondo – Yo...quiero pedirte...que revivas a Windy – Contestó al fin.

-Eso será sencillo – Dice y se le iluminaron los ojos.

Al poco tiempo, empezó a aparecer una luz frente a ella que tuvo que retroceder unos pasos, empezó a adquirir forma revelando a una chica de pelo negro, ojos verdes y piel que portaba una ropa de entrenamiento.

-Bienvenida de vuelta al mundo de los vivos, Windy – Habló la sirena azul mientras su contraria le miraba con una sonrisa satisfecha.

-Continuará-

- Personaje: Snow pertenece a God_Maximus2029

- Gracias a Windyanas y JeiceLover por ayudarme con el capítulo y algunas escenas, gracias de verdad chicas.

Espero que disfrutéis el capítulo, se avecinan muchas cosas jejeje.


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