Capítulo 15
Ha transcurrido un tiempo desde que se enteraron de lo que iban a ser los hijos de Noel y Karen. Todos estaban emocionados porque llegase el momento del nacimiento para poder presenciarlo, sobre todo les fascinaba a las FEG, ya que, cuando Noel envió la carta al planeta de Windy gracias a las mensajeras que había en la reconstrucción de su reino, todos estuvieron pendientes de esa noticia, y les emocionaba mucho sobre que serían ya que nunca habían tenido la ocasión de conocer y mucho menos ver sirenas, y además conocer descendientes híbridos entre sirenas y humanos o con otra especie.
Posteriormente, Hanon continuaba investigando acerca de los sueños que ha estado teniendo porque seguía teniendo muchas preguntas sobre su futuro. Y más cuando estaban cuestionando a su prometido, a lo mejor le dirían que es muy desconfiada, pero incluso podría tener razón, porque había notado raro a Nagisa en los últimos días, y estaban a 1 mes de casarse.
Mientras tanto, Karen estaba leyendo un libro que le regaló Noel para que ambas se sientan tranquilas y preparadas para cuando llegase el momento del nacimiento de sus hijos, la verdad es que lo estaban llevando bien a pesar de que era su primer embarazo. El resto de las chicas estaban pendientes de ellas, pero tenían claro que aún debían tener cuidado porque a lo mejor, una batalla que daban por ganada...todavía no había terminado.
-Cariño, ya he vuelto - Escuchó la pelimorada en lo que se asomaba Subaru por el salón - ¿Estás mejor? - Le da un pequeño beso en la cabeza.
-Hola cielo - Le respondió el gesto Karen dándole un pico en los labios - ¿Cómo te ha ido con la investigación? - Le preguntó mientras se acomodaba en el sofá.
-Todavía continuamos averiguando del por qué está habiendo una brecha en el casquete polar, pero está controlado, no tienes de qué preocuparte - Subaru le cogió la mano con delicadeza, de pronto sonó el timbre de la casa - Yo voy.
La sirena se levantó con cuidado para poder recibir la visita correctamente, pero Karen no se esperaba que la persona que había entrado en su casa era alguien que no había visto en mucho tiempo.
-¡Karen, querida, me da tanto gusto verte! - Apareció una mujer de cabello rojo cobrizo, ojos azules y vestida elegantemente - Es una maravillosa noticia - Le dio un pequeño abrazo, la peli-morada todavía estaba en shock.
-Bienvenida, Sra Eris, hacía mucho que no sabíamos de usted - Comentó Subaru educadamente.
-Oooh, tú siempre tan caballero, Subaru, mi sobrina tomó una muy buena decisión cuando se casaron - Comentó Eris mientras Karen enarcó una ceja interrogante.
-Querido, ¿por qué no vas a preparar tu famoso té inglés mientras hablo con mi tía? - Le dijo la pelivioleta mientras se sentaba con cuidado, Subaru asintió y se dirigió a la cocina - ¿A qué has venido? - Preguntó cambiando a una expresión seria.
-Oh, vamos, querida, ¿no te da gusto verme después de tanto tiempo? - Preguntó la pelirroja con una expresión dramática.
-Llevamos sin verte desde la boda de Rina y la conversación que tuvimos no fue precisamente...agradable - Aclaró la pelimorada.
-Oh vamos, Karen, tuve un día muy ajetreado en el reino y no podía tener contratiempos, además, tu hermana tuvo pequeños fallos en su coronación - Dijo con una sonrisa burlona.
-Aquí traigo el té, espero que sea de su agrado, Sra Eris - Interrumpió el hombre dejando la bandeja en la mesa junto con unos dulces - Te he hecho tu té especial, cariño - Le da la taza con cuidado y luego le da otra a Eris.
-Esto está delicioso, Subaru, tienes un don muy excepcional para preparar estas cosas - Le halaga mientras daba un pequeño sorbo a la taza - ¿Cómo está el pequeño? - Señaló con la mirada el vientre de Karen.
-Bien - Respondió Karen cortante.
-Estamos muy ansiosos, nos han dicho que todo está bien - Contestó Subaru feliz mientras posaba una mano en el vientre abultado de la sirena.
-Eso son buenas noticias, querido, espero que lo eduquéis bien para cuando tenga que prepararse para reinar - Explicó con un tono superior.
-Creo que no eres la indicada para decidir el futuro de mi hija, tía Eris - Subaru miró a su esposa sorprendido porque muy pocas veces la había visto de mal humor a su mujer.
-Sólo doy mi opinión, querida. Hay que estar preparado para todo - Eris le dio otro sorbo al té.
-Bueno, creo que... - Subaru iba a hablar, pero fue interrumpido por una llamada en su teléfono - Es del equipo de investigación, vuelvo enseguida - Le dio un beso en la cabeza a Karen y se fue arriba para tener privacidad.
-Dime la verdad, tía Eris, ¿qué es lo que quieres? - Preguntó la pelimorada mientras se ponía recta en el sofá.
-Siempre tan directa, querida Karen, tienes un carácter demasiado fuerte - Opinó la pelirroja mientras dejaba su taza sobre la mesa - Llevo tiempo sin saber de vosotras ni de cómo van vuestros reinos desde que decidisteis investigar más sobre el mundo de los humanos y sobre todo cuando decidisteis juntaros con humanos, ya no estáis formando parte de vuestro mundo - Explicó de forma seria.
-Nosotras elegimos esta vida y ha sido una buena oportunidad, no vamos a cambiar eso sólo por tu deseo para continuar con un linaje que no has podido tener - Respondió Karen, haciendo enfurecer a la elegante mujer.
-Eres igual que tu hermana Noel, desde vuestro casamiento y desde que estáis embarazadas habéis cambiado, todas lo habéis hecho y habéis elegido el camino equivocado, tus hermanas Luchia y Noel se han juntado con miembros enemigos y las demás os habéis arruinado por unos miserables humanos, me siento muy decepcionada - Eris se levantó lentamente - Espero que la única sirena que queda no escoja ese mismo camino y se centre en tener una vida elegante y muy respetada en el mundo marino - Aclaró refiriéndose a Seira.
-Creo que es hora de que te marches, no pienso seguir escuchándote - Karen se levantó con mucho cuidado mientras le señalaba con la mano la puerta de salida.
-Bien, pero no digas que esto no ha sido una advertencia, querida - Eris se levantó y cogió sus cosas, en ese momento bajó Subaru.
-¿Ya se va, Sra Eris? - Preguntó el hombre al ver que la mujer estaba recogiendo su bolso.
-Si, querido, tengo que volver a mi reino por unos asuntos, pero gracias por el té y por la hospitalidad - Contestó la pelirroja mientras ponía su mano para que Subaru la besara de forma elegante - Nos vemos queridos, y enhorabuena por vuestro bebé, espero noticias - Dijo rápidamente y se fue.
-¿De qué habéis hablado, cariño? - Preguntó el hombre curioso.
-De nada, solamente me ha preguntado por el bebé - Contestó Karen rápidamente, y de pronto sintió un pequeño pinchazo en su vientre - Ouch, tranquila pequeña - Se acarició el vientre ya que notó a su hija inquieta.
-¿Estás bien, Karen? ¿Es la hora? - Subaru empezó a ponerse nervioso.
-No, cariño, sólo son patadas, creo que la niña está algo inquieta - Contestó la pelimorada mientras respiraba profundamente - Maldita sea con mi tía Eris, espero que no vuelva en un tiempo o mejor...nunca - Pensó mientras se incorporaba despacio con ayuda de su marido.
-Voy a prepararte un baño para que ambas estéis cómodas y relajadas, ¿te parece bien? - Le preguntó Subaru al verla tan tensa, Karen asintió estando de acuerdo porque en ese momento lo necesitaba - Bien, iré a prepararlo, tú descansa - Le da un beso en la frente y sube arriba.
-¿Renunciar a esta vida? Creo que ella jamás ha conocido a un hombre tan bueno para ella - Pensó la mujer riéndose internamente de su tía.
-En otro lugar-
-¿Te gusta este color para tu mesa, Hanon? - Le preguntó Rina mientras continuaban viendo más gamas de colores para la boda de la sirena azul.
-Quiero algo de más claridad, no puedo combinar tantos colores - Comentó Hanon mientras veía el color de los centros de mesa.
-Llevas ya muchos cambios con la boda, ¿qué te ha pasado? Si lo teníais todo organizado - Comentó Luchia al ver la actitud tan rara de Hanon.
-Pero quiero hacer unos pequeños cambios - Suspiró la peliazul mientras tachaba cosas en una pequeña lista.
Las otras sirenas seguían sin entender como su hermana estaba cambiando tanto cuando quedaba muy poco para la celebración, y desde que se fue Windy, se le notaba alterada o estresada y si le preguntaban evitaba excusándose con cualquier cosa y se iba. Por otro lado, en la mente de la chica todavía estaban rebotando esos sueños tan extraños sobre su futuro, pero tenía muchas preguntas sin responder y esa sombra tampoco ayudaba.
Cuando terminó de organizar con las demás, estas se marcharon para darle tranquilidad, pudiendo pensar en lo que necesitaba para averiguar más cosas sobre esos sueños o sobre la sombra. Hanon intuyó que los sueños comenzaron cuando Windy resucitó, pero fueron aumentando cuando fue al Infierno con ella, no tenía sentido volver allí y correr peligro, pero tenía que encontrar respuestas acerca de todo lo que le estaba ocurriendo.
Se pensaría que estaba loca, pero era una chica curiosa y necesitaba información. No quería llamar a Windy, porque sabía que no le daría las respuestas que buscaba. En poco tiempo, apareció en el estanque de sangre, se fue a unas grandes rocas para observar si no había ningún villano cerca para poder salir, pero había averiguado demasiado pronto, ya que vio a la lagartija blanca junto a unos soldados que llevaban el mismo uniforme que las Fuerzas Especiales Ginyu.
-¿Estáis seguros de lo que visteis, Zarbon? - Preguntó Freezer hacia su segundo al mando.
-Por supuesto, Lord Freezer, el simio junto con su amigo ayudaron a la sirena a escapar, al parecer esas sirenas vinieron con Windy de nuevo - Afirmó el hombre de piel azulada.
-Con qué esa traidora ha vuelto aún continuando viva..es algo muy interesante - El changlong se puso en una postura pensativo, algo que empezó a asustar a la sirena.
-¿Qué quiere que hagamos, señor? - Preguntó Dodoria al ver la postura de su jefe.
-Bueno, si esas hermosas criaturas conocen un medio para entrar y salir de aquí...podríamos utilizarlo a nuestro favor...-Sonrió de manera maliciosa.
-Oh no, ¿qué es lo qué he hecho? Si esos malignos averiguan cómo salir de aquí, nuestro mundo estará en peligro, creo que no ha sido buena idea venir - Pensó Hanon al escuchar la conversación.
La sirena iba a retirarse del lugar para evitar un mal hacia su mundo, si no fuese porque escuchó un estruendo haciendo temblar el terreno.
-¿El Sr Célula vuelve a estar de mal humor? - Preguntó Kiwi al escuchar otro estruendo.
-Desde que Goku y su amiguito nos encerraron en la prisión, se está entrenando para vencerlos, y no está dudando en querer aumentar su poder - Aclaró el changlong, y al segundo se escuchó otro estruendo - Aunque creo que mejor iré a observar qué es lo que va a destrozar ahora - Se rió de manera burlona para enmendar el vuelo junto a sus secuaces.
Cuando ya se fueron, Hanon salió para investigar un poco procurando no ser vista por otros villanos o criaturas extrañas que delataran su intrusión. Se fue adentrando en el bosque que había pasando la montaña de pinchos, escondiéndose tras los árboles que tuviesen alguna vegetación para no llamar la atención, pero era algo difícil sabiendo que la gran mayoría de malvados que habitaban en el Infierno podían volar. Posteriormente, la sirena encontró una pequeña llanura dónde misteriosamente había tranquilidad...o eso pensaba ella hasta que vio pasar una pequeña sombra delante de sus ojos haciendo que se levantara algo de tierra.
Cuando abrió los ojos se encontró con una especie de infante mirándola fijamente, tenía una especie de armadura azulada con manchas, piel blanquecina y ojos rosas, lo que hizo que Hanon retrocediera porque no sabía de lo que podía ser capaz este ser tan extraño, aunque le recordaba a alguien pero ahora con el miedo no era capaz de averiguarlo. Con mucho cuidado, iba andando hacia atrás, pero cada paso que daba, el niño volaba hacia delante evitando que pudiese escapar.
-¿Qué es lo que eres? - Preguntó el niño mientras miraba a la sirena con confusión y curiosidad.
-¿Qué? ¿De dónde ha salido este niño? ¿Acaso nunca ha visto a una chica o a su madre? - Pensó Hanon sorprendiéndose - Mi nombre es Hanon...¿y tú quién eres pequeño? - Preguntó mientras intentaba tranquilizarse.
-No lo sé - Respondió rápido, sorprendiendo aún más a la sirena - ¿Por qué no llevas una aureola? - Volvió a preguntar.
Hanon estaba muy confusa por el comportamiento tan raro de ese niño, le hacía muchas preguntas y cuando quería ella preguntarle sobre su origen o cómo había acabado en ese mundo, respondía de nuevo con qué no lo sabía o decía que le habían prohibido hablar sobre eso, algo muy desconcertante. La sirena dio una pequeña observación hacia el niño, dándose entender que no tendría más de 10 años, pero le parecía triste que hubiese tenido un final terrible para acabar en este lugar tan maligno.
Sin embargo, el infante se sintió más interesado por la sirena, volaba a su alrededor para verla mejor ya que hasta ahora no había visto ni conocido ninguna figura femenina desde que ingresó aquí con el resto, pues la chica le estaba transmitiendo una sensación de paz y tranquilidad, algo que no había sentido hasta ahora.
Al cabo de un rato, el infante escuchó un ruido fuerte junto con un llamamiento parecido a un silbato, dando a entender que su momento de paz y tranquilidad había finalizado.
-¿Qué es eso? - Preguntó Hanon al escuchar ese sonido, provocando que se tapara los oídos por el mal desafino que transmitía.
-Tengo que irme - Soltó el niño sin más para emprender el vuelo.
-¡Espera! - Hanon le llamó para detenerlo - ¿Volveré a verte? - Preguntó mientras el niño de armadura la miraba fijamente.
-No lo sé - Contestó sin más y se marchó dejando a la sirena sola.
Hanon se quedó algo desilusionada por ese niño, y sobre todo porque todavía no había encontrado ninguna respuesta acerca de sus sueños, pero sabiendo el cómo eran los seres que vivían aquí, se le hacía mejor idea marcharse por el momento hasta que volviese a tener el valor de regresar de nuevo.
Cómo había hecho antes, volvió por donde vino teniendo cuidado de no ser vista por ningún villano ya que sabía que sus poderes no eran nada contra las técnicas de lucha y otras fuerzas que tenían que para la sirena eran imposibles de derrotar, y no tenía a Windy o a los Guerreros con ella.
Cuando llegó al estanque de sangre, miró por todos lados para ver que estaba despejado, lo cuál fue así y le pareció raro.
-Esto es muy extraño, no es normal que no haya villanos por aquí - Pensó Hanon aún vigilando.
Salió de detrás de la roca y corrió hacia el estanque de sangre para regresar a la Tierra, lo que no se había dado cuenta es de que estaba siendo vigilada por una sombra desde lo alto de la montaña de pinchos agradeciendo a la mujer como podría salir de ese Infierno la próxima vez que apareciera por ese lugar.
-Mientras tanto-
-En el Planeta Zaruma-
-Cariño, ¿estás segura de que es una buena idea? Recuerda que te vas a enfrentar a Windy - Habló Ginyu con nerviosismo mientras seguía a la pelirroja.
-Ginyu, voy a estar bien, además, Windy y yo ya nos conocemos, no pasará nada - Rubí intentó tranquilizar al capitán, pero seguía inseguro.
-Se que llevamos poco tiempo juntos, pero me preocupo por tu seguridad y por tu bienestar, y conociendo a Windy, piénsalo querida - Se paró frente a ella para que no continuase.
-Eres un exagerado, no sé por qué le tienes tanto miedo, ya lo hablé con ella, y solamente me va a ayudar a mejorar mi rendimiento en cuanto a mis poderes - Explicó la chica.
-P-Pero me dijiste que ya tenías tus poderes dominados cuando te uniste con el hermano de Lord Freezer - Trató de justificarse.
-En eso no te equivocas, querido, pero los chicos fueron mis principales maestros y Lord Cooler me supervisaba cuando era necesario, me mandaba a misiones en solitario y volví sana y salva - Contestó la pelirroja recordando a las Fuerzas Especiales de su antiguo jefe.
-Me sorprende tu capacidad, has mejorado desde la última vez que nos vimos - Alagó el extraterrestre morado.
-¿Te refieres antes de convertirte en una adorable rana? - Se rió Rubí y Ginyu le miró con cara de pocos amigos - Jaja, vamos, admítelo, fue bastante divertido verte en ese cuerpo pequeño durante un rato - Volvió a reírse cuando lo recordó.
-No sabes por lo que pasé estando encerrado en el cuerpo de esa rana, FUE HORRIBLE - Gritó poniéndose dramático.
Rubí se volvió a reír para sus adentros, por lo que le habían contado el resto de las Fuerzas Especiales, fue un error cuando quiso intercambiar su cuerpo con el de Goku y desde entonces fue vagando para poder encontrar su cuerpo o alguno mejor que le proporcionase la fuerza e inteligencia que necesitaba para volver a pelear con los saiyajins, pero estuvo con ese cuerpo durante años hasta que fue encontrado por Seira. Al cabo de un rato, llegaron a una sala principal donde estaba Windy con Burter y Saddie.
-Hasta que apareces, Rubí, pensaba que te habías acobardado de entrenar conmigo - Dijo la pelinegra mientras cruzaba sus brazos.
-He tenido un pequeño contratiempo - Miró a su novio quién miró hacia otro lado - ¿Vamos a empezar? - Preguntó mientras se acercaba.
-Me voy a retirar alteza, hablamos más tarde - Dijo Saddie haciéndole una pequeña reverencia a la pelinegra y se marchó.
-Suerte, querida - Burter le hace una seña a su novia sabiendo cómo iba a terminar este entrenamiento.
Ambas féminas se colocaron en una esquina para tener espacio para atacar, a los segundos se lanzaron la una a la otra esquivando sus ataques o sus golpes, Windy al tener más experiencia en el combate, era más rápida que la pelirroja y más ágil, Rubí al contrario sólo podía esquivar algunos ataques porque sus habilidades en el combate todavía no estaban muy perfeccionadas aunque tuvo unos duros entrenamientos con sus compañeros del ejército de Cooler, pero en nada se comparaban con los poderes de la pelinegra.
-No está nada mal, Rubí...para ser todavía una principiante - Se rió la sirena extraterrestre.
-Creo que me tomaré tu comentario como un halago, Windy, nunca he luchado contra alguien como tú, pero debo de admitir que no mentían cuando decían en el ejército que eras una digna adversaria - Opinó mientras esquivaba con suerte a una doble de Windy - ¡Oye! - Protestó al no esperarse ese ataque.
-No he dicho que iba a ser fácil, querida Rubí - Windy se encogió de hombros y apareció tras la pelirroja - Sé rápida - Le desestabilizó las piernas provocando que cayera al suelo de cara, por consiguiente la pelinegra puso su pie en la espalda de Rubí para que no se pudiera levantar - ¿Que te ha parecido? - Preguntó divertida.
-Se nota que tengo que mejorar para estar a tu altura - Rubí giró la cabeza para mirarla de reojo.
-Bien dicho, pero no has estado mal - Windy le ayudó a levantarse mientras la pelirroja le agradece por el esfuerzo - Ya no estás a órdenes de nadie, así que no tienes porqué preocuparte por mejorar tu rendimiento de lucha y de impresionar a ningún jefe, disfruta de tu libertad y de tu nueva vida - Le guiñó el ojo mientras la chica se sonrojaba recordando su relación con el capitán de las Fuerzas Especiales.
-Tomaré en cuenta tu consejo...gracias - La pelirroja le sonrió mientras veían como sus novios se acercaban a ellas.
-Buen combate, pequeñaja - Le halaga Burter mientras le da una toalla y una botella de agua, Ginyu hizo lo mismo con Rubí.
-Te dije que iba a estar bien - Rubí le dio un abrazo al capitán porque lo había notado nervioso desde que empezó el combate.
-Retracto mi decisión - Ginyu correspondió el abrazo sabiendo que la chica estaba bien.
Windy y Burter se quedaron mirando a la pareja, aunque llevaban poco tiempo juntos pese a que ya se conocieron en las reuniones de Freezer y Cooler cuando les era necesario, desde que Ginyu recuperó su cuerpo había reflexionado mucho acerca de una vida amorosa lejos de conquistas sexuales comercializaban los planetas que les mandaba el emperador, pero con Rubí todo ha sido diferente, se ha sentido querido y protegido, y esperaba no arruinar esta nueva oportunidad que se le había ofrecido.
-De vuelta en el Atlántico Sur-
Hanon después de ese pequeño viaje tenía todavía preguntas sobre ese niño con el que se había cruzado y no sabía cómo...le daba un aire familiar, pero no sabía de dónde, sólo se sentía triste porque alguien como él terminase con un final así y más en ese mundo tan peligroso.
-Lady Hanon, ¿se encuentra bien? - Le habló Meru mientras la miraba con preocupación.
-Si Meru... - Afirmó con una expresión dudosa - Solamente estoy cansada, ha sido un día largo - Contestó la sirena - Y muy raro - Pensó recordando a ese niño.
Al poco rato de terminar su cena, se retiró a su habitación y cuando llegó vio su traje de novia que iba a utilizar para su boda con Nagisa. Sus leyes marcaban que al ser una princesa podía elegir renunciar a su título para poder hacer su vida en la Tierra con su prometido, y si fuese al contrario, Nagisa y ella habían hablado de casarse en la superficie y a los días hacer una ceremonia oficial para coronarlos rey y reina del Atlántico Sur.
Posteriormente se quedó sentada en su cama mirando fijamente el vestido, desde que ha tenido esos sueños, lleva unas semanas con un sentimiento de duda, y no era por culpa de Windy, sino por esa sombra tan extraña que con solo caricias o palabras podía caer ante sus deseos. A los segundos cayó hacia atrás para empezar a soñar.
-En el sueño de Hanon-
Escuchaba una música relajante que me guiaba a seguirla, esto era justo lo que necesitaba después de tantas cosas extrañas, y no iba a negarme a una dulce melodía. Cuando me fui acercando, escuché unas risas de niños, algo que me desconcertó, pero me entró mucha curiosidad.
Salí de detrás de unos arbustos, pero no encontré a nadie, mi mente me había jugado un mal pensamiento, solamente estaba yo alrededor entre unos obeliscos enormes.
-Eres muy predecible para venir hasta mí, querida Hanon - Habló alguien, levanté la mirada para ver a la sombra de mis sueños.
-He escuchado una música, ¿has sido tú? - Pregunté curiosa haciendo que se riera.
-No tengo tanto talento como tú o nuestros hijos - Contestó y bajó hasta donde me encontraba - Pero atraerte hasta aquí, pensaba que iba a ser más difícil - Me levantó el mentón con suavidad - Eres perfecta... - Dijo con una voz grave.
-¿Estoy más cerca de encontrarte? - Le pregunté mientras ponía una mano cerca de su mejilla.
-Muy pronto me encontrarás - Junto su mano con la mía mientras apoyaba su barbilla en mi cabeza - Sólo tienes que ser paciente - Susurró y me dejé llevar por el momento.
Quise volver a intentar el contacto físico para tener más pistas sobre su aspecto, pero sólo notaba como una capa dura de piel, algo que me resultó extraño porque no conozco a nadie con ese tipo de características. A los segundos, vino una ráfaga de viento provocando que la sombra me soltase y me arrastrase fuera de su alcance. Cuando abrí los ojos me encontraba en mi habitación, pero lo curioso es que era diferente, había una cama más amplia y se notaba muy resistente, pero, ¿qué está pasando?
A los minutos escuché como se abría la puerta de mi habitación mostrando una sombra grande, ¿qué diablos?
-¿Estás lista? - Me preguntó, ¿lista para qué?
-¿Qué es lo que pasa? ¿Para qué tengo que estar lista? - Contesté con confusión, lo que hizo que soltara una pequeña risa.
-Veo que aún me tienes miedo, preciosa - Se fue acercando lentamente hasta donde estaba, mis impulsos dieron un efecto contrario - Mañana me convertiré en tu rey, y te voy a tratar como la reina que siempre te has merecido ser - Me cogió por la cintura para acortar la distancia.
¿Mi rey? ¿En qué momento nos habíamos comprometido? Estoy muy confundida, mi cuerpo reacciona sólo ante las palabras y caricias de esta sombra, no entiendo por qué no puedo detenerme.
-Sé mía, mi sirena - Escuché, pero a los segundos algo me arrastró hacia abajo haciendo que nos separaran.
El siguiente escenario era algo peculiar, me encontraba en una especie de lugar desierto, sólo veía rocas y tierra, no había mucha vegetación y no se escuchaba a ningún animal, pero si se escuchaban gruñidos y sonidos de cómo alguien estaba peleando. Observé hacia el cielo al descubrir unos destellos que iban y venían, me escondí detrás de un obelisco para no ser descubierta.
-Vaya, no conocía esta faceta de espiar a la gente - Me asusté al escuchar cerca de mí - Me alegra verte fuera del agua - Miré hacia arriba encontrándome con la sombra.
-¿Qué han sido esos destellos? - Pregunté curiosa.
-Estamos entrenando con los Goku y Vegeta, nos han pedido una revancha, y creo que el principito no está de buen humor - Soltó una pequeña risa, algo que me hizo sonreír inconscientemente - Te ves preciosa cuando sonríes - Me sonrojé ante tal comentario y quise evitar mirarle - ¿Por qué me evitas? ¿No lo estoy haciendo bien? - Alargó su mano queriendo acercarme a él.
-Todo esto es tan...confuso...estoy a punto de casarme y tú sólo me creas dudas - Contesté mientras pequeñas lágrimas amenazaban con salir de mis ojos.
-Ese humano no te dio lo que yo pude darte, te di una acción que cuando tú luchaste contra tus enemigos, no la viviste al máximo, te ayudé a incrementar tus poderes y tu cuerpo para que puedas defenderte, y sobre todo...te hice una mujer... - Lo último lo dijo con una voz grave que me provocó escalofríos.
Iba a responder ante sus palabras, pero fui absorbida de nuevo...
-Fin del sueño de Hanon-
-Continuará-
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top