—Por favor, es viernes — exclamó Taehyung, jalando de su brazo mientras salían del restaurante —. Hay que tener un poco de acción por hoy.

YoonGi negó con una sonrisa en sus labios.

—La única razón por la que quieres llevarme es para que sea tu niñera — respondió YoonGi, soltándose del agarre de su amigo —, mañana tenemos trabajo.

—Pooor favooor — Taehyung se colgó de su espalda, siendo como un niño empalagoso —, abrieron un nuevo antro, deberíamos ir con los chicos.

—Te aseguro que todos tienen los mismo planes que yo, llegar a casa y dormir. Taehyung, recuerdan que sólo tenemos un día de descanso a la semana y no es mañana.

El menor hizo un puchero, se separó de YoonGi y entonces tomó su celular, enviando varios mensajes en cuestión de segundos. YoonGi seguía su camino hasta la para de autobuses en aquélla zona.

—Chan y Hoseok están disponibles, dicen que sí van.

YoonGi rodó los ojos, una parte de él sabía que sus amigos no se negarían, pues ya había pasado bastante tiempo desde que habían salido juntos.

—Por favor, YoonGi. Sólo vayamos por unas horas para pasar un buen rato los cuatro. — su amigo le dio suaves golpes con el codo, incitándolo a ir.

El rubio suspiró con fuerza, podía jurar que Taehyung no cerraría la boca hasta que tomaran caminos separados. Quería dormir pues estaba demasiado cansado, pero también quería entretenerse un rato con algo más que no fuera el trabajo.

Además, necesitaba liberar un poco su mente, la cual se encontraba siendo extorsionada por aquel lindo chico rubio que visita frecuentemente el restaurante.

Desde aquélla vez que Park JiMin había visitado el restaurante de la mano de su padre, había estado yendo varias veces. En ocasiones sólo iba a desayunar con el señor Sangwoo, otras veces sólo iba y pedía comida para llevar, a veces también pasaba en las tardes para comprar un café o una bebida. Pero eso era suficiente para YoonGi, quien no se molestaba en quitarle la mirada de encima cada vez que JiMin aparecía.

Debía admitir que el chico era atractivo, demasiado en realidad. Pero había algo que no dejaba de dar vueltas en su cabeza. Y eso era que, estaba poniendo sus ojos en el lugar equivocado.

Así que, con ese problema en mente, aceptó la invitación de su amigo, dando por finalizada su pelea y tomando caminos diferentes para cada quien ir a casa y alistarse.

YoonGi no era tanto de salir y emborracharse, pues le gustaba más quedarse en casa viendo alguna película o simplemente durmiendo. Aún así, quería probar tener un poco de distraído aquélla noche.

Después de llegar a su departamento, tomar una ducha y arreglarse correctamente para poder salir, se sentó sobre su sofá y se propuso a vagar por internet, buscando un poco de información acerca del hombre que sus compañeros de trabajo le habían mencionado.

Hace dos días, llegaron a la teoría de que en realidad Park JiMin, era el hijo biológico de Park Hyunbin, no era difícil darse cuenta. El señor Hyunbin era muy conocido, había fotos de él en internet y el parecido en ambos eran impresionante.

El problema es que, Park Hyunbin no era precisamente una buena persona.

Sus dedos temblaron sobre la pantalla de su celular, el hombre era conocido por sus trabajos sucios, todos conocían aquella zona de la ciudad, el distrito al que pertenecía Park Hyunbin estaba lleno de hombres armados, grandes casas produciendo dinero y una seguridad de primera.

Pero ahora, no sabía porqué razón Park Jimin era reconocido como el hijo de Choi Sangwoo.

Ignorando el dolor de cabeza que estaba comenzando a tener, apagó su celular y guardó sus cosas para después salir de su departamento y esperar por Taehyung en recepción.

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Al llegar al lugar, la música sonaba a gran potencia, provocando que no se escuchara absolutamente nada más que los pocos gritos de personas bailando y tomando. Sintió como alguien tomó su mano, vio al hermano de Hoseok, Seonwoo tomar de esta con cierta timidez.

Sonrió algo apenado y sujetó de la mano al chico, para que así no se perdiera entre la multitud. Una vez que lograron encontrar un sitio para quedarse, soltó su mano, evitando ver la cara de tristeza en él cuando hizo aquello.

Si Hoseok le hubiera dicho que su hermano iba a venir, definitivamente hubiera declinado el ir con ellos.

Seonwoo era agradable, era un chico amigable, divertido y cuidadoso con las personas que lo rodeaban, nada comparado con lo escandaloso, eufórico y alocado que era su hermano.

El chico estaba en una especie de romance adolescente con él, y por mucho que a YoonGi le pareciera atractivo, Seonwoo sólo podía ser el hermanito de su mejor amigo, y hasta ahí.

—Bien, ¡hay que tomar hasta perder la conciencia!— Taehyung gritó, siendo escuchado a duras penas por sus amigos —, YoonGi, tu vienes conmigo.

El rubio asintió, alejándose de sus amigos otra vez, dirigiéndose hasta el bar que se encontraba cerca de ellos. Taehyung pidió sin vergüenza alguna un montón de cervezas y dos botellas de vodka. YoonGi sólo pudo reír bajito al ver que su amigo tenía pensado alcoholizarse hasta perder la conciencia realmente.

—Yo sólo quiero un Gin tonic de frutos rojos, por favor — pidió YoonGi al barman, quien asintió y se dedicó a preparar sus bebidas.

—¡¿En serio?! ¿sólo eso vas a pedir?— preguntó el castaño, haciendo una expresión de desagrado.

—Con eso me basta para mí.

—Ash, que aburrido eres Min. — Taehyung bufó, acomodándose en su lugar para esperar pacientemente sus cosas.

YoonGi rodó los ojos y se recargó sobre la barra, suspiró con cansancio, dándose cuenta que el lugar era realmente enorme. Observó toda la zona, había varias secciones, pequeñas cabinas para más privacidad, y en la parte de arriba había otro mini bar, pero este era exclusivo, debido a que en la zona de arriba se podía ver más secciones pero un poco más privadas.

Su mirada se desvío hasta una mesa en particular en aquélla parte, sus ojos se abrieron con un poco de sorpresa y se quedó mirando en aquélla dirección como si nada.

El lindo chico rubio que no dejaba de dar vueltas en su cabeza, estaba justo ahí, de nuevo era acompañado por sus guardias, pero ellos estaban más alejados de lo normal. Sin embargo, sabía que el chico no estaba con su padre, pues en su lugar, estaba siendo acompañado por tres tipos, dos eran altos, rasgos atractivos y daban un poco de miedo, y otro simplemente se dedicaba a mirar.

Tragó con dificultad cuando sin querer, los ojos del tipo que hablaban con JiMin se desviaron un poco, topándose con los ojos. YoonGi se sobresaltó, le dio miedo, no lo iba a negar, pues el hombre realmente daba miedo.

Evitó su mirada e hizo como si no hubiera estado viendo en aquélla dirección, hasta les dieron sus bebidas y pudieron regresar a su lugar con los otros chicos.

—¿Lo conoces?— preguntó Namjoon.

—Mmm, no... digo... no, pero sí, algo así — JiMin tartamudeo —, p-pero eso no es importante, mejor, sigamos hablando de lo que me decías. ¿Será una boda grande?

Namjoon arrugó el entrecejo, y dejando de lado sus dudas, volvió a prestarle atención a su hermanito.

—No, sólo serán ustedes tres, y...

—¡Y la sucia basura de Seo Changbin! — Jungkook gruñó frustrado —, ¿sabes lo que eso significa? no voy a soportar verlo ahí, le arrancaré la cabeza después de unos segundos.

—Jungkook, no seas exagerado — Wooyoung lo calló —, el pobre tipo no tiene la culpa de que lo odies tanto.

JiMin soltó una risita. —Sí, dejen al hombre, él vive muy feliz ahora igual que Namjoon hyung es feliz y está a punto de casarse con el lindo campesino que le salvó la vida.

Jungkook bufó, rodando los ojos.

—No lo entiendo, el amor vuelven idiotas a las personas. El inútil de Seo dejó de lado todo por un niñito tonto que se topó en un aeropuerto, y Namjoon deja todo por un-

—Cierra la boca antes de que menciones el nombre de mi chico. — Namjoon le advirtió, haciendo que Jungkook hiciera una pequeña rabieta.

—No quiero ni imaginarme como será esto... pero, ¿por qué razón Changbin estará ahí?— JiMin preguntó, mirando con atención a sus tres hermanos adoptivos. Cabe aclarar que, aunque ya no es hijo de Park Hyunbin, él seguía considerando hermanos a esos tres.

—Por alguna extraña razón, y no sé cómo, Seokjin resultó ser amigo de Kim Seungmin, la pareja de Seo. Así que, al ser su único amigo, él asistirá a la boda con su pareja.

—El destino, nosotros huimos del enemigo y resulta estar más cerca de lo normal — Wooyoung habló —, ahora, ¿qué tal van a las cosas con Choi Sangwoo?

JiMin sonrió algo tímido, no había hablado mucho con sus tres hermanos acerca de su nueva vida a lado de aquel hombre. Pero no había objeciones, el señor Choi realmente era muy cariñoso, se preocupaba por él, siempre le preguntaba si quería salir, si necesitaba alguna cosa o si quería viajar a algún lado. JiMin no podía comprender porqué el mayor quería tener un hijo, pero ahora se hacía la idea de que, sólo necesitaba de alguien para gastar su dinero.

Lo cual le resultaba sorprendente, cualquiera como Choi Sangwoo hubiera preferido buscarse alguna clase de Sugar Baby para mantener. Pero no, en su lugar había preferido adoptar a alguien.

—Es un buen hombre, me respeta mucho y realmente... me trata como su hijo — sonrió algo triste —, parezco más su hijo biológico que uno adoptivo.

Namjoon frunció el ceño, no podía evitar sentirse enojado todavía, un poco resentido por las acciones de Park Hyunbin contra su propio hijo.

—El chico de hace rato... — Namjoon llamó la atención de todos en aquélla zona —, ¿te gusta?

El rubio sintió sus mejillas calentarse en cuestión de segundos, llevó una de sus manos hasta uno de sus cachetes e hizo un puchero.

—No puedo decirte eso, sólo... hemos hablado una vez, las otras veces simplemente nos hemos visto desde lejos — el menor desvío su mirada para buscar al chico, tardandose en encontrarlo.

Hasta que lo vio, lo vio y también vio como había un chico a su lado, casi encima de todo su cuerpo y siendo muy cariñoso con él. No podía ver con exactitud la expresión en sus rostros, pues la distancia se lo impedía, y además, las luces de colores no lograban ayudarle. Pero aún así, se sintió algo molesto cuando sus ojos presenciaron esa escena.

Y no entendió la razón, solamente sabía que el dolor de molestia en su pecho se debía a eso.

El atractivo chico de nombre YoonGi, se había vuelto la razón por la que casi todos los días, desde hace dos semanas, iba al restaurante en el que trabajaba. Le gustaba verlo, no iba a negarlo, aquel rubio era encantador, atractivo y completamente su tipo.

Y probablemente era una locura, pero diablos. Había pasado la gran parte de su vida oculto, siendo tímido y retenido por su verdadero padre, y ahora que estaba experimentando muchas emociones por primera vez, quería experimentar también lo que sus hermanos tenían.

Eso de tener una pareja, alguien con quien compartir un momento de tu vida, o con quien compartir la vida entera. O simplemente tener sexo con alguien, porque sí, él también tenía sus necesidades y su intenciones, no era una piedra, era una persona queriendo ser libre por una vez en su vida.

Tal vez, ser hijo de Park Hyunbin tenía sus desventajas, muchas a ser verdad. No obstante, había heredado lo peor de su padre, empezando por la posesividad, muy, muy en el fondo de él, sabía que tenía un carácter parecido al de su padre.

Y ahora, justo ahora, no le estaba gustando para nada como aquel niño se le arrimaba a YoonGi.

—¿Me hacen un favor?— JiMin preguntó, mirando a sus tres hermanos, dándoles una gran e inocente sonrisa.

Pero sus hermanos sabían que de inocente ya no tenía nada.