capítulo veinticinco
— ¿Que vamos a hacer ahora?— cuestionó una joven de cabellos rosados.
Ustedes habían entrado hacia tu habitación justo después de aquel entrenamiento que habías tenido, Kudou te hizo realizar varios tipos de ejercicios por lo que habías hecho el día anterior. Pero aquello solamente sirvió para que tu pensaras más en lo que habías hecho.
— Estaba pensando en ver una película— Lika sonrió animada por la idea—. Hoy hemos tenido mucho estrés.
— Ajá— murmuró Touko, sin embargo la joven de cabellos rosados observó como es que tú cuerpo simplemente tomo asiento sobre tu cama—. ¿Estás bien (T/N)?
Tu mirada se había desviado del suelo para observar a la joven con un semblante que cambiaste de manera drástica, por supuesto que no lo estabas, ahora mismo tenías un gran dilema en la cabeza y no sabías como empezar.
— Si— respondiste de manera cortante.
— No lo creo— expusó Touko con seriedad—. Estás de está manera desde que iniciaron el entrenamiento.
— Ya te dije que estoy bien— recalcaste evadiendo su mirada.
— (T/N) ¿Estás segura?— Lika se acercó a ambas, ella también se había percatado de tu actitud pero no sabía cómo hablar de ello.
Las jóvenes no habían sido las únicas en darse cuenta de tu actitud, todos los jugadores de igual manera se habían dado cuenta de que algo no estaba bien contigo. Pero, ellos lo había relacionado con los sucesos que habían pasado hace días atrás.
— No— aquellas palabras causaron conmoción entre las jóvenes.
— Primero te aconsejo que respires— te pidió Lika un poco preocupada.
— Quizás no tengas la confianza suficiente para contarnos, pero sea cual sea la razón te escucharemos— Touko se cruzó de brazos, observandóte con una expresión de preocupación.
La joven de cabellos rosados pensaba muchas cosas acerca de lo que te había sucedido y aunque era casi imposible de deducir, sabía que no sería nada fácil de aceptar por la misma razón. Pero tampoco quería verte de esa manera tan triste, por esa razón ella pensaba que lo mejor que podía hacer ahora era hablar.
— Ella tiene razón— afirmó Lika, quién se mantenía jugando con sus dedos—. Podemos ayudarte, queremos hacerlo.
— No es nada sencillo— presionaste tus labios con frustración—. De verdad les agradezco mucho que estén aquí, pero es difícil para mí decirlo.
— (T/N)...— murmuró Lika—. Esta bien, entendemos, cuando te sientas lo bastante segura de contarnos aquí aquí estaremos ¿Verdad Touko?
— Totalmente— añadió la mencionada.
Aquellas palabras provocaron un nudo en tu garganta, definitivamente no se trataba de la falta de confianza que tenías hacia ellas. Se trataba de el miedo de lo que podía pasar si ellas se enteraban de lo que habías hecho, porque sabías que aquello no había estado nada bien.
Desde que Raimon habia iniciado el viaje con la caravana relámpago tuviste la suerte de conocer a ambas chicas, ustedes habían logrado desarrollar una gran amistad entre las tres, lo que provocó que fueran más unidas que los demás. Cuando ustedes no entrenaban o tenían más tiempo para conversar, el tema de conversación siempre se trataban de los intereses amorosos de ustedes.
Nunca le habías comentado a las tres de tu interés hacia Fubuki, pero Lika ya sabía que algo sucedía entre los dos.
Ahora mismo sentías demasiada culpa por no decirles lo que estaba sucediendo contigo, estabas aterrada por la reacción que ambas tendrían que simplemente no podías articular ninguna palabra.
— Muchas gracias, de verdad— presionaste tus manos con nerviosismo después de bajar la mirada.
— Recuerda que no estás sola— agregó Touko tomando asiento a tu lado.
Tu rostro estaba a nada de derramar varias lágrimas, la situación en la que estabas no te favorecía para nada. Te hacía sentir peor de lo que ya te encontrabas y las palabras de ellas, lo hacían aún peor.
— Quiero contarles...— ambas jóvenes se alertaron debido a tu tono de voz, el cual se encontraba demasiado triste—. Es solo que no encuentro las palabras.
—Tranquila (T/N)— Lika tomó asiento en tu otro lado, la morena había tomado tu mano derecha en señal de apoyo—. Respira, no te sientas bajo presión.
— Sea lo que sea, estaremos aquí y no te juzgaremos por ello— Touko esperaba que sus palabras transmitieran apoyo.
Presionaste la manos de Lika aún sin levantar la mirada, lamentablemente ya no sabías que hacer, tenías que pedir ayuda.
— Y-yo bese a alguien más.
Toda la habitación se había quedado en un completo silencio después de que pronunciarás aquellas palabras y es que a decir verdad ninguna de ellas se había esperado aquella confesión de tu parte. El pánico comenzó a aumentar en tu sistema y quizás ya estabas arrepentida de lo que habías pronunciado, no querías perder a tus únicas amigas por aquello.
Lika había colocado si otro mano sobre su boca debido a la sorpresa del momento y los repentino que había sido tus palabras, mientras que Touko estaba analizando tu rostro esperando algún tipo de facción que dijera que es realmente no estabas diciendo las cosas con realidad, ella esperaba que la situación fuera una broma de mal gusto.
Definitivamente fue sorpresa la noticia que les diste ambas chicas, debido a que ellas pensaban que tu relación con Fubuki estaba demasiado estable, no existía ningún tipo de problema, o algo que te molestará o viceversa.
Lika pensó que tus acciones habían estado demasiado mal, nunca lo hubiera esperado de tu parte ya que siempre te veías muy feliz cuando estabas con él. No tenía ninguna justificación para lo que habías hecho, pero eras una de sus mejores amigas definitivamente no te dejaría de hablar por ello. Ella trataría de ayudarte para que salieras adelante.
Touko se había paralizado tratando de entender lo que había sucedido, lo primero que pensó fue en Fubuki y que de verdad él no se merecía eso, menos conociendo lo que había sucedido a lo largo de su vida. Pero ella también te conocía y sabía que quizás la situación te había hecho hacer una mala jugada, por supuesto que no te juzgaría pero tampoco estaría de acuerdo con lo que habías hecho.
Por tu rostro ambas sabían que estabas muy arrepentida de haberlo hecho, conocían tu manera de ser y por está razón no te dejarian de hablar.
La joven de cabellos rosado estiró su mano hacia ti tomando tu hombro, acompañada de una mirada comprensiva debido a que tu rostro estaba sumamente entristecido y se podía ver que unas pequeñas gotas de agua recorrían todo tu rostro.
Cuando sentiste los brazos de Touko no dudaste ningún segundo en aceptar aquella muestra de afecto, estabas grandemente arrepentida de todo y simplemente querías retroceder en el tiempo para que nada de eso hubiera sucedido. Lika se había unido al poco tiempo después de que comenzarán aquel afectuoso abrazo, esperaban a qué al menos sus acciones valieran más que mil palabras.
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