capítulo treinta

— Lo perdí— bajaste la mirada frente a las jóvenes que estaban allí, quiénes se observaron de reojo.

  Habías llegado a la habitación en dónde ambas chicas se hospedaron para pedir al menos un consejo para no sentirte tan fatal como ahora, Touko había sido la primera en reaccionar, por lo que tomo tu muñeca para atraerte a la habitación y cerrar la puerta tras de ti.

— Oh, (T/N)— Lika te envolvió sus brazos alrededor de ti, no sabías con quién ir cuando tu corazón se destruyó en pedazos.

— Y-yo no quería que esto sucediera— explícaste con la voz entrecortada—. Yo lo quiero mucho.

— Todo va a salir bien— formuló Touko uniéndose al abrazo.

  Tus lágrimas bajaron con rapidez, tu corazón se sentía vacío e incompleto, al mismo tiempo sentías un amargo sentimiento de culpa, todo era una mezcla de emociones negativas. Un enorme sollozo se había hecho presente en tus labios, las cosas no estaban mejorando para ti y es justamente lo que menos querías estando en las mundiales.

  Estaba de más decir que estabas dolida por perder a alguien que te cuido, que se preocupó, que te amaba como nadie lo había hecho, quizás si hubieras pensando bien las cosas esto no hubiera sucedido.

  Querías muchísimo a Fubuki, incluso teniendo eso en cuenta sabías que era lo mejor para él. No querías hacerle más daño, fue tu culpa que esa relación terminará así y la verdad es que te arrepentiás mucho, solo que nada de lo que hagas o digas ahora podrá salvar su relación.

— Estamos aquí (T/N), quiero que sepas que nosotras no te abandonaremos— formuló Touko una vez que te escucho romper en llanto.

  Tu pecho y garganta ardían cada segundo.

— No se que hacer— tu mano desvío una lágrima de tu rostro—. Me siento fatal por él, se que no debería de pasar por esto.

— Esto iba a suceder tarde o temprano— aquello provocó que tus lágrimas salieran aún más—. Se que duele (T/N), todos cometemos errores y aunque esto no querías hacerlo hay que enfrentar las consecuencias.

  Tomaste tus manos con fuerza tratando de que tú respiración se tranquilizará, Lika tomó tus manos con fuerza transmitiendo apoyo en aquel apretón.

— Tienes que salir adelante— tu mirada observó a la de cabellos celestinos—. No te desvíes de tu objetivo principal ¿No recuerdas que querías hacer esto por tu papá?

────────────────────

— ¿Estás bien?— un joven de cabellos celestinos se acercó a ti con curiosidad.

  Presionaste tus labios, la verdad es que la mayoría de los jóvenes te estaban preguntando eso en cada momento, por supuesto que no te sentías bien y esperabas que al menos tú rostro no lo expresará.

— No te preocupes Kazemaru— le restante importancia.

  Estabas en los asientos tomando agua junto al joven de cabellos celestinos, quién había notado que estabas más apartada de lo usual al equipo, Kazemaru había sido la primera persona con la que habías hecho amistad cuando ingresaste al instituto por lo que te conocía un poco mejor que los demás.

  Después de que terminarás de llorar en la habitación con tus amigas, al día siguiente fuiste a tu habitación sintiéndote cómo una mierda de persona por todo lo que habías hecho. Fubuki estaba en el entrenamiento del equipo y por ninguna razón cruzó miradas contigo, era comprensible después de lo que sucedió, pero aún te costaba admitir que él ya no estaría más contigo.

  Tomaste tu botella de agua para beber un poco, por fuera parecías como si lo estuvieras llevando bien, solo que la verdad es que estabas hecha un desastre. Sentías un nudo en la garganta y con un poco de agua te olvidarías del pequeño malestar.

  ¿Querías seguir adelante aún estando en el mismo equipo que Fubuki?

  No estabas allí por él, estabas viviendo el sueño que tuviste de pequeña junto a tu padre, seguirías adelante por tu padre y querías hacerlo bien. Ahora mismo no podrías hablar con Fubuki debido a la situación, él no quería saber nada de ti y tu tendrías que respetarlo, tenías que entender que él debía de afrontar lo que estaba sintiendo.

  Cuando Fubuki entro al equipo de nuevo, Kurimatsu tuvo que irse del equipo debido a una lesión que tuvo. Lo que hacía más difícil el entrenamiento de ahora era la aparición de Kageyama en el equipo de Italia, lo cual hacía más difícil que estuvieras concentrada en los partidos de entrenamiento.

  Kageyama había comentado muchas atrocidades cuando estaba en el instituto Imperial, las cosas que había hecho mucho antes de eso afecto mucho a tu persona y a varios integrantes del equipo de Inazuma Japan. Pero, lo menos que podías hacer ahora era concentrarse en lo malo de él, sino en derrotarlo con ayuda de tus compañeros.

— (T/N)— gritaste la mirada, se trataba de uno de tus más grandes amigos.

— ¿Qué sucede Goenji?— le preguntaste bebiendo de tu botella de agua.

— ¿Están bien las cosas entre tú y Fubuki?— tu mandíbula se tenso una vez que escuchaste la pregunta, simplemente era algo extraño que ambos no estuvieran juntos y eso había llamado la atención del rubio.

  Nuevamente el nudo en tu garganta se había hecho presente en tu cuerpo, no estabas nada bien y es que tratabas de sentirte bien aunque las preguntas de tus compañeros no hacían nada más que hacerte sentir mal. Respiraste hondo tratando de apaciguar los malos sentimientos que se aproximaban.

— Terminamos— le diste un trago a la botella de agua, sabías que si decías algo más que eso tus lágrimas saldrían y es lo que menos querías.

— Lo siento mucho— Goenji giró la mirada hacia el campo de fútbol, ese no era el tema del que quería hablar contigo pero ahora sabía que sería más difícil hablar de ello.

— No hablemos de eso— tragaste en seco—. Tenemos que concentrarnos en nuestro próximo partido.

  Le diste una sonrisa que no perduró por mucho tiempo, por tus acciones Goenji sabía que lo habías estado pasando fatal durante estos días. Aunque ya no tenías problemas con tu madre, él sabía que seguía la misma incomodidad al igual que con el entrenador y ahora que había sucedido esto con Fubuki no sabía si de verdad estabas bien.

— Quizás lo mejor para ti es...

— No— lo interrumpiste—. No me voy a ir, no ahora que se que Kageyama está aquí.

— (T/N) va a ser más difícil para ti— aseguró Goenji—. No estás en condiciones como para saber lo que sucedió ese día.

— Quiero saberlo— mordiste tu labio inferior, las lágrimas nuevamente se estaban aproximado y es lo que menos querías—. Necesito saber que sucedió Goenji, aunque ya hallan pasado muchos años.

  El rostro del rubio se conmovió tras observarte, él se sentía muy mal porque nuevamente tendrías que estar frente a la persona que te había arrebatado a lo que más querías en la vida.

— Mi papá no merecía esto— bajaste la mirada presionando tus nudillos—. Él aún tenía ganas de vivir y ese accidente fue lo que le arrebato la vida.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top