capítulo seis

— ¿Te sientes mal?

  Negaste la cabeza para después prestarle atención al partido, que ahora estaba por terminar. Las técnicas de tus compañeros habían aumentado su fuerza gradualmente, aunque por el tiempo que no entrenaron al principio no estaban muy coordinados. Durante el partido habias estado en las banca junto a los demás, algo que nunca te agradaba porque siempre estabas en el campo con el equipo.

— No, estoy bien— le diste una mirada de reojo.

  La fémina de cabellos morados había notado que tu comportamiento comenzó a cambiar, sabia que los jugadores de fútbol siempre estarían pensando en cuando debían de entrar al partido pero, no entendía que sucedía con su padre ya que él no había pronunciado tu nombre e incluso ni siquiera te había dirigido la mirada. El ex entrenador de Raimon habia explicado antes el como es que el nuevo entrenador Kudou, habia regresado después de estar cierto tiempo suspendido. Hibiki recalcó que Kudou sería un buen entrenador par el equipo y así mismo, los ayudaría a triunfar.

— No te molestes (T/N), quizás el partido no era tan difícil para que incluyeran a su mejor jugadora— Aki sonrió para intentar tranquilizar el ambiente.

  Tus orbes se habian detenido sobre la nuca del actual entrenador, en la segunda mitad del partido Kido ser había lastimado el pie por lo que este también se encontraba analizando el porque no te habían ingresado en el partido, tus técnicas eran de gran ayuda para ellos por lo que así no tendrían mucha dificultad.

— Esto es para ti— una fémina de cabellos morados había colocado un plato desechable con cierta cantidad de comida.

— Gracias pero, esto ¿Por qué?— la observaste con cierta confusión, a lo que Fuyuka solo había sonreído para después observar la silueta de su padre.

— Has estado entrenando mucho ¿cierto?— la voz del actual entrenador te había sacado de tus pensamientos, así que tus orbes instintivamente observaron su espalda sin entender.

— Es cierto— tus orbes azules observaron la espalda del entrenador.

— Hay algo más importante que el entrenamiento y lo sabes— frunciste el entrecejo con confusión.

— No entiendo a lo que se refiere— respondiste tomando el plato que te había entregado la fémina de cabellos morados.

— Esta mañana no tocaste tu desayuno— las palabras del mayor provocaron que tragaras en seco.

  En la mañana habías estado practicando arduamente, lo que ocasionó que llegarás tarde al desayuno e incluso tu madre se había percatado de aquello, así que decidió ir hasta donde te encontrabas entrenando, entregándote un recipiente con tu desayuno. Para su lamentable suerte no lo habías aceptado, con la excusa de que aún no tenías hambre.

— Prefiero que mis jugadores tengan sus comidas a sus horas— expusó Kudou aún sin darte la cara. — por esa razón no estuviste en el partido y aunque fueras esencial, podrías haber tenido un accidente.

  Bajaste la mirada observando tus pies, a pesar de estar molesta con el entrenador sabias que en el fondo el tenía la razón. Un jugador de fútbol se sobre esfuerza demasiado por lo que tiene que tener una buena alimentación y si llegaba a faltar el desayuno, este podría tener una caída a mirad del partido.

— Si estás acostumbrada a tener esos comportamientos sera mejor que salgas del equipo— él mayor te habia dado una mirada de reojo, pero habias desviado la mirada.

— Entendido— formulaste con seriedad.

  Kudou había desviado la mirada de ti, observando de nueva cuenta al equipo y su desempeño en el partido. Él estaba al tanto de la situación que estaba ocurriendo entre tu madre y tú, debido a que se trataba de su esposa. Él sabía que esto podría ocurrir, era una de las consecuencias de no haber criado a sus hijos personalmente.

  Tus manos tomaron aquel plato con comida, manteniendo la mirada de los presentes sobre ti. Pensaste en que no habias hecho la gran cosa, dejar el desayuno por concentrarte en el entrenamiento no había sido dañino o al menos no lo veías de esa manera.

— No te molestes (T/N)— Fuyuka había ejercido una sonrisa, lo único que lograste hacer fue bajar la mirada hacia la comida que estaba frente a ti. — en realidad la comida la hice yo, espero que sea de tu agrado.

  Sus palabras resonaban en tu mente como un gran eco, Fuyuka mostraba una agradable manera de ser y a decir verdad ella no tenía la culpa de nada de lo que tu madre llegó a hacer. Pero, no sabias que tipo de relación tendrías con ella.

  Tu madre, ella siempre te ha tratado bien desde el día en el que sabia de ti, solo que tu actitud nunca fue la correcta. Tardarías mucho tiempo en perdonar su abandono por más de diez años y si tu padre estuviera allí, él sabría escoger que tipo de palabras decirte para esta situación.

  Lo malo de aquello es que tu padre ya no vivía.

  Un gran silbato provocó que observara el marcador por inercia, este marcaba que Inazuma Japan había ganado su primer partido de apertura.

— ¡Lo hicieron!— exclamó Aki con un gran entusiasmo para abrazar a cualquier persona cerca de ella.

  El esfuerzos de los jugadores era más que notable, todos se habían esforzado para entrar a las mundiales y no dejaron pasar esta oportunidad.

— Fue un buen partido— te habias acercado al capitán del equipo, quien ejerció una risa.

— Hubiera sido más fácil si estuvieras en el— expusó Endo con una sonrisa, cosa que te habia contagiado.

  Tus manos se habian sentido más cálidas debido a la opresión de alguien, cuando tus orbes observaron a aquella persona tu felicidad aumento un poco más de lo habitual.

— ¿Estas bien?— le diste un pequeño asentimiento, cosa que recibió con una sonrisa.

— Si, son solo cosas que pasan— le restaste importancia mientras estrechaba su mano. — ¿qué se sintió?

— Es maravilloso— afirmó mientras que en sus mejillas denotaba un color carmesí.

— Igual que tú.

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