capítulo catorce

— Estoy muy feliz de que finalmente cumplas el sueño de tu vida— pequeñas gotas de agua comenzaban a juntarse en los lagrimales de la mayor, quien sostenía tus hombros con cariño.

— También estoy muy emocionada por eso, abuela— bajaste tu mirada después—. Pero no vas a estar conmigo.

  Los ojos de la mayor expresaron melancolía.

— Quizás no de manera presencial, pero si estaré contigo en espíritu— beso tu frente con amor—. Cuídate mucho, llámame si algo sucede, no importa la hora.

— Claro que lo haré— afirmaste.

— Quisiera tener más tiempo para despedirme de ti, pero se que no voy a ser la única en hacerlo— giró su mirada hacia un lugar en especial, en donde allí se encontró a un joven de cabellos albinos con una sonrisa.

  Cuando tus ojos se encontraron con los de él, una sonrisa llena de júbilo apareció en tu rostro.

— Cuídate mucho cariño— tomó tus manos con cariño, besando tu frente con amor—. Cuando llegues, te prepararé tu postre favorito.

— No hará falta, abuela— tomaste sus manos en un ligero apretón—. Con tan solo verte me alegrarás el día.

— Oh querida— te tomó entre sus brazos em un cálido abrazo—. Te estaré esperando.

— Te quiero abuela— murmuraste durante el abrazo—. Nos vemos luego.

  Definitivamente despedirte de tu única familia te causaba un inmenso dolor, Nozomi entendía que esto era lo que te gustaba, lo que más te apasionaba y por ello no logró evitar negarte jugar en el equipo. Ella sabía que la pasión del fútbol había sido heredada en las últimas generaciones de la familia Koizumi.

  Cuando tuviste que emprender tu viaje por todo el país para derrotar al instituto Alien, sentiste como si algo faltara en ti, como si tuvieras miedo de que tu abuela no estuviera a tu lado como siempre lo estaba. Lo que tú no sabias es que Nozomo había hablado cientos de veces con el director y padre de Natsumi, pidiendo que te dejaran ir del equipo. Por supuesto que querían hablar contigo acerca de ello, pero tu abuela no quería que te enterarás que quería sacarte del equipo.

  Sabia que tu no lo permitirias, así que solo se quedó observándote en cada partido contra el instituto Alien, esperando que no te lastimaran. Pero ahora era diferente, tu te dirigías a otro país, otro lugar en donde ella no podía verte y aunque eso le preocupara debía dejarte ir, porque ese era tu sueño y no quería lamentarse algo.

  Nozomi se alejó de ti con una sonrisa, dirigiendo una mirada expresiva para la persona que se encontraba detrás de ella. Una vez que observó como es que te acercaba al albino, comenzo a acercarse a su ex nuera con un semblante melancólico, tu abuela sabía de la situación que ambas estaban teniendo y por lo menos esperaba que en el viaje ambas fueran más unidas que antes, después de todo era tu madre.

  Tu abuela se había enterado que Kazumi también iría al viaje, debido a que ella se encargaría de ciertas cosas.

— ¿Como está tu tobillo?— observaste la zona afectada con preocupación.

  Justo después de que el partido terminará te dirigiste hacia el albino con gran preocupación, debido a su lesión durante el partido. Aki mencionó que él no podría jugar por un largo tiempo, cosa que llegó a causarte pánico.

— Estoy bien, ahora no es momento que nos enfoquemos en eso— le resto importancia, aunque en el fondo sentías que no podías dejar de preguntarte a cada segundo acerca de su estado—. Me alegro mucho que puedas ir a las mundiales— una sonrisa adorno su rostro.

— También estoy muy feliz.

  Tomó una de tus manos con cariño.

— Se que al equipo no le faltará nada si estas tú— afirmó—. También se que puedes cuidarte por ti mismas pero, te pido que te cuides mucho.

— Lo haré. Mientras tanto te estaré esperando.

  Tres acércate a él, depositado un dulce beso en su mejilla para que después colocarás tus brazos alrededor de su cuello con gran cuidado. Extrañarías todo de él, quizás también el hecho de que siempre estaba apoyándote durante los partidos.

— Te quiero (T/N)— murmuró con cariño.

— Y yo te amo— tomaste su mano—. Cuídate mucho.

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