Capítulo 7 "Últimos arreglos"
Asteria se paseó por los pasillos del edificio mientras tomaba las riendas de su bolso contra ella, una hermosa joven de cabello negros y ojos rasgados la guiaba por los pasillos hasta llevarla a una puerta de cristal empañado, la placa con el apellido "Snow" la decoraba con orgullo, ver a la joven hizo sentir a Asteria pequeña, pues ella parecía realmente hermosa, era alta, delgada, con busto mediano y unos labios rosados, se preguntó sí Coriolanus alguna vez pensó en su secretaria de alguna forma que fuera más allá de lo formal, de una manera casi íntima como él nunca pensaría en ella.
—Snow te vienen a visitar— Asteria no pudo ignorar su forma de hablarle, ya que le hablo de tú, esa fue la señal que la menor de los Kennedy necesito para saber que ambos habían tenido algo más sentimental. Sintió que algo dentro de su pecho se le contrajo y no supo decir que era, pero podía ser molestia, disconformidad, envidia ¿Tal vez? No lo sabía, pero se sentía un poco culpable al tener esas emociones. Vio a su prometido levantarse de su escritorio y acercarse a ambas.
—Gracias, Clemmie— Un apodo, él ahora la llamaba por un apodo, lo tenía en la punta de la nariz, la tal "Clemmie" era la amante de Coriolanus, miro de reojo a la chica con desagrado en sus ojos, mientras lo escondía detrás de su máscara de chica linda y perfecta. Su prometido la invito a entrar y así lo hizo, la oficina era enorme, tenía dos sillones de tres plazas de cuero con una mesa de café en medio de cristal, su escritorio que estaba en el fondo de la habitación, con un cuadro del mapa del capitolio por un momento pensó que el mapa tenía la forma de una rosa, sin embargo, siguió a Snow hasta sentarse en uno de los sofás, cada uno frente al otro como sí hubiera una barrera que los separase. —¿Me dijiste que querías que habláramos sobre... Qué?
Sintió su pecho oprimirse de nuevo y pensó que seguramente él no recordaba lo que ella hacía por estar con su secretaria, no lo iba a culpar, la tal "Clemmie" era muy guapa y seguramente había estado para él cuando ella ya no lo estuvo, esa chica había cumplido con lo que ella hubiese deseado hacer.
—Sobre las flores y las invitaciones— Dijo ella mientras de su bolso sacaba una carpeta blanca con el etiquetado de: "Catálogo de flores" él levantó sus cejas sorprendido, pues Asteria se veía bastante preparada, pero a su vez entusiasmada por lo que quería hacer, se sintió bien ser tomado en cuenta con las decisiones de la boda, después de todo la boda no solo sería de ella sino también de él, aunque en realidad muy en el fondo de su corazón había algo que dentro de sí quería pasar tiempo con ella.
Se colocó al ras del sofá para mirar la carpeta, como si quisiera demostrarle que estaba interesado en lo que ella pudiera decir, Asteria comenzó a hablar de flores, sus formas y colores, por la forma en la que ella las describe era casi hipnótico, pues movía sus manos mientras señalaba cada una de las fotografías que se encontraban en la carpeta hasta cierto punto se sintió enternecido por ella.
—Ok, entonces hortensias, peonias, margaritas y rosas— Dijo él mientras se ponía de pie para caminar por la oficina, Asteria asintió y escribió en una pequeña libreta, ella se sintió tan bien hablando con él sobre las flores, fue como volver a sentirse de 13 años cuando ella le mostraba el nuevo libro que Apolo le había regalo sobre las distintas flores que existieron cuando Panem era aún conocido como América.
—Podríamos usar los colores rosas, azules y blancos en toda la decoración— Añadió ella y Coriolanus asintió, la puerta se abrió de nuevo así que ambos se giraron para ver quien era la persona que los había interrumpido, Asteria al ver a "Clemmie" se tensó en su lugar y de inmediato desvío su mirada hacia otra parte, sintio que ese momento íntimo con Coriolanus fue interrumpido por ella, su amante. Apretó sus puños con fuerza para evitar cualquier pensamiento intrusivo.
—¿Qué sucede?— Pregunto el rubio notando la reacción de Asteria por el corte abrupto y las comisuras de sus labios se elevaron un poco, pero se forzó a sí mismo a no sonreír por ella, Clemmie levanto una carpeta para dejarla en el escritorio, pero antes de que se fuera tuvo una gran idea, pues había sospechado que su prometida tenía un poco de celos hacia la pelinegra así que prefirió acabar con las inseguridades de ella antes de que otra cosa fuera a pasar. —Clemmie te quiero presentar mi prometida.
La castaña se puso de pie mientras se alisaba con sus manos la falda del vestido, sintio un poco de orgullo al ser presentada como lo que era, pues no se estaba negando a lo que ella era para él y mucho menos se sentía avergonzado, incluso se podría tomar el atrevimiento de decir que escucho un poco de orgullo en su voz. Clemmie sonrió para posterior acercarse con una enorme sonrisa.
—Es un placer conocerte, Soy Clemensia Dovecote... bueno próximamente Havensbee— Dijo ella extendiendo su mano derecha mostrando el anillo de zafiro que decoraba su dedo anular, la expresión de Asteria se aligeraron, todo había sido un malentendido, su mente sobre pensando una vez más le había dado una mala impresión, así que sus mejillas se tiñeron de un rosado por la vergüenza que ella estaba sintiendo, Asteria tomo la mano de Clemensia con gusto. —Soy amiga de Coriolanus y prometida de Hilarius, Coryo ha hablado mucho sobr...
Coriolanus carraspeo evitando que su amiga diga algo de más, Clemensia lo miro confundida para después sonreír de nuevo como si entendiera el mensaje de su interrupción, así que ella decidió cambiar el tema.
—Espero poder llevarnos bien, deberías venir a tomar el té conmigo y las chicas, algún día— Asteria sonrió, un plan más haya de musicar fuerte y licor, era perfecto para ella, así que suspiro emocionada.
—Igual yo— Le respondió la castaña, y Clemensia asintió para después salir, Asteria sonrió de lado para posteriormente mirar a Coriolanus que la observaba con el mentón levantado, sin embargo, no se veía molesto ni nada por el estilo parecía casi como sí estuviera disfrutando aquella escena de celos.
—¿Qué?— Pregunto ella, las cejas de Coriolanus se levantaron sorprendido por como le había hablado, dejado un poco de lado su recates y elegancia para hablarle de una forma más casual.
—Nada— Así que ambos siguieron hablando simplemente de las flores, Asteria no quería cambiar de tema a otra cosa que no fuera solo la boda, pues no sabía como seguirle la conversación a él, Coriolanus ya no era su Coryo, lo podía ver y sentir, la mirada relajada que él tenía cuando estaba con ella se había ido, ahora desde que lo vio aquella noche en el bar noto que siempre llevaba una mirada fruncida, sus ojos se habían vuelto más fríos que antes sin emoción, sin la calidez que le irradiaban, además se notaba a leguas que él ya no la recordaba a ella, era como sí la hubiera borrado de su vida.
—Bien, es todo— Anuncio Asteria poniéndose de pie mientras guardaba todo en su bolso, Coriolanus también la siguió y la acompaño hasta la puerta, dejando un claro espacio entre ambos. Él se preguntó por un momento sí ella estaba haciendo todo esto sola sin ningún tipo de ayuda, pues era bien sabido que algunas novias contrataban algo llamado Wedding Planner y ellos eran los que llevaban a cabo todos los preparativos, eso ayudaba a que los novios no se estresaran en la organización de dicho evento.
—Espera, ¿Alguien te está ayudando con la boda?— Pregunto Coriolanus antes de abrirle la puerta de su oficina, su mano se había quedado en el picaporte plateado, Asteria lo miro por primera vez a los ojos y él se sintio familiarizado con sus iris cafés, como sí ya los hubiera visto desde antes, tal vez de años, pero parpadeo unas veces para que así pudiera alejar esos pensamientos intrusivos.
—No, lo estoy haciendo yo sola, bueno las esposas de mis hermanos me dieron los contactos de algunas cosas, como el banquete, las invitaciones, las flores y el lugar de la ceremonia, que sí pudieras me gustaría que vinieras a verlo conmigo— El corazón de Snow dio un vuelco, pues ella no solo estaba esperando su opinión de los arreglos florales sí no también del lugar del civil.
—Veré que puedo hacer y por cierto le preguntaré a Hilarius quien es el que está planeando toda la boda de ellos, para que me dé el contacto de su Wedding planner y te ayude— Dijo mientras miraba las bolsas de falta de sueño que tenía Asteria bajo sus ojos, le gustaba mucho que ella tomara la iniciativa de tener el mando de la boda y querer hacer todo ella sola, pero la boda era en menos de un mes y ella no se podría hacer cargo por sí misma de todo, tal vez por eso ella había llegado con él pidiéndole su opinión sobre las flores y las invitaciones, porque era demasiada carga para ella, además él prefería gastar su dinero con el planeador que tenga a su madre sobre su hombro comiéndole la oreja sobre que cosas poner y que no.
Asteria se sorprendió por querer darle ayuda, pero no se negó así que ella asintió, ambos se quedaron en silencio mirándose el uno al otro, el corazón de Asteria martillaba contra su pecho mientras agradecía por no ponerse tan roja como un tomate así que se permitió mirarlo por un segundo, su mandíbula estaba más marcada que antes detonando su madurez, sus labios seguían teniendo ese característico color rosado que siempre tuvo, las mejillas ya no eran tan redondas como antes y obviamente se veía con mejor físico como sí hiciera ejercicio, podía ella notarlo por sus hombros que ahora eran más anchos y grandes, sus manos ya no estaban han huesudas como antes, ahora eran enormes y regordetas, trago en seco para que no pensara en lo que podrían servir esas manos además de agarrar cosas.
—Sí, gracias, mi hermano Leto me menciono un sastre que...
—No te preocupes por eso— Su voz brusca la dejo estupefacta, pues no esperaba que él le interrumpiera y más con ese tono, así que desvío su mirada a la puerta.
—Tengo que irme— Dijo ella acomodándose su bolso en el hombro mientras se posicionaba entre él y la puerta, este se alejó de ella de inmediato como sí la castaña tuviera algún tipo de enfermedad, el corazón de Asteria se oprimió por la acción, pero ella se recordó que él no la recordaba y que no se estaban casando por amor como ella tantas veces había soñado y fantaseado. —Adiós.
Fue todo lo que ella dijo para posteriormente irse de la oficina, se despidió de Clemensia con una sonrisa cortes para posterior seguir con lo que ella necesitaba hacer.
Cuando Coriolanus apenas tuvo la oportunidad de sentarse en su escritorio para pensar en todo lo que había ocurrido, su puerta se abrió de nuevo, dejando ver a Hilarius con un rostro de seriedad a su vez de intriga.
—Vi a tu prometida en el asesor, es bonita— Comento Hilarius con una sonrisa, pero el rubio lo mira de reojo, el castaño levanto sus manos a cada lado de su cabeza fingiendo rendición. —Tengo que hablar contigo, de hecho.
Se sentó en la silla, poniendo su espalda en el respaldo de la silla y cruzando sus brazos sobre su pecho, tomo aire profundo, pues no sabía como Coriolanus podría reaccionar ante la noticia, pero después suspiro de manera pesada.
—Escucha, hay un periodista que quiere una entrevista contigo, quiere hablar sobre tus propuestas, sobre lo que planeas hacer una vez como presidente— Sentencio Hilarius, Snow dejo lo que estaba haciendo para ponerle más atención, pues noto el tono de alarma con el que había salido su voz y las líneas de expresión en su frente. Conocía bastante bien a su amigo como para saber que algo le alarmaba con esa supuesta periodista.
—¿Pero?
—Pero... no me da confianza, hay algo en ella que... no me termina de convencer, le dije que lo hablaría contigo— El rubio asintió pensando en esta supuesta periodista, sería interesante que cosas se han inventado sobre él, las últimas veces por arte de magia aparecieron algunas acusaciones en su contra con supuestas fotos de prueba donde se le veía entregándole dinero a alguien de no muy buenas opiniones, según los rumores decían que estaba cometiendo corrupción y en cuanto Snow tuvo el nombre de las personas involucradas el rumio desapareció así que como esas supuestas "fotos" habían aparecido, lo único que necesito fue su vieja confiable, veneno.
—Deja que venga, que me haga todas las preguntas que ella quiera— Ahora estaba serio, sí "Periodista" en realidad quería hablar sobre su campaña, entonces lo confirmaría de inmediato, siempre empezaban con preguntas normales, pero de inmediato cambiaban a algunas sobre su vida personal.
—¿Seguro?— Dijo Hilarius mientras levantaba una de sus cejas un poco inseguro por la decisión de su amigo, pero al ver su seriedad y la seguridad en su rostro supo que Snow hablaba con la verdad, le pareció una locura él nunca haría eso, sin embargo, últimamente no podía creer en las decisiones que estaba tomando el candidato.
—Por cierto, ¿Puedes darme el número de tu planeador de bodas?— Pregunto cambiando de tema tanta rapidez, Hilarius soltó una risa para después asentir, le dio el número y este le agradeció, Coriolanus se mentalizó que tendría que ir a la mansión Kennedy para poder darle el contacto a Asteria.
—Tu prometida se está volviendo loca mientras prepara una boda en... ¿Cuándo te casas?.
Coriolanus observó el calendario para mirar la fecha 27 de abril, esa fue la fecha seleccionada entre él y el patriarca de los Kennedy, el hombre se había sorprendido por la repentina boda, pero aun así acepto el día sin dudar ni un momento, él pensó que los señores Kennedy realmente estaban tan desesperados para que su hija saliera de esa casa, pues sí él fuera su padre... bueno sí él pasara por algo así con su hija primero conocería bien al prometido antes de aceptar cualquier otra cosa.
—No, solo quiero ayudarla— El castaño soltó una carcajada, pues ahora podía comprender el porqué su amigo estaba cambiando y es que su prometida lo estaba haciendo cambiar poco a poco, aunque este no lo notara, el simple hecho de que quisiera ayudarla ya le decía mucho sobre su repentino cambio. —¿De qué te ríes?
—Nada, nada, solo me parece curioso— Respondió Hilarius mientras quitaba sus manos de su pecho y las ponía en los repos brazos, Snow rodó sus ojos irritado, odiaba que la gente se mofara en su cara y más cuando eran sus amigos aso que solo bufo.
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Asteria bajo del coche mientras miraba el lugar, era realmente precioso, justo como se lo había imaginado, era como ver el invernadero de la mansión de sus padres, pero era más grande; los cristales eran de un azul verdoso, el techo era abovedado, las ventanas eran de verdad grandes de piso a techo, el camino hacia el invernadero tenía un camino de arbustos con árboles grandes y verdes.
—¿Todo bien?— Escucho la voz de Coriolanus detrás de ella, Asteria iba a hablar cuando volvió a sentir la mano de él en su espalda baja, se puso derecha en su lugar y asintió, ambos caminaron hasta llegar al invernadero donde una mujer los estaba esperando, llevaba un traje negro con una libreta en mano, los tres se presentaron, pero la chica no dejaba de ver el lugar, pues era aún más hermoso por dentro que por fuera, sintió que su corazón se llenaba de alegría, los rayos del sol entraban y acariciaban sus mejillas para nada era un lugar caluroso o húmedos como suelen ser algunos invernaderos, noto que había algunas ventanas de cristal abiertas para ayudar a la ventilación.
—Es precioso— Dijo ella mientras se paseaba por el lugar, el suelo era de mármol blanco bien pulido qué fácil podía reflejar los reflejos de ella en el piso, Coriolanus la miro de reojo para después ver el lugar, para él simplemente era otro invernadero más, sin embargo, para ella podía ser algo hermoso, así que se hizo una nota mental para hacer una cita con el arquitecto.
—Queremos este lugar— Dijo Coriolanus mirando a la mujer, ella asintió, miro algo en su libreta por un segundo, sin embargo, su sonrisa cortes se convirtió en una mueca que dejaba ver que algo andaba mal.
—Me dijo para el 27, ¿Cierto?— Coriolanus asintió mientras miraba a Asteria que seguía viendo cualquier rincón del lugar maravillada, como si fuera una niña pequeña que acaba de ver un nuevo juguete. —Parece que una pareja ya aparto esa fecha para una fiesta.
Coriolanus ni se inmutó un segundo ante aquel comentario, pero sabía que sí, su prometida lo escuchaba, se le iba a partir el corazón. Asteria se imaginó entrando por aquel lugar con su hermoso vestido blanco, las rosas y peonias decorando el camino, su velo con incrustaciones de cristales, se colocó en la entrada del invernadero, dejándose maravillar por su idea de como le gustaría tener aquel lugar decorado con las sillas y las luces preciosas, así que después de imaginarse ese día especial se dio cuenta de la realidad, ella se casaría con alguien que no la ama de vuelta, viviría una vida de ser infeliz junto a Coriolanus.
Coriolanus se acercó a ella para darle una sonrisa forzada.
—¿Todo bien?— Pregunto ella y él asintió entregándole un papel, ella se sorprendió, puesto que en el papel estaba escrito.
"Fecha del evento 27 de abril de 21 D.D.O
Tipo del evento: Boda
Nombre del los anfitriones: Asteria Kennedy y Coriolanus Snow"
—Entonces ¿Te gusto?— Pregunto ella con un brillo en la mirada, Coriolanus volvió a mirar el lugar una última vez para después ver a Asteria, levanto ambos hombros restando completa importancia alguna, ella bajo la mirada hacia el papel, al notar como sus ojos se apagaron Coriolanus carraspeo un segundo tratando de llamar la atención de ella.
—Sí supongo que es bonito— Fue todo lo que él dijo posteriormente se alejó de ella y salir del invernadero, Asteria suspiro y lo siguió unos pasos atrás hasta llegar al auto donde él la estaba esperando con la puerta abierta para que ella entrara aunque antes de que lo hiciera Coriolanus la tomo de la mano ayudando a entrar. —Nos vemos.
Ella apenas pudo mirarlo cuando el cerro la puerta y el auto se echó en marcha, ella sintió como su mano hormigueo en el momento en el que le tomo la mano, su mano era fría a comparación de la de ella que era cálida aún después de que ambos se hayan separado aún podía sentirlo tocándola, sosteniéndola con firmeza se acarició la mano derecha que él había le había sostenido con su izquierda, pudo sentir su corazón latiéndole con fuerza.
Coriolanus por su parte, se apretó la mano y se reprendió a sí mismo por haberla tocado, pues había sentido algo muy dentro de él en su pecho que se movía contra este mismo, el haberla tocado fue un error por completo, un error por el que se reprendió a sí mismo y juro que no iba a volver a suceder.
Wow Wow
Que esta pasandaaaaaaa?, Coryo teniendo lindos modos con Asteria??? o simplemente fue conveniencia, no lo sabemos todavia, espero que les este encantando este fanfic tanto como a mi, nos vemos la proxima semana
Btw aquí les dejo la playlist 🥺
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