Capítulo 12"Poderosa"
Los días se pasaron rápido y en poco tiempo se convirtieron en semanas, la vida de Asteria se volvió rutinaria, ella se despertaba, desayunaba sola, paseaba por los jardines y después en la tarde acompañaba a su esposo a los meetings que tenía con la prensa dónde le preguntaban temas variados, como la modernización del Capitolio hasta los futuros cambios en los juegos del hambre.
—Usted piensa seguir con los juegos del hambre una vez que sea presidente?— Le llegó a preguntar un día un hombre, ella todavía podía recordar el silenció sepulcral que se formó ese día, fue casi como si el mismo hombre se hubiera puesto una soga al cuello ante tal cuestionamiento al cuál Coriolanus contestó.
—Por su puesto, los juegos del hambre son parte de nuestra cultura ya, además sería un desperdicio el prohibirlos siendo que gracias a ellos el Capitolio a sido remodelado, así que por supuesto que sí— contestó con una sonrisa forzada en su rostro, sin embargo fuera de eso todo había ido demasiado bien y tranquilo, al menos hasta el día de hoy...
Coriolanus estaba sentado en el auto mientras le explicaba a Clemensia que era lo que él necesitaba para el primer debate que sería televisado, Asteria jugaba con sus manos nerviosa.
—Como es la vida?— Pregunto Hilarius a Asteria ella lo miró por un segundo para después observar a Coriolanus quién en ningún momento la había mirado a los ojos desdé hace unos días que él encontró una viejas cajas en el sótano de la mansión con el nombre de "Fotos familiares".
—¿De casada? Es como vivir de nuevo en casa de mis padres pero sin la buitre de mi madre comiéndome la oreja— Ella se dio un poco la libertad de bromear, aprovechando que Coriolanus estaba hablando o mejor dicho ordenándole a Clemensia lo que debía hacer para los días siguientes, la pequeña broma hizo que Hilarius soltara un pequeña risa.
—Tan malo es?— Preguntó él mientras señalaba con sus ojos a Coriolanus, Asteria dudo por un momento sí podía confesar lo que en realidad sucedía entre ella y Coriolanus, pero algo que había aprendido los días anteriores es que ambos hombres se llevaban demasiado bien como para no ser amigos.
—Algunas veces, cuando no está estresado— Esa fue una mentira pues la realidad es que él no paraba de ignorarla como sí tuviera la peste, aunque al menos ya había cambiado algo en los ultimos dos dias y es que Coriolanus por lo menos ya cenaba con ella en las noches, en silencio pero eso ya era algo a lo que estaba acostumbrada con alguien como él, al principio intentó hacerle conversación sobre el pasado pero Coriolanus por alguna razón se negaba a hablar sobre eso así que ella excuso su comportamiento porque tal vez le recordaba a su madre así que prefería mantener fuera a la única mujer que logró amar en su vida de manera real y honesta.
—Hay días en los que no lo esta?— Bromeo Hilarius ahora él sacándole una risa a ella, algo que ya extrañaba desde que perdió el contacto con sus amigos, su madre le dijo una vez que cuando ella se convirtiera en una esposa su vida tendría que girar alrededor de su esposo y que una vez que llegaran los niños esta misma tenía que enfocarse en su maternidad, que todos sus sueños y metas desaparecen para vivir atra través de los éxitos de su esposo e hijos.
"Somos mujeres Asteria, nosotros no tenemos sueños"
Ella al principio llegó a sentir enojo por su madre al pensar de esa manera tan primitiva y machista, pero ahora que estaba casada (Aunque no fuera el suficiente tiempo) podía entender que no lo dijo con malicia, sí no con nostalgia, su progenitora tuvo que abandonar sus aspiraciones cuando se casó con su padre en un matrimonio arreglado, la mujer que ella pudo llegar a soñar ser nunca llegó.
Coriolanus miro de reojo a Asteria al escucharla reirse de algo que dijo Hilarius, aunque fuera su amigo y estaba comprometido no pudo evitar sentir como algo en la boca de su estómago arde hasta su corazón, la bilis se le subió hasta la garganta que tuvo que tragar en seco. No sabía el porqué pero escucharla reír y bromear con su mejor amigo lo estaba molestando más de lo que le gustaría.
El auto se detuvo frente al lugar de Meeting, Coriolanus fue el primero en salir mientras se abrochaba su abrigo y Asteria por un momento pensó que él solo se iría del lugar dejándola a ella atrás junto a Clemencia e Hilarius justo como lo hizo en los anteriores meetings, pero le sorprendió ver cómo él se quedaba en la puerta ofreciéndole su mano, ella lo miró a los ojos sorprendida y miró alrededor pensando que tal vez algunos paparazzi estaban ahí para tomarle fotos ante la llegada sin embargo no había ni una sola alma en el lugar con cámaras y flashes cegadores. Ella tomó su mano.
La frialdad de la mano de Coriolanus envió miles de señales por todo su cuerpo que viajaron hasta su vientre, él como los largos dedos de su esposo se pusieron sobre los de ella la hizo pensar en escenarios totalmente inapropiados. Caminaron hasta entrar al edificio dónde un hombre los recibió a los cuatro para posterior guiarlos hasta el lugar donde sería el Meeting y por primera vez en mucho tiempo Asteria pudo notar como las manos de Coriolanus sudaban bajo las suyas, dando una clara señal de que estaba nervioso por lo que iba a venir.
Después de unos minutos la sala rápidamente se llenó y Coriolanus paso alfrente, hubo muchas preguntas, entre ellas sí los estudiantes de universidad en la carrera para ser vigilantes tendrían algún tipo de servicio social para cubrir sus horas en los próximos juegos del hambre, sí él va a despenalizar el aborto en el Capitolio, le preguntaron sobre el fondo de ayuda pos dias oscuros sí seguiría activo en su mandato, etc etc. Asteria miraba desde atrás a Coriolanus hablar, tenía una muy buena forma de contar las cosas, era demasiado atrapante y además tenía esa sonrisa encantadora que hacía a cualquier mujer caer de rodillas ante él.
—Y suponiendo que usted quede como presidente, su esposa llevará el título como primera dama?— preguntó un chico y Coriolanus iba a responder pero se quedó en blanco, él nunca se quedaba en blanco era demasiado extraño, pero lo que respondió hizo que el corazón de Asteria latiera al 1000.
—¿Les parece sí ella contesta?
Asteria sintió como toda la sangre subía a su rostro pues no podía creer lo que estaba escuchando por lo que él estaba comentando, vio como el agente de Coriolanus la llevó a el pequeño atril donde estaba su esposo, las cámaras nada más verla lo flashes comenzaron con rapidez "Plip, plip, plip" era todo lo que escuchaba las personas levantaron sus manos como sí estuvieran emocionados o hambrientos de tener la primicia de su futura primera dama, claro sí todo iba muy bien para Coriolanus.
Ella tomó un micrófono que le ofrecieron.
—¿Cual era la pregunta?— Pregunta ella y de inmediato el salón se llena de risas de manera rápida, Asteria miró a su alrededor sintiendo un poco de vergüenza. El chico que hizo la pregunta se levantó con una sonrisa amable.
—Sí el caso en el que su esposo llega a ganar la presidencia ¿Usted llevará el título de primera dama?— Asteria llegó a mirar por un segundo a Coriolanus esperando que este pudiera darle la respuesta con tan solo la mirada sin embargo su esposo tenía los ojos puestos en una esquina de la habitación como sí este estuviera tratando de ignorar a toda costa lo que sucedía en aquella sala, tomó un poco de aire para proceder a responder.
—Por supuesto me encantaría llevar el título de primera dama de panem, sería como hacer honor a una de mis ancestras Jaqueline Kennedy— Respondió ella con una sonrisa, otras manos se levantaron así que Asteria señaló a un señor de mediana edad.
—¿Cómo es su vida de casada señora Snow? Creo que hablo por muchos aquí que su esposo prefiere mantener muy al margen sobre su vida privada, pero a puesto que usted podría darnos un poco de información— Asteria se sorprendió por la pregunta, pero en vez de contestar con la verdad o demostrar su dolor frente a ellos se tragó el nudo que se había formado en su garganta para después responder con una enorme sonrisa mientras tomaba con mano firme el antebrazo de Coriolanus.
—Bueno, puede que mi esposo parezca una persona bastante seria y fría, pero les puedo asegurar que dentro de las puertas de la mansión Snow él es un gran hombre muy detallista por cierto, hace poco acabaron con la construcción de un invernadero en nuestro jardín trasero y Coryo mencionó que lo hizo en honor a mi y mi amor por las flores— Ella comentó con una sonrisa fingida mientras miraba a los reporteros y después observar a su esposo con una falsa mirada de enamorada, sí iba a jugar el papel de esposa loca de amor por Coriolanus lo haría bien, porque ahora todos los ojos del capitolio estaban en ellos, hace días una revista los llamo como "La pareja de la década" y a su boda como "La boda del año" así ella iba a seguir con ese engaño. Aunque por dentro ella deseaba que eso fuera una realidad, le dolía saber que eso nunca sucedería. Apoyó su cabeza en el hombro de Coriolanus acción que causó que todos dentro de la sala dieran un "Aww" las cámaras se volvieron locas tratando de inmortalizar aquel momento.
Y Coriolanus miró satisfecho a Asteria ante tal actuación o eso se había dicho para tratar de convencerse a sí mismo que lo que sentía dentro de él era satisfacción y no algo como el amor e incluso culpa, se había jugado a sí mismo de no sentir algo por alguien como lo había hecho con Lucy Gray para que no lo tuvieran enredado en su dedo ya que así sería más fácil manipularlo a él y a Snow no le gustaba ser manipulado, se había convencido que el amor era una debilidad y no una fortaleza.
—Bien hecho— Le susurro Coriolanus a ella cercas de su oído para después dejar un beso en la cabeza de ella, el corazón de Asteria martillo con fuerza en su pecho por aquel pequeño gesto a su vez el corazón de Snow tambien se movio, pues no era algo que él hubiera pensado en hacer solo lo hizo.
Unos minutos después la rueda de prensa terminó y ambos salieron, él le comentó días atrás que después de este evento ambos irían a tomarles una foto familiar que sería colgada en el salón principal.
—Manejaste muy bien a la prensa— Dijo Coriolanus mientras miraba por la ventana del automóvil donde sólo ahora están ellos, Hilarius se fue junto a Clemensia en otro coche ya que tenían que hacer los últimos arreglos para su boda que estaba pronto a celebrarse.
—Gracias— Fue todo lo que ella comento y llegó el silencio en el automóvil uno incómodo que los tenía a ambos tensos por lo que podría llegar a seguir, Asteria prefiere mantenerse callada que entablar una conversación con Coriolanus para evitar alguna pelea o un comentario desagradable por su parte.
Cuando llegaron por fin al estudio fotográfico ambos fueron recibidos por el fotógrafo y su equipo, por lo que ella apenas pudo escuchar es que el apellido del hombre era Trinket y que él junto a su esposa que era maquillista profesional.
Asteria se miró al espejo, llevaba un vestido rojo largo con una abertura por debajo de su rodilla derecha, las mangas eran largas hasta el piso y la forma del corpiño era cuadrada, la tela la hacía sentirse bonita. El color del vestido le hacía que el maquillaje resaltará más , Asteria penso que podria ser ya que ella estaba acostumbrada a vestir azul, un color que en algunos momentos pensó que en vez de dejar ver su belleza natural solamente la hacía que se viera pálida casi como sí estuviera enferma.
—Te vez d.i.v.i.n.a— Dijo la señora Trinket mientras le acomodaba la pequeña cola del vestido, la castaña sonrió al admirarse, le gustaba como se miraba, la forma del corpiño en cuadrado todo la hacías sentir poderosa como sí realmente en unos mese se pudiera convertir en la primera dama de panem.
—Muchas gracias, el maquillaje es precioso— Le alago Asteria al trabajo, la mujer de cabello rubios sonrió para después retocar un poco de blush en las mejillas, la puerta del pequeño camerino se abrió dejando ver al esposo de la mujer.
—Cariño, tenemos que ya tomar las fotos, apuesto que hiciste un hermoso trabajo— Dijo el hombre con un poco de dulzura en su voz que casi hizo que el corazón de Asteria casi se derritiera, le hizo pensar que tal vez eso era algo que ella nunca se podría llegar a permitir tener junto a Coriolanus, una vida donde él le tenga un apodo como "Cariño" y con facilidad podía decir las veces él la llamó por su nombre (Solo fue dos veces).
Asteria salio del camerino para despues mirar a Coriolanus con un traje rojo profundo con pequeños toques negros en las mangas, el cinturon, el reloj y los zapatos. El fotógrafo les dio indicaciones de como ponerse, Asteria se sentó con la espalda recta en una de madera oscura y reposabrazos girando un poco su cabeza hacia la izquierda, mientras que Coriolanus se quedó de pie detrás de ella apoyando un brazo en el respaldo de la silla, "Click, click, click" se escuchó rápido
—¿Creen que pueden sonreír un poco?— preguntó el fotógrafo, ella asintió para fingir una pequeña sonrisa, como todas las demás. —¿Pueden tomarse de una mano, por favor? siento que están muy separados.
Asteria dejo escapar un pequeño suspiro mientras levantaba su mano derecha hacia Coriolanus, cuando los dedos fríos de él tomaron los suyos con gentileza sintió una corriente viajar por su mano hasta su estómago, observó la diferencia de manos entre ambos, la de ella era diminuta a comparación de la de él, sus dedos largos los huesos de los nudillos marcador incluso podía jurar que sí miraba atentamente llegaría a ver las venas de él marcadas en el dorso de su mano y otra vez la tomó por sorpresa al sentir su pulgar acariciarla.
Cuándo la sesión terminó ambos volvieron a la mansión de Coriolanus en completo silencio, ella se separó de él de inmediato manteniendo la lejanía entre ambos, aunque ella pudiera querer tener más contacto con él la realidad es que él nunca sería capaz de enamorarse de ella.
₊˚ ‿︵‿︵‿︵୨୧ · · ♡ · · ୨୧‿︵‿︵‿︵ ˚₊
Coriolanus se dejá caer en la silla de su escritorio mientras abría los primeros botones de la camisa, se sentía tan cansado no solo física sino también mentalmente, se sentía como sí estuviera en el lago bajo una piscina con toda el agua a su alrededor con muchísima presión.
No sabía que estaba sucediendo, sentir la suave mano de Asteria en la suya había sido una sensación que no podría darle un nombre, el verla a los ojos lo hizo sentir como sí estuviera en el distrito doce junto a... no eso había sido muy diferente a lo que llegó a sentir en el doce, fue nostálgico como sí algo intentará dentro reconectar con ellos o al menos dentro de él.
Ay no saben cuanto me jale los pelos para poder escribir este capitulo, espero que pronto puedo volver a escribir como antes porque justo se viene en los capitulos chidas.
Peroo dejando de lado eso, Coryo esta como que si y como que no quiere la cosa con la Asteria, que creen que pase??
nos vemos la semana quentra y deseen me suerte con la escritura
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