Ambos sayajines, con extrema competitividad volvían a hacer los queaceres que les habia encargado el angel, como paga para sus entrenamientos. Ellos se miraban entre sí, con mucho recelo y desconfianza. Apesar de que ya habia pasado un mes, desde el famoso taikai, del cual, se combirtieron en el tai-uuchi mas poderoso de los doce...aunque eso no les quitaría su sed sayajin de querer ser mas fuertes...

Pronto acabarían y con ello, empezarían su entrenamiento real.

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-¡¡suficiente chicos!!, creo que con ese mes de descanso perdieron toda su coordinación...-refunfuñaba el angel, observando de forma decepcionada a sus dos pupilos, mientras estos se miraban molestos.

-¡yo no tengo porque volver a sincronizarme con el!- escupió con toda la intenciòn de molestar al pelos de zanahoria. Pero este no se dejaría.

-hump!, estaba mejor para mi entrenar con freezer!- le saca la lengua de manera infantil.

-¡como te atrevez, insecto!-lo fulmina ya un poco mas que harto, primero su orgullo como principe y ahora le escupe que la lagartija era mejor compañero. Vaya a saber que diria el mismo reptil al escucharlo. Obviamente, se burlaría de el, como siempre.

-¡como escuchaste!, ¡siempre me dices que soy un idiota y que por eso siempre terminamos asi, peleando. Pero no es mi culpa, eres tu y tu maldito sentimiento de odio hacia mi. Lo veo ridículo, luego dices que el inmaduro aquí, soy yo!-se da la vuelta con una pose indignada. Estaba molesto.

-¡haa!, ¡tu lo que eres, es un payaso!, hump!- se gira al otro lado cruzandoce de brazos de igual forma, se sentía insultado. Apesar de que muy, muy, muy, muy, muy, muy, muuuuuuuuuuy en el fondo, sabia que el cabeza hueca de kakaroto, tenia razón.

Whis ya un poco mas que harto y estresado de tantas peleas sin sentido, hizo aparecer su báculo frunciendo el ceño, mirando pensativo a ambos, tenían que recivir una lección de maduréz.

-bien...como no quieren entender nada y sé que ninguno se dará la mano a torcer, no tengo mas opción que darles una bizarra lección, par de mequetrefes imaduros.-sentenció, observando, internamente divertido, como ambos sayajines se descolocaban de sus poses y lo miraban ahora con temor y desconfianza. Ellos sabian de lo que este era capaz al estar enfadado.

-¿n...nos vas a golpear, whis?-esta vez la pregunta del menor, congeniaba con las dudas de su coterraneo sayajin.

-oh, no, como se les ocurre chicos...-vió como ambos suspiraban tranquilos, su sonrisa maliciosa nació de sus labios lilas. Esto no hiba a ser nada bueno.- haré algo mucho mas efectivo...-su gesto se vuelve serio y con solo agitar su báculo un cubo de energia encerrò a ambos adentro.

-¡¿pero que?!, ¡¡whis sacanos de aquí!!-se oía la voz del principe, el angel se dió cuenta que el cubo era demaciado pequeño para que ellos se movieran facilmente, lo hizo traslucido para verlos el mismo. Tuvo que tapar su boca antes de reír, si que era mas pequeño de lo que realmente creía.

Goku y vegeta estaban frente a frente, ambos encogidos, demaciado cerca el uno del otro, las piernas del menor estaban sobre las de vegeta, dando una imagen comica para el angel, pero muy comprometedora para el principe y el guerrero clase baja. Estos dos ultimos, golpeaban las paredes del cubo con la esperanza de romperlo, pero nada.

-es indestructible, chicos-aclaró, hasta que por fin dejaron de golpear el materíal ahora transparente.

-¡whis, sacanos de aquí, por favor!-pedía el terrón azucarado de goku, pero el angel negó algo divertido. Decidió dejar de verlos, asi que la tralucides quedó totalmente empañada, no se veía nada desde afuera ni desde adentro, aunque aun podía oirlos claramente.

-¡¡¿que pasa si tenemos hambre?!!-vegeta intentando usar las tacticas persuacivas de goku???, wow, debía estar muy desesperado.

-no morirán de hambre, porque ya comieron, par de tragones...-hace puchero, pero luego sonrie. Sin embargo, goku fué el proximo en reclamar.

-¡¿y si nos morimos asfixiados?!-buena pregunta, contempló el angel, otro movimiento de su báculo y ya había oxigeno dentro del cubo, duraría dias enteros.- ¡¡ya olvidalo!!

El angel vuelve a reír y se voltea.

-lo siento chicos, debo ir a cuidar que bills-sama no destruya nada mientras duerme su siesta, cuidense entre ustedes -no dejó que ninguno respondiera, ya habian hecho mucho ruido y no sería bueno, que ellos se la pasaran gritando, despertarían al dios. Y eso, no era buena idea.

Mientras el angel se va, dentro del cubo...

-argh, ese malvado de whis nos dejó en silencio-refunfuñaba el pelipalmera observando al mayor con un puchero.

-bueno, almenos nos pusieron oxigeno aquí dentro...argh!!, ya deja de moverte maldita sea, kakaroto -el principe, lo fulmina con recelo.

-¡pe...pero es que, se siente extraño!, ¡ayy!, ¡se me durmió una pierna!~-lloriqueaba tratando de buscar una pose donde su sangre volviera a circular, pero esa pose que buscaba, era pegar peligrosamente sus bellas y trabajadas nalgas a la pelvis del mayor, ese era el tormento del principe.

-¡dije que no te movieras!-gruñe en respuesta frustrada a lo traicionero que era su cuerpo.

-¡pero me duele!, ojala algun dia te pase, haber como yo tengo ra-!...e...espera, ¿e...es eso tu rodilla, verdad?...-se sonroja al ver el rostro del mayor.

-¡¡te lo dije, insecto!!-mordía su labio inferior, intentando controlarse.

-oh kami, esto es malo, muy malo...y...yo lo siento mucho, vegeta, no pensé que- es callado por el sarcastico argumento del peliflama.

-ohhh!, ¡me sorprende que pienses en algo para serte honesto, porque mira en donde estamos ahora...y mira lo que causaste!-ignora el dolor de su ahora, notable erección. Pero, después de un largo e incomodo silencio, volvió a sentir el movimiento de caderas de su único acompañante, contra su entrepierna. Este algo confundido y desesperado por que parara coloca ambas manos en su cadera.- ¡¿que crees que haces, insecto?!

-¡intento ayudarte con eso!, es mejor ahora, a que venga whis, quite el cubo y pases la mayor verguenza de tu vida!, asi que cierra tu maldita y enorme boca, y dejame hacer lo que tengo que hacer!-el mayor abrió sus ojos mas que estupefacto, pues en su larga vida, nadie lo habia mandado a callar asi, nisiquiera su propia mujer. Frunció el ceño, hiba a reclamar, hiba, porque el movimiento de caderas se reanudó y debió callar, antes de soltar algun ruido vergonzoso.

Todo era silencio entre ellos, aunque de vez en cuando, algun jadeo se escapaba de los labios cremozos del monarca. Goku observaba esta nueva faceta del principe, el rostro de placer y necesidad. Pronto sintió una mano en su propio miembro, ante la sorpresa dejó escapar un gemido

-ahh~!- y uno para nada masculino, se sonrojó de forma intensa, tapando su boca. Siendo observado por el mayor, que también lo veía sorprendido.

-¿e-eso fue..-calla al momento de que el menor habla enervado.

-¡no!, ¡no lo fue!-cubria su rostro, eso era mas vergonzoso que cualquier cosa que ubiece hecho antes, no permitiria que lo vieran asi...

-...-lo observó por un instante, quería, aunque no lo admitiera del todo, volver a escucharlo.

Asi que en vez de que el menor se moviera, el mismo lo embestía de forma suave, pozando su mano enguantada sobre la entrepierna ya despierta del menor. Estaba tan duro y tan mojado, lo sabia, pues los fluidos del menor mojaban la tela del guante blanco.

-mmh!!, espera~!-miraba preocupado la situación, como habian llegado a esto!, no recordaba haberle dicho a vegeta, "¿hey!, y si follamos?", esto era extraño. Por supuesto que sabia que estaba sucediendo, por algo tenia dos hijos...pero también sabia que no era correcto. Ambos eran hombres, casados, con hijos y el con una nieta!!. Hechó su cabeza hacia atrás largando otro gemido.

Vegeta por su parte, estaba un poco nublado por la asfixiante sensación, hasta que una idea sucia pasó por su mente. Quería dejar marca de lo que estaba pasando, quizá, para poner nervioso al menor. No desaprovecharía la deliciosa oportunidad.

Se acercó a goku, directamente a su cuello, tomó entre sus labios la suave y dulce piel. Abrió un poco sus ojos sorprendido, eso no se lo esperaba, la piel de su cuello, bajo sus labios, era, terriblemente suave y deliciosa. Nunca habia sentido una piel asi. Ignorando eso comienza a succionar la piel, dejando una marca obscura y donde no pudiece ocultarla.

-mmh!~-una corriente electrica recorrió placenteramente su espalda, hasta llegar a su entrada y miembro, arqueaba su espalda con su ya conocida flexibilidad.

-...¿crees...crees que el vuelva pronto?- mordió su labio al observar al menor después de decir eso, lo deseaba, lo deseaba intensamente...y se dió cuenta, que el solo, habia caido en su propio juego, ahora, debía hacerlo suyo o sufriría las consecuencias.

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Todo fué tan breve apartir de ahí. Como ambos se despojaban de sus ropas, como se tocaban con desespero, con esa profunda necesidad. Se miraban mutuamente con un fuego ardiente en la mirada, como el principe dejaba mas marcas obscuras en la piel del menor, como goku se las habia devuelto por todo su cuello y su pecho. El peliflama se encendia aun mas con cada roce de sus cuerpos y pronto, se hallaba a sí mismo dilatando la entrada del mas joven, que largaba gemidos sin importar nada, pues afuera de ese cubo nadie los veía, nadie los oía, solo eran ellos dos ahí dentro.

Después de prepararlo, se posicionó, tomando, con su ahora mano desnuda, su propio miembro, alineando el glande con el ezfinter virgen del menor. Ambos gimieron, al sentir la unión, y siguieron asi, hasta que el mayor entrara casi por completo.

-ahh!!~♡, m..muy grande~-una cosa que caracterizaba a goku, era que al momento de hablar era demaciado sincero y directo. El mayor se sonrojó, por mas de una razón. Además del placer que sentía, verguenza por la sinceridad de su coterraneo y tambien, porque el ahora lo veía terriblemente sexy.

-ngh, no digas tonterias~-entrecerró sus ojos, colocando sus manos sobre las piernas blancas y musculosas del mas joven, era increible, que el cuerpo de kakaroto, le excitara mas que el de su mujer. Los movimientos de cadera contra su pene lo devolvieron a la realidad, de una manera deliciosa. Veía el gesto desesperado del menor. Ya quería comenzar.

-m...muevete, p...por favor~- sus piernas temblaban, ante la gran necesidad de ser empalado. Quería sentir el placer de hacerlo con otro sayajin.

-¿hace cuanto que no tocas a tu mujer kakaroto?-cuestiona intrigoso, no es normal que un sayajin con una vida sexual activa esté tan ansioso.

-...ngh!, nunca la eh tocado...no asi...mmh~- miraba al mayor, mientras este solo se movia para que el menor se acostumbrara.

Pero vegeta dejó de moverse, o sea!, primero su primer beso...ahora también su primera vez?, pero, como demonios hizo chichi para embarazarse no solo una, sinó, dos veces del cabeza hueca de kakaroto?!... a no ser...

-¿nunca sentiste...esto?-da una leve embestida, que toca la prostata del menor y este arquea su espalda de una forma tan sensual.

-ahh!!!~, no~...nunca~♡-respira agitado, deseando mas de aquello, miraba desesperado a su coterraneo.- veg~♡...vamos~, mientras mas rapido lo hagamos mas pronto saldremos de esto...-realmente quería continuar.

Para el mayor fue una gran sorpresa, ¿este sería el lado obscuro del menor?, pues si fuese asi, deseaba conocerlo. Sin responder a nada, comenzó a moverse. Ambos gemian, jadeaban y decían malas y groseras palabras. Bueno, no eran ellos mismos.

Todo pasaba tan rapido, tan placentero, las embestidas eran cada vez mas rapidas y profundas, el principe, ¡¡ sentía la necesidad de incluso meterle los testiculos!!, se sentía en la mismisima gloría. Pero algo faltaba, algo que realmente hacía la magia en esas situaciones.

-ahh!!!, vegetaaa~♡-lo miraba con necesidad, habia algo que no estaban haciendo. Pero luego, sus ojos se movieron casi instintivamente a sus labios. Sus virgenes labios, ahí lo supo. Quería besarlo, se sentía tan bien en su interior, quería agradecerle por haberle dejado poseerlo.

Asi que con decisión, sin dejar de embestirle, se acercó a los labios de goku y lo besó, como jamás lo habia hecho con su mujer, gimió ante aquello y su pecho palpitó con fuerza al sentir las manos del menor en su cabello, profundizando torpemente ese beso, su primer beso. Hasta que...

-ngh!!- sentía como su miembro era apretado, pero enrealidad era porque se estaba inchando, sabia lo que venia, ahí solo importaba llegar...pero no quería hacerlo solo. El menor lo supo, cuando una de sus manos fue, extrañamente agarra con delicadeza. Las embestidas del mayor era tan fuertes e irregulares. Estaba en las ultimas.

Mientras goku, se sentía en la gloría, pedía mas, se arqueaba al sentir su prostata ser abusada por la glande del mayor, sentía como algo se aproximaba, como el miembro del mayor crecía, como se irregularizaban sus embestidas, como gemía de forma perdida, sus ojos filosos como cuchillas, ahora dilatados y humedos por las lagrimas de placer, como lo miraba. Y el, estaba igual, estaba exactamente igual que el mayor.

Mas una embestida profunda y sertera en su punto dulce, fue lo que causó que aquella travesía terminara para el menor.

-¡¡vegetaahh~♡!!-arquea su espalda, sacando su lengua de forma vulgar, mirando al cielo, totalmente perdido en aquella sensación, sintiendo como su propio miembro expulsa aquella blanquecina esperma.

-¡¡ahh~!!-siente como la entrada del menor lo aprieta. Y sin poder evitarlo se corre dentro de este, gimiendo de forma agitada, sintiendo todo su cuerpo relajarse.-ka...kakaroto~ -susurra su nombre mientras deja caer su rostro contra el pecho del mas joven, observando con ojos un poco turbios los pezones de este, todos rojos e inchandos, todavia se notaba que estaban ensalivados, no recordaba haber llegado a hacer eso. Pero debió de haber sido delicioso. Podía oír su corazón, si, era tan grande como todos decían y ahora palpitaba por el. Sentia su interior palpitar igual, sentía como esas deliciosas carnes lo aprisionaban, no quería dejarlo ir. Pero debían separarse o tarde o temprano whis volvería y los encontraría...asi.

-¿vegeta? -detectó algo de timidez en su voz, levantó su cabeza y lo primero que observó, fueron los onix del menor, llenos de lagrimas, pero estas aun fluian como si...lo hubiese lastimado...

-ah, kakaroto...tu...ah, yo...-no sabia que decir, ahora venia la parte incomoda, actuar como si nada. Era imposible.

-olvidalo, sal, debemos vestirnos...whis volverá en cualquier minuto- sorbe su nariz, pues aun seguía derramando lagrimas.

Ambos tomaron sus prendas correspondientes y se vistieron con dificultad, parecía que habia sido mas facil quitarse la ropa que volverselo a poner. Se sonrojaron, pero como goku habia predicho, en pocos segundos apareció whis, deshaciendo el cubo y liberandoles a ambos, su sonrojo se hizo mas intenso, pues al momento de desaparecer el cubo de energia una espesa nube de vapor se extendió entre ellos dos. Era por lo que habia sucedido momentos antes. Whis se percató de ello y los miró a ambos estupefacto.

-¿s...se puede saber que ocurrió? -no hacian falta explicasiones, sus mejillas sonrojadas, marcas en sus cuellos, cabellos desordenados, ojos irritados y para rematar, ropas mal arregladas y ajadas, daban mucho que pensar.-no me respondan, la clase se cancela hoy, vayan a su habitación, mañana hablaremos de esto.- se dá medía vuelta y se dispone a irse.

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Ambos caminaban en un sepulcral silencio, no se miraban ni nada por el estilo. Al llegar a su habitación compartida, el menor se adueñó del baño, encerrandoce ahí, por unos minutos. Mientras tanto el principe meditaba todo sendente sobre su cama.

Sus ojos...

Su piel...

Su voz...

Su cabello...

Su sangre...

Su interior...

Sus labios...

Su sabor...

Todo, ambsolutamente todo de él, era perfecto. Aunque el sabia que "eso" que pasó, estaba mal. Pero no podía negarlo, jamás habia llorado de placer, nunca. suspiró. Debian hablar sobre ese tema.

Minutos despues, goku salió del cuarto de baño, ya duchado y vestido con algo mas comodo, sus boxers y una camiseta azul, de su antiguo gi naranja (pues ahí usan sus trajes nuevos), se acerca a su cama y se acuesta en ella dandole la espalda al mayor. El mismo enarca una ceja mirandole, acaso...¿estaba molesto?.

-¿si tienes algún maldito problema, escupelo de una vez?-cuestionó, preparandoce para responderle...pero la contestación del otro, nunca llegó. Sus ojos se abrieron a tope, era extraño que no le respondiera, siempre peleanban por todo...porque ahora es diferente. A no ser que...

Se levanta de su lecho y sube sobre el menor, acorralando su cuerpo contra la cama, ahí estaba, avergonzado, ahora entendía, solo sentía verguenza de verlo. Suspiró.

-¿q...que quieres?-desvia la mirada a otro lugar.

-que me mires cuando te hablo, mocoso- suelta una de sus manos, el menor lo mira curioso de lo que hace, pero se sonroja aun mas, al verlo quitarse el guante con sus dientes, el guante cae por quien sabe donde y su mano desnuda se posa en su mejilla.- ¿porque eres asi?...

-¿a...asi como?- miraba algo cohibido al mayor. Pero se sintió mas relajado al sentir su mano ser agarrada por la otra mano con guante.

-tan...sincero, lindo e irresistible...-se acerca a sus labios y los vuelve a conectar, gime aprovatoriamente, al sentirse correspondido. Sus labios eran tan suaves...sin duda, perfectos. Pero no debía volverse a perder, se separó casi por impulso.

-y...yo n-no lo se, lo siento, vegeta. Esto me averguenza...-tapa los ojos del mayor con pena. Vegeta sonrie, tomando estas con sus propias manos.

-no te preocupes, no estoy enojado, si es lo que piensas...para serte sincero...creo que el que debe disculparse soy yo, si no fuese por mi mal humor, whis no nos hubiese encerrado...-desvia la mirada apenado.

El pelipalmera sabia, que el mayor, no lamentaba nada de lo que habian vivido ahí dentro, sabia que ambos lo habian disfrutado...pero, no volvería a ocurrir...almenos no por ahora.

-jejeje...sabes vegeta, talvez estuvimos "encerrados", pero yo no dudaría en volverlo hacer, si tu quieres...-sonrie de manera picara y juguetona. Vegeta lo miró sorprendido, pero luego correspondió su sonrisa, esto hiba a ser muy emocionante para ambos.

Fin.