⭓ 018. ▎ capítulo dieciocho.
TaeHyung bateó sus pestañas, parpadeando incrédulo. Y, aunque hubiese deseado cuestionar al pelinegro ante sus palabras; el seguro de la puerta siendo retirado, impidió que lo hiciera. Quiso procesar el provenir de aquella pregunta, quizás se debía únicamente a que JungKook se encontraba molesto por su insistencia, buscar devolverle la pedrada de la misma manera.
Sin embargo, con el pasar de los segundos, la cruda expresión enfadada y fatigada del rostro frente al suyo; le advertía que no se trataba de ninguna broma. Percibió la incómoda nube de tensión y estrés que rodeaba el cuerpo del más alto, atrayéndolo como un imán para ser receptor de aquella vesania de la cual se sentía extrañamente responsable y acreedor.
Mordió el interior de su mejilla, aún siendo apresado por aquella masa que parecía rehusarse a dejarlo libre. Sentía las orbes castañas sobre su piel, punzando con perseverante aflicción sobre su mejilla; quemándolo ante la cercanía.
─ Se acabó el tiempo. ─ demandó NamJoon, afirmándose delante de la entrada. Oliver se mantuvo sereno detrás del pelinegro; observando a ambos hombres como si aquella escena fuese de lo más común para él. Y, aunque Hwan hasta ahora no había interferido; se encontraba a una escasa distancia de TaeHyung, mostrándose a la defensiva y listo para alejar al rubio de JungKook. Dispuesto a confrontar al pelinegro ─ Jeon. ─ instó, notando que aquel ni siquiera se había inmutado ante su presencia.
─ Te escuché. ─ objetó, dando una fuerte inhalación. El menor se tensó ante la áspera respuesta del contrario, sintiendo su garganta cosquillar como si hubiese salido de su boca ─ Encárgate de decirle a Jackson que no la pierda de vista, y que averigüe quién demonios es ese sujeto. ─ vociferó, ladeando ligeramente su rostro hacia la derecha; regalando al menor un vicioso panorama del perfil ajeno.
Oliver se removió sobre la silla, poniéndose de pie. Posteriormente, sacudió las solapas de su saco; intentando deshacer cualquier indicio de alguna arruga.
─ Así será, señor Jeon. ─ aseguró el rubio, sujetando el mango de su portafolio. Le regaló una fugaz mirada a uno de los guardias y éste tan pronto como entendió la indirecta, se dirigió hasta él; encaminándolo a la salida ─ Fue un gusto conocerlo por fin, joven Kim. ─ dijo, devolviendo sutilmente su rostro hacia el menor. TaeHyung no se consternó o inmutó en devolverle la cortesía; hasta este punto ya ni siquiera le interesaba saber cómo es que lo conocía.
TaeHyung apresó su mandíbula, provocando que esta se disparara hacia afuera. El rubio se movió ligeramente, intentando escapar de los brazos del mayor, lográndolo cuando éste se impulsó hacia atrás y caminó hasta NamJoon sin quisiera mirarlo.
─ ¿Ahora entiende por qué viví rodeado de niñeras? ─ murmuró el menor, siguiendo los pasos del pelinegro hasta que se perdió detrás de la puerta; girando por el pasillo con dos guardias detrás. Hwan pasó saliva pesadamente, asintiendo a pesar de que TaeHyung le daba la espalda y ahora se dirigía hasta el castaño, extendiendo sus muñecas hacia él.
─ No es necesario, conoces el camino. ─ jubiló el guardia, haciéndole un ademán con su cabeza.
─ Tenga un excelente día, y no olvide los documentos. ─ se despidió el rubio, volviéndose al mayor con un rostro póker ─ Por favor, intente averiguar si ese hombre tuvo un hijo llamado Jung HoSeok.
JungKook entreabrió sus labios, impulsando sus dientes ligeramente hacia adelante; rozando peligrosamente aquella barra de pan a medio acabar. Inhaló con energía, sosteniendo el aire en sus pulmones por un par de minutos, expulsándolo fragorosamente antes de darle un brusco mordisco. Su pierna se mecía debajo de la mesa, creando un ir y venir de izquierda a derecha constante.
Hyun bajó superficialmente su mirada, enarcando ambas cejas cuando percibió el impaciente comportamiento del mayor. Abultó sus cerezos en un mohín, mostrándose curioso. Y cuando un manojo de migajas cayó sobre la mesa, esparciéndose por todos lados, éste no pudo evitar soltar una risa que se evaporó en el aire; siendo casi un susurro. El pelinegro se limitó a observar el desastre que habían creado, aún cuando su uniforme fue receptor de gran parte de los residuos.
─ ¿Qué te sucede ahora, pequeño? Cuéntame qué es lo que te atormenta. ─ lo animó el pelirrojo, impulsándose sobre la mesa; retirando con un ademán la charola de comida. El mayor le regaló una mirada exánime, ignorando por completo aquel apelativo por el cual había decidido dirigirse a él.
YoonGi rodó los ojos, alejándose sutilmente del par; centrándose únicamente en su almuerzo y nada más.
─ Nada. ─ respondió el pelinegro, indiferente.
─ Ajá. ─ replicó Hyun. Apoyó sus antebrazos sobre la lámina, acercándose más al mayor ─ ¿Es sobre Woo?
─ Sabes que no te diré nada aquí. No insistas. ─ afianzó. El pelirrojo gruñó cuando dos de los dígitos del mayor aterrizaron en su frente comprimida, tirando de él hacia atrás ─ ¿Park ya ha salido de la enfermería? ─ inquirió, esta vez observando al pálido. Éste se encogió de hombros, ofreciéndose altruista sobre el tema.
Hyun lo observó de reojo, permitiéndose estudiar los rasgos ajenos. YoonGi podía ser atractivo, no cabía duda de que el hombre gozaba de una exquisita apariencia masculina y agradable ante cualquiera que lo viese. Su rostro pálido, pero adornado de un bonito carmín en aquellos labios delgados, pero rellenos de masa; así como en sus mejillas y la redondeada punta de su nariz.
Si no fuese porque conocía a la perfección lo que aquellas facciones inocentes y desinteresadas, escondían. Fácilmente podría creer que aquel no era más que un sujeto común y corriente, con una apariencia gatuna y tierna.
Sin embargo, había algo que no le permitía estar tranquilo. Aquella faceta enfermiza y lasciva que derrochaba el azabache desde el día en que Kim lo había arremetido en las duchas, convirtiéndose en una completa magdalena que gravitaba como una enamorada colegiala detrás del chico lindo del instituto. Había advertido en distintas ocasiones, como aquellas orbes negras destellaban fuego cómo un par de velas danzando contra el viento; cuando el rubio estaba cerca.
Una arcada lo devolvió a la realidad, sintiéndose terriblemente turbado ante la idea que cruzó por su cabeza.
Y cuando JungKook inhaló con vigor, mirando sobre su hombro; Hyun rápidamente giró sobre sí mismo, encontrándose con el cuerpo de TaeHyung detrás. Éste no decía palabra alguna, confrontándose en una lucha de miradas con el pelinegro.
─ Kim...
─ ¿Podemos hablar? ─ interrumpió el menor, rechazando al aludido. El mayor se dejó caer sobre el respaldo de la silla, llevándose el último trozo de barra a la boca; tomándose el tiempo de masticar. TaeHyung se removió ligeramente, apretando sus puños contra la tela de su pantalón, arrugando la prenda.
─ Depende, ¿Será sobre tu amigo imaginario? ─ cuestionó, luego de largos minutos. YoonGi dejó caer la cuchara sobre la charola, creando un irritante golpeteo contra la lámina; prestándole atención al rubio. Hyun al percatarse, se movió sigilosamente en su dirección, intentando cubrir la visión del azabache.
─ ¿Podemos hablar? ─ repitió, esta vez rodeando al pelirrojo; acercándose a JungKook ─ En privado. ─ añadió, gravitando su mirada recelosa entre ambos hombres; deteniéndose en las oscuras esferas de YoonGi.
El pelinegro lo observó con cuidado, achinando sus ojos ligeramente. Sabía sobre lo que TaeHyung quería hablar, no obstante; hasta ahora no había visto aquella postura mosqueada y derrotada que tan impacientemente irradiaba la anatomía tensa del menor. Y aunque se sentía fastidiado y jodidamente exasperado, no pudo evitar que una lacerante incomodidad se instalara en su bajo abdomen; desconociendo la razón por la cual quería levantarse deprisa, enlazar su mano con la del rubio y llevarlo a algún lugar donde éste pudiese soltar todo el peso que lo consumía.
─ Sígueme, iremos a mi celda. ─ ofreció, obteniendo un asentimiento grácil del menor ─ No los quiero ver por ah...
─ Kim, el penitenciario te espera.
Ambos pares de ojos giraron desconcertados hacia el castaño. TaeHyung mordió el interior de su mejilla, fulminando al azabache, éste soltó una risa nubla.
─ Joder, lo había olvidado...
Hola, lo siento por no actualizar :(
Pasé Semana Santa en un pueblo de la costa, no había señal como cosa rara, así que se me hizo difícil publicar. A su vez el lunes y el martes estuve todo el día ocupada por el colegio. Así que lo siento. Espero estén bien, disfruten su día y cuídense. Un abrazo grande :)
Y muchas gracias por los 13 K de lecturas. Besos 💋
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