Toby el enfermero

Decidí levantarme temprano para ir a la universidad y gracias a que ayer activé la alarma de mi móvil pude hacerlo, miré a Toby por si lo había despertado pero seguía dormido.

Bajé, no había nadie, seguro que todos estaban dormidos pues era muy temprano.

No tenía los libros ni la mochila así que decidí ir a mi casa a recogerlos, la verdad no sé que habrá pasado con el cuerpo de Annie.

Fui por el bosque, hacía frío y no me llevé chaqueta alguna así que para sentir más calor tuve que abrazarme a mí misma.

Llevé como una hora dando vueltas por el bosque, sin embargo no encontré salida alguna. Que raro, juraría que estaba más cerca.

Como no la encontré decidí volver a la cabaña, giré pero solo veía árboles.

¡No puede ser! Si la cabaña se podía ver, tan lejos no he ido ¿No?

Caminé en linea recta pues juraría que eso hice al salir.

Pasó media hora más y nada, no se veía nada. Parece que me acabo de perder...

Estaba apunto de llorar de hambre y frustración hasta que escucho un ruido por entre los árboles. ¿Será Smile dog de nuevo? No creo...

Me entró miedo pero de repente Toby se mostró frente a mí.

Le abracé, al fin una cara reconocida.

—Gem ¿Por qué saliste sin decirnos nada? —Preguntó preocupado.

Yo deshice el abrazo.

—Yo... Solo quería ir a la universidad... —Dije cabizbaja.

—Pero... ¿Cómo se te ocurre ir sola? Podría haberte pasado cualquier cosa, Gem.

Se veía realmente preocupado por mí.

—Gracias por venir a buscarme, no sabía qué hacer... Creía que me había perdido para siempre —Dije aún con miedo.

Él me miró sonriendo, no tenía ese bozal que usaba normalmente ni las goggles.

Era hermoso.

Ese pensamiento me hizo ruborizar.

—¿Por qué estás roja? —Dijo Toby.

Parece ser que se dio cuenta, que vergüenza.

—Eh yo... Porque... ¡Tengo calor! ¡Demasiada! —Mentí muy mal.

—¿Sabes que hace solo dos grados? —Dijo obvio.

Yo miré hacia los lados buscando una salida pero no sabía que decir ni qué hacer.

A ver, cuerpo, ¿Por qué has tenido que reaccionar así? Te prohíbo que lo hagas, no quiero quedar más veces en ridículo.

—¡Será mejor que vayamos a la cabaña! ¡Todos estarán preocupados! —Dije y salí corriendo, para mi mala suerte me caí y me arañé con una rama en la pierna. Perfecto Gem... parece que a mi cuerpo le gustaba humillarme.

Toby me agarró de la mano para ayudar a levantarme pero me dolía el pie derecho al tocar el suelo.

Él se percató de eso y se agachó.

—Apóyate en mi espalda —Ordenó.

—No, yo peso mucho, no vas a poder conmigo —Me quejé.

—Seguro que puedo, Gem, venga sube.

Lo miré poco confiada pero aún así hice lo que me ordenó.

Me llevó como si fuera una pluma, eso me dejó impresionada.

—Solo supieron que saliste Masky y Hoodie, nadie más se enteró —Me informó.

El saber eso me dejó más tranquila.

—Menos mal, no quería que todos se preocuparan por mí —Dije.

Al poco tiempo ya estábamos en la cabaña, Toby abrió la puerta y pasamos.

Solo estaban Masky y Hoodie en la sala, al parecer todos los demás seguían aún dormidos.

—¿Por qué traes a Gem en tu espalda? —Quiso saber Masky.

—Se tropezó y se hizo daño con una rama —Al decir Toby esto Hoodie se rió y yo le miré mal.

—Debería haberse perdido en el bosque y nunca haber sido encontrada —Dijo Hoodie sin más.

No sabía que Hoodie me odiaba y para colmo de esa manera. Nunca le hice nada malo para recibir esa clase de"afecto" por parte de él.

Toby siguió su camino conmigo encima hasta la cocina, me dejó arriba de la encimera y tomó alcohol junto con algodón.

—Esto te va a doler un poco, bueno, me baso según los demás pues yo no siento dolor —Se rió y yo me quedé perpleja ¿Cómo es eso de que no siente dolor?

Mojó el algodón en el alcohol y lo acercó a mi herida.

Me quejé, quemaba mucho.

—Lo siento —Se disculpó y siguió haciendo lo mismo hasta que terminó —¿Te duele esto? —Me dijo mientras tocaba mi tobillo.

—¡Sí, duele mucho! —Exclamé.

—Tienes el tobillo hinchado, creo que te lo has lesionado —Dijo mientras lo observaba.

—¿Cómo? ¿Y qué hago? —Dije.

Era la primera vez que me pasaba algo como esto.

—Pues... Reposar en la cama sería bueno —Dijo y me cargó hasta mi cuarto. Me puse roja de nuevo.

Me tumbó en la cama y se sentó en la orilla de ésta.

—¿Por qué Hoodie me odia? ¿Tú lo sabes? —Pregunté de repente y él puso cara de fastidio.

—No te extrañes por eso, él no es muy amigable que digamos, sólo se lleva medianamente bien conmigo y con Masky. Lo raro es que a ti te odia más que a todos los demás, no sé por qué —Me explicó.

Seguro que es por lo que pasó antes de llegar aquí, él cree que soy su enemiga.

—Pues intentaré conseguir su amistad —Dije confiada de mí misma.

Él me miró.

—Eso es imposible, Gem —Dijo negando con la cabeza.

—¡Nada es imposible! Y yo no soy alguien que se rinda fácilmente —Dije.

—Bueno, haz lo que quieras, seguro que vendrás pronto diciéndome "me rindo" —Se rió.

—No lo creo, Tobías —Dije segura.

Él me miró como si no tuviera remedio y se levantó.

—Si necesitas algo, llámame —Dijo y yo asentí.

Toby salió por la puerta.

¿Por qué es este chico tan dulce? Es la primera vez que veía a alguien tan preocupado por mí.

A los minutos se escuchan ruidos por los pasillos y alguien llama a mi puerta.

—Pasa —Ordené.

Era Jane, que venía sonriente pero al ver mi herida se preocupó.

—¿Cómo te hiciste eso? —Preguntó señalando la raja que hace poco Toby me desinfectó.

—Salí temprano para ir a la universidad pero no encontré la salida del bosque y me perdí, Toby me encontró, de un momento a otro salí corriendo y me caí, así que ahora tengo esta raja y mi tobillo lastimado —Expliqué.

—¿También te hiciste daño en el tobillo? —Preguntó aún más preocupada.

—Sí —Afirmé.

—¿Y cómo viniste andando con el tobillo así? —Preguntó y yo me ruboricé.

—Me llevó Toby en su espalda —Confesé.

—¡Que dulce! Oye, ¡Te has puesto roja! Definitivamente te gusta él —Exclamó.

—¡No me gusta! —Exclamé.

—¿Entonces por qué te has puesto roja? —Preguntó.

Yo me alarmé.

—Yo pu-pues porque me da ver-vergüenza simplemente —Dije.

—¡No te creo, Gem! ¡Estás mintiendo! —Me acusó.

Llamaron a la puerta interrumpiendo nuestra conversación.

—Pasa —Ordené.

Toby pasó con una bandeja llena de comida y me la acercó.

—Te he traído el desayuno, como sé que no puedes caminar he pensado que es mejor traértelo —Dijo rascándose la nuca.

—¡Muchas gracias, Toby! Eres muy amable —Agradecí.

Noté que él se puso un poco colorado... Tal vez eran imaginaciones mías.

—No es nada, avísame si necesitas algo, recuérdálo —Dijo y se fue.

Jane me miró sonriendo, su sonrisa era más grande que la de Jeff y eso era mucho que decir.

—Os gustáis, se nota desde lejos —Afirmó.

—¡Que no! —Negué.

°°°°°

Subo capítulo cada dos días.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top