¿Qué haces en mi cuarto?
Me quedé atónita... ¿Qué pasa si me hubiera matado sin haber tenido la culpa de nada? Por culpa de seguir a ese chico por curiosidad ahora pongo mi vida en juego... Pues en ese caso, la frase la curiosidad mató al gato se está haciendo realidad en mi vida.
¿Y quién es ese tal Masky? ¿Otro loco amigo suyo? Me duele la cabeza, será mejor que me vaya a mi casa...
Llegué y me encontré a quien menos quería ver en ese momento, a Adam, sentado en el sofá de mi casa.
-Gem, ¿Por qué has tardado tanto? Si incluso salimos después de ti -Preguntó mi amiga.
-Ustedes habéis venido en coche -Dije obvia.
-Aún así la discoteca estaba cerca, a unos tres minutos de aquí, te habría dado tiempo de sobra -Me miró extrañada.
Me descubrió. Vamos Gem, Inventaré algo... ¡Ya sé!
-Bueno, tardé porque a un chico se le escapó su perro y le ayudé a buscarlo y lo encontramos cerca del parque que está aquí al lado -Respondí.
-Bueno... Hagamos como que te creo -Dijo desconfiada.
¿Otra vez la misma frase? ¡Esto es el colmo!
-E-es que... Es la verdad... -Me fijé en Adam -Por cierto, ¿Qué hace él aquí?
-Es mi novio, más respeto Gem -Dijo.
-Lo siento Annie, aún no me he acostumbrado a su presencia -Le mentí.
Simplemente le odio, le odio, le odio muchísimo por estar más tiempo con Annie.
-Te perdono -Sonrió y me abrazó -No te voy a cambiar por él, si eso es lo que crees -Me susurró.
Yo la miré atónita. ¿Cómo lo sabía? Bueno, creo que era un poco obvio.
-Me voy a dormir ya, Annie, buenas noches -Dije bostezando.
-Que descanses -Dijo Annie mientras se sentaba en el sofá con Adam.
-Gracias -Agradecí.
Me fui a mi cuarto y me puse mi pijama, me tumbé en mi cama y pensé.
No quiero morir, mi vida es demasiado perfecta en este momento... Bueno, solo si quitamos a Adam. ¿Por qué me pasa esto a mí? ¡Ya no seguiré a más gente extraña o encapuchada! Si es que soy tonta... ¿A quién se le ocurre? Y ¿Quién será el que le sigue realmente? ¿Qué es lo que querrá de ellos?
Entre Preguntas sin respuestas en algún momento me quedé dormida.
Hoodie's PoV
¿Podrá ser esa chica la que nos siga? Se veía asustada pero podría haber ensayado esa cara para que parezca sólo coincidencia... No la maté porque aún no tenía pruebas pero sé que pronto las encontraría.
Mientras entraba al bosque del parque hice un círculo con mi mano y entré en él, nuestra dimensión, aquí ya me sentía más seguro. Estaba llegando cuando aparece Ticci-Toby corriendo hacia mí.
-No-no-nos lo han robado -Dijo mientras le daba sus característicos tics.
-¿Eso? -Pregunté con miedo.
-S-si -Asintió.
Mierda... No puede ser.
-¿Slenderman lo sabe? -Pregunté.
-Sí y está muy cabreado -Respondió.
-Anda, entremos a la cabaña e intentemos tranquilizarlo -Ordené.
Toby asintió y nos dirigimos a ésta.
Gem's PoV
Me desperté alegre porque mañana empezaría la universidad y bueno, a mí me gustaba mucho estudiar, al momento llamaron a la puerta.
-Pasa -Ordené.
Ésta se abrió dejando ver a una Annie un poco triste.
-Gem... Mañana empieza la universidad -Bufó.
-Pero eso es fantástico, Annie.
-¡No! ¡No lo es! Odio levantarme temprano -Dijo fastidiada.
-¿Acaso no tienes curiosidad por saber cómo es estar en la mejor universidad de Alemania? -Pregunté.
-A mí me da igual eso, solo quiero sacarme la carrera rápido y punto -Respondió.
No hay remedio.
...
Estaba leyendo un libro en mi sofá, aburrida, porque Annie se había ido con Adam después de desayunar, quería estar mucho tiempo con él ahora porque mañana empezaría la universidad.
De un momento a otro la puerta se abre y aparece Annie con ¿Maletas? Y detrás de ella estaba Adam ¡Con más maletas!
Dejé mi libro en la mesa y me lebanté.
-¡Eh! ¿Qué se supone que es esto? -Pregunté furiosa.
-¡Gem! ¡Adam se viene a vivir con nosotras! -Me abrazó pero no le correspondí y la aparté.
-Annie, hablemos en privado -Demandé.
Nos fuimos a la cocina.
-¿Qué te ocurre ahora? -Me miró fastidiada.
-No, ¿Qué te ocurre a ti? ¿Cómo dejar entrar a un chico que conoces de una semana a vivir a nuestra casa? -Pregunté fastidiada.
-Gem, él me dijo hoy que no podía vivir sin mí y yo le dije lo mismo -Suspiró como una enamorada -entonces se me ocurrió la idea de que viviera aquí y a él le pareció genial.
-¿Dónde tienes la cabeza? -Pregunté.
-Gem, por favor, déjame ser feliz, siento que es el amor de mi vida -Dijo Annie triste.
La miré y me dio pena, al fin y al cabo yo la quería como una hermana y quería que fuera feliz.
-Bueno, pero no pienses que me voy a llevar bien con él -Dije y Annie me abrazó, esta vez sí le correspondí.
-¡Gracias Gem! -Agradeció.
-Ésta me la debes -Le dije y me fui.
Al pasar por el salón ví a Adam y me miró con una mirada oscura, aterradora y un escalofrío recorrió mi espalda.
Creo que me quedaré en el parque toda la tarde.
...
Llegando al parque ya se podía ver a todos los niños jugando felices y a sus padres observándolos y otros hablando con más padres, me senté en un banco a pensar.
Ahora sí que odio a Adam, sé perfectamente que él no la ama como ella lo ama a él, ni de lejos, solo es un hombre de veinticinco años que seguro sus padres no lo aguantaban en su casa y se consiguió una chica con casa y demasiado tonta para creer todo lo que él le dice.
De pronto niños empezaron a gritar y ví qué era lo que pasaba, era una pequeña chica con un vestido rosa y un osito de peluche en sus manos intentando acercarse a ellos para jugar pero ellos al parecer le tenían miedo. De un momento a otro la niña empieza a llorar, me acerco a ella y me pude fijar en que tenía la cara llena de una sustancia roja, seguramente sangre, pero eso solo hizo preocuparme más por ella.
-Hola, ¿Te pasa algo? -Pregunté.
La pequeña me miró apretando su muñeco con expresión triste.
-Es que... Los niños no se quieren acercar a mí y yo quiero jugar con ellos -Me explicó.
Me entristeció mucho así que le propuse algo.
-¿Quieres jugar conmigo? -Le pregunté y asintió.
Jugamos por tres horas, tenía que admitir que me lo estaba pasando muy bien, al cabo del rato la barriga de aquella chica sonó de hambre.
-¿Tienes hambre? -Pregunté.
-Sí, mucha -Confesó.
No podía llevarla a merendar a una cafetería por su aspecto así que pensé en limpiarle su cara en mi casa e ir a tomar algo después.
-Sígueme -Ordené y ella me dio la mano -Por cierto, ¿Cómo te llamas?
-Me llamo Sally -Respondió -Y ¿Tú?
-Yo Gem -Le sonreí.
-Que nombre más raro -Se rió.
-No es raro, es original -Expliqué y Sally asintió aún sonriendo.
Cuando habíamos llegado le limpié su cara y fui a mi cuarto a recoger mi cartera, cuando entré me encontré a quien menos esperaba ahí.
-Adam, ¿Qué haces en mi cuarto?
Creo que es la frase más larga que le he dicho desde que nos conocimos.
☆☆☆☆☆
Subo capítulo cada dos días
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top