Gem's PoV

Ya era la hora de cenar así que me dirigí al comedor.

Ahí se encontraba Jane, jugando con un cuchillo y la saludé.

—¡Hey Jane! ¿Que tal? —Pregunté mientras me sentaba a su lado.

—Aburrida, el tiempo va muy despacio hoy —Responde y suelta una risita.

Yo la miro confundida, parece que oculta algo.

—¿Estás esperando algo? —Pregunté.

Ella miró hacia un lado y luego hacia el otro, después me miró y acercó su cara a la mía, como si quisiera contarme un secreto.

—Mañana tengo una cita —susurra.

Abro mis ojos de asombro y grito.

—¡Genial! ¿Por qué no me lo habías dicho antes? —Pregunté.

—Por que no estabas —Respondió obvia.

—Uh... Bueno, espero que te lo pases de maravilla mañana —Respondí y le sonreí— Por cierto ¿Con quién?

—Es un secreto —Respondió.

—¡Que mala eres! ¡Quiero saberlo! —Exclamé.

—Mañana te lo digo —Respondió.

—Bueno, espero que sea así, sabes que soy muy curiosa y quiero saber quién es, no aguanto las esperas —Reí y Jane rió conmigo.

—Oye, ¿Y qué tal con Hoodie? ¿Cómo va la cosa? —Preguntó.

La felicidad se esfumó.

—Como siempre, es un idiota, me grita, me odia... Demasiado bonito para ser verdad —Suspiro.

—Te dije que era muy difícil, pero, quizás no lo sea tanto... Quizás el siente algo por tí pero tiene miedo de enseñar esos sentimientos porque él jamás se ha enamorado, quizás esto es nuevo para él —Me consoló.

Las palabras de Jane me hicieron pensar por un buen tiempo. Quizás tenga razón

—Solo espero que sea así, y si es así que se de cuenta pronto porque es algo normal.

—Y yo igual, no soporto ver cómo te trata —Respondió y justo al hacerlo, llegan Jeff y Eyeless y se sientan cerca nuestra.

—¿De qué habláis? —Pregunta Jeff curioso.

—De nada que te importe —Responde Jane con una sonrisa.

Jeff le mira aún más sonriente.

—Entonces estarás hablando de ti.

—Vaya, es un halago que yo no te importe, creía que estaba feliz pero ahora lo estoy más, gracias Jeff —Respondió Jane.

—La falsedad se te nota a kilómetros —Responde él.

—Sea real o falso, no te debería importar ya que dijiste que yo no te importaba —atacó Jane.

Jeff la imitó con voz chillona y Jane le lanzó un cuchillo que Jeff esquivó.

...

La cena transcurrió tranquila, Ben hablando con Jeff, Nina hablando con Jane, Eyeless peleando con Puppetear por algo sobre un videojuego, Masky hablando con Toby y Hoodie, estaba pensativo.

¿Qué rondará en su cabeza? A veces me encantaría saber qué es lo que piensa porque es un chico muy impredecible, pero otras veces prefiero no saberlo.

De repente gira su cabeza hacia mí y yo cambio mi vista hacia mi plato, aún lleno.

Ojalá no se haya percatado de que le estaba observando, pero seguro que lo ha hecho, siempre tengo mala suerte cuando se trata de él.

...

Al terminar decido ir a mi cuarto para ponerme mi pijama.

Una vez en él siento que hace demasiada calor así que optó por ponerme un pijama más veraniego.

Qué raro, si hace un momento no hacía tanta calor...

¡Ah pero si no tengo pijamas de verano!

Voy al cuarto de Jane y Nina a ver si pueden prestarme algo, justo al abrir la puerta siento un leve mareo que hace que caiga de rodillas.

Qué extraño, solo he comido muy poco pero tampoco es para casi desmayarme.

No quise darle importancia al asunto y fui al cuarto de mis amigas.

Una vez dentro comenté mi problema y me dejaron uno.

—Este es perfecto —Respondió Jane enseñándomelo.

—No es perfecto, es que es el único que hay —Dijo Nina y soltó una risita.

—Bueno, es lo mismo —Finalizó Jane.

Yo lo observé dubitativa.

—¿No es demasiado corto? —Pregunté.

—¡Eso es lo mejor si quieres combatir la calor! —Me animó Jane.

—No me imagino con eso puesto, que verguenza —Respondí mientras negaba con la cabeza.

—¡Pero si solo es para dormir! ¿Va a verte alguien dormir acaso? —Preguntó Nina.

—Bueno, Toby —Respondí.

—No si vas ahora, sabes que él suele dormir tarde —Me recordó Jane.

Bueno eso es verdad.

—Está bien, me lo pondré e iré a mi cuarto rápidamente —Respondí.

Una vez que lo tenía puesto mis amigas empezaron a comentar.

—Wow, te queda muy bien —Responde Nina.

—Sí, estás muy sexy, creo que me voy a hacer bisexual por tí —Añade Jane y suelto una risa.

—No exageréis —Respondí sonrojada.

No estoy acostumbrada a los cumplidos.

—No estoy exagerando —Respondió Jane.

—Ni yo tampoco —Respondió la chica de la coleta.

—Bueno, gracias y... Me voy a dormir ya —Respondí tímida.

Me desearon buenas noches y fui corriendo a mi habitación, cuando de repente una mano sale de una de las habitaciones y me agarra mientras me lleva dentro de ella, cierra la puerta y me arremete contra ésta.

—¿Por qué me has mentido? —Pregunta Hoodie en tono amenazante.

¿Eh? ¿De qué está hablando? ¿A qué viene eso? ¿Por qué justo ahora que no quería que nadie me viese?

—¿Mentirte? —Pregunté un poco desconcertada.

—Sobre el por qué te fuiste, no te hagas la desentendida —Explicó Hoodie aún malhumorado.

Oh no. ¿Cómo supo que le dije una mentira antes?

—Y-yo no te men-mentí —Genial, ahora empiezo a tartamudear.

Al parecer esa respuesta le molestó más

—Y sigues mintiendome...

Tragué saliva.

—¿Y quién te dijo que era mentira? —Pregunté.

—Alguien que sabe lo que realmente te pasó y ahora lo sé yo —Respondió.

¡Dios! No puede ser... Que vergüenza... Entonces Hoodie sabe que me gusta... Sabe que me dolió que fuera rechazada... Y encima al parecer quiere saber que está en lo correcto. ¿No hay nada más patético que yo ahora mismo? Aunque quizás le hayan mentido y no le hayan dicho eso exactámente.

—¿Y.... Qué te di-dijo? ¿L-lo que realmente pasó? —Pregunté.

Hoodie se quedó callado por un tiempo pero al final comenzó a hablar.

—Que fue por mi culpa... Que escuchaste la conversación que mantenía con mis compañeros sobre tí y cómo te rechacé —respondió en un tono más bajo.

Vale, si, sabe la verdad. Soy patética, ya no lo aguanto más.

—Está bien, eso es verdad, ya sabes lo que realmente ocurrió, ¿Y qué has conseguido con todo esto? —Pregunté con lágrimas amenazando por salir y un nudo en la garganta —¡Nada! Podrías haberte callado y no haberme sentido como la gran patética que soy. Al final tienes razón, soy una idiota, una idiota por quererte, a tí, a un ser sin sentimientos y que me odia a más no poder, ¿Estás ya contento? No, espera, quizás falte algo más para que estés realmente contento; ¡Te odio! Sí, ¡Te odio! Finalmente conseguiste lo que querías, mi odio. Así que ya no hablaremos más, ni siquiera miraré más en tu dirección si así lo deseas, ¿Vale? —Comencé a llorar mientras él me observaba, parecía que lo estaba disfrutando.

—No quiero que me odies, tengo que ser sincero contigo ahora, Gem, qui... —Le interrumpí.

—¡Encima ahora dices que no quieres que te odie! ¿Para qué? ¿Para que te rías de mí aún más? ¿Esto te...? —tuve que parar por un repentino mareo, que se hizo más fuerte que el anterior. Me agarré la cabeza y cerré mis ojos fuertemente.

—¿Qué te ocurre? —Preguntó Hoodie pareciendo preocupado.

—¡No te acerques! ¡No es nada! No hagas como que...

No pude terminar la frase porque de repente lo ví todo negro.